Visita & Comenta en: I LOVE YOU JUST THE WAY YOU ARE

lunes, 29 de octubre de 2018

Broken: Capítulo 8




17 años antes.

Seguía fascinado con el camino que estaba tomando con YunHo. Ya tenían exactamente una semana hablando todos los días, casi todo el día y debía admitir que se sentía genial.

Cuando conoció a YunHo, cuando se fijó en él y le puso atención de verdad, quedó flechado a primera vista, y eso que él no creía mucho en esas cosas, pero el médico pasante estaba rompiendo todos esos prejuicios que el estudiante tenía. Sobre todo ahora que podía decir que tenían lo que parecía ser una buena amistad, pero ambos sabiendo que no querían solo una amistad, porque claramente las intenciones con las que ambos se hablaron desde el principio eran otras, aunque fueran lo más discretos posible.

Jae Joong estaba acostado en su cuarto ese día, era martes y no tenía clases porque era día de asueto. La noche anterior había dormido en casa de YooChun porque se quedaron platicando, escuchando música y tomando alcohol juntos, como casi todos los fines de semana acostumbraban, y ahora estaba de regreso en su departamento evitando estudiar para su mini examen de farmacología.

Estaba hablando con YunHo por mensajes, hablando sobre los videos de recetas que le enviaba el pasante y Jae Joong envió:

Nada que ver con los videos de ahorita pero se me antojó nieve” La verdad era que desde que había terminado de comer ese día traía antojo de nieve, pero decidió decirle a YunHo para ver si funcionaba su plan de invitarlo a salir.

“Jajaja, yo también quiero nieve, dame”

“Dame tú, no tengo nieve:(“

“Tampoco tengo, tengo chocolate amargo”

“Y me presumes en vez de darme” a Jae Joong le encantaba el chocolate amargo.

“Jajaja, ¿te gusta ese?, a casi nadie le agrada” dijo YunHo

Si jaja”

YunHo envió caritas pensando.

¿Qué?” preguntó Jae Joong y también envió caritas pensando.

Pues si quieres tendrías que venir, pero no me he bañado” ambos enviaron caritas pensando. Era un juego entre ellos que habían adoptado en los últimos días, enviarse los mismos emojis pero en mayor cantidad que la otra persona, una competencia algo tonta y sin sentido, pero divertida para ellos y que los hacía seguirse mandando mensajes aunque no tuvieran algo de que hablar realmente.

“Ven tú, con el chocolate” le dijo Jae Joong

¿Es un reto?” preguntó YunHo y cuando el pelinegro leyó el mensaje casi avienta el teléfono.

En una ocasión durante esa semana, YunHo le había enviado una foto donde le presumía que había hecho palomitas para estudiar un rato y Jae Joong le dijo que quería también, pero que no tenía en su departamento y YunHo le dijo “ni vendrías” y Jae Joong había respondido ese mensaje con un “¿me estás retando?”, así que Jae Joong estaba riéndose solo en su cama al ver a YunHo usar una de sus frases.

-Pero yo no voy a ser un gallina al evadir el tema como tú – habló solo.

“Puede ser” respondió el mensaje.

Ahora enviaron muchas caritas pensando.

“¿Por dónde vives?”

-Ok, esto está llegando más lejos de lo que esperaba – dijo Jae Joong mientras le escribía por donde se encontraba su departamento.

YunHo envió más caritas pensando

“Jajaja, ¿entonces?” preguntó YunHo.

“¿Entonces?”

“Mmm”

“¿Qué?, ¿Qué quiere decir ese entonces?” Claro que su mensaje lo envió Jae Joong inmediatamente después de recibir ese “mmm” de YunHo porque sintió que si se tardaba en contestar iba a perder quizás la única oportunidad de salir con YunHo después de estar deseándolo por tanto tiempo.

“Deja darme un baño, ¿nos vemos?” Ahora si Jae Joong había soltado un grito, por suerte no había nadie en su casa que lo pudiera escuchar.

“Si” fue lo único que respondió y también corrió a bañarse y arreglarse.

Está de más mencionar que todo lo que hablaron hasta ese instante había sido capturado en tomas de pantalla que ahora estaban en la ventana de chat de YooChun y su mejor amigo lo apuró a alistarse para verse presentable para cuando YunHo, el apuesto pasante, fuera por él a su casa.

-Dios mío estoy tan nervioso, no pensé que esto de la nieve fuera a funcionar, ¿Qué haremos?, es muy pronto para dejarlo pasar a mi departamento, no hemos tenido ninguna cita decente, y no sé a donde podríamos ir hoy, no traigo casi nada de dinero, maldición, bueno, puedo decirle que vayamos por un helado… o mejor dejarlo decidir a él, quizás él ya tiene algo en mente, no lo sé, aigoo!! Que nervioso me pone este hombre – Jae Joong daba vueltas en su habitación muerto de los nervios. Ya se había visto al espejo unas 5 veces para asegurarse de que su cabello estaba ordenado y su ropa le quedaba bien. Se sentó y decidió relajarse un momento para no sudar y seguir oliendo bien para cuando llegara YunHo.

En eso su celular comenzó a sonar y se dio cuenta de que era YunHo quien le estaba llamando. Era la primera vez que el médico le marcaba por teléfono, así que eso lo puso aún más nervioso.

-¿Hola? – dijo cuando contestó la llamada.

“Hola, creo que ya estoy afuera de tu departamento, ¿es uno blanco de dos pisos?” preguntó YunHo.

-Sí – respondió al tiempo que se asomaba por la ventana de su cuarto para ver a YunHo estacionando una camioneta blanca –Ya salgo – se colgó la llamada, guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón, tomó algo de dinero por si era necesario y lo guardó en otra bolsa y por último tomó sus llaves para salir de casa.

Mientras bajaba los escalones para llegar a la entrada de su casa sentía como su corazón le palpitaba con tanta fuerza. La verdad no podía creer que aquello estuviera sucediendo, que Jung YunHo estuviera estacionado afuera de su departamento y fueran a verse en persona fuera de la facultad por fin. Jae Joong había esperado por un momento como ese por un buen tiempo. Ya habían pasado varias semanas desde la única vez que intentó invitar a salir a YunHo a hacer precisamente lo que iban a hacer en ese día, solo platicar.

Y ahora era una realidad.

-Hola – dijo Jae Joong cuando cerró detrás de sí mismo el candado del portón.

-Hola – dijo YunHo también con una sonrisa algo tímida.

No sabía cuánto le había tomado a YunHo enviar los mensajes para decirle que si podían verse, pero Jae Joong siempre se ponía algo nervioso incluso cuando le escribía por chat, y podía notar perfectamente como el pasante se ponía igual de nervioso que él al estar frente a frente.

-¿Está bien que me estacione aquí? – preguntó YunHo antes de bajarse de su camioneta.

-Sí, no hay problema – respondió Jae Joong y entonces vio al médico bajarse y saludarlo bien.

-¿Cómo estás? – preguntó YunHo.

-Bien, bien, ¿tú? – cuando dijo eso, YunHo estiró su brazo derecho y le mostró la barra de chocolate amargo que había traído consigo.

“Por Dios realmente trajo el chocolate”. Pensó Jae Joong cuando lo vio y contuvo la emoción. Era muy lindo de su parte haber llevado el chocolate por el que surgió todo eso, a Jae Joong ya se le había olvidado ese pequeño detalle para cuando supo que YunHo iba camino a su casa.

-¿Qué quieres hacer? – preguntó Jae Joong.

-No lo sé, vamos al parque – dijo volteando hacia el final de la cuadra en donde había un pequeño parque al que Jae Joong solía ir de vez en cuando, sobre todo en las ocasiones en las que necesitaba despejarse un poco de sus estudios o cuando quería cambiar de ambiente para leer un poco y escuchar música.

-Claro – caminaron juntos y abrieron la envoltura del chocolate para compartirlo.

Cuando estuvieron ahí, se sentaron en la primera banca que encontraron, quedando sus cuerpos con unos 30 centímetros de separación y mirando hacia el frente, donde estaban los pequeños jardines y había algunas personas con sus mascotas jugando.

Los nervios nunca se fueron incluso aunque su plática era fluida y tenían tantas preguntas para hacerse y sobre todo para conocerse. Jae Joong se sentía muy feliz y pleno en ese momento, sintiendo el aire fresco de mayo correr y revolver un poco sus cabellos, además de que casi sin ser notorio, YunHo se iba acercando cada vez más a él, quedando sus hombros pronto haciendo contacto.

Tenían también muchos momentos de silencio, pero silencios cómodos, de esos en los que te sentías completo y en varias de esas ocasiones se volteaban a ver al mismo tiempo, cruzando miradas sin decir ni una palabra.

-¿Qué? – preguntó YunHo en una de esas ocasiones.

-Nada- Respondió Jae Joong y volvió a voltear al frente, cerrando los ojos al sentir el viento acariciar su rostro.

-Hueles bien – dijo YunHo de repente. Jae Joong abrió los ojos pero no volteó a verlo porque sintió que su cara se estaba poniendo roja.

-Gracias – dijo Jae Joong tratando de sonar normal.

-¿Cómo se llama tu perfume? –

Aquella pregunta realmente lo había tomado desprevenido. Si había una botellita de perfume que usaba pero la había comprado hace tanto tiempo que ya no recordaba para nada el nombre.

-La verdad… no lo recuerdo – respondió con una sonrisa apenada – Hace mucho lo compré y no sé el nombre –

-Jaja, está bien –

Siguieron en silencio, Jae Joong estaba completamente en blanco después de esa pregunta y probablemente YunHo tampoco sabía que decir después de esa pregunta tan atrevida.

Parecía que estando juntos ese día el tiempo pasaba muy lento, siguieron platicando en esas 3 horas y media que estuvieron sentados, sobre sus familias, sus respectivas ciudades de origen, las actividades que realizaban antes de entrar a la facultad, sus mascotas, los lugares donde habían vivido antes de estar en sus respectivos departamentos y algunas cosas sobre la facultad.

-¿Fuiste instructor de Rayos? – preguntó Jae Joong, ya que al ser YunHo pasante en ese departamento, siempre pensó que había sido instructor ahí también cuando era aún estudiante.

-No, yo fui instructor de Patología –

-Oh, vaya, ¿y por qué entraste a Rayos para hacer tu servicio social? –

-Porque era una plaza tranquila para estudiar para el examen de residencias y mi mejor amigo me dijo que la eligiera para estar juntos –

-Ya veo, supongo que es una buena elección – dijo Jae Joong. Como aún le faltaban 3 años más de carrera, realmente no se había puesto a pensar aún en donde le gustaría hacer su séptimo año, cuando ya fuera médico recién graduado.

-¿Tú por qué entraste a Rayos?, Dices que quieres especializarte en cirugía – preguntó YunHo.

-Lo sé, pero me gustó mucho la clase de Imagen cuando la llevé el semestre pasado y decidí meter papelería cuando se abrió convocatoria para el departamento, a ver qué pasaba, y para mi sorpresa fui aceptado –

-¿Y te está gustando? –

-Sí, mucho – respondió con una sonrisa genuina.

-Qué bueno – sonrió también.

Pronto comenzó a oscurecer y decidieron levantarse de la banca y caminar de regreso al departamento de Jae Joong.

Se quedaron afuera de la camioneta de YunHo.

-Bueno… creo que debería de ir a casa, seguimos hablando en un rato – dijo YunHo y le dio un pequeño abrazo que Jae Joong correspondió con algo de torpeza.

-Claro, ve con cuidado – dijo Jae Joong cuando se separaron. Observó al pasante entrar a su vehículo y retirarse y entonces entró a su departamento, sintiendo aún su corazón latiendo tan fuerte como al principio.

Apenas estuvo en su cuarto le envió un mensaje a YooChun e hicieron videollamada para hablar sobre lo sucedido ese día.

Y no pasó mucho tiempo cuando recibió un mensaje de YunHo

Llegué a casa”


---

Me encanta escribir estos capítulos porque me traen recuerdos súper bonitos del semestre pasado y me hacen emocionarme de nuevo al recordar lo que pasó con mi crush JAJA pero ya quiero que empiece el desastre entre el YunJae :v

Espero les haya gustado el capítulo ^^ Ya estoy agarrando nuevas ideas para los siguientes :D <3 

L@s quiero <3 

~Always Keep The Faith~

lunes, 22 de octubre de 2018

Broken: Capítulo 7




Tardó más de lo esperado en regresar a casa pero nadie le dijo nada, cuando cerró la puerta notó que ya todo estaba oscuro y supuso que sus padres estarían ya dormidos. Se quitó sus zapatos y los acomodó en la entrada, dejó su chaqueta colgada y caminó hasta su cuarto.

Esperaba encontrar su habitación como siempre la recordaba, sus padres no habían movido sus cosas después de que se fue a estudiar fuera y tampoco cuando comenzó a vivir por su cuenta al casarse y ahora al mudarse a Japón, pero cuando encendió la luz se llevó la sorpresa de ver a una de sus hermanas mayores, específicamente a Soo Young, acostada en su cama jugando en su teléfono.

-¡Noona!, ¿Cuándo llegaste? – preguntó emocionado Jae Joong apresurándose a lanzarse sobre el colchón y abrazar a la mujer que ocupaba ese espacio.

-Llegue hace unas horas, quise darte una sorpresa –

-Funcionó – abrazó con más fuerza a su hermana hasta que ella se quejó.

-Yah, ¿me quieres matar?, ¿de dónde sacas tanta fuerza?, si te ves delgado – lo golpeó en el brazo

-Aunque no lo parezca, voy al gimnasio seguido… bueno, cuando no tengo guardia y  no estoy muerto después de la guardia –

-Me imagino –

Se acostaron boca arriba en la cama y se quedaron mirando al techo. Jae Joong quería preguntar algo más a su hermana sobre su viaje pero ella habló primero.

-¿Hay algo que quieras contarme? – pregunto Soo Young.

-¿Sobre qué? – preguntó Jae Joong sin demostrar emoción alguna en su voz, para tratar de evadir aquella pregunta, porque aunque hubiera pasado mucho tiempo sin ver a su hermana mayor, la mujer de inmediato sabía cuándo algo le pasaba.

-Sobre YunHo –

Sintió su cuerpo tensarse al instante en que la escuchó mencionar su nombre.

-¿Por qué habría de contarte algo sobre YunHo? –

-Porque te vi con él en el parque hace unas horas –

Jae Joong se sentó.

-Está en Tokio también – dijo el médico – Trabajando en el mismo hospital que yo –

-¿Y qué causa eso en ti? – se sentó también Soo Young.

-Me frustra mucho, me fui del país para buscar un cambio en mi estilo de vida, para sanar y salir adelante y de repente aparece en mi vida… No sé si me estuvo buscando o no pero me es muy difícil trabajar con él y ahora es más difícil evitarlo porque entre nuestros servicios hay interconsultas muy seguido –

-¿Aún lo amas? – preguntó Soo Young sin importarle si era ir demasiado rápido en su interrogatorio. Pero podía ver en el rostro de su hermano y en todo su lenguaje corporal que eso le estaba afectando, que nunca le había dejado de afectar.

-Como el primer día – susurró aquella respuesta y soltó una lágrima.

-Jae Joongie – puso una mano sobre su hombro.

-Es imposible no acordarme de Seung Jae cuando lo veo, a pesar de que era adoptado siempre le encontramos un parecido a YunHo y me es muy difícil verlo sin sentir que mi corazón es oprimido y sin que me den ganas de llorar, por eso me alejé de él – abrazó a su hermana y ya no pudo evitar llorar mientras hablaba. La mujer respondió su abrazo y acarició su espalda, dejándolo llorar.

Hacía tanto tiempo que no lloraba de esa manera. Había tratado de suprimir y encapsular sus sentimientos en la mayor medida posible y esa había sido una razón por la cual al buscar otra rama de la medicina eligió urgencias, donde tenía que ser duro y frío todo el tiempo para poder pensar y actuar rápido, pero ahora que estaba frente a su hermana más querida y de haber tenido tanto estrés, sentimientos encontrados y pensamientos revueltos en su cabeza desde que YunHo empezó a trabajar en el hospital, no podía parar sus lágrimas.

-No sé qué hacer noona, me duele amarlo y él no se aleja, no piensa hacerlo, ya me lo dejó bien claro –

-¿No crees que es tiempo de que vayas a terapia Jae Joongie?, no puedes seguir sufriendo así.  – le aconsejó Soo Young. – Yo sé que el perder a un hijo es un dolor que no se compara con ningún otro, pero también te separaste de tu esposo por eso y sufres por ambas cosas… No vas a poder recuperar a Seung Jae… pero puedes recuperar a YunHo –

-Ambos nos hicimos daño noona – habló quedito

-Lo sé cariño, lo sé -

Jae Joong durmió bajo el abrazo de su hermana mayor esa noche.

--

YunHo despertó con frío en su habitación del hotel. A pesar de que tenía varias cobijas encima de su cuerpo su cuarto estaba helado porque había nevado toda la noche y no había encendido la calefacción antes de acostarse.

Se levantó y lo primero que hizo fue tomar el control del aire acondicionado y encenderlo a una temperatura adecuada, tan solo para poder tomar un baño a gusto y no arriesgarse a pescar un resfriado.

El agua en la bañera estaba tan caliente que no quería salirse cuando terminó de asearse, hacía mucho tiempo que no se tomaba el tiempo de relajarse de esa manera, pero su estómago pidiéndole alimento lo hizo salir y ponerse ropa limpia y calientita de inmediato para salir en búsqueda de algo para almorzar.

-Debe haber comida caliente y buena cerca de aquí – se dijo YunHo a sí mismo mientras caminaba por los pasillos del hotel hasta que llegó a la planta baja, viendo a través de las puertas automáticas de cristal como toda la calle estaba cubierta de nieve.

Se puso sus guantes, gorra y bufanda y salió a caminar. No tardó mucho en encontrar un pequeño puesto de pescado frito y se acercó para comer. Llevaba ya dos varitas en su mano izquierda y una nueva con su mano derecha, listo para comerla cuando escuchó a una mujer a su lado decirle.

-Eso no es un buen desayuno –

YunHo volteó mordiendo el pescado.

-Soo Young-noona – reconoció a la hermana mayor de Jae Joong. –Bueno… tenía mucha hambre cuando me levanté y fue lo primero que encontré –

-Me imaginé – sonrió y le quitó la varita con el resto del pescado y lo comió ella. YunHo la miró entre ofendido y feliz y pagó por lo que consumió antes de abrazar a la mujer que le arrebató su comida.

-Ha pasado mucho tiempo – dijo YunHo cuando la soltó. Soo Young sonrió un poco y asintió a lo que le dijo el médico.

-Vamos a mi casa, te invito a almorzar, además que no estarás en el frío –

-¿Segura?, no quiero incomodar a nadie –

-No lo haces, sabes que siempre eres bien recibido en casa, también es tu familia –

-Pero... Jae Joong y yo… -

-Mis padres te aprecian YunHo, nunca dejaron de hacerlo, así que no sientas que has dejado de ser parte de los Kim por separarte de JaeJoongie… esas son… situaciones aparte – lo jaló de su abrigo y YunHo no pudo resistirse más y caminó junto con su ex cuñada.

La verdad era que estaba muy feliz de seguir siendo considerado como parte de la familia de Jae Joong, después de todo Soo Young tenía razón, no había terminado mal con el resto de los Kim, tan solo con Jae Joong, y ni siquiera había sido él quien se alejó, así que el seguir siendo apreciado por parte de quienes fueron sus suegros y sus cuñadas era algo que lo hacía sentir feliz.

Y no podía negar que quería ver a Jae Joong y esa era la principal razón por la que seguía a la mujer a su lado, porque sabía que estaría en casa de sus padres y sería inevitable encontrarse.

--

Jae Joong salió de su cuarto con un pantalón de pijama y una de sus tantas sudaderas de cuando estaba en la facultad, con el cabello despeinado por secárselo con la toalla después de bañarse y se acercó a la cocina desde donde le llegaba el olor del delicioso almuerzo que estaba preparando su mamá.

Estando esos días libre del hospital, disfrutando el frío invierno en casa de sus padres lo hacía olvidarse de sus preocupaciones por un momento, lo hacía volver a esos tiempos en los que vivía aún en esa casa, en los que podía decir que era su casa también y no decir “la casa de sus padres”, y se sentía joven de nuevo, especialmente al verse en el espejo con la ropa que solía usar años atrás, antes de cambiar a la vestimenta formal o del hospital.

Estaba por sentarse a acompañar a almorzar a su madre cuando escuchó la puerta abrirse y la voz de su hermana entrando de regreso de la tienda.

-¿Si encontraste lo que te encargué Soo Youngie? – preguntó Kim Jae Rin.

-Si Umma, y también traje un invitado a comer con nosotros, espero no haya problema –
Jae Rin estaba hablando mientras servía comida así que solo le respondió.

-Claro que no hay problema – puso la comida en frente de Jae Joong, quien estaba de espaldas a su hermana mayor y al invitado que traía consigo – Les serviré de comer también entonces – volteó a verlos y su mirada de sorpresa y el silencio que se produjo en ese instante, por menos de un segundo, hizo que Jae Joong volteara.

-¿YunHo? – dijo Jae Joong.

-YunHo-ah, ¿cómo estás?, hace tanto tiempo que no te veía por aquí, siéntate querido, que bueno es tenerte de visita – dijo Jae Rin feliz.

-Umma… - se quejó en voz baja Jae Joong pero fue ignorado por su madre. El pelinegro volteó a ver a su hermana con molestia y ella solo le sonrió y le dijo con la mirada “cállate y come”.

La verdad era que ambas mujeres querían a YunHo de vuelta en la vida de Jae Joong. Desde que el pelinegro se los presentó hace tantos años atrás prácticamente lo amaron, por eso fue incluido tan rápido en la familia y aceptaron su relación casi de inmediato. A sus ojos, YunHo siempre había sido un muchacho encantador y que siempre demostró amar mucho a Jae Joong, por lo que ellas más que nadie eran las que se negaban a aceptar la separación de ese par.

YunHo sintió la incomodidad de Jae Joong al estar almorzando con su familia, pero decidió ignorarlo por ese momento porque realmente disfrutaba estar en esa casa. De hecho no era la primera vez que iba de visita con la familia de su ex esposo, solo que jamás le habían dicho nada al respecto a Jae Joong porque todos sabían cómo se pondría de furioso.

-¿Cómo te ha ido querido? – preguntó Jae Rin a YunHo cuando todos estuvieron sentados alrededor de la mesa.

-Muy bien, conseguí trabajo en un muy buen hospital y me está yendo excelente – respondió YunHo feliz mientras comía. Jae Joong lo escuchó y resopló molesto.

-¿Ah sí?, ¿En dónde? –

-En Tokio – dijo YunHo.

Jae Rin volteó a ver a Jae Joong y de nuevo a YunHo.
-No me digas que trabajas en el mismo hospital que Jae Joongie – claro que la madre del urgenciólogo estaba pensando que había muchos hospitales en la capital nipona y sería una coincidencia enorme que estuvieran trabajando en el mismo hospital.

-Así es – respondió YunHo y volteó a ver a Jae Joong quien ignoró su mirada y terminó de comer. Se levantó de la mesa y dijo.

-Voy a retirarme, gracias por la comida – dejó su plato en el fregadero y salió de la cocina.

-No le hagas caso, parece un niño chiquito en estos momentos – dijo Soo Young cuando vio a su hermano salir de la cocina y escuchó la puerta del jardín abrirse y momentos después cerrarse.

-Jae Joong es el único loco que adora salir con este frío – dijo YunHo.

-Y tú eres el único loco que lo seguiría con este clima – dijo Soo Young

-Así es – se levantó también después de terminar su comida y siguió el mismo camino que el pelinegro. Antes de salir se aseguró de estar bien abrigado y abrió la puerta, siendo recibido por el aire helado proveniente del exterior.

-Dios Jae Joong, solo tú disfrutas estar entre la nieve – dijo para sí mismo y salió al patio cerrando la puerta detrás de él. El jardín trasero que tenían en casa de los Kim estaba completamente cubierto de blanco. Jae Joong se encontraba sentado en una banca cerca de uno de los árboles más grandes de ese lugar, con uno de sus brazos extendidos viendo como la nieve caía sobre su chaqueta y sus guantes, justo como la noche anterior en el parque. Jae Joong adoraba la nieve, por eso aunque el frío fuera insoportable, si había nieve de por medio, el médico siempre estaría ahí, jugando y gozando ese momento.

-Estás loco – le dijo YunHo cuando se sentó a su lado en el espacio libre de la banca.

-Tú lo estás más, por venir a casa de mis padres – Jae Joong ni siquiera lo volteó a ver.

-Bueno, tu hermana me invitó y tu familia siempre me ha recibido muy bien –

-¿Siempre te ha recibido muy bien? – repitió la última parte de la frase del cirujano.

-Sí, tengo años viniendo aquí a tu casa, solo que tú nunca estás, ¿no sabías? – sonrió porque sabía que siempre se lo habían mantenido como un secreto.

-Noona traidora – dijo en voz baja Jae Joong

-Creo que tu familia más bien es lo suficientemente madura para saber que nuestra separación no tiene nada que ver con ellos, así que solo según tú, no soy de la familia –

-Bah, como sea – volteó Jae Joong a verlo unos segundos, frunció los labios un poco e hizo como si fuera a levantarse pero YunHo lo tomó de la muñeca para no dejarlo irse.

-Déjame ir adentro, tengo frío – dijo forcejeando contra el firme agarre del mayor.

-Qué mentiroso eres –

-Solo suéltame YunHo – se puso de pie y agitó su brazo con fuera para zafarse y comenzó a caminar hacia la entrada de la casa. Había caminado solo unos pasos cuando sintió un golpe frío en la nuca y volteó con la boca abierta hacia YunHo quien tenía una bola de nieve en su mano izquierda y restos de nieve en la derecha.

-No lo hiciste – dijo Jae Joong.

-Oh, claro que si – sonrió con un tinte travieso y le lanzó la otra bola que dio directo en su pecho.

Fue inevitable que Jae Joong sonriera y rápidamente se agachara para armar sus propias bolas de nieve y lanzársela a YunHo, quien ya se había agachado también para defenderse del ataque del pelinegro.

Seguía siendo como ese chico de 21 años que conoció mientras aún estaban en la facultad.

Jugaron por un buen rato, sus manos estaban completamente heladas y entumidas a pesar de que tenían pares de guantes gruesos cubriéndolas y sus cabellos estaban mojados de tantas veces que dirigieron los proyectiles a la cabeza del otro. Jae Joong respiraba agitadamente por correr tanto y se sentó un momento en el suelo, entonces vio como YunHo, quien no se rendía con tanta facilidad, estaba cargando una gran bola de nieve con sus dos brazos y Jae Joong se levantó de inmediato de su lugar para ir a taclear a YunHo y evitar que le lanzara todo eso.

-¿Quieres matarme? – gritó YunHo casi riéndose cuando ambos cayeron al suelo y la nieve los cubrió a ambos. YunHo sintió su espalda completamente mojada al estar acostado sobre el pasto y Jae Joong también porque todo le cayó encima de todos modos, pero ninguno se movió de su posición de todos modos. Sus cuerpos estaban pegados al estar el urgenciólogo encima del neurocirujano y sus rostros estaban muy cerca. YunHo rodeó la espalda de Jae Joong con sus brazos y se quitó los guantes, los dejó sobre su espalda y acercó su mano hacia la pálida mejilla del pelinegro.

-Estás helado – dijo Jae Joong al sentir el contacto en su cara.

-Tú también – pasó sus dedos por debajo del cabello que caía en la frente de su ex esposo y lo echó para atrás, manteniéndolo aplacado porque estaba mojado.

-Estás loco – le devolvió el adjetivo que le había dedicado cuando recién lo vio contemplando la nieve caer.

-Lo sé – respondió YunHo y pasó su mano detrás de la cabeza del pelinegro y cerró la distancia entre ellos.
---


Hola!! Espero hayan disfrutado leer este capítulo tanto como yo he disfrutado escribirlo :D
Como pueden ver al fin, aún hay sentimientos entre nuestro par favorito, pero como los adultos somos taaaaan complicados, nos tomará algunos capítulos más saber si podrán resolver sus problemas o no. 

Estos días he estado muy feliz porque llegó el frío a mi ciudad y hemos estado a menos de 20°C todos los días desde entonces, y algo estresada porque se acercan los finales en un mes y tengo guardias en el hospital en este mes que me queda de "tranquilidad"... Pero no se preocupen, seguiré actualizando porque me propuse esa meta de subir un capítulo semanal ^^ Tengo algunos listos y trato de adelantarme a las semanas y seguir escribiendo cuando me inspiro (que estas temperaturas me inspiran demasiado).

Espero estén bien, si hace frío abríguense y sobre todo acudan a ponerse la vacuna de la Influenza :D!!!

L@s quiero <3

~Always Keep The Faith~