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martes, 3 de diciembre de 2024

Broken: Capítulo 9

 


Estornudo. 

Ya era la décima vez en 5 minutos. 

YunHo le pasó un pañuelo a Jae Joong, quien lo tomó con fastidio y se limpió la nariz. 

Se encontraban en el avión de regreso a Tokio. YunHo de alguna manera convenció a Jae Joong de comprar sus boletos juntos y se encontraron en el aeropuerto de Incheon después de otros días más de vacaciones. 

Después del beso en el jardín de la casa de Jae Joong, YunHo se fue a su casa en Gwang-ju para visitar a sus padres, tan solo acordando con el pelinegro encontrarse en el aeropuerto para abordar juntos. 

-¿Por qué estás tan fastidiado?, ¿Te duele la cabeza?, ¿Tienes fiebre? – preguntó YunHo.

-Todo esto es tu culpa – dijo Jae Joong con una voz apenas audible. También estaba afónico.

-Oh, vamos, tú eres el loco que le encanta salir cuando está helando y más cuando hay nieve, seguramente alguien iba a poder impedirte salir – 

-Ya sé – rodó sus ojos – Pero tú fuiste quien me lanzó nieve – 

-Mmm… está bien, aceptaré esa parte de mi culpa, pero no puedes negar que te divertiste - 

Jae Joong volteó a verlo molesto, pero las ojeras en su rostro y sus mejillas y la punta de su nariz rojas no podían hacer que YunHo se tomara en serio ese enojo.

YunHo revolvió su cabello y después se acomodó los lentes que estaban resbalando por el puente de su nariz y se concentró en leer el libro que tenía sobre sus piernas, tan solo para voltear varios minutos después y ver a Jae Joong completamente dormido. Pasó su mano sobre la frente y después sobre el cuello del otro médico y lo sintió más caliente de lo normal. 

-Pero no quiso admitir que se sentía mal - susurró YunHo y movió un poco al pelinegro para que recargara la cabeza sobre su hombro y durmiera más cómodo. 

Jae Joong terminó durmiendo todo el viaje, tan solo abrió los ojos cuando escuchó la voz del capitán anunciando su próximo descenso. Se acomodó en su asiento en silencio, con la esperanza de que Yunho no hiciera ningún comentario por haberse quedado dormido en su hombro y miró por la ventana, ya se podía apreciar desde esa altura la gran y conglomerada ciudad de Tokio. 

-¿Descansaste? – preguntó Yunho

-Uhm un poco, si – respondió sin voltear a verlo. Aún le dolía la cabeza y se sentía más congestionado que antes. Dormir unas horas definitivamente le ayudó pero necesitaba llegar a su departamento para poder tomar un baño caliente y dormir un día entero. 

-Okay – 

Bajar del avión solo empeoró todo. En cuanto el aire helado de Tokio golpeó su rostro Jae Joong sintió su cabeza más pesada y su cuerpo empezar a temblar. Se repitió múltiples veces en su mente que pronto estaría en su hogar y solo debía aguantar un poco más mientras caminaba hacia el área de equipaje. 

-¿Estás bien? – la voz de YunHo lo sacó de sus pensamientos. Jae Joong se detuvo un momento y lo volteó a ver. Se veía genuinamente preocupado por él pero no quería mostrarse tan vulnerable.

-Eh… si, solo me duele un poco la cabeza, quiero acostarme – respondió retomando la marcha, esperaba encontrar su maleta rápido.

YunHo no se le despegó en ningún momento, recogieron sus maletas juntos e incluso compartieron un taxi. En cualquier otro momento Jae Joong ya le hubiera pedido que se alejara pero cada vez luchaba más por no dejarse caer. 

-¿En dónde te bajas? – preguntó Jae Joong cuando el taxi se detuvo en el edificio donde rentaba.

-Aquí – 

-No, yo me bajo aquí – 

-Yo también, aquí vivo – dijo YunHo con un tono serio. Jae Joong lo volteó a ver esperando ver cualquier indicio en su rostro que le indicara que era una broma pero YunHo simplemente abrió la puerta del auto y se bajó, dejándola abierta para que Jae Joong se bajara también. 

-Tiene que ser una broma – se bajó del taxi y cerró la puerta. ¿Cuál era la probabilidad de que su ex esposo, quien apareció de nuevo en su vida cinco años después, llegara a trabajar en el mismo hospital y además viviera en el mismo edificio que él? Jae Joong quería acusarlo de acosador y reírse por la broma tan pesada que le estaba jugando el universo, pero su cabeza dolía cada vez más que prefirió guardarse todas sus quejas para otra ocasión. 

-Te ayudo con tus maletas – ofreció YunHo una vez que el auto partió. Aún seguían afuera en el frío.

-Gracias – 

-Realmente te sientes mal ¿verdad? –

-¿De qué hablas? – 

-No te opusiste cuando te pedí compartir taxi, tampoco ahora que te ofrecí mi ayuda con tus cosas – 

-Veníamos al mismo lugar, no hay razón para pagar doble – dijo Jae Joong con fastidio y entró al edificio. YunHo tomó rápidamente sus cosas y alcanzó a Jae Joong en el elevador. 

-Tampoco has dicho nada por enterarte de que somos vecinos – 

Jae Joong solo negó con la cabeza y siguió caminando.

-¿Cuál es la otra razón? – preguntó YunHo

-¿Disculpa? – 

-¿Por qué me dejaste ayudarte con tus cosas? – Se recargó en la pared y sonrió, quedando justo en frente de Jae Joong. 

Las puertas del elevador se abrieron en ese momento y Jae Joong entró.

-Vamos dime – insistió YunHo al entrar junto a él y presionar el botón para ir a su piso. Jae Joong se dejó caer al suelo en cuanto se cerraron las puertas y se cubrió la cara con las manos, la luz le estaba empezando a molestar. 

-Jae… - 

-Mesientomal – dijo rápido y en voz baja. 

-¿Qué? – YunHo se puso en cuclillas para quedar a su altura. 

-Me siento mal – habló un poco más fuerte, sin destaparse la cara en ningún momento. YunHo puso su mano en el cuello de Jae Joong y ahogó un grito. 

-Jae Joong por Dios estás ardiendo – 

El timbre del elevador sonó al llegar a su piso y las puertas se abrieron. YunHo se levantó rápidamente, sacó las maletas al pasillo y regresó por Jae Joong, quien seguía sin levantarse. Con dificultad ayudó al pelinegro a ponerse de pie y caminar hasta su departamento. La oscuridad del apartamento de YunHo los recibió y Jae Joong se sentó en el recibidor mientras YunHo retiraba los zapatos de ambos, dejó sus cosas en la entrada y cargó a Jae Joong hasta el baño de su habitación sin  encender ningún foco. Jae Joong se dio cuenta que en todo el tiempo que su ex llevaba viviendo en Tokio nunca se había preguntado en donde vivía y como era su hogar, pero con lo mareado que se sentía en ese instante ni siquiera se molestó en pedirle un tour ya que no lo podría apreciar. Se preguntaba si YunHo seguiría siendo igual de desordenado o si ahora que vivía solo había mejorado en aquel aspecto, sonrió ligeramente solo de pensarlo. Cerró sus ojos con fuerza cuando YunHo encendió la luz del baño 

-Lo siento – susurró YunHo. 

Jae Joong no se enfermaba seguido, pero cuando lo hacía necesitaba pasar al menos un día completo en cama y bien medicado porque siempre se sentía como si un camión lo hubiera atropellado. 

Las manos de YunHo debajo de su playera lo sacaron de sus pensamientos. ¿En qué momento le habían quitado la chaqueta y sudadera que llevaba encima?, la fiebre debía ser muy alta para no darse cuenta de ese tipo de cosas. Intentó alejar las manos de YunHo de su cuerpo pero este solo continuó levantando su playera.

-No te puedes bañar con ropa – 

-Tengo mucho frío – 

-Lo sé pero necesitamos bajar tu temperatura –

Jae Joong levantó sus brazos para ayudar a YunHo a desvestirlo y después apoyó sus manos en el borde de la bañera y levantó un poco su cadera para desvestirse de la parte inferior. Estaba por entrar solo a la bañera pero sintió el agua muy fría para su gusto, sin embargo cuando estuvo apunto de echarse para atrás YunHo puso una mano en su espalda y lo empujó suavemente. 

-Está helada – su cuerpo comenzaba a temblar. 

-Está tibia – 

-Mentiroso – 

-¿Por qué te torturaría con agua helada? Quiero ayudarte tonto – 

-No lo sé – 

-Últimamente no sabes muchas cosas ¿no crees? – sonrió YunHo 

-Cállate, solo no puedo pensar – 

Jae Joong aguantó la respiración un momento cuando entró a la bañera, su cuerpo comenzaba a enfriarse poco a poco. YunHo tomó un vaso para ir mojándolo lentamente mientras usaba su mano libre para acariciar sus hombros, espalda, cuello y cabello. 

-Mmm sigue haciendo eso – susurró Jae Joong cuando Yunho retiró sus manos de su cabeza

-¿Acariciarte el cabello? – 

-Mhm- asintió

YunHo sonrió y continuó haciéndolo hasta que Jae Joong cabeceó. Le echó agua una vez más y dio unas palmadas en sus hombros suavemente para indicarle que ya era momento de salir del baño. Se puso de pie sin ayuda pero aún estaba algo débil, por lo que no puso resistencia cuando YunHo lo envolvió con una toalla y se quedó unos segundos abrazándolo. 

-Vamos al cuarto – 

Caminaron juntos de regreso a la habitación y Jae Joong se sentó al borde de la cama. YunHo le dejó ropa limpia en un lado para que se vistiera y salió de la habitación. 

“Me acaba de ayudar a bañarme y ¿se va cuando me tengo que vestir?” pensó mientras se empezaba a vestir. Minutos después YunHo regresó al cuarto llevando un vaso con agua y algunas pastillas en la otra mano. 

-Toma, sabía que tenía antigripales en mi botiquín, me enfermé hace unas semanas también – Jae Joong solo abrió la boca y YunHo le dio las pastillas y le pasó el vaso. 

-Gracias – dijo cuando terminó de pasar el medicamento. Jae Joong se preguntó en ese momento si debería de irse a su departamento pero YunHo destendió la cama y habló antes que él. 

-Acuéstate – 

-Tal vez debería irme a mi depa – 

-Acuéstate – repitió 

-Pero… - 

-Déjame cuidarte Jae Joong- dijo YunHo con seriedad. Jae Joong sintió su rostro caliente y YunHo tocó su frente con el dorso de la mano. – Aún sigues caliente, no quiero dejarte solo si estás enfermo – 

Jae Joong no discutió más y se acostó, dejando que YunHo lo arropara. Pensó que se acostaría junto a él pero vio como YunHo se alejó y no pudo evitar preguntar 

-¿A dónde vas? – 

-Solo voy a bañarme, en un momento vuelvo contigo Joongie – le guiñó un ojo antes de cerrar la puerta del baño tras de él. Jae Joong suspiró y se acomodó mejor debajo de las cobijas, ya no le molestaba tanto la luz y el dolor de cabeza había disminuido un poco desde el baño, pero agradeció que el cuarto estuviera iluminado tenuemente por la luz de la mesita de noche que se encontraba al otro lado de la cama. Escaneó el cuarto desde su posición y a pesar de que no había muchas cosas, podía sentir la esencia de YunHo por todo el lugar. Una silla a lado de la ventana donde sabía que probablemente se sentaba a leer por las mañanas, con su bata en el respaldo que seguro había dejado ahí después de regresar cansado de un día en el hospital, unos libros en el mueble de la televisión junto a algunas fotos, las cuales desde donde estaba no alcanzaba a distinguir, pero suponía que eran de Seung Jae. Hizo una nota mental para observarla durante la mañana. Jae Joong no podía negar que la cama era muy cómoda y pronto comenzó a sentir sus ojos pesados de nuevo y como el cansancio se apoderaba de su cuerpo. 


Estaba completamente oscuro cuando despertó. Trató de moverse un poco y fue cuando se dio cuenta que YunHo lo estaba abrazando y tenía su cuerpo completamente pegado al suyo. Uno de los brazos de YunHo rodeaba su cintura y el otro su cabeza, manteniéndolo pegado a su pecho. Con cuidado intentó cambiar de posición para seguir durmiendo cuando escuchó al otro hombre inhalar fuerte y decir su nombre 

-¿Qué pasa?, ¿No puedes dormir? – la mano en su espalda se movió un poco, acariciándolo lentamente.

-Solo quería acomodarme mejor – 

-Oh, okay – YunHo aflojó un poco su agarre para que pudiera moverse. Tan solo cambió un poco su posición para poder rodear la cintura de YunHo él también y esconder su rostro en el pecho del otro hombre. YunHo subió la mano en su espalda hacia su cuello y luego a su frente y suspiró aliviado. 

-Ya te siento mucho mejor – 

-Me siento mejor – 

Se quedaron en silencio unos minutos en los que Jae Joong intentó solo concentrarse en su respiración para volver a conciliar el sueño cuando sintió la mano de YunHo vagar por su espalda y justo antes de llegar al final, colarse por debajo de su camiseta y continuar acariciando su piel. 

-Yun… - 

Sintió su pecho expandirse al respirar y sus manos tensarse sobre su cuerpo, como si se estuviera conteniendo de hacer algo más

-Jae Joongie – suspiró

Y esta vez fue Jae Joong quien cerró la distancia entre ellos. 

Nunca hablaron sobre el beso en el patio de su casa en Gong-ju. Parecía que YunHo tuvo la intención de hacerlo pero Jae Joong solo entró corriendo a su casa cuando se separaron y poco tiempo después YunHo partió a Gwang-ju, y cuando se reencontraron en el aeropuerto en Incheon ninguno de los dos mencionó el tema. Pero Jae Joong no había podido dejar de pensar en ello, por días pudo sentir el peso de los labios de YunHo sobre los suyos, podía recordar su sabor y su textura, y eso lo confundía demasiado. 

YunHo correspondió de inmediato y pronto tomaron el mismo ritmo. Jae Joong pensaría que después de tantos años olvidaría como se sentía besar a YunHo, pero sus músculos tenían memoria propia y claramente lo traicionaban en este momento. Su cuerpo seguía reaccionando al tacto de YunHo como la primera vez, incluso podía atreverse a decir que más después de tanto tiempo sin tocarlo. 

Una parte de su mente no paraba de repetirle que estaban cometiendo un grave error. A pesar de que YunHo había dejado claro en múltiples ocasiones que quería recuperarlo, acostarse con él no parecía ser el primer paso en ese plan. Pensó en pedirle que se detuvieran pero YunHo solo apretó el agarre en su espalda para acercarlo más a su cuerpo, a pesar de que físicamente era imposible acercarse más. Jae Joong pasó su pierna entre las de YunHo y cuando su muslo rozó la entrepierna de YunHo y este gimió, Jae Joong supo que no habría vuelta atrás. 

Pronto YunHo lo empujó contra el colchón y quedó encima de él sin dejar de besarse en ningún momento, sus lenguas parecían tener una batalla propia y solo se separaban unos cuantos segundos cuando realmente necesitaban tomar aire. Las manos de YunHo se apresuraron a levantar la playera de Jae Joong y una vez que logró su misión, también se quitó su playera y la aventó al suelo. Besó el cuello de Jae Joong y este ahogó un gemido, no solo su cuerpo seguía reaccionando al tacto de su ex, sino que YunHo seguía recordando como tocarlo para volverlo loco. 

-No te contengas – habló entre besos YunHo y comenzó a bajar, dejando besos por el pecho y abdomen de Jae Joong hasta que llegó a su pantalón, sus manos deshicieron el nudo de su pijama y se quedó ahí un momento. Jae Joong volteó hacia abajo e hizo contacto visual con YunHo, quien parecía pedirle con la mirada su autorización para continuar. Solo asintió y pronto tanto él como YunHo quedaron desnudos. 

Sentir las manos de YunHo en sus piernas lo hizo sentir como si una corriente eléctrica le recorriera la espalda y el calor de su boca alrededor de él lo hizo perder la cabeza. Cualquier pensamiento que cruzara por su mente en ese momento se esfumó. Esta vez Jae Joong no se contuvo y gimió. 

YunHo se detuvo justo antes de que pudiera terminar y subió nuevamente dejando besos por su cuerpo hasta que llegó a sus labios, estiró su brazo hasta que abrió un cajón a lado de su cama y sacó una botella de lubricante. 

-Yunhie-ah – 

-¿Quieres que pare? – 

Jae Joong pasó sus brazos alrededor del cuello de YunHo para acercarlo más a él y besarlo. 

-No – 

Se besaron por tanto tiempo que por un momento Jae Joong se preguntó si YunHo haría algo más, pero incluso si todo lo que planeaba en la noche era besarlo no se opondría, besar a YunHo era la mejor sensación del mundo. YunHo continuaba acariciando todo su cuerpo y Jae Joong no se quedaba atrás, pasaba sus manos por los brazos, la espalda y el pecho de YunHo pero siempre terminaba llegando a su cabello, jalándolo suavemente, como sabía que al otro le encantaba. 

Se separaron solo por un momento en el que YunHo vació un poco de lubricante en sus dedos, con su otra mano separó las piernas de Jae Joong y este se estremeció un poco cuando sintió a YunHo tocándolo suavemente en aquella zona tan sensible. Sintió como poco a poco YunHo comenzó a introducir uno de sus dedos y exhaló profundo. 

-Shh relájate- sururró YunHo, introduciendo su dedo por completo y haciendo pequeños movimientos circulares. Jae Joong gimió más fuerte en un punto y YunHo continuó haciendo el mismo movimiento durante unos segundos más antes de introducir un segundo dedo. Jae Joong apretó las sábanas con su puño, arqueó su espalda ante el placer que YunHo le provocaba y las soltó, estirando su brazo hacia YunHo para tocarlo. 

-YunHo-ah… por favor, te necesito –

YunHo no necesitó más. Sacó sus dedos, vació más lubricante y se acomodó entre las piernas de Jae Joong, comenzando a empujar lentamente. Sentir a YunHo dentro de él después de tanto tiempo casi lo hace terminar en ese momento, sentir el peso de su cuerpo encima del suyo, el dolor inicial mientras se deslizaba dentro y el placer que le seguía dejaron su mente en blanco, no podía poner en palabras todo lo que sentía al compartir ese momento con él, al entregar su cuerpo a YunHo una vez más. 

YunHo se quedó quieto una vez estuvo completamente dentro, se dedicó a dejar besos por el cuello y el rostro de Jae Joong, esperando a que se acostumbrara a él. Jae Joong asintió sin dejar de besarlo y YunHo movió sus caderas hacia atrás tan solo un poco y nuevamente hacia adelante, entrando una vez más en Jae Joong. Ambos gimieron. 

-Ah Jae Joong – estiró su cabello y Jae Joong enterró las uñas en su espalda, se empezó a mover más rápido – Me encantas, me encanta sentirte – subió una de las piernas de Jae Joong a su hombro y eso lo hizo entrar aún más profundo. 

Jae Joong sentía cerca su orgasmo, YunHo soltó su pierna y aprovechó la oportunidad para apretar ambas piernas alrededor de la cintura del mayor y se movió junto a él. Sintió a YunHo embestir más fuerte y rápido y supo que él también estaba cerca de terminar. 

-Vente, quiero sentirte – dijo Jae Joong

Ambos llegaron al orgasmo. YunHo se dejó caer sobre su cuerpo y ambos se quedaron abrazados mientras recuperaban el aliento. Jae Joong no sabía que decir ahora, no quería agradecerle, sería muy raro darle las gracias a su ex esposo por tener sexo, no sabía si decirle que estuvo genial o que lo disfrutó, a pesar de que esos dos pensamientos eran verdaderos, aún se encontraba muy confundido con sus sentimientos respecto a YunHo y no quería confundir al hombre aún más de lo que ya podría estar. No quería darle falsas esperanzas porque a pesar de lo bueno que podía ser el sexo entre ellos, pensar en volver con YunHo siempre terminaba trayéndole recuerdos amargos que solo lastimaban su corazón. 


-Puedo escucharte pensando – 

-Claro que no – dijo a la defensiva Jae Joong.

-Claro que si – echó su cabello hacia atrás y le besó la frente – Ven, vamos a limpiarnos – Jae Joong se quedó unos segundos más en la cama mientras veía a YunHo caminar hacia el baño y sintió una ligera presión en su pecho. La culpa comenzaba apoderarse de sus pensamientos, no podía sacar de su cabeza que había sido un error acostarse con su ex. 

-¿Vienes? – escuchó desde el baño 

-Si – 

Decidió guardarse sus sentimientos. Ya los enfrentaría más tarde cuando estuviera solo de nuevo. 


Jae Joong despertó solo por la mañana. El departamento estaba completamente en silencio. Lo primero que volteó a ver fue la silla a lado de la ventana y se dio cuenta que la bata de YunHo ya no estaba. 

-¿Se fue mientras yo dormía?, ¿Qué soy, su puta? – dijo molesto. 

Se levantó y caminó hacia el mueble de la televisión para observar los portarretratos que lo adornaban y se olvidó de su enojo cuando vio las fotos. Uno de ellos tenía una fotografía de Seung Jae cuando recibió su primera medalla en Tae Kwon Do. La siguiente tenía una fotografía familiar, YunHo, Seung Jae y Jae Joong en unas vacaciones a Disney Tokyo. Sus ojos se llenaron de lágrimas. 

La última foto era de su boda con YunHo. 

Ambos se miraban a los ojos y sonreían enamorados. Sintió un nudo en su garganta al ver aquella foto. ¿En dónde había quedado ese Jae Joong tan feliz y enamorado?. Dejó el cuadro en su lugar y salió del cuarto por sus cosas, escaneó el departamento en busca de sus llaves y su teléfono y los encontró en la mesa de la cocina, junto con una nota de YunHo

“Me hablaron del hospital, no quise despertarte. Te veo más tarde. YH”

--

Jae Joong respiró hondo antes de tocar la puerta de un sólido color café que estaba frente a él. Lo único adornándola era la placa dorada donde se leía el nombre del especialista.

Dr. Ishikawa - Psiquiatría

“Puedes recuperar lo que queda de tu familia” Las palabras de su hermana resonaban en su cabeza tan claras como si la tuviera a su lado, razón por la cual agendó una cita con un psiquiatra en Tokio.

Se echó el cabello hacia atrás después de tocar y cuando escuchó un suave “pase” entró al consultorio. 

-Hola Jae Joong-san, pasa, siéntate donde gustes – le dijo un hombre de unos 50 años que se encontraba sentado frente a un escritorio pequeño, tan solo con una libreta y una pluma en sus manos. El pelinegro asintió y se sentó en uno de los sillones del consultorio. 

-¿Qué te trae por aquí el día de hoy? – preguntó el médico.

-Yo… - se quedó en blanco. Habían pasado varios años desde la última vez que fue a terapia, de hecho, no lo había hecho desde que se mudó a Japón. El tema de Seung Jae era algo a lo que simplemente ya se había resignado a dejar atrás, había días en los que estaba muy bien, en los que pensar en su hijo no dolía tanto, y otros días le pesaba demasiado levantarse de la cama y seguir con su vida. 

Así era el duelo. 

Y Jae Joong ya había aprendido a crecer alrededor del trauma. 

El otro hombre lo observó con paciencia mientras encontraba las palabras que necesitaba. Comunicar sus sentimientos en otro idioma también complicaba un poco más las cosas. 

-No me he sentido bien últimamente – dijo Jae Joong con la mirada puesta en sus manos. – Hace seis años mi único hijo falleció por leucemia y un año después mi esposo y yo nos divorciamos y yo me mudé aquí – 

-Eso debió haber sido muy difícil y doloroso Jae Joong-san – 

Jae Joong asintió

-Estos últimos años he estado mejor, eso creo – hizo una pausa para aguantarse las ganas de llorar. No importa cuanto tiempo haya pasado, hablar de esa etapa de su vida siempre le hacía sentir un nudo en la garganta. – Nunca voy a recuperarme de la muerte de Seung Jae, pero he aprendido a vivir con ello, estuve tomando terapia en Corea, y mudarme a Japón me he ayudado hasta cierto punto – 

-¿Pero? – 

Jae Joong volteó al techo un momento y respiró profundo. Aquella era la primera vez que se atrevería a hablar de YunHo con alguien más, era la primera vez que se atrevería a pedir ayuda y consejo para recuperar su relación o al menos, poder vivir tranquilo con el hecho de que llegó a su fin.

-Mi esposo… ex esposo, lo siento, ha venido a Japón por mi – 

-Me imagino que eso es un inconveniente para ti – 

-Si, por supuesto. Había estado tranquilo estos años, concentrándome en mi trabajo y mi rutina, y YunHo solo ha venido a desestabilizar todo, a pedirme que vuelva con él – 

-Suena a que tienes muy firme la idea de no volver con él, ¿Por qué es un problema que él te exprese sus sentimientos si tú estás tan firme en tu postura?- preguntó el psiquiatra.

Él no se sentía tan firme con esa decisión. Mudarse a otro país y cortar todo el contacto con YunHo fue lo que le ayudó a resistir la tentación de volver corriendo a él. Con el tiempo, extrañar a YunHo ya no ocupaba tanta energía, ya no necesitaba dormir con su sudadera que ahora tenía guardada en una caja en el armario ni necesitaba ver sus fotos todo el tiempo. Con el tiempo había dejado de pesar en su corazón. 

Pero verlo de nuevo después de cinco años y tan decidido a volver con él, a recuperar su relación, solo lo habían hecho darse cuenta de que nunca lo superó, su amor por él tan solo se había quedado congelado en su corazón y YunHo estaba haciendo resurgir todos esos sentimientos, todo el amor, la añoranza, la pasión, pero también todo el sufrimiento, la impotencia y el abandono. 

Jae Joong estaba acostumbrado a tener el control sobre la mayoría de las cosas y YunHo solo le hacía perder el control. 

-No me siento tan seguro de eso – confesó – Es por eso que estoy aquí, honestamente no sé que hacer, amo a YunHo, aún después de todos estos años lo sigo amando con todo mi ser, pero amarlo me duele mucho, él y yo nos hicimos daño y no supimos apoyarnos de la forma en que necesitábamos cuando Seung Jae acababa de fallecer y de solo recordar lo solo que me sentía en ese tiempo, las veces que deseé morirme también, me dan ganas de salir corriendo, tengo tanto miedo de volver a ese hoyo – 


Jae Joong terminó hablando brevemente en esa hora sobre la impotencia que sentía al ser oncólogo y no haber podido hacer nada por su hijo, a pesar de que él mismo era consciente de que no era su área de especialidad. Habló del dolor de ver su matrimonio desmoronarse frente a sus propios ojos y de sentir que se perdía a si mismo. 

-¿Cómo te sientes en urgencias ahora? – 

-Me siento bien… el ambiente es muy diferente al de oncología. También hay muertes, como en todos lados supongo, pero no son lentas como en onco, no se sufre igual – 

-En psiquia es aún más diferente – 

-Jaja, me imagino que si – dijo Jae Joong.

-¿Cuánto tiempo te tardaste en cambiar tu especialidad?

-Un año… después de perder a Seung Jae estuve sin trabajar un mes y volví a mi hospital, en ese entonces creí que volver me ayudaría, a YunHo le estaba ayudando… -

-Pero todos manejan el duelo de diferentes maneras – dijo el doctor Ishikawa.

-Lo sé… - suspiró -  Para mi volver a trabajar fue lo peor que pude haber hecho, el trabajo que antes hacía con mucho amor me parecía cada vez más pesado, el dolor que se vivía en los pasillos no lo podía soportar con la misma facilidad con la que lo sobrellevaba antes, fue cuando empecé a tomar antidepresivos por primera vez, pero todo era un desastre, me sentía perdido en mi carrera, en la vida, en mi matrimonio incluso – 

-¿Y eso los llevó al divorcio? – 

-Si… bueno más bien a mi, yo fui quien decidió separarse - 

6 años antes

La energía que le quedaba en su cuerpo ese día apenas fue suficiente para llegar a su casa y abrir la puerta, la cerró detrás de sí y se deslizó pegado a ella hasta llegar al suelo. Dejó su mochila a su lado y se quedó acostado en la entrada.

Habían pasado dos meses desde que perdieron a su hijo y un mes desde que Jae Joong decidió volver a trabajar. Realmente no tenía ánimos de hacerlo, sobre todo con lo complicados llegaban a ser los casos que trataba, pero quedarse solo en casa ahora que YunHo había regresado también al hospital no le parecía una mejor opción. Estar solo en casa solo exacerbaría su depresión.

Uno de los pacientes con los que había estado trabajando en las últimas semanas acababa de fallecer y todo el proceso, tanto administrativo como de acompañamiento con la familia terminaron por drenar la poca energía que le quedaba. 

Su tasa de éxito era más alta que su tasa de fracaso, sin embargo, aún con diez pacientes vivos y uno muerto, se sentía como el peor médico del mundo, como el menos capaz y el menos competente.

-¿Jae Joong? – se escuchó la voz de YunHo cerca de él. -¿Estás bien?, ¿Por qué estás tirado en el suelo? – preguntó su esposo acercándose a la entrada de su hogar.

-No… no fue un buen día – respondió. YunHo se agachó al lado de su esposo y lo movió un poco, supuso que quería estar acostado en el suelo así que solo hizo un espacio para poder acostarse a mirar el techo con él.

-¿Quieres hablar de ello? – preguntó YunHo.

-No soy un buen médico – 

-Joongie… - 

-Hoy perdí un paciente – 

-Oh Jae… lo siento tanto, pero eso no significa que no seas un buen médico, estoy seguro de que hiciste todo lo que estaba en tus manos – 

-Yo no lo siento así Yun… - se volteó para verlo. 

-Sé que al perder un paciente lo consideramos como un fracaso pero todos los demás que atiendes son tus grandes éxitos, has ayudado a mucha gente Joongie… eres el mejor oncólogo que hay en el hospital, de verdad – le acarició el rostro y se acercó para darle un beso en los labios. 

-No sé qué hacer Yunhie – comenzó a llorar y se sentó, haciendo que YunHo también se sentara a su lado. 

-Lo que siempre haces amor, seguir trabajando, seguir actualizándote, y dar lo mejor de ti a tus demás pacientes– 

-No es igual… no lo sé, me siento muy impotente, incapaz… me pesan más las muertes ahora– 

-Jae Joongie acabamos de pasar por algo muy fuerte, claro que las muertes no se sentirán igual, yo tampoco las siento igual, pero tenemos que seguir adelante, por nosotros, por tus pacientes y por Seung Jae - 

Jae Joong sollozó y YunHo lo tomó en sus brazos, dejándolo llorar contra su hombro y acariciándole la espalda suavemente. 

-Todo esto es demasiado para mi Yunhie -  

-Lo sé bebé, lo sé – susurró en su oído y repartió algunos besos por su rostro. Jae Joong se aferró a YunHo con fuerza y se quedaron sentados frente a la puerta de la entrada hasta que el menor se calmó un poco. 

-¿Y si renuncio? – preguntó Jae Joong cuando fue capaz de hablar de nuevo

-¿No crees que muy pronto para eso?, no me gustaría que tomes una decisión importante en este momento, no en el estado en el que estás – le respondió YunHo. Se separó un poco de él para poder verlo a los ojos y limpiarle las lágrimas con sus manos. -Piénsalo un poco, ve a trabajar unas semanas más, vamos a terapia, y si sigues sin sentirte bien ahí entonces regresas a casa – 

-¿Si? – 

YunHo asintió y su mirada era suave y segura, llena de amor a pesar de todo el dolor que los consumía diario.

Jae Joong sabía que YunHo tenía razón, estaba tomando una decisión muy importante de forma impulsiva, se estaba dejando llevar por todo el dolor que sentía. Él amaba su trabajo, solo estaba atravesando su duelo. 

-Está bien, lo intentaré – 

Tenía que intentar seguir con su vida. 

Con lo que quedaba de ella.


Notas finales:

Yo no sé ustedes pero siento que estas últimas semanas se han pasado volando, el capítulo 9 recuerdo haberlo escrito hace apenas unos 3 meses y ya lo estoy publicando :o 

Creo que este es uno de mis favoritos tbh, parece que Jae Joong por fin está comenzando a bajar sus defensas contra YunHo 👀 . Por ahora, espero hayan disfrutado la actu de esta semana <3 

PD. Ando bien enferma igual que JJ y desgraciadamente no tengo un hombre guapo perfecto hermoso como YH para que me cuide 😭

Nos vemos la siguiente semana. Recen porque TVXQ si esté incluido en el lineup del SMTOWN en CDMX😭🙏

1 comentario:

  1. Obviamenta TVXQ estara en el SMTown o me corto una pierna ahq

    La primera parte (la del Lemon) la lei con Paradise de fondo xq creo que es la canción que mejor les queda a ambos en este fic uwu

    La segunda parte la leí con the cry de YooChun de fondo y llore poquito porque entiendo bien feo a JaeJoong Pero también a YunHo. Cuando mi abue se me fue hace un año lo primero que hice fue meterme al trabajo hasta decir basta y eso que ya estaba en terapia :c ojalá se den otra oportunidad xq la merecen uwu

    Gracias por la actu uwu

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