Cuando
despertó al día siguiente y revisó su teléfono solo apareció su último mensaje
como “leído”, pero no le tomó mucha importancia, porque él siempre era así, y
quizás solo había sido la emoción del momento y un poco el efecto del alcohol
que tenía en su sangre. Pero mientras estuvo en su primera clase de japonés, recibió
un mensaje de buenos días de su parte y ahora sí no pudo evitar emocionarse un
poco.
Contestó
con naturalidad los mensajes que le enviaba, incluso cuando estuvo en su casa
después de su clase y se encontraba haciendo su tarea del día.
“¿Qué harás hoy?” preguntó YunHo
“No tengo nada planeado, ¿tú?” respondió
Jae Joong
“Tampoco.”
Él ya
sospechaba para ese entonces que quizás quería invitarlo a salir. Y ¿a quién
engañaba?, también quería salir con él,
por eso le dijo que no tenía ningún plan en mente.
“¿Qué haces?” nuevamente preguntó YunHo. Cuando
se quedaban sin tema de conversación o terminaban con lo que habían estado
hablando, siempre volvían a empezar la plática con esa pregunta.
“Nada, me acosté”
“Ohh, uhh” envió YunHo
“¿Qué?:P” envió Jae Joong.
“Y si vienes a mi casa y vemos una película o too
much?”
Mantener en
ese momento la calma fue muy difícil, ese último mensaje solo lo había visto en
la pantalla de notificaciones y sintió los nervios recorrerle el cuerpo, tomó
una captura de pantalla y se la envió a su mejor amigo, quien de inmediato
contestó emocionado también preguntándole
“¿Irás?”
“Ay, claro que quiero ir, pero no sé como decirle que
sí sin verme tan emocionado”
“Solo pregúntale cuál película verán, pero ya métete a
bañar” le aconsejó su amigo y eso hizo.
“¿Cuál película?” preguntó por fin Jae Joong,
justo como YooChun le dijo.
“Tengo ganas de ver Interestellar” dijo YunHo
“Nice. No sé donde vives.”
“*Inserta ubicación* ahí:P”
“Bueno(:”
“¿Vendrás en uber?”
“Si”
Él envió su
dirección escrita para que la pudiera copiar en la aplicación y rápidamente se
bañó y pidió el coche, le avisó a YunHo cuando ya estuviera en camino y con los
nervios aún invadiéndolo viajó unos 5 minutos hasta su departamento. En todo
ese momento no le había dejado de mandar mensajes a su mejor amigo, tan solo
hasta que el auto se detuvo, pagó la cuota y lo vio al otro lado de la calle,
saliendo de su casa. Él se acercó al pelinegro cuando estuvo en la banqueta y
se saludaron chocando sus puños para después entrar a la casa.
No pudo
evitar escanear con brevedad la casa, era un departamento de dos pisos, con
suficiente espacio para vivir dos personas de manera cómoda. Lo primero con lo
que se encontraba a su derecha al entrar era la mesa del comedor, en donde dejó
las llaves de su casa y su teléfono, después estaba la sala, en donde había dos
sillones y un mueble con una televisión grande y donde YunHo ya tenía conectada
la computadora donde estaba buscando la película que quería ver. Detrás de la
sala había una barra que dividía ese espacio de la cocina y a la izquierda de
la cocina estaban las escaleras que llevaban al segundo piso y donde él supuso
estaban los cuartos de él y de su hermana.
Fueron a
sentarse al sillón y Jae Joong esperó a que él pusiera la película, tan solo platicando
de vez en cuando. Él siempre se quedaba serio a su lado, a pesar de tener meses
hablando la timidez siempre le ganaba cuando se encontraba junto a YunHo, sin
embargo no podía pensar en actuar diferente porque él también era algo serio a
su lado, él también batallaba para romper esa barrera de timidez que los
rodeaba.
Estaban por
sentarse juntos a ver la película pero se dieron cuenta de que el audio no se
escuchaba, tan solo se reproducía el video.
-Maldición,
deja busco en otro servidor – dijo él.
-Jaja que
mala suerte –
Buscó en
otros dos servidores pero no pudo encontrar la película, entonces le dijo.
-Ah, me
habías dicho que no has visto el señor de los anillos ¿verdad? –
-Ajá- dijo
Jae Joong.
-¿Quieres
verla? –
-Claro –
sonrió al responder eso.
Entonces
abrió una nueva pestaña para entrar a Youtube y escuchar algo de música
mientras buscaba la película.
-Mira, este
es el nuevo álbum de Arctic Monkeys, no me gustó tanto, pero esta es una de las
canciones que hasta ahora me ha gustado más – puso Four out of Five
No era el
género de música que solía escuchar, de hecho nunca había escuchado a Arctic
Monkeys, pero las canciones que él siempre le pasaba por mensajes le gustaban,
así que no se opuso a escuchar el nuevo álbum del grupo que le gustaba.
Prosiguió
ahora si a buscar la película y cuando por fin encontró una página que se veía
con buena calidad acomodó la laptop cerca de la televisión y le preguntó.
-¿Quieres
palomitas? –
-Si –
-¿Les pones
chile y limón? –
-Uyy si –
respondió mirándolo desde el sillón mientras él daba vueltas por la cocina para
sacar un plato y poner la bolsa de palomitas en el microondas.
La película
estaba comenzando cuando las palomitas estaban preparándose, así que Jae Joong
se volteó hacia la pantalla para empezar a verla, YunHo como quiera ya la había
visto muchas veces. Minutos después se le unió en el sofá, colocó el plato de
palomitas en medio de los dos y se sentó a su lado, pegando su hombro con el de
él lo más que pudo.
Pasaron
solo 20 minutos, en los que se terminaron las palomitas e hicieron comentarios
sobre lo que llevaban de la película cuando el servidor marcó un error y ya no
se pudo reproducir la película.
-¿QUEEEE?-
dijo YunHo.
-JAJAJA –
se rió Jae Joong.
-Tú eres el
de la mala suerte –
-Achis,
claro que no, tú eres- se defendió.
-Uyy ¿si? –
Regresó a
Youtube a seguir con la música en lo que buscaba otra página sin éxito alguno y
en ese tiempo solo estuvieron platicando, del nuevo álbum de Arctic Monkeys,
sus canciones favoritas, del grupo de música favorito de Jae Joong e incluso él
le dijo que pusiera una canción para poder escucharla.
Después de
un rato YunHo se levantó del sillón y fue al segundo piso, regresando en menos
de un minuto con un control de Xbox en la mano y encendió la consola a un lado
de la televisión, entró a la aplicación de Netflix y preguntó
-¿Qué
quieres ver? –
-No lo sé,
¿Qué te gusta? – preguntó Jae Joong.
-Soy muy
malo tomando estas decisiones –
-Yo también
– se rió.
Al final,
pusieron Raw, una película que él le había recomendado cuando estuvieron
platicando en el parque que quedaba a una cuadra de su casa la primera vez que
se vieron. Ya no hubo palomitas, tan solo se acomodó en el sillón de manera que
sus hombros se tocaban y comenzaron a ver la película.
Estaba
seguro de que nunca había visto una película como esa, sobre canibalismo y una
escuela de veterinaria en Francia, pero aun así admitió que estaba interesante
y no le molestó verla. De hecho pudieron hacer muchos comentarios respecto a la
película mientras la veían, sobre medicina y sobre experiencias personales.
-¿Qué es la
Ketamina? – le preguntó YunHo cuando en una de las escenas administraban ese
fármaco a un caballo
-Un
anestésico – respondió.
-Mira, si
estudias – bromeó y ambos sonrieron -¿Y cuál es su principal efecto adverso? –
-La
anestesia disociativa – respondió sin dudar.
-¿Y su
nombre coloquial? –
-¿Es el que
le dicen polvo de ángel? –
-Sí, ese
mero – confirmó YunHo. Jae Joong se sintió muy bien de saberse todo lo que le
preguntó y poder quedar bien en frente de él, siempre le importaba eso un poco,
después de todo YunHo ya era un pasante de medicina y él estaba a mitad de la
carrera y apenas llevando Farmacología, así que debía traer con más razón los
nombres de los medicamentos más frescos en su memoria.
Siguieron
viendo la película, haciendo comentarios de repente según lo que veían y con el
hombro de YunHo siempre encima del suyo, con sus brazos rozándose y en algunas
ocasiones sintiendo como la mano de YunHo jugaba con la suya, la tomaba y
jugaba con sus dedos y a veces solo se quedaban tocándose apoyadas en el
sillón, ambos siempre con la vista en la pantalla, Jae Joong sintiendo esa
chispa recorrerle con su tacto.
Se
volteaban a ver en muchas ocasiones, siempre mirándose a los ojos y
sosteniéndose la mirada, para Jae Joong siempre fue un reto mantenerle la
mirada pues sus ojos eran muy penetrantes y su mirada era de esas que sientes
que te podrían atravesar si fuera posible.
Cuando la
película terminó, después de muchas pláticas pequeñas y miradas silenciosas con
sus rostros separados solo por algunos centímetros, YunHo volvió a Youtube a
elegir canciones para escuchar mientras hablaban.
Y hablaron
por horas, de sus exámenes de admisión, de la competencia de natación de Jae
Joong, de sus clases de japonés, de la fiesta de Rayos, de sus ciudades, de sus
familias, sus amigos, como eligió él su plaza para hacer el servicio social en
el departamento de Imagen y de sus gustos musicales. Pero también por todas
esas horas, se quedaron en silencio tan solo escuchando música.
YunHo se
acomodaba en el sillón para estar cada vez más cerca de Jae Joong, recargándose
en su pierna derecha para poder voltear a su lado, cerraba sus ojos y tan solo
movía su mano al ritmo de la música, a veces tarareaba alguna de las canciones
y en otra ocasión incluso cantó un poco la letra. Jae Joong pudo haber cerrado
sus ojos también pero le gustaba observarlo, no quería perderse ningún momento
de esa noche, porque no sabía si tendría otra oportunidad de estar así de cerca
del chico que le había gustado todo el semestre.
YunHo pasó
su mano izquierda alrededor de la cintura de él, abrazándolo un poco y
quedándose en esa posición un tiempo, siguiendo con sus ojos cerrados y
escuchando música, como si aquello fuera muy natural. Jae Joong no hizo ningún
movimiento.
En otro
cambio de posición volvió a sentarse con su espalda apoyada en el sillón y pasó
su brazo por encima de los hombros del estudiante, atrayéndolo a su cuerpo,
quedando recargados muy cómodamente. Así platicaron por más tiempo. Jae Joong miraba
al abanico del techo y a veces lo volteaba a ver a él. YunHo por su parte
acariciaba su cabello y hundía su nariz en él.
-Tu cabello
huele rico – dijo acercando la nariz a su cabeza.
-Gracias –
respondió apenado, y estaba seguro de que si hubiera estado la luz encendida él
se hubiera dado cuenta de como su rostro de ponía rojo.
-¿Qué
piensas? – le preguntó cuando volvieron a quedarse callados.
-Nada –
respondió.
-¿Nada? –
preguntó con una sonrisilla.
-Solo estoy
a gusto así –
Lo abrazó
un poco más fuerte y eso le indicó a Jae Joong que estaba cómodo también de esa
manera.
Siguieron
así por un momento hasta que se acabó la canción que estaban escuchando. Él se
movió de la posición que tenían para tomar el control del Xbox y buscar otra
canción y cuando se empezó a reproducir se quedó de nuevo sentado muy cerca del
pelinegro. La casa estaba completamente a oscuras, tan solo eran iluminados por
la luz de la televisión. Ya tenían la luz apagada de la sala desde que había
llegado y se pusieron a ver películas, pero ahora que era más tarde ya no había
nada de luz.
Seguían
escuchando música y platicando de vez en cuando, ahora con los momentos de
silencio entre ambos más prolongados, volteándose a ver de vez en cuando. Cada
vez que hacían eso Jae Joong sentía el rostro de YunHo más cerca del suyo. Y la
mirada en sus ojos se apreciaba ligeramente distinta, no como cuando fueron a
platicar al parque, a plena luz del día y cuando se volteaban a ver sus rostros
estaban a una distancia considerable. Ahora cada vez sentía que él se acercaba
más y Jae Joong por nada del mundo se alejaría.
No supo
exactamente en que momento sucedió pero ya tenía el rostro de YunHo muy cerca
del suyo, sus narices estaban prácticamente rozándose y sentía la suave
respiración del pasante en sus labios cuando soltaba el aire. Ahora si tenía
los ojos cerrados, tan solo disfrutando del momento.
De ese
mágico momento.
Abría los
ojos por escasos segundos ahora y solo lo veía con sus ojos cerrados y volvía a
cerrarlos de nuevo. Era solo cuestión de tiempo para que se besaran, estaba
seguro de eso.
Y sucedió.
En un
segundo sintió como se movió un poco más y juntó sus labios en una suave
caricia y después se alejó, tan solo unos segundos para volver a besarlo, esta
vez sin separarse y con más ganas.
Correspondió
a ese beso y de ahí supo que no habría vuelta atrás. Si hiciera una cuenta
regresiva y tuviera que decidir cual era el mejor beso que había recibido,
definitivamente diría que el de YunHo, a pesar de que no tenía ninguna relación
con él más que la de amigos que coqueteaban discretamente en la facultad sin
que nadie más dentro del departamento de imagen diagnóstica se diera cuenta.
Era como si
tuvieran un imán en sus labios porque ahora que estaban por fin juntos no
podían separarse y la química era tan buena entre ellos porque pareciera que
sus bocas se conocían de toda la vida, los besos eran tan sincronizados y las
caricias parecían ser las adecuadas para el ritmo que llevaban.
YunHo lo tomó
de la cintura para acercarlo más a su cuerpo y besarse mejor.
-Estás casi
en el suelo – dijo YunHo.
-No es
cierto – respondió Jae Joong con una sonrisa. Se movió de su lugar para
sentarse sobre las piernas del pasante cuando este lo incitó con la presión de
sus manos sobre su cintura a hacerlo, pasó sus brazos alrededor del cuello de
él y volvió a cerrar la distancia entre sus labios.
Acariciar
su cabello era lo mejor que podía sentir, sintiendo la suavidad de su cabello
corto y liso.
YunHo no
dejaba de besarlo y Jae Joong ya estaba perdiendo ese miedo de tomar la
iniciativa, poco a poco se iba desinhibiendo y lo besaba con más ganas. Sentía
sus manos pasando por su cabello y descendiendo hasta llegar a su cintura y
terminar acariciando sus muslos.
Siempre
supo que había algo entre ellos, desde que se conocieron y se sintió atraído
hacia YunHo y se empezaron a dedicar miradas entre todos y saludarse, desde que
comenzaron a hablar por mensajes, Jae Joong supo que había algo más que una
simple amistad o una simple curiosidad por conocer a alguien más. Y en ese
momento lo estaba comprobando. Porque había tenido prácticamente todo el
semestre las inmensas ganas de besarlo, había deseado desde el instante en que
se dirigieron la palabra el poder probar sus labios algún día y estaba
sucediendo en ese instante, que era difícil de creer, pero imposible no
disfrutar y dejarse llevar.
La música
ya no importaba en ese momento. Lo que el modo aleatorio de Youtube quisiera
reproducir estaba perfecto, porque su atención estaba centrada en complacer al
otro ahora.
Se movieron
de la posición en la que se encontraban y YunHo lo fue moviendo hacia el
sillón, para acostarse ahora y seguirse besando. Quedó ligeramente sobre Jae
Joong pero apoyando sus pies en el suelo y fue ahora el pelinegro quien le
dijo.
-Estás casi
en el suelo –
-Claro que
no – se subió al sillón de nuevo y pasó por encima de Jae Joong para quedar en
el lado del sofá que quedaba libre, quedó recostado sobre su brazo derecho y
volteó a verlo, Jae Joong giró su cuello y lo observó por unos segundos, justo
antes de sentir sus manos en su cintura para pedirle que girara también el
resto de su cuerpo y se acostara sobre su lado izquierdo, para caber mejor en
el sillón y poder continuar con su sesión de besos.
Lo atrajo
de la cintura con un poco más de fuerza hacia su cuerpo y Jae Joong pasó de
nuevo sus brazos por su cuello. Volvió a acercarse para besarlo y cerró sus
ojos en automático. Su olor y su sabor eran algo simplemente adictivo, no
quería dejar de abrazarlo y mucho menos de besarlo, el tiempo parecía estar
detenido, sentía los nervios en el estómago e imaginaba una corriente eléctrica
pasar desde su cabeza hasta sus pies. La tensión entre ellos era tan fuerte que
seguramente podría tocarla si fuera tangible.
-No tengas
miedo – le dijo YunHo en un momento en que se separaron y solo se miraron a los
ojos, probablemente porque Jae Joong acariciaba su cabello o sus hombros con
mucho cuidado.
-No tengo
miedo – respondió.
Y era la
verdad, no lo tenía. Tan solo apreciaba mucho aquel momento y quería tener en
su mente por siempre el recuerdo de todo lo que estaban haciendo y por eso lo
tocaba con tanta delicadeza, para poder grabar en su memoria todas esas
sensaciones y ser capaz de sentirlas de nuevo cuando quisiera recordarlo una
vez estuviera solo, una vez que esa noche se terminara.
Volvieron a
besarse y unos momentos más tarde él le dijo.
-Vamos a
arriba –
Conocía
perfectamente el significado de esas palabras, todo lo que implicaba esa frase,
y aun así asintió sin dudarlo.
Se
levantaron y YunHo caminó delante de Jae Joong hacia las escaleras que los llevarían
a su habitación. El pelinegro solo se desvió un momento para tomar su celular
de la mesa del comedor y subir detrás de él.
Entraron a
su habitación, donde su cama estaba destendida pero el resto estaba ordenado,
tenía sobre su escritorio, como era de esperarse de un médico, varios libros
apilados en un lado y un cuaderno abierto con apuntes y las plumas en donde
sea, el control de la televisión y otro más de Xbox. Dejó su teléfono sobre el
mueble donde estaba la televisión y volteó a verlo de nuevo.
-¿Por qué
estás nervioso? – le preguntó YunHo y se acercó a abrazarlo. Era un abrazo que
definitivamente no olvidaría porque era el primero que le daba de esa manera,
pasando sus dos brazos por encima de sus hombros y pegándose gentilmente a su
cuerpo, apoyando su cabeza en el hueco de su cuello y dejando que él pasara sus
brazos por alrededor de su espalda.
-No lo sé –
respondió y respiró el delicioso aroma de su cuello.
Pero claro
que sabía porque, estaba en el cuarto del chico que más le había gustado en
tanto tiempo, del que le hacía sentir mariposas en el estómago y que hacía que
sus mejillas se colorearan de un fuerte rojo cuando le decía algo lindo o
simplemente lo miraba con detenimiento. Estaba en el cuarto de YunHo y su casa
estaba sola.
YunHo lo
besó del nuevo y después se sentaron en la cama, Jae Joong lo miró por unos
segundos, a los ojos, como siempre, y YunHo se acostó.
-¿Ya a
dormir? – preguntó
-¿Te vas a
quedar? – preguntó YunHo
-No lo sé…
¿quieres que me quede? –
-Eso no
depende de mí – le hizo señas para que se acercara y él obedeció – Eso no
depende de mí – repitió.
-Si
depende, porque es tu casa –
No dijeron
más después de eso. Se abrazaron un momento y se quedaron acostados en la cama,
viendo al techo. Se levantó entonces YunHo por un instante para quitarse su
playera y la lanzó al suelo y volvió a acostarse.
Sinceramente
si le preguntaban lo que esperaba de esa “tarde de películas” en casa del
pasante, jamás hubiera pasado por su mente esa escena, en la que Jae Joong
ahora estaba apoyada sobre el pecho desnudo del chico y viendo sus ojos a
través de sus lentes. Acercó su mano a su rostro y él se quitó los lentes y los
puso en la mesita de noche a su izquierda.
-Tienes
ojeras… - le dijo Jae Joong – Te desvelaste anoche también –
-Lo sé…
tengo rato con ojeras –
-¿Desvelas
mucho? –
-Casi no…
tampoco he tenido sinusitis crónica o algo así –
-¿Por qué?
–
-Cuando
tienes sinusitis crónica te salen ojeras – le dijo él.
-Oh vaya,
no sabía –
-Estos
chicos del nuevo plan, ¿qué les enseñan entonces? – bromeó y ambos rieron. Después
lo escuchó explicarle cosas de medicina. No era alguien que se dejara
impresionar fácilmente por otra persona, pero admitía que le encantaba hablar
de cosas de la carrera con alguien que sabía del tema, con alguien que estaba
estudiado y esa noche, aunque estuvieran hablando de algo quizás tan simple
como sinusitis crónica, por el simple hecho de que era él quien le estaba dando
la explicación, era más que suficiente para tener su atención completa.
-¿Qué
quieres hacer? – preguntó YunHo.
-No lo sé –
-¿Quieres
dormir? –
-No –
-¿Entonces?
– volvió a preguntar.
-Quiero…
besarte – respondió con algo de pena pero a la vez seguro de su respuesta.
-¿Ah si? –
dijo con aquel tono juguetón que ya había usado en otras ocasiones y le
fascinaba.
-Si – y se
acercó para cerrar la distancia entre sus labios una vez más.
YunHo lo
tomó de la cintura y lo presionó un poco para que se subiera de nuevo encima de
él y se siguieran besando, chocaron sus dientes por un momento cuando se
movieron y ambos rieron, Jae Joong le acarició el cabello y lentamente lo besó
otra vez.
Quedó
entendido que pasaría la noche ahí cuando YunHo se levantó para apagar el foco
y volvió a acostarse.
-Buenas
noches – dijo cuando estuvo acostado a su lado.
-Buenas
noches – dijo Jae Joong de vuelta y se acomodó con la cabeza sobre su pecho y
su brazo rodeando su abdomen cuando él pasó su brazo por debajo de la cabeza
del estudiante y lo abrazó.
Y así se
quedaron dormidos.
Era raro
que se despertara durante la madrugada, su ciclo de sueño era muy estable y
difícilmente algo lo despertaba, pero sin razón alguna, sin ruido alguno,
recobró la conciencia. No sabía que hora era, cuanto tiempo había pasado desde
que se quedaron dormidos abrazados, pero ahora cada quien estaba durmiendo por
su lado, Jae Joong boca arriba y YunHo sobre su costado izquierdo, dándole la
espalda. Se movió con cuidado solo un poco, lo suficiente para acercarse de
nuevo a su cuerpo y lentamente pasó su brazo derecho sobre sus hombros para
abrazarlo y seguir durmiendo.
Quién sabe
si él tuviera el sueño muy ligero o estuviera despierto desde hace tiempo
también porque se volteó apenas sintió el abrazo y dijo con voz adormilada
-¿Qué
pasó?, Aquí estoy – se terminó de girar y lo abrazó, pegándolo por completo a
su cuerpo, su rostro quedando acomodado en el hueco de su cuello y se volvió a
quedar dormido.
No pudo
evitar sonreír ante esa acción. Le pareció de lo más tierno escucharlo tan
vulnerable, hablando quizás entre sueños y abrazándolo, sin ganas de dejarlo
ir.
El resto de
lo que pareció ser una noche eterna se dedicaron a dormir abrazados, despertar
en otras ocasiones y seguir repartiendo caricias en sus cuerpos semi desnudos,
en irse despojando de sus ropas y compartir el calor de sus cuerpos bajo las
sábanas, dejando salir todo aquello que habían estado guardando dentro de ellos
durante todos esos meses.
-¿Esto es
solo algo de una noche? – preguntó en medio de uno de sus besos.
-Mmm… no lo
sé – respondió YunHo y se acostó de nuevo a un lado de Jae Joong, quedando boca
abajo y con su brazo rodeando sus hombros, casi a la altura de su cuello, y
volvió a quedarse dormido.
Probablemente
le debió tomar importancia a aquello pero el sueño también lo estaba invitando
a seguir durmiendo que solo cerró sus ojos de nuevo.
Por la
mañana, ambos despertaron al sonido de la alarma del teléfono del pasante y él
se levantó para darse una ducha y alistarse para sus clases de ese día, caminó
desnudo por la habitación y Jae Joong lo contempló sin decir nada, tan solo
guardando aquella imagen mental por si era la última vez que tendría la
oportunidad de verlo de esa manera.
Cuando
salió del cuarto, aprovechó para ponerse su ropa y tomar su celular, respondió
algunos mensajes de su mejor amigo, simplemente diciéndole que todo estaba en
orden y que llegando a su casa le contaría todo.
-¿Quieres
comer algo? – preguntó YunHo cuando entró de nuevo a su cuarto, ahora con ropa
puesta.
-Si –
respondió sin más.
-Vamos – le
hizo señas para que bajaran a la cocina y preparó algo de almorzar para los
dos.
Jae Joong
se sentó en una de las sillas frente a la barra y comió a su lado, su mente no
dejaba de reproducir los eventos de la noche que acababa de pasar como si fuera
una película puesta en repetición, aún parecía algo salido de un sueño.
De repente
salió de su trance, en el que se había quedado sin darse cuenta mientras tomaba
agua, y sintió como YunHo se acercaba más a él y le daba un beso en la frente.
-Te llevo a
tu casa –
Pidieron un
Uber con dirección a su departamento y cuando llegaron ambos se bajaron después
de pagar.
-Seguimos hablando
más tarde – dijo YunHo.
-Claro, que
te vaya bien en tu curso – dijo Jae Joong.
-Gracias…
nos vemos – se acercó y le dio un último beso en los labios y se despidieron
con una sonrisa.
-----Hola de nuevo!
Continuando con la segunda parte del último capítulo que subí, empezamos bien el año con una excelente escena entre nuestros protagonistas.
Espero la disfruten ^^ Me fascinó escribirla.
Les deseo el mejor inicio de año, que todos sus deseos y propósitos se cumplan en este 2019 y que nunca nos falte YunJae <3
No se olviden de compartir el blog y dejar sus comentarios ^^
L@s quiero
~Always Keep The Faith~