Capítulo 1
El tono de llamada de su teléfono lo despertó de su descanso. Con los ojos apenas abiertos sacó su celular del bolsillo de su uniforme y deslizó su dedo por la pantalla para contestar.
-¿Si?- contestó sin muchos ánimos a uno de sus internos.
-Doctor viene llegando un paciente de trauma –
Como si aquellas palabras tuvieran un efecto de resorte en su cuerpo, se levantó de la cama y se puso su bata blanca justo antes de salir del dormitorio y caminar rápido a la sala de urgencias.
-Bien, dime que tenemos – Dijo cuando estuvo enfrente de su interno y a un lado de la camilla del paciente.
-Masculino de 21 años, participante de accidente automovilístico… - mientras el joven doctor le decía la historia clínica, el doctor más grande se encargaba de hacer la exploración física.
-Ordena un TAC de cráneo y pide interconsulta con traumatología y cirugía, voy a terminar de llenar la historia clínica –
En lo que el chico iba a hacer lo que se le encargó, siguió explorando al paciente. Junto con una enfermera se movieron a la sala de Tomografía, pasando por delante de quienes estaban haciendo fila ya que su paciente requería atención más rápido que los demás, acomodaron al paciente en el tomógrafo y entraron al cuarto de control con el técnico. Mientras la enfermera que lo acompañó usaba su teléfono, el médico se quedó observando la computadora mientras se tomaba el estudio y en menos de 2 minutos tuvo su diagnóstico.
-Tiene que subir a neurocirugía ya, es un hematoma epidural – dijo el Jae Joong en el instante en que vio a su interno entrar al cuarto.
-Doctor Kim no tenemos ningún neurocirujano disponible–
-Contacta a uno rápido – ordenó el Doctor Kim.
-Yo puedo hacer la cirugía – dijo un hombre del que recién habían notado su presencia afuera de la sala de interpretación del TAC.
Jae Joong sintió su corazón latir más rápido y como sus manos comenzaban a sudar. No necesitaba voltear para saber a quien pertenecía aquella voz, incluso si cien personas estuvieran hablando al mismo tiempo, podría distinguir perfectamente aquella voz de entre todas.
-Disculpe señor, creo que no puede estar aquí – dijo el interno.
-¿Qué haces aquí? – preguntó con un tono de voz más serio el médico de cabecera.
-Presencié el accidente y quise venir a ver que sucedía – respondió mientras caminaba dentro de la sala – Y soy neurocirujano –
-¿Tiene alguna credencial que lo compruebe? – preguntó el interno, en su desesperación por conseguir a alguien para que atendiera a su paciente. Jae Joong lo volteó a ver con una mirada fulminante y Changmin, el interno, cerró su boca de inmediato.
-No trabajas aquí, no vas a tocar a mi paciente – dijo el doctor en tono autoritario.
-Oh vamos Jae Joong, soy tu única opción – dijo el supuesto neurocirujano.
-¿Se conocen? – preguntó confundido el médico interno.
Todos se quedaron callados por unos segundos en la sala, Jae Joong observó al hombre frente a él y meditó la situación. Odiaba ser cuestionado y retado, pero odiaba más saber que esta vez, tenía que ceder, pues la vida de su paciente estaba en juego.
-Ve y prepara el quirófano uno Changmin – dijo Jae Joong rendido sin despegar su mirada de la del otro médico.
-Gracias – dijo el hombre – me gustaría que me asistieras –
-Claro que lo haré YunHo… Es mi responsabilidad lo que pase en esa cirugía por dejar entrar a un médico externo – Caminaron hacia los vestidores afuera del quirófano y Jae Joong le dio a YunHo un uniforme quirúrgico limpio, él lo tomó y se cambió enfrente de Jae Joong. El urgenciólogo tapó su cara con una mano y el neurocirujano comenzó a reírse.
-Como si nunca hubieras visto mi cuerpo – dijo YunHo.
-No es momento para eso – se retiró de la habitación y se adelantó a lavarse las manos.
Cuando YunHo entró al quirófano, el paciente ya estaba listo y todo el equipo estaba preparado. Se acercó a su lugar y después de saludar a todos comenzó la cirugía, con Jae Joong y Changmin a un lado de él para asistirlo.
-Así que Urgenciólogo ¿eh? – dijo YunHo pasados unos minutos. Changmin alzó la vista al escucharlo y su maestro respondió.
-Si –
-Creí que elegirías algo más tranquilo –
-Solo quería una especialidad diferente –
Jae Joong podía sentir las miradas de los enfermeros y de su interno Changmin pasar de él a YunHo, y sabía perfectamente lo que pensaban, “¿De donde se conocen?”. Solo esperaba que YunHo se callara la boca y no revelara más datos sobre su vida personal.
-Muy diferente –
El ambiente se tornó tenso y Jae Joong decidió no decir nada más, esperando que YunHo entendiera que ya no deseaba hablar con él. El anestesiólogo se encargó de subir un poco el volumen de la música en su bocina y todos se concentraron en la cirugía.
Después de unas horas todo terminó en orden y el paciente fue trasladado a una habitación. Nadie dijo nada de lo que habían presenciado durante el procedimiento y simplemente salieron de la sala.
Pasaron a la sala de cuidados postoperatorios y mientras YunHo terminaba de dar indicaciones a enfermería, Jae Joong y Changmin fueron a lavarse las manos.
-Doctor Kim – dijo el joven.
-¿Si? –
-¿Usted tiene otra especialidad? -
Jae Joong sabía que después de aquella escena con YunHo no podría evadir las preguntas de los demás por mucho tiempo, sin embargo, no esperaba que aquella fuera la primera cosa que le llamara la atención a Changmin. Esperaba dudas sobre el tipo de relación que tiene con YunHo, incluso algún regaño por haber autorizado a un cirujano externo operar en un paciente de ellos sin previo conocimiento de los directivos del hospital, pero para nada pensó que Changmin le preguntaría sobre su trayectoria académica.
-Si… ejercía en otra área pero decidí cambiar hace unos años cuando me mudé a Tokio –
-¿Puedo preguntar que especialidad tenía antes?-
-Oncología – respondió Jae Joong a secas y Changmin se sorprendió. Si era un cambio muy drástico de ambientes de Oncología a Urgencias.
-¿Por qué se cambió? – Preguntó casi de inmediato, pero al instante añadió preocupado – Perdón, no quise ser entrometido, no tiene que responder eso doctor -
-Me di cuenta que no es lo mío… es un lugar donde necesitas ser muy fuerte emocionalmente – se secó las manos y echó su cabello hacia atrás, aún sabiendo que no lograría controlarlo porque instantes después volvería a caer sobre su frente – Digo, en Urgencias también se necesita serlo, pero son emociones distintas supongo, no sé cómo explicarlo del todo pero creo que me entiendes si haz rotado por onco –
-Entiendo – dijo Changmin.
-Y al doctor Jung… ¿Lo conoce de Seúl?, vino hablando en coreano desde que nos dijo que podría hacer la cirugía –
-Si… estudiamos juntos en Seúl – Respondió rápido y por su tono de voz dio a entender que era su respuesta única y definitiva. Changmin asintió y continuó secándose las manos.
-Es mi ex esposo – se escuchó la voz de YunHo saliendo del quirófano y metiéndose en la conversación.
-¿Qué? – exclamó Changmin realmente sorprendido esta vez.
-Eso está fuera de lugar – dijo Jae Joong y salió del lugar, sin embargo no pudo evitar quedarse de pie detrás de la puerta esperando escuchar lo que YunHo decía.
-Este hombre tan terco –
Jae Joong estaba furioso, ¿Cómo se atrevía a llamarlo terco?
Lo que menos esperaba era re-encontrarse con su ex esposo después de cinco años en otro país, que llegara a cuestionarlo en su lugar de trabajo y hablara de su vida personal con todo mundo. YunHo podía hablar de su vida con quien quisiera, pero no de la parte de su vida donde él estuvo involucrado.
-¿De verdad estuvieron casados o solo está molestando el Doctor Kim? – preguntó Changmin.
-Es verdad-
-Oh –
-Lo sé… ¿cómo pude dejar que tan bello hombre se me escapara cierto?, pero vengo a recuperarlo – dijo decidido YunHo.
Inmediatamente se escuchó el agua corriendo y Jae Joong se apresuró a ir a los vestidores para cambiarse e irse a casa, esperando no tener que encontrarse de nuevo con YunHo. Pero aquel intento fue en vano, ya que YunHo entró a los vestidores cuando él estaba por ponerse su playera.
-¿Ya acabo tu guardia? –Jae Joong lo volteó a ver por un segundo, sacó su mochila del casillero y guardó algunas cosas antes de echársela sobre los hombros.
-Sí, debió terminar hace dos horas pero salió esta emergencia –
-Ya veo – YunHo ya había empezado a quitarse el uniforme clínico y a vestirse con su ropa de civil con la que llegó cuando Jae Joong salió de los vestidores. Le hubiera encantado correr en cuanto escuchó a YunHo aproximarse rápidamente hacia él pero lo menos que quería era llamar la atención más de lo que ya lo había hecho ese día.
-¿A dónde vas con tanta prisa Jae Joong? – preguntó YunHo cuando llegó al lado de Jae Joong e igualó su paso.
-A mi casa, tengo hambre y estoy cansado – respondió sin voltear a verlo.
-¿Cuándo tienes tu siguiente guardia? –
-En 24 horas –
-Te invito a cenar, vamos – dijo YunHo y tomó su mano. Jae Joong al escucharlo pensó en negarse, pero cuando sintió el contacto de la mano de YunHo en su piel, hasta sus vellos se erizaron y las palabras quedaron atoradas en su garganta. – ¿Hay algún lugar en especial al que quieras ir? – volteó a verlo y el contacto visual de esta vez lo hizo sentir las palpitaciones en su pecho.
-Vamos a donde tú quieras -
No necesitó que le dijeran más y sin soltar su mano caminó hacia donde tenía estacionado su auto. Jae Joong subió en el asiento del copiloto y encendió el radio cuando YunHo arrancó.
-Sigues haciendo lo que quieres – le dijo con una sonrisa al verlo conectar su celular por bluetooth y poner su música.
-Tú también – respondió Jae Joong refiriéndose a la cirugía de la que acababan de salir.
-Que te puedo decir, ese es mi encanto después de todo – sin quitar su atención del frente puso su mano sobre el muslo de Jae Joong. Él estremeció por el contacto y retiró la mano.
-No te creas tan encantador – le dijo.
Y no dijeron más hasta que llegaron a un restaurante de ramen en una zona muy concurrida de Shibuya.
-Me recomendaron mucho este lugar así que espero que nos guste – volvió a hablar YunHo como si no hubiera sucedido nada incómodo momentos atrás y caminó delante de Jae Joong para abrir la puerta y pasar juntos al lugar.
Dentro el ambiente se veía muy tranquilo, a comparación de lo que se veía en la vida nocturna callejera de Shibuya. Ambos doctores tomaron asiento en la barra y pidieron una cerveza y sus respectivos platillos.
-¿Qué te trae a Japón? – preguntó Jae Joong después de dar el primer trago a su cerveza.
-Vine a buscar nuevos aires –
-Ya veo – se quedaron en silencio unos minutos en lo que esperaban su comida. Jae Joong sacó su teléfono en un intento por distraerse y evitar hablar demasiado con YunHo. ¿A qué se refería con nuevos aires?, apenas una hora antes lo había escuchado decir que venía a recuperarlo, ¿O mintió?. Salió de su trance cuando llegó el mesero con sus platos.
-No pensé encontrarte aquí la verdad – dijo YunHo tomando sus palillos y comenzando a revolver sus fideos.
-Dímelo a mí – ambos rieron y comieron.
Se terminaron otras dos botellas de cerveza cada quién después de terminar su comida y siguieron hablando.
-¿Cómo te ha ido Jae? – YunHo tenía una mirada distinta en sus ojos y su lenguaje corporal era distinto al de hace una hora, estaba ahora con un brazo recargado en la barra y girando su cuerpo hacia Jae Joong, dirigiéndole una mirada llena de ternura y de amor, esa que siempre le dedicaba cuando eran pareja y que Jae Joong conocía tan bien. YunHo acercó su mano libre hacia el rostro de Jae Joong, acariciando su pálida mejilla y jugando con un mechón de su negro cabello que caía ligeramente delante de su oreja. Pasó el mechón por detrás de su oreja y su mano se acopló perfectamente a su rostro, acariciando su mejilla con el pulgar. Jae Joong cerró sus ojos y solo se concentró en esa caricia.
-Me ha ido bien, me gusta mi trabajo – respondió
-¿Y cómo has estado? – preguntó esta vez.
Jae Joong abrió sus ojos de nuevo y se encontró con los de YunHo, notando ese ligero aire de tristeza en ellos.
Esa tristeza que siempre transmitían sus ojos también.
-He estado bien… -
-¿Si? – sonrió con tristeza YunHo.
-Hago el esfuerzo – sonrió igual.
-Yo también-
-Eso es bueno – dijo Jae Joong tomando la mano de YunHo por primera vez en toda la noche.
Estuvieron así unos segundos y YunHo se incorporó y pidió la cuenta, pagó y caminó junto a su ex esposo hacia la salida.
-¿En dónde vives? –
-Cerca del hospital donde trabajo –
-Con razón no dijiste nada sobre tu auto cuando te invité a cenar – se rió YunHo.
-Lo tengo estacionado afuera de mi departamento, pero no lo uso para ir a trabajar –
YunHo condujo siguiendo las indicaciones de Jae Joong. Su teléfono aún seguía conectado y reproduciendo música, pero Jae Joong decidió no compartir su dirección a pesar de que sería más sencillo seguir el mapa en la pantalla del carro. Llegaron a un complejo de departamentos y YunHo se estacionó. Jae Joong podía sentir la mirada de YunHo sobre él mientras buscaba las llaves de su departamento en su mochila y por un momento se preguntó si YunHo tendría algún lugar para quedarse.
-¿Quieres pasar un momento? – preguntó Jae Joong, y antes de poderse arrepentir y retirar la invitación, YunHo aceptó y se bajó inmediatamente de su auto.
Jae Joong respiró profundo, pensando que si llegaba a suceder algo más entre él y su ex esposo, culparía a las cervezas que se tomó después de cenar de no dejarlo pensar con claridad las cosas.
YunHo caminó al lado de Jae Joong y subieron juntos el elevador hasta el piso donde se encontraba su departamento.
-Es un buen departamento para alguien que vive solo – dijo YunHo cuando estuvo dentro del lugar y escaneó un poco.
-Así es –
YunHo se quitó los zapatos y comenzó a caminar descalzo por el apartamento, como si fuera de él. Jae Joong no dijo nada porque ya sabía que así era YunHo.
Lo observó con detenimiento mientras él miraba las fotografías en portarretratos que tenía acomodadas en su librero junto a la puerta que daba a su cuarto. Lo vio tomar una en la que salía un niño de unos diez años y se acercó a verla con él.
-Siempre me gustó esa fotografía – dijo YunHo casi en un susurro cuando sintió a Jae Joong cerca de él.
-A mí también, es mi favorita –
-Ya casi es su aniversario… Ya van ¿cuántos años?, ¿cuatro? – dijo YunHo.
-Cinco… este año se cumplen cinco –
-¿No te había visto en casi cinco años? – pregunta YunHo dejando el retrato en su lugar y mirando a Jae Joong fijamente.
-No – responde con tranquilidad.
Se quedaron viéndose en silencio por unos segundos.
-Te extraño Jae –
Fue tan solo un susurro pero en el silencio que los rodeaba se percibía más fuerte.
-YunHo… -
YunHo se fue acercando a Jae Joong mientras él caminaba hacia atrás hasta que chocó con la pared.
-Jae Joongie… - aquella manera de llamarlo fue su perdición.
YunHo pegó su cuerpo por completo al de Jae Joong, presionándolo contra la pared, escaneó su rostro solo un instante antes de cerrar sus ojos, inclinar su cabeza y cerrar el espacio que existía entre sus labios. Jae Joong no se resistió a pesar de que pensaba que ya no extrañaba a YunHo para nada.
Pero ahí estaban todos los sentimientos resurgiendo de nuevo como si alguien hubiera tan solo sacudido la tierra de un libro viejo y su pasta brillara como si nunca hubiera pasado el tiempo sobre él.
Jae Joong pasó sus brazos alrededor del cuello de YunHo en el momento en que sintió sus manos tomarlo de la cintura y pegarlo más a su cuerpo. El beso nunca fue interrumpido y YunHo avanzó a tientas hasta la puerta a un lado del librero, que para su suerte era el cuarto de Jae Joong, y dirigió a ambos hacia la cama.
Se quedaron en el borde de la cama aún besándose y YunHo presionó suavemente con su cuerpo a Jae Joong para que se acostara, y sin soltar su abrazo, atrajo a YunHo con él. Este último se acomodó para quedar encima y prácticamente cubrir su cuerpo. Volvieron a besarse, ahora a un ritmo más intenso y apasionado. Jae Joong podía sentir el hambre de YunHo al besarlo, pero ya no estaban juntos, ellos habían terminado hace cinco años, no podían estar haciendo esto. Jae Joong junto toda su fuerza de voluntad y rompió el beso.
-Espera… -
- ¿Qué pasa? – YunHo sonaba frustrado.
-No quiero hacerlo –
-¿Por qué? – dijo YunHo.
-Porque… -
-¿Ya no me quieres? – lo interrumpió YunHo.
YunHo no era una persona que rogara por amor. De hecho no rogaba por nada, él simplemente buscaba obtener lo que quería o aceptaba su derrota, sin embargo, Jae Joong sabía que su relación era la única excepción a esa regla.
-YunHo no me hagas esto – YunHo se quitó de encima de él después de escuchar su respuesta y se acostó a un lado.
-Me has hecho mucha falta Jae Joongie… como no tienes una idea – Jae Joong no se movió al escucharlo decir aquello, tan solo se quedó mirando al techo esperando por si YunHo tenía algo más que decir, pero solo lo sintió moverse y acercar su brazo para rodear su cintura. – Dime que no me quieres y me iré –
-No me pidas hacer eso – susurró Jae Joong. Su corazón dolía con tan solo pensarlo.
Jae Joong no podía decirle a YunHo que no lo quería porque sería una mentira, pero tampoco podía dejarlo entrar a su vida de nuevo. No después de todos los años que habían pasado, después de todas las noches en las que lloró solo y sobre todo, no después de todo el camino que había recorrido para llegar a sentirse al menos un poco como él mismo antes de perderlo todo.
-Lo siento – Sintió un beso suave de YunHo en su mejilla y se dio cuenta de que estaba llorando, justo con él. -No quise hacerte llorar –
-No es tu culpa – Jae Joong respiró profundo y giró su cuerpo para quedar sobre su costado y ver a YunHo de frente. Tenía sus ojos cerrados y solo podía apreciar el ligero brillo en su rostro por la luz que entraba por la ventana. YunHo apretó el agarre en su cintura, acercando su cuerpo aún más y esta vez Jae Joong no puso resistencia. Sabía que no sucedería algo más entre ellos, al menos por esa noche.