miércoles, 2 de abril de 2025

Crazy Love: Capítulo 8

 


Nota inicial: Volvemos del hiatus ups

Pasaron tres semanas en las que Jae Joong no mostraba señas de ir saliendo de su depresión y su familia y amigos estaban aún más preocupados. Jae Joong se encontraba en su habitación acostado en su cama, con los audífonos puestos y los ojos cerrados.

Jae Rin entró silenciosamente al cuarto de su hijo y se sentó al borde de la cama. 

-Joongie – le llamó con cariño la mujer mientras con ambas manos retiraba los audífonos de sus orejas. Los ojos acuosos del pelinegro la miraron y ella habló.

-Jae creo que deberías olvidarlo – 

-Pero Umma… - 

-Sé que lo quieres mucho, pero mírate… estás muy mal – 

El chico no respondió nada, solo bajó la mirada y dejó que una fina lágrima rodara por su blanca mejilla.

-Jae – la señora Kim abrazó a su hijo y él lloró como casi todos los días lo hacía.

Soo Young entró a la habitación de su hermano en busca de su mamá, encontrándolos de esa manera.

-Umma te buscan en la entrada – dijo con una mirada seria por las personas que afuera se encontraban. Jae Rin se levantó y salió de la habitación junto con la chica que se encontraba parada junto al marco de la puerta.

Afuera del cuarto, sentados en uno de los sillones de la sala, se encontraba la pareja Han. La mujer soltó un suspiro porque no quería hablar sobre ese tema ese día, pero aun así se dirigió hacia ellos.

Hablaron de lo mismo de la última vez, pero en medio de su conversación no se habían dado cuenta de que cierto joven pelinegro los había estado observando y escuchado todo el tiempo. 

Jae Joong habló por primera vez en aquella discusión, llamando la atención de todos los presentes.

-¿Soy adoptado? – preguntó con cierta sorpresa en su voz.

En ese momento que su mente era una mezcla de emociones, no supo que otra cosa hacer más que salir de su casa.


Corrió durante un tiempo por las calles de Seúl hasta llegar al parque al que solía ir con sus hermanas cuando era pequeño, el cual se encontraba a cuatro cuadras de su casa y que también era el lugar al que iba la mayor parte del tiempo cuando quería estar realmente solo. Se sentó en una de las bancas en las que daba la sobra de un árbol, apoyando los codos en sus rodillas y la cabeza en sus manos, tratando de calmarse.

Ya no sabía ni que pensar, él solo quería dejar de sufrir, tener una vida normal como era antes de conocer a YunHo, o al menos tratarlo, y ahora le salían con eso de que ni siquiera las personas con las que había convivido desde que tiene memoria eran de su misma sangre.

Y fue en ese momento en el que Kim Jae Joong decidió rendirse, porque pensaba que la vida ya le había jugado muy malas y pesadas bromas y ya estaba cansado de ello, ya lo único que quería era dejar de sufrir.

Mientras seguía sentado pensando en que hacer para acabar con su dolor, un mensaje le llegó a su celular.

El pelinegro miró la pantalla extrañado porque el mensaje provenía de un número desconocido y ni siquiera era de Corea. Algo dudoso decidió abrirlo y lo que vio en su teléfono fue el detonante para que el chico de piel nívea tomara la decisión de dejar este mundo.

Las lágrimas brotaron nuevamente de sus ojos, cuando él pensaba que ya no podía llorar más, mientras veía la foto enviada. En ella se encontraba YunHo con una chica besándose.


La preocupación invadía a la familia Kim al no tener noticias de Jae Joong desde hacía dos horas. Soo Young incluso había salido a buscarlo por el vecindario y los alrededores.

Por enésima vez, la señora Kim marcó al celular de su hijo, desesperada porque le contestaran, pero no tuvo que esperar mucho cuando la puerta de la casa se abrió dejando entrar a Jae Joong que tenía los ojos rojos y la mirada vacía. Si no lo conociera bien se podría decir que luce como antes, pero siendo Jae Rin la madre de Jae Joong desde que él tenía solo dos años  siendo también una persona de confianza para el pelinegro supo que algo andaba mal, aún más de lo que ya estaba.

-Umma… lo olvidaré… como me pediste – dijo con voz apagada el chico y antes de que pudieran decirle algo sus padres o los Han, que no se habían querido mover de ahí hasta saber que su hijo estaba bien, Jae Joong subió a su habitación.


Jae Joong entró a su cuarto dejando la puerta entreabierta, la verdad no le importaba en ese momento.

Sacó del cajón superior de su mesita de noche un frasco de pastillas para dormir que había comprado desde hacía un mes porque le habían sido recetadas por un médico. No pensó en quienes llorarían su muerte, o cuánto podrían sufrir las personas que lo quieren, él solamente abrió el frasco y lo vació en su mano, con algo de agua tragó todas las pastillas y se acostó boca abajo en su cama, cerrando los ojos, esperando el momento en que su corazón dejara de latir. Lo único que ocupaba su mente en ese momento era YunHo, aun después de ver esa foto, nunca lo dejaría de amar. “Espero seas feliz” pensó.

Y entonces todo se volvió negro.


Después de recibir una llamada a su celular para avisarle que ya regresara a casa, Soo Young apenas entró se dirigió al cuarto de su hermano. Sabía cuan triste e incluso enojado podría estar y querría apoyo. Tocó la puerta solo una vez y esta se abrió por el pequeño empujón. Silenciosamente la chica entró encontrando a su hermano durmiendo.

-Jae-ah – dijo suavemente tocando su hombro, moviéndolo para que despertara, pero no hubo respuesta.

-Jae Joong – lo movió algo más fuerte esta vez y el pelinegro seguía sin responder.

-¡Yah Kim Jae Joong! – alzó la voz y lo empujó de nuevo.

Entonces sus ojos divisaron el frasco de somníferos vacío y desesperadamente volteó al chico para que quedara boca arriba, tocando su cuello en busca de pulso.

El miedo no desapareció ni un poco al confirmar que seguía vivo su hermano pues tenía el pulso débil.

-¡UMMA!, ¡APPA! – gritó la pelinegra y los mencionados acudieron corriendo al escuchar el grito de su hija.

-¡Tenemos que llevar a Jae rápido al hospital! – y Hyuk Su tomó al joven en sus brazos y corrieron todos hacia el auto.


Rápidamente llegaron al centro médico y entraron en la sala de urgencias. Un doctor y dos enfermeras fueron inmediatamente a atender al joven en brazos de su padre. Lo colocaron en una camilla y comenzaron a revisarlo.

La familia Kim fue dirigida a la sala de espera en lo que tenían noticias de Jae Joong.

Fue media hora de angustia para Park Jae Rin, Kim Hyuk Su y Kim Soo Young, hasta que vieron como el médico que atendió a Jae Joong entró a la sala.

-¿Cómo está mi hijo? – preguntó Hyuk Su preocupado acercándose con el resto de su familia al hombre.

-Hicimos un lavado de estómago para sacar las pastillas – un suspiro salió de todos los presentes y el doctor continuó hablando – Desafortunadamente algunas de las píldoras ya habían hecho efecto y el joven Jae Joong ha entrado en un estado de coma indefinido – 

Y aquello fue como pasarle una espada por el pecho a aquella familia.

Jae Rin sintió como si sus piernas no pudieran sostener su propio peso y se apoyó en el hombro de su esposo, quien la abrazó fuertemente con un brazo mientras que con el otro abrazaba a su hija.


YunHo llegó al departamento que comparte con su hermana a las 3:00 am, acababa de terminar su turno en aquel bar en el que había conseguido trabajo. El horario era pesado, sumándole también que tenía que ir a la escuela y sacar buenas calificaciones, para cuando se las mandaran a su padre este estuviera satisfecho y no se enterara de su plan de volver a Seúl. Pero a pesar de que casi no dormía, no se podía quejar porque la paga era muy buena, tanto que ya tenía un 90% del boleto de avión. Solo una semana más de trabajo y podría irse de ahí.

Incluso podía sentir los brazos de Jae Joong en su cuello mientras él lo tomaba de la cintura y puede imaginar también la enorme sonrisa que tendrá en su rostro cuando por fin puedan reunirse.

Estaba dispuesto a enfrentar a su padre, hacerle entender que debía aceptarlo fuera como fuera. Porque no iba a dejar que lo separaran del amor de su vida nuevamente.

Tomó una ducha rápida y se acostó a dormir, por lo menos tres horas para poder ir a la escuela, pero no pudo conciliar el sueño por más cansado que estuviera su cuerpo. Tenía una extraña sensación en el pecho, algo dentro de él le decía que estaba pasando algo malo, no sabía que era, solo lo sentía.


La familia Kim se reunió ese día para informar a las otras siete hermanas de Jae Joong lo sucedido con él. Para todos, incluyendo sus familias, fue un golpe duro, que solamente juntos podrían sobrellevar.

La señora Kim como todos los días llegó al hospital para estar con Jae Joong. El chico llevaba una semana en coma y no daba señales de despertar.

-¿Tan siquiera estás soñando algo bueno?, debe serlo para que no quieras abrir tus ojos – dijo con una sonrisa triste mientras acariciaba el suave cabello negro del joven. Por fin, después de lo sucedido con YunHo, el rostro de Jae Joong se veía tranquilo y descansado.

Jae Rin no se culpaba a ella o a Jae Joong, ni siquiera a YunHo por lo sucedido. Las únicas personas que venían a su mente eran los Han, a quienes ni siquiera les habían comentado aún sobre eso.

Alejó cualquier pensamiento doloroso de su mente, o al menos eso trató de hacer, y se quedó observando a su pequeño dormir, como su pecho subía y bajaba tranquilamente cada vez que respiraba.

Notas finales:

Hola de nuevo, me alegra saludarles de nuevo en esta historia. 

La verdad no tengo una razón por la cual dejé de publicar, como dije al inicio del fanfic, ya estaba completo tanto en mi cuaderno como en mi computadora. Creo que solo puedo decir que fueron años complicados desde que comencé la segunda mitad de mi carrera, me gradué e hice mi servicio social. 

Me alegra haber vuelto al fanfiction con Broken, y como dije en esa historia, siempre me prometí a mi misma que nunca dejaría un proyecto inconcluso. 

Mi primera intención fue archivar esta página, reescribir el fanfic y subirlo de nuevo, pero después de hablarlo con mi cassiobestie Ari, decidí que lo mejor sería serle fiel a mi yo de 16 años que escribió este fic con todo su amor, y terminar de publicarlo así como está. 

Estaré actualizando cada miércoles. 

Gracias a quienes siguieron esperando este fic, y una disculpa por tardar tanto tiempo. 



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