Crazy Love: Capítulo 7

A esas alturas de su relación, se podría decir que todo va a ir bien. Pero no todo en la vida, y en las relaciones amorosas de las personas, es de color de rosa, siempre habrá problemas, siempre.

Jae Joong despertó por la mañana envuelto en los brazos de YunHo, quien apenas lo sintió moverse comenzó a despertar también.

-Tomaré un baño y te haré de desayunar – dijo el pelinegro soltándose del agarre de su novio y se levantó de la cama, no sin antes darle un beso de buenos días.

YunHo sonrió al ver el perfecto cuerpo de su novio dirigirse al cuarto de baño de su habitación y una “gran idea” pasó por su cabeza.

Siguió a Jae Joong dentro del baño antes de que este cerrara la puerta con seguro y entró con él en la regadera.

-Bañémonos juntos, hay que ahorrar agua – le susurró al oído YunHo, abrazando por detrás. El pelinegro solo asintió y se dejó consentir por el moreno que ahora lavaba su espalda con delicadeza.

Salieron después de un rato, cada uno con una toalla envolviéndoles la cintura.

YunHo fue a su armario y se puso algo de ropa para andar en casa y también sacó ropa para prestarle a Jae Joong.

YunHo tomó a Jae Joong del brazo y lo jaló hacia él, tomando con su otra mano la cintura del chico para pegarlo completamente a su cuerpo. Se miraron solo durante breves segundos y se besaron. Estaban por profundizar el beso cuando el grito de alguien que el moreno conocía a la perfección los interrumpió, haciendo que se separaran asustados.

-¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?! –

-A… appa –

-¡NO LO PUEDO CREER JUNG YUNHO! – seguía gritando el abogado Jung acercándose a pasos largos con pisadas fuertes hacia la pareja. Empujó a YunHo hacia un lado, provocando que se alejara de Jae Joong. Tomó al pelinegro del cabello haciéndolo gritar de dolor y el moreno se alarmó, trató de acercarse a su padre para salvar a su novio, pero Jung le dio una patada en el estómago derribándolo por completo.

Caminó fuera de la habitación aún con Jae Joong tomado del cabello y abrió la puerta de la casa.

-Cariño, cálmate por favor – le dijo su esposa tomándolo del brazo pero este solo la ignoró.

-¡Appa déjalo! – gritó YunHo tomando con fuerza el brazo con el que su padre tenía agarrado a Jae Joong, y así lo soltó, empujándolo fuera de la residencia Jung, haciéndolo caer de espalda al suelo.

-¡NO!, ¡MI HIJO NO VA A SER UN JOTO DE MIERDA! – le gritó a YunHo soltándose de su agarre.

-¡NO LO VAS A VOLVER A VER! – y cerró la puerta con tanta fuerza que parecía que se rompería.

-Hoy mismo te irás a Estados Unidos con tu hermana –

-No puedes hacerme esto – reclamó YunHo asustado por el hecho de no volver a ver a Jae Joong.

-Si puedo y hoy mismo compro los boletos de avión y me aseguraré de que te vayas a un internado del que te sea muy difícil salir –

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Dolor. Era lo único que podía sentir en ese momento. Física y emocionalmente. No podía parar de llorar mientras trataba de levantarse del piso. Le dolía la cabeza por el tirón de cabello y la espalda, pero especialmente la parte baja de esta.

Y para empeorar aún su suerte, el cielo de aquella mañana se oscureció por las nubes grises que desataron su lluvia sobre el cuerpo del chico.

Caminó por la ciudad de regreso a su casa, dejándose empapar por la lluvia, sin parar de llorar aunque la gente lo mirara extraño.

Al llegar a su casa después de una larga caminata, tocó insistentemente la puerta, esperanzado porque alguien estuviera en su hogar para recibirlo. Necesitaba que alguien lo consolara, o que por lo mejor lo dejara desahogar su dolor.

-¡Omo! ¡¿Jae Joong por qué vienes así?!, ¿Qué te pasó? – preguntó su madre que fue quien le abrió la puerta, dejando que un empapado y lloroso Jae Joong entrara.

La mujer lo abrazó, dejando que la cabeza del chico se apoyara en su hombro, importándole poco que se mojara también.

-¿Qué pasó Jae? – preguntó de nuevo la señora Kim pero no obtuvo respuesta más que el llanto del pelinegro. Sabiendo que no le respondería le dijo a su hijo.

-Ve a tu cuarto y báñate con agua caliente, no quiero que te vayas a enfermar – deshizo el abrazo del muchacho y lo acompañó hasta las escaleras.

Jae Joong subió lentamente hasta llegar a su habitación y entró al baño de esta. Se quitó lentamente la ropa, llorando aún más al recordar que pertenecía a YunHo. Abrió la regadera y entró en la bañera, dejando que el agua caliente recorriera su cuerpo en un intento de relajarlo. Pero nada funcionaba. El dolor que sentía era demasiado. No podía estar sin YunHo, lo necesitaba demasiado, tanto que hacía que su dolor aumentara.

Y entonces recordó el por qué era tan cerrado con el mundo, por qué nunca tuvo amigos, o una novia o novio. Porque siempre tuvo miedo de terminar lastimado. Era un miedo que él no podía controlar y mientras estuvo con YunHo trató al máximo de no pensar en eso, y cuando lo logró, pasó esto. Y ahora se regañaba mentalmente por haber bajado su defensa ante YunHo, porque si no se hubiera enamorado, es más, si no le hubiera hablado aquel día, él no estaría sufriendo como lo hacía ahora.

Cuando terminó de bañarse se puso lo primero que encontró en su closet y se acostó en su cama, cubriéndose hasta la cabeza con las cobijas. Abrazando fuertemente una de sus almohadas mientras que la otra permanecía bajo su cabeza.

La madre de Jae Joong entró en ese momento a la habitación, sosteniendo en sus manos una bandeja con comida. La dejó sobre la mesita de noche del cuarto y se sentó en la orilla de la cama, acariciando el suave cabello de su hijo, que seguía llorando.

-¿Por qué lloras así?, ¿Qué te pasó Jae? –

-… nhhnnn… - sus sollozos eran la única respuesta que había.

Aquella era la primera vez que veía a Jae Joong llorar de esa manera, pero por experiencias pasadas que vivió con las hermanas mayores del joven, tenía una pequeña idea del por qué se encontraba así su hijo.

-¿Peleaste con YunHo? –

-… N… no –

-Entonces ¿Por qué estás así? – pregunta de nuevo con ese mismo tono de preocupación en su voz que tenía desde que su niño llegó llorando.

Trató de calmarse un poco, lo suficiente para poder hablar con claridad, y comenzó a contarle todo lo que pasó a su madre, omitiendo obviamente el hecho de que había tenido sexo con su novio, o tal vez ahora “ex – novio”, pero eso ya debía suponerlo la señora Kim al haberle dicho que durmió con él.

-Todo va a estar bien Jae, ya no llores – retiró unos mechones rebeldes de la frente del pelinegro y le dio un beso. Tomó las cobijas y las subió hasta los hombros del chico, arropándolo mejor.

-Come algo y descansa, vendré a verte más tarde –

-Tomó un poco de jugo y arroz. No tenía mucha hambre, sentía que vomitaría cualquier cosa que llegara a su estómago. Dejó la comida casi intacta y volvió a recostarse, esperando dormir sin soñar, para que por lo menos en sus sueños no fuera atormentado.

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-¡Lo encontré! – exclamó feliz un hombre muy bien parecido de unos 40 años. La mujer que se encontraba sentada viendo un drama lo volteó a ver extrañada por aquella entrada en su casa.

-¿De qué estás hablando? –

-De nuestro hijo. Encontré a nuestro hijo –

Al escuchar aquello, inmediatamente se puso de pie siguiendo a su esposo hasta la mesa de la cocina, en donde el hombre abrió un folder dejando ver muchas fotos.

-Se parece a ti – dijo Seok Jin, la esposa de Han Jae Won.

-Pero tiene tus ojos cariño – le dijo con una sonrisa.

La pareja se quedó observando las fotos por un buen rato, viendo desde imágenes donde el chico iba a la escuela hasta llegar a una en donde se encontraba sonriendo ampliamente hacia un muchacho que se veía de su edad y que le sonreía de la misma manera.

-¿Quién es él?, aparece en muchas fotos con nuestro Jae Joong – dijo la mujer.

-Debe ser su amigo solamente –

-¿Lo conoceremos algún día? –

-Si… claro que sí – dijo con una pequeña sonrisa en su rostro mientras seguía observando con su mujer las fotografías de aquel hijo que habían tenido que dar en adopción hace mucho tiempo porque no tenían los recursos para cuidarlo.

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La mirada de Jung JiHye se iluminó y una sonrisa apareció en su rostro al divisar al guapo castaño que venía bajando del avión proveniente de Corea del Sur.

-¡Oppa! – gritó la pelinegra para llamar la atención, a la vez que levantaba sus brazos para que su hermano mayor la localizara más rápido.

YunHo vio a la chica y por más que pensó en sonreír, porque veía a su hermana después de muchos meses, no pudo hacerlo. En su ser lo único que había era tristeza y en su mente el chico que amaba. Apenas pisara suelo americano buscaría cualquier manera de conseguir dinero para volver lo más pronto posible a Seúl. Se sentía completamente vacío sin Jae Joong a su lado, una parte de él se había quedado en su país al ser separado del amor de su vida, y estaba decidido a ir a encontrarla de nuevo.

Al estar juntos los dos hermanos, YunHo solo saludó a JiHye levantando su mano y tratando de nuevo de sacar una sonrisa, pero lo único que resultó fue una mueca de disgusto por estar en ese lugar.

Tomaron un taxi de regreso al departamento donde vivía JiHye y cuando entraron y YunHo dejó sus cosas en lo que sería su nueva habitación, Jihye se acercó a él y le preguntó.

-¿Por qué estás así?, ¿No querías verme acaso? –

-No es eso, claro que te quiero ver – la tomó de la mano y la atrajo hacia sí mismo para darle un abrazo. La mantuvo junto a él mientras seguía hablando. – Es solo que estoy muy triste –

-¿Quieres hablar de ello? – el moreno asintió y fueron a la sala a sentarse para que así YunHo le empezara a contar a su hermana lo sucedido con Jae Joong.

-¿Es una broma? – preguntó con una sonrisa en su cara Jihye, no queriendo creer el hecho de que su hermano mayor, la persona que siempre ha admirado por sobre todas las cosas, tuviera una relación amorosa con un hombre.

-¿Ves que mi cara sea de broma? ¡No me digas que tú también resultaste como appa! ¡Aish! – Se levantó enojado, más aún de lo que ya estaba, se fue a su cuarto y se encerró ahí. Aquella mínima esperanza de poder contar con su hermana para regresar con Jae Joong había quedado completamente descartada.

“Solo espera un poco Boo, por favor espera” fue el pensamiento que pasó por su mente y después se puso a pensar en que trabajos podía obtener.

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Si antes Jae Joong era tímido y un poco cerrado con el mundo, ahora dos semanas después de haber sido separado de YunHo era mucho peor. El pelinegro se había encerrado por completo en su burbuja, sentía que su dolor era demasiado y pensaba no sufrir más, y su único método para no hacerlo fue el aislarse del mundo, porque si no establecía relaciones con alguien, no habría lazos que se pudieran romper en algún momento y por lo tanto no sufriría más.

En ese poco tiempo él había cambiado. Ya no hablaba con nadie a menos que fuera estrictamente necesario. Su vida consistía en asistir a clases, ir a casa, hacer su tarea y tratar de dormir, porque en sus sueños siempre aparecía YunHo y él terminaba despertando de golpe y con lágrimas en sus ojos.

-Me preocupa Jae-oppa – dijo Sang Hye antes de dar otra mordida a su sándwich.

-Dijiste que lo olvidarías – le regañó ChangMin, pero la verdad era que él también estaba preocupado por su hyung. Un viernes lo había visto completamente feliz y al siguiente lunes estaba deprimido. Y si estaba en lo correcto, esto tenía que ver con YunHo, ya que no había ido a la escuela.

-Ya lo sé, pero aun así… míralo – alzó su mano apuntándolo rápidamente – Desde que no viene YunHo-sshi él es diferente, algo debió pasar… le preguntaré – terminó diciendo decidida, porque aunque estaba superando a su primer amor, eso no quería decir que no quisiera ser su amiga y conocerlo mejor.

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Terminando el segundo periodo de clases del día, Sang Hye se levantó de su lugar dispuesta a hablar con Jae Joong, quien se encontraba a solo tres lugares delante de ella cerrando su mochila. Llegó justo en el momento que su reloj de pulsera marcó las 2:00 p.m., tocó su hombro, haciendo que se sobresaltara y se pusiera velozmente de pie. La mirada del chico pelinegro estaba vacía, cosa que hizo que la muchacha se preocupara aún más. Pero no tuvo siquiera la oportunidad de decir una palabra porque el timbre que marca el término de la jornada escolar de ese día sonó y Jae Joong desapareció por la puerta del salón.

-Está peor de lo que creí – dijo para sí misma en un casi susurro que fue escuchado por Junsu y Yoochun.

-Temo que cometa alguna locura – dijo el pelirrojo Junsu.

-¿Eh?-

-Jae Joong… -

-¿Sabes qué pasó? – el joven asintió positivamente y mientras caminaban fuera de la escuela, Junsu, Yoochun y Sang Hye hablaban sobre lo sucedido son YunHo y Jae Joong. Lo sucedido le había sido contado a Yoochun por una de las hermanas del pelinegro.

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-Estoy en casa – dijo Jae Joong en voz baja al mismo tiempo que se quitaba los zapatos en la entrada de su casa y se ponía pantuflas. Iba directo a su cuarto pero unas voces en la cocina, aparte de las de sus padres, llamaron su atención.

-¡¿Por qué no podemos verlo?! – se escuchó la voz de una mujer algo irritada y seguida de la voz de su padre.

-Él no se encuentra bien en este momento y creo que el conocerlos le caería peor –

-¡Pero es nuestro hijo! – dijo ahora el hombre.

-Legalmente es nuestro hijo – respondió la señora Kim y entonces Jae Joong, curioso por saber de quién hablaban sus padres con esos desconocidos, apareció en la cocina, llamando la atención de todos los presentes.

-¿Quién es hijo de quién? –

-¡OMO!, ¡Mi Joongie eres tú! – dijo la mujer desconocida para Jae Joong levantándose de la silla en la que se encontraba sentada en el comedor de la familia Kim. Se acercó al pelinegro y tomó su rostro con ambas manos, suavemente, como si temiera hacerle daño.

-¿Quién es usted? – preguntó tímidamente el joven, siendo esta la primera vez en días que sus padres lo escuchaban hablar.

-Soy tu Umma – le dijo con una ligera sonrisa. Jae Joong pensó entonces que aquella mujer lo estaba confundiendo, por lo que dijo.

-Claro que no, mi padre es ella, Park Jae Rin –

-Mira nosotros somos… - comenzó a decir Han Jae Won pero fue interrumpido por Kim Hyuk Su.

-Son solo unos amigos Jae, ve a tu cuarto, te llamaremos para comer luego –

Y así Jae Joong subió a su habitación aún más confundido, con curiosidad por saber quiénes eran esas personas y por qué lo llamaron “hijo”, pero sobretodo extrañado de que su padre no le hubiera explicado en ese momento bien las cosas.

Nuevamente en la cocina con los Han y los Kim. Han Jae Won algo enfadado por haber sido interrumpido dijo.

-Él tiene derecho de saber quiénes somos –

-Lo sabemos, pero él no se encuentra bien –

-¿Qué tiene? –

-… - Jae Rin dudó en responder, después de todo eran problemas personales de su hijo, que por más derecho que tuvieran sus padres biológicos de saberlos, era asunto de Jae Joong a quien se los contaba.

-Sólo deberíamos esperar un poco, no sabemos cómo vaya a tomar Jae esta noticia –

-Bueno eso es cierto – dijo la señora Han coincidiendo con los Kim. Pero aun así el señor Han no pensaba hacer caso de eso, porque había buscado a su hijo por mucho tiempo y ahora que por fin tenía la oportunidad de verlo, quería hablar con él, decirle quién era y cuánto lo había extrañado.

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-Pobre de Jae-oppa – dijo Sang Hye después de escuchar la historia contada por Junsu. Se encontraban ella, Yoochun y Junsu en una cafetería cerca de la escuela y ahí estaban ablando sobre su preocupación por el chico pelinegro.

-¿Y a que te refieres con que Jae Joong puede cometer una locura? – preguntó esta vez Yoochun.

-Él tiene el corazón roto en este momento, muchas personas en este caso son capaces de suicidarse – respondió serio y con una mirada en sus ojos que ninguno de los dos chicos pudo descifrar.

-No creo que Jae Joong llegue a esos extremos –

-Incluso las personas que menos crees lo hacen Chun, mi hermano es el claro ejemplo de ello –

Porque solamente la familia de Kim Junsu y su novio Yoochun sabían de lo ocurrido con el hermano gemelo del joven, aquel chico que al ser lastimado amorosamente por su primer amor no lo soportó y optó por el supuesto camino más fácil, el cual era quitarse la vida.

-No pienses más en ello Su – dijo el pelinegro tomando la mano de su pareja, sabiendo lo mucho que le dolía traer esos recuerdos de vuelta.

-Está bien –

-Tu hermano… ¿Se suicidó? – preguntó la chica con algo de miedo.

-Si –

-Lo siento mucho –

-No te preocupes – le dedicó una pequeña sonrisa a su amiga y se levantaron para irse de la cafetería después de pagar la cuenta.

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Hola holaaaa!!!
I'm back!!
Con un nuevo capítulo de nuestra dramática y romántica historia :D
Les advertí en el capítulo pasado que en este habría drama, así que no me maten pls.
Espero les haya parecido interesante este capítulo, añadí más páginas para este que en los demás capítulos como disculpa por haberme ausentado tanto tiempo. La verdad es que cuando vuelvo a casa durante las vacaciones mucho menos agarro la computadora porque estoy todo el tiempo saliendo con mi familia. Pero en fin, aquí estamos de nuevo ^^
Dejen sus comentarios, compartan y recomienden el blog <3 
Las dudas que tengan sobre lo que esté pasando dejenlas en sus coments o esperen a los siguientes capítulos, todo se termina revelando, eso se los puedo asegurar. 

L@s amo 

~Always Keep The Faith~