Estornudo.
Ya era la
décima vez en 5 minutos.
YunHo le
pasó un pañuelo a Jae Joong, quien lo tomó con fastidio y se limpió la nariz.
Ya iban en
el avión de vuelta a Tokio. YunHo de alguna manera convenció a Jae Joong de
comprar sus boletos juntos y se encontraron en la terminal de Incheon después
de otros días más de vacaciones.
Después del
beso en el jardín de la casa de Jae Joong, YunHo se fue a su casa en Gwang-ju
para visitar a sus padres, tan solo acordando con el pelinegro encontrarse en
el aeropuerto para abordar juntos.
-¿Por qué
estás tan fastidiado?, ¿Te duele la cabeza?, ¿Tienes fiebre? – preguntó YunHo.
-Todo esto
es tu culpa – dijo Jae Joong con una voz apenas audible. También estaba
afónico.
-Oh, vamos,
tú eres el loco que le encanta salir cuando está helando y más cuando hay
nieve, seguramente alguien iba a poder impedirte salir –
-Eso lo sé
– rodó sus ojos – Pero tú fuiste quien me lanzó nieve –
-Mmm… está
bien, aceptaré esa parte de mi culpa, pero no me vayas a decir que no te
divertiste -
Jae Joong
volteó a verlo molesto, pero las ojeras en su rostro y sus mejillas y la punta
de su nariz rojas no podían hacer que YunHo se tomara en serio ese enojo.
YunHo
revolvió su cabello y después se acomodó los lentes que estaban resbalando por
el puente de su nariz y se concentró en leer el libro que tenía sobre sus
piernas, tan solo para voltear varios minutos después y ver a Jae Joong
completamente dormido. Pasó su mano sobre la frente y después sobre el cuello
del otro médico y lo sintió más caliente de lo normal.
“Y no me
quiso admitir que se sentía mal” pensó YunHo y movió un poco al pelinegro para
que recargara la cabeza sobre su hombro y durmiera más cómodo.
--
Jae Joong
respiró hondo antes de tocar la puerta de un sólido color café que estaba
frente a él.
“¿No crees que es tiempo de que vayas a terapia?” Las
palabras de su hermana resonaban en su cabeza tan claras como si la tuviera a
su lado, razón por la cual apenas llegó a Tokio agendó una cita con el
psiquiatra de su hospital.
Se echó el
cabello hacia atrás después de tocar y cuando escuchó un suave “pase” entró al
consultorio.
-Hola Jae
Joong-san, pasa con confianza, ponte cómodo – le dijo un hombre de unos 50 años
que se encontraba sentado frente a un escritorio pequeño, tan solo con una
libreta y una pluma en sus manos. El pelinegro asintió y se sentó en uno de los
sillones del consultorio.
-¿Qué te
trae por aquí el día de hoy? – preguntó el médico.
-Yo… - se
quedó en blanco. No era una persona que hablara mucho sobre sus sentimientos y
mucho menos sobre aquellos con los que se sintiera incómodo.
-Podemos
empezar por tu historia clínica ¿te parece?, no hay necesidad de apresurarnos. –
-Me parece
perfecto –
Aunque no
era la primera vez que iba a terapia, seguía sintiéndose nervioso y muy
expuesto cuando iba a algún lugar de esos. Sentía que por más que tratara de
esconder todos sus secretos, estos saldrían a la luz o al menos la persona
frente a él podría leerlo fácilmente al final, porque precisamente esa es su especialidad,
leer a la gente, y aún no estaba preparado para dejar ver lo lastimado que se
encontraba.
-¿algún
antecedente psiquiátrico de relevancia? – preguntó el psiquiatra entre tantas
cosas que había que preguntar para llenar su expediente.
-Depresión…
desde hace 5 años –
-¿Bajo
tratamiento médico? –
-Sertralina
durante 6 meses, lo dejé hace 4 años aproximadamente –
-¿Y cómo te
has sentido desde entonces? –
-Sobrevivo –
-Sé más
específico Jae Joong-san, me gustaría que lo que sientas me lo hagas saber –
-No me
siento feliz, pero ya no me siento tan enojado como antes ni tengo esos
momentos en los que no puedo levantarme de la cama en todo el día y solamente
estoy llorando, por eso digo que sobrevivo… Soporté los antidepresivos un año y
ya, me hacían sentir muy diferente, en calma y me dio miedo pensar que sería
capaz de suicidarme sin pensarlo tanto si estaba bajo el efecto de los
medicamentos –
-Entiendo, ¿Y
por qué te sentías molesto antes?, ¿Tu enojo es hacia alguien o algo? –
-Estaba
enojado con la vida… con Dios… - se quedó en silencio un momento, sin apartar
nunca la mirada de los ojos de su médico, dándole a entender que aún no
terminaba de hablar y por lo tanto no estaba listo para otra pregunta –Estaba enojado
con mi esposo, bueno ahora ex exposo… y conmigo –
-¿Quieres
hablar de la razón que te hizo sentir así? –
-Yo tenía
un hijo –
-¿Cuál era
su nombre? –
-Seung Jae –
-Es un
lindo nombre –
-Si…– dijo una
ligera sonrisa que mostraba nostalgia.
-¿Qué edad
tenía? –
-11… bueno…
faltaba una semana para su cumpleaños número 11, tenía osteosarcoma – sacó una
botella de agua que tenía en su bata y tomó un trago. - Me sentí muy impotente,
aún lo hago, yo era oncólogo antes. –
-¿Cómo te
sientes en urgencias ahora? –
-Me siento
bien… el ambiente es muy diferente al de oncología. También hay muertes, como
en todos lados supongo, pero no son lentas como en onco, no se sufre igual –
-En psiquia
es aún más diferente –
-Jaja, me
imagino que si – dijo Jae Joong.
-¿Cuánto
tiempo te tardaste en cambiar tu especialidad?
-1 año…
después de perder a Seung Jae estuve sin trabajar 1 mes y volví a mi hospital,
pero el trabajo me pareció cada vez más pesado, el dolor que se vivía en los
pasillos no lo podía soportar con la misma facilidad con la que lo sobrellevaba
antes, empecé a ir con un psiquiatra y fue cuando comencé a tomar
antidepresivos, podía hacer mi trabajo bien en ese entonces, pero no era lo
mismo, ya no tenía esa pasión por mi carrera o por mi trabajo, me empecé a
sentir sin un objetivo por el cual vivir…-
6 años antes
La energía que le quedaba en su cuerpo ese día apenas
fue suficiente para llegar a su casa y abrir la puerta, la cerró detrás de sí y
se deslizó pegado a ella hasta llegar al suelo. Dejó su mochila a su lado y se
quedó acostado en la entrada.
Uno de los pacientes con los que había estado
trabajando en los últimos meses acababa de fallecer y el acompañar a la familia
por solo unos minutos durante ese momento y después hacer toda la papelería
necesaria le drenaron sus ganas de vivir por completo.
Su tasa de éxito era más alta que su tasa de fracaso,
sin embargo, aún con 10 pacientes vivos y uno muerto, se sentía como el peor
médico del mundo, como el menos capaz y el menos competente.
-¿Jae Joong? – se escuchó la voz de YunHo cerca de él.
-¿Estás bien?, ¿Por qué estás tirado en el suelo? – preguntó su esposo
acercándose a la entrada de su hogar.
-No… no fue un buen día – respondió. YunHo se agachó
al lado de su esposo y lo movió un poco, supuso que quería estar acostado en el
suelo así que solo hizo un espacio para poder acostarse a mirar el techo con
él.
-¿Quieres hablar de ello? – preguntó YunHo.
-No soy un buen médico –
-¿Por qué lo dices? –
-Hoy perdí un paciente –
-Oh Jae… lo siento tanto, pero eso no significa que no
seas un buen médico, estoy seguro de que hiciste todo lo que estaba en tus
manos –
-Yo no lo siento así Yun… - se volteó para verlo.
-Sé que al perder un paciente lo consideramos como un
fracaso pero todos los demás que atiendes son tus grandes éxitos, a cuántos pacientes
no has ayudado Joongie… eres el mejor oncólogo que hay en el hospital, de verdad
– le acarició el rostro y se acercó para darle un beso en los labios.
-No sé qué hacer Yunhie – comenzó a llorar y se sentó,
haciendo que YunHo también se sentara a su lado.
-¿Con qué? –
-Con todo, con mi trabajo, con mi vida… me siento muy
impotente, incapaz… quiero cambiarme de especialidad… o de profesión quizás,
aún no lo sé –
-¿Qué estás diciendo?
-
-No me gusta mi trabajo YunHo… quiero hacer algo más
tranquilo, algo que no me genere tanto sufrimiento – se levantó y fue a la
cocina, sacó un frasco con pastillas y tomó 1 en su mano y caminó por el lugar
para tomar un vaso con agua. Estaba por tomarse el medicamento cuando YunHo se
acercó y tomó la pastilla de sus manos.
-No tomes nada por favor –
-¿Por qué no?, ya es hora – quiso tomar el medicamento
de vuelta pero YunHo cerró su puño y lo alzó lo más alto que pudo para que no
lo alcanzaran. – Como sea, tomaré otra – pero una vez más, su esposo fue más
rápido y tomó el frasco con su otra mano y lo alejó de él.
-No quiero que tomes nada, de verdad, vamos a cenar y
te abrazaré mientras duermes ¿sí? –
-No me siento bien, lo necesito –
-No… no lo necesitas ¿ok?, al menos hoy no, por favor…
no quiero que hagas una estupidez –
-¿Cómo qué? – preguntó Jae Joong algo molesto.
-Como suicidarte – respondió con un tono más serio de
lo normal.
-¿Por qué lo haría? –
-Porque no le ves sentido a la vida, es lo que me
estás dando a entender… sé que no tuviste un buen día amor, y que estos últimos
meses no han sido los mejores, pero por favor, hoy no necesitas nada, no quiero
arriesgarme a perderte… no podría, de verdad, eso ya sería demasiado para mí…
si quieres cambiarte de especialidad o de trabajo lo discutiremos después…
cuando hayas descansado un poco – ahora era YunHo quien estaba comenzando a
llorar. Jae Joong se acercó a abrazarlo, pasando sus brazos por alrededor de la
cintura de su esposo y hundiendo su rostro en el hueco de su cuello, YunHo
correspondió el abrazo, pasó un brazo por su cintura también y el otro por
encima de sus hombros, acariciando su cabello y presionándolo contra su cuerpo.
Fin del flash back
-¿Hace cuánto
que te separaste de YunHo? –
-Hace 5
años –
-Pude notar
en lo que me acabas de platicar que es una persona importante para ti –
-Bueno… por
algo estuvimos casados –
-Si… pero
por algo también se divorciaron –
-Lo sé… -
-Preguntaré
ahora tu motivo de consulta… porque siento que YunHo tiene algo que ver –
-Eres bueno
en esto –
-Es mi
trabajo – alardeó el psiquiatra.
-Vine a
trabajar a Tokio hace algunos años, para crecer en mi nueva especialidad… y
YunHo ha aparecido en mi vida de nuevo y bueno… sé que lo amo, no lo había
querido aceptar hasta ahora, pero también estar con él es doloroso, porque no
he podido cerrar lo que sucedió y cada vez que estoy a su lado lo recuerdo…-
-Bien,
entonces vamos a trabajar en eso Jae Joong-san, pero vas a tener que traer
todos los recuerdos de lo que sucedió de vuelta para que puedas cerrar ese ciclo
por fin –
-Está bien –
aceptó Jae Joong “si quiero a YunHo de nuevo debo hacerlo bien” pensó antes de
salir de la habitación.
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Hola!
Cada vez más tarde pero no quería dejar pasar un día más sin subir capítulo.
Me agoté mi reserva de capítulos para subir cuando estuviera ocupada y tuve que escribir este el día de hoy... y fue particularmente difícil, jamás he ido con un psiquiatra, y mucho menos he pasado por un divorcio, tan solo tengo la noción de lo que se siente perder a alguien importante en tu vida.
Pero tengo un amigo psicólogo con quien he estado hablando mucho últimamente así que eso me ha ayudado supongo a escribir este capítulo.
Espero les haya gustado, les haya dejado con ganas de leer más, porque a mí si que me dan muchas ganas de saber que sucederá después entre estos dos ahora que Jae Joong está tomando terapia...
En fin... espero sus comentarios con sus teorias, deseos, sugerencias, quejas, etc...
L@s amo <3
~Always Keep The Faith~
Esta muy interesante, espero tu actualizacion. Gracias🤗
ResponderEliminarAdoro que Jae haya tomado la desición de ir a terapia para poder aceptar a Yunho de nuevo después del sufrimiento que pasaron al perder un hijo.
ResponderEliminarVeremos como evoluciona la historia a partir de ahora
Gracias por actualizar!
Que bueno que Jae acepto seguir amando a Yunho y se haya decidido a tomar una terapia para superar la muerte de su hijo. Está muy interesante.
ResponderEliminarGracias!!!
Al parecer la que tuvo razón ahí fue su hermana ya que ella no quiere que el sufra y pueda ser feliz con Yunho ya que acepto que lo ama gracias por este capítulo esperare el siguiente
ResponderEliminarJJ te felicito, el ir a terapia es un gran paso. Como bien dice el médico, debes cerrar el ciclo, perdonarte, asumir la pérdida y seguir adelante. Abuuu será doloroso que JaeJoong reviva el pasado U.U pero será necesario. Gracias por el capítulo!
ResponderEliminarEs un buen comienzo una terapia buscar ayuda para superar aquel doloroso trauma. Ojala lo logre pronto.
ResponderEliminarGracias por actualizar amiga, ya me puse al dia en tu blog 😍👌🎈🎉