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martes, 8 de octubre de 2024

Broken: Capítulo 3

 


Capítulo 3

Presente.

Aún era de noche cuando Jaejoong abrió sus ojos. Su celular marcaba las 04:30 am. No recordaba el momento exacto en el que se quedó dormido, no era su plan dormirse con YunHo en su departamento, pero el cansancio acumulado por las guardias nocturnas de las últimas dos semanas, la sorpresa por reencontrarse con YunHo y su respiración tranquila cerca de su cuello, además del abrazo y la forma en la que YunHo apretaba su cintura, le hicieron imposible la tarea de quedarse despierto. 

Con cuidado movió el brazo que lo envolvía y se levantó de la cama. Caminó en silencio hacia el baño y observó su reflejo en el espejo una vez encendió la luz. Frente a la luz blanca Jae Joong pudo apreciar lo marcadas que estaban sus ojeras a pesar de intentar cubrirlas con corrector. Se quedó en silencio observando su reflejo con una mano en su pecho, su corazón latía muy rápido y fuerte, se sentía ansioso. 

-Tranquilízate Jae Joong, pronto se irá y estaremos en paz de nuevo – se dijo a si mismo en un intento fallido para calmar su corazón. 

Se lavó la cara para refrescarse un poco y regresó a su habitación, encontrando a YunHo sentado al pie de la cama. 

-Despertaste – Fue lo único que pudo salir de su boca. Se dio una cachetada mental por mencionar lo obvio en vez de decir algo más. 

-Si… - YunHo se puso de pie y se acercó lentamente a Jae Joong. Este se quedó inmóvil en la puerta del cuarto esperando que hablara de nuevo ya que él se sentía incapaz de mantener una conversación en ese momento, pero YunHo no dijo más. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, tanto que podía sentir su aliento chocar contra su frente, cerró sus ojos y sintió una de las manos de YunHo sobre su hombro – Ya me voy, vuelve a dormir – 

Jaejoong abrió los ojos y se dio la media vuelta, siguiendo con la mirada a YunHo. Su ex esposo lo volteó a ver una última vez antes de abrir la puerta de su departamento y salir. Jaejoong pensó que la presión en su pecho se aligeraría después de verlo partir pero no fue así, de hecho se sentía más confundido y agitado ahora que por fin estaba solo. ¿Por qué cerró ojos ojos cuando YunHo se acercó?, ¿Qué estaba esperando de él?, ¿Y por qué en el fondo se sintió decepcionado de haber recibido solo una palmada en el hombro?. Jae joong pasó una mano por su cabello, soltó un largo suspiro y se volvió a acostar con la esperanza de dejar esos pensamientos de lado y poder conseguir al menos unas horas de sueño.


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Jae Joong llegó el día siguiente al hospital con su bata colgando en su brazo derecho y un termo con café en su mano izquierda, entró saludando a todos como era su costumbre y fue hacia los vestidores para dejar su mochila con su ropa en su casillero y cambiarse a su uniforme clínico azul marino. A pesar de haber dormido pocas horas las últimas dos noches, se sentía con energía para poder iniciar su turno. Ya con su bata puesta y las cosas necesarias en sus bolsillos fue a la estación de enfermería a tomar una Tablet y empezar a revisar los pendientes de ese día. Estaba tan concentrado y relajado esa mañana porque la sala de urgencias estaba casi vacía, pocas veces sucedían esas cosas, tan solo había dos pacientes que estaban siendo atendidos por internos. Tan inmerso se encontraba en su café que no se dio cuenta del momento en el que se aproximaron a él hasta que sintió la respiración de alguien más encima de su cuello, haciéndolo voltear sorprendido hacia atrás. 

-¿Por qué tan asustado?, no soy un desconocido – dijo YunHo cuando Jae Joong volteó sorprendido.

-¿Qué haces aquí? – Desvió la mirada hacia su tableta - ¿No tienes que trabajar? – dijo mientras pretendía hacer cosas en el dispositivo.

-Claro – 

-¿Entonces?  - lo miró y alzó la ceja derecha - ¿Qué haces aquí?, ¿No deberías estar en tu trabajo? – 

-Aquí estoy – sacó de su mochila su gafete del hospital y Jae Joong se quedó sin palabras. 

-¿Qué? – dijo después de unos segundos.

-Seremos compañeros de trabajo – le guinó el ojo y se dio la media vuelta, tan solo alzando su mano a modo de despedida mientras avanzaba hacia los elevadores, pero Jae Joong se levantó de su asiento y rápidamente lo alcanzó y lo detuvo tomándolo del brazo. 

-Tienes que estar bromeando – 

-¿Por qué lo haría?, ayer cuando entramos juntos a cirugía con el paciente del hematoma epidural ya había sido aceptado para trabajar en el hospital como nuevo adscrito de neurocirugía, pero mi primer día oficial es hoy, solo que quise darme una vuelta para conocer el hospital, ya sabes  - explicó YunHo a un perplejo Jae Joong – Y resultó que no tenían cirujano de guardia y ambos sabemos la urgencia que representa una lesión de ese tipo, por eso me ofrecí para realizar la cirugía – 

-¿De verdad?, ¿Eso es lo que usarás como excusa para tu actitud irresponsable e impulsiva al llegar a operar a un paciente que no era tuyo?, estoy seguro de que ni siquiera habías firmado nada aún – 

-No es ninguna excusa, realmente vine a ver el lugar, sabes que me gusta estar preparado y conocer mi lugar de trabajo, no soy tan irresponsable e impulsivo como para querer meterte en problemas, solo nadie más sabía que ya era un empleado oficial en ese momento – le revolvió el cabello después de decir eso y se retiró.

Jae Joong suspiró molesto y se acomodó el cabello. No podía creer, o más bien no quería creer aún lo que YunHo le acababa de decir hace unos segundos. Precisamente para alejarse de él había viajado a Japón, aprovechando su cambio de especialidad y sus contactos en aquel país donde había estado un tiempo de intercambio en sus años de estudiante de pregrado.

Esta sería la primera vez trabajando juntos, como iguales. Muchos años antes, cuando Jae Joong aún era estudiante y recién inició su internado, pudo trabajar con YunHo un tiempo, quien en ese entonces ya era residente de cirugía, pero una vez que Jae Joong se graduó y eligió especializarse en Oncología, sus caminos se separaron. Ahora, a pesar de que Jae Joong estaba consciente de que cada quien estaría trabajando en sus respectivos servicios y ahora tenía la misma autoridad que YunHo, una parte de él estaba pensando en todas las razones por las cuales tener a su ex esposo trabajando en el mismo hospital que él era una pésima idea. 

La primera y más importante de todas era que por más que quisiera evitar a YunHo, siendo urgenciólogo implicaba interconsultar con neurocirugía casi diario, múltiples veces al día.

La segunda era que YunHo le ponía los nervios de punta. Pero eso no lo admitiría jamás en voz alta.

La llegada de nuevos pacientes lo sacó de sus pensamientos. Se mantuvo inmerso en su trabajo durante toda la mañana, enviando pacientes a los distintos servicios y atendiendo por su cuenta a los que eran verdaderas emergencias. Escaneó por unos segundos toda el área, viendo como tanto médicos internos, como residentes y personal de enfermería iban de un lado a otro encargándose de todos los pacientes que llegaban y sonrió satisfecho. El ambiente en urgencias era pesado y podía ser un desastre la gran mayoría de las veces, pero el trabajo se estaba llevando a cabo de una manera estupenda ese día y por eso sonrió debajo de su cubrebocas mientras seguía revisando al paciente que tenía en frente.

Cuando por fin tuvo un momento para respirar fue por algo rápido de comer y poder regresar a trabajar, el piso seguía lleno pero la mayoría de los pacientes habían sido estabilizados, por lo que se sintió tranquilo dejando el servicio a cargo de sus residentes por unos minutos.

Llegó a la cafetería y en cuanto entró vio a YunHo llegando también por la entrada del otro extremo y se apresuró en tomar un sándwich y un jugo para salir de ahí y evitar topárselo, suficiente tenía con haberlo visto hace unas horas y su cabeza aún no asimilaba que tendrían que convivir más. Cuando tomó sus cosas prácticamente corrió hacia la sala de descanso, esperando que YunHo se quedara en la cafetería. Se sentó en una de las sillas y dejó sus lentes sobre la mesa, masajeando el puente de nariz y cerrando sus ojos, el silencio en ese lugar le venía muy bien después de todo el alboroto tanto en urgencias como en la cafetería. Estaba por tomar su primer bocado cuando la puerta se abrió y entró YunHo, quien fingió sorpresa al ver a Jae Joong sentado y se sentó en la silla frente a él.

-¿Puedes dejar de seguirme? – espetó Jae Joong con fastidio.

-Uy perdóname, señor soy el centro del universo, no sabía que la sala de descanso era exclusiva para ti – respondió con sarcasmo YunHo y empezó a comer. 

Jae Joong suspiró pero no se movió de su lugar, tan solo decidió ignorar la presencia de Yunho y comer su almuerzo.

-Jae Joong-ah – habló YunHo. 

Silencio.

-Jae Joong-ah – repitió su nombre y de nuevo fue ignorado. –Oh vaya, no pensé que fueras tan infantil – 

-Creo que dejé muy claro desde que pusiste un pie en este hospital que no quiero verte – 

-Sin embargo nos besamos en tu departamento – dijo en voz baja y mirando con una sonrisa como las mejillas del otro médico se volvían rojas.

-Eso es algo que no volverá a pasar – desvió la mirada.

-¿Entonces te arrepientes? Porque yo lo disfruté mucho – se acercó YunHo a Jae Joong apoyándose en la mesa en el instante en el que Jae Joong volteaba a verlo para responder y se dio cuenta que sus rostros ahora estaban demasiado cerca. Se inclinó hacia atrás pero no pudo alejarse mucho o caería al suelo con todo y la silla, YunHo aprovechó esto para inclinarse más sobre el lugar del urgenciólogo y susurrar muy cerca de sus labios. –Y me dio la impresión de tú lo disfrutaste también – 

-Eh… estaba borracho –Jae Joong desvió la mirada de los ojos marrones de YunHo,  que lo único que reflejaban en ese momento eran ganas de besarlo.

-Estás titubeando… y conozco tu cuerpo a la perfección – se acercó a su oído – Jae Joongie – lo llamó por ese apodo soltando más aire del necesario a propósito para que el pelinegro sintiera su respiración en su oreja y se estremeciera, lo cual sucedió justo como planeó porque lo sintió temblar cerca de él. 

-Yo no estaría tan seguro si fuera tú – recobró la compostura y colocó ambas manos sobre el pecho del cirujano para empujarlo de regreso a su lugar – Han pasado muchos años desde que nos separamos, ¿No crees que si quisiera regresar contigo lo hubiera hecho hace mucho tiempo? – 

-Por favor Jae Joong, no quieras intentar engañarme con ese cuento de que te desenamoraste de mi, ni siquiera hablaré de nuestro beso, si realmente no te gustara no me hubieras permitido entrar a tu departamento o invitarte a cenar – su voz juguetona desapareció para tornarse seria. Jae Joong lo notó y de inmediato cambió su semblante. Se puso de pie sin decir nada esperando que YunHo entendiera que esa era su señal para que lo dejara en paz. Lo menos que quería era discutir con YunHo en su lugar de trabajo. 

YunHo lo siguió hacia la puerta y lo tomó del brazo antes de que pudiera salir, justo como Jae Joong había hecho con él en la mañana. El urgenciólogo intentó soltarse pero YunHo lo sostuvo con más fuerza, casi lastimándolo, pero no hizo ningún ruido. 

-La única razón por la que no estás conmigo es porque eres un terco y solo huiste del problema, y estoy seguro de que aún lo haces - 

Precisamente por eso no quería volver a toparse con YunHo, porque cada vez pasaban el suficiente tiempo a solas terminaban discutiendo por el mismo tema, aquello que los había hecho separarse, por lo que YunHo lo culpaba y Jae Joong ya se había cansado de intentar explicar. 

-Al parecer no soy el único terco aquí – 

-Al menos yo estoy tratando de luchar por nosotros – 

-No hay un nosotros desde hace mucho – Jae Joong se arrepintió de inmediato al decir aquello pero ya no podía deshacer el daño. YunHo aflojó su agarre y Jae Joong aprovechó para soltarse por completo, arreglar su bata y caminar hacia la salida. 

-Anda, sal corriendo como siempre – dijo YunHo

-Cuando realmente estés dispuesto a entender lo mucho que me lastima esta situación, hablamos. – dijo Jae Joong con un dejo de dolor - Parece que no soy el único que se quedó estancado en el mismo lugar. Tú sigues sin entenderme.

-Oh claro que lo entiendo Jae Joong – le contestó YunHo. - Pero no tenías que alejarte de mí para manejar tu dolor. No solo era tu dolor, era de ambos… es de ambos – 

-No quiero hablar de esto de nuevo YunHo, no debiste venir aquí, sea la razón que sea, debiste quedarte en Seúl – Abrió la puerta y justo antes de salir escuchó la voz de YunHo.

-No eres el único que sufre viviendo en la ciudad donde murió tu hijo – 

Jae Joong salió furioso de la sala de descanso. Cruzó la primera puerta que vio que dirigía hacia las escaleras y agradeció que se encontraban vacías en ese momento, necesitaba respirar a solas un momento para poder aguantarse las ganas de llorar. Se sentó en uno de los escalones y se tapó la cara con las manos, quedándose unos momentos solo respirando y tratando de calmar su acelerado corazón. 

-¿Está bien? – escuchó una voz masculina hablarle en coreano. Jae Joong alzó la vista de inmediato y vio a Changmin, uno de sus internos que estaba de intercambio ese año. Negó suavamente con la cabeza y Changmin dudó un momento antes de acercarse y ofrecerle un pañuelo. – Lo escuché discutir con el doctor Jung – confesó el joven médico. 

-Oh – tomó el pañuelo y se limpió las lágrimas. 

-No fue a propósito, estaba buscándolo para una interconsulta y me dijeron que estaba descansando… – comenzó a decir rápidamente Changmin

-No te preocupes, siento que hayas tenido que escucharnos discutir – se levantó y respiró hondo - ¿Nos escuchó alguien más? – 

Changmin negó con la cabeza y Jae Joong solo asintió sin decir más. Respiró hondo unas cuantas veces para intentar calmarse y después de agradecer una vez más a Changmin por el pañuelo, se fue a seguir trabajando. 

Sumergirse en el trabajo, justo como lo había hecho YunHo, era la única manera para evitar dejarse caer en la depresión.



Changmin regresó por donde había llegado y fue a la sala de descanso donde aún se encontraba el doctor Jung.

Dudó por unos segundos en si debía entrar a la sala pero algo dentro de él le decía que debía hacerlo. Se asomó lentamente por la puerta y vio al doctor Jung con los codos apoyados en la mesa y su cara escondida entre sus manos. Decidió acercarse y hablando en coreano le preguntó.

-¿Se encuentra bien, Doctor Jung? – 

-Si, solo necesito unos minutos – 

-Está bien – dijo Changmin, sentándose en uno de los sillones. No pasaron ni cinco segundos cuando YunHo volteó a verlo con sorpresa, por fin había hecho click que le había hablado en su idioma natal y no en Japonés.

-¿Eres coreano? – le preguntó sorprendido.

-Si – 

-¿Qué tanto escuchaste? - pasó una mano por su cabello, echando los mechones que caían por su frente hacia atrás. - Pensé que nadie nos entendería al discutir en otro idioma.

-Solo escuché el final, estaba por entrar cuando el Doctor Kim salió… – 

-Oh, bueno chico, lamento que nos hayas escuchado. – Se disculpó YunHo con una sonrisa incómoda -  No planeaba hablar de ello con Jae Joong. No en el hospital, al menos. 

-Disculpe la pregunta… - habló nervioso Changmin. Sentía curiosidad desde que YunHo se presentó como el ex-esposo de Jae Joong – su discusión... ¿tiene que ver con la razón por la cual el doctor Kim se cambió de especialidad? 

YunHo suspiró. 

– No sé qué tanto sepas de Jae Joong, pero Urgencias no era su área de fortaleza. -Dudó un segundo– No quiero decir que no sea bueno en lo que hace, Jae Joong es un excelente médico. Yo lo admiro mucho. 

Se quedó en silencio un momento y Changmin pudo notar un gesto de nostalgia en el rostro de YunHo. Le sorprendió que el doctor le respondiera una pregunta tan personal. Intuía que YunHo necesitaba desahogarse y se quedó en silencio para permitírselo. 

-Sin embargo, su fuerte siempre fue Oncología - continuó con una sonrisa triste. -Por algo fue su primera opción cuando se graduó de la carrera 

Changmin se quedó callado, esperando que YunHo dijera algo más, pero el mayor solo suspiró y se puso de pie, se alisó la bata y le dio unas palmadas en el hombro antes de salir. 

-No menciones nada de esto a nadie, por favor. No quiero más problemas con Jae Joong… más de los que ya tenemos.

Nadie en ese hospital sabía las razones por las cuales Jae Joong había decidido vivir en otro país, porque tenía dos especialidades y solo ejercía una. No sería YunHo quien revelara esa información. Después de todo, él tampoco hablaba de ese tema que lo hacía llorar con tanta intensidad como el primer día.

YunHo cerró la puerta tras de sí, dejando a Changmin aún con mas preguntas. 


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Notas

En verdad amo los capítulos de la actualidad. Hay tanta tensión e historia entre YunHo y Jae Joong que poco a poco vamos a ir entendiendo. 

Espero hayan disfrutado este capítulo. Como todos, disfruté mucho escribirlo. 

Nuevamente mil gracias Arantxa por betear conmigo este capítulo, fue la mejor cita en Starbucks, hablando de shinkis, fanfics y YunJae. 

Nos vemos la siguiente semana :)


Link en ao3: https://archiveofourown.org/works/59200024/chapters/151976695 

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1 comentario :

  1. Me encantó, ahora tengo más dudas igual que Changmin pero creo que más o menos veo por donde va esto... mil gracias

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