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Tardó más de lo esperado en regresar a casa de sus padres pero cuando llegó notó que ya estaba casi todo apagado, excepto la luz de la cocina en donde se encontraban varios platos cubiertos para que no se enfriara su cena, Jae Joong hizo una nota para agradecer a su mamá por la mañana. Realmente no estaba en sus planes tardar tanto, tan solo quería dar una caminata para despejarse y tomar un poco de aire y terminó peor que cuando salió de su casa, con la presión en su pecho que no cedía, el nudo en la garganta que no podía deshacer y muchos pensamientos contradictorios sobre YunHo.
Jae Joong se quedó con YunHo hasta que dejó de llorar sin decir una palabra, en parte porque no sabía que decirle y porque el mismo YunHo le había pedido que guardara silencio y solo lo acompañara. Pero ver las lágrimas bajar por su rostro y su mirada llena de tristeza solo le recordaban la noche en la cual había decidido terminar con él y su corazón se volvía a partir en cientos de pedazos.
Al final YunHo fue quien se retiró primero, le agradeció por la compañía y después de una palmada al hombro se fue. Jae Joong se quedó quieto unos minutos más en el parque, incapaz de moverse sin que sus piernas temblaran y conteniendo las lágrimas con todas sus fuerzas.
Se quitó sus zapatos y los acomodó en la entrada, dejó su chaqueta colgada y fue a la cocina, moría de hambre.
-38 años siendo el campeón invicto de los distraídos – se escuchó desde la sala.
-¡Noona!, ¿Cuándo llegaste? – preguntó emocionado Jae Joong apresurándose a lanzarse sobre el sillón de la sala y abrazar a la mujer que ocupaba ese espacio.
-Llegue hace unas horas, quise darte una sorpresa – Soo Young le devolvió el fuerte abrazo y revolvió el cabello de su pequeño hermano.
-Funcionó – abrazó con más fuerza a su hermana hasta que ella se quejó.
-Yah, ¿me quieres matar?, ¿de dónde sacas tanta fuerza?, te ves tan delgado – lo golpeó en el brazo
-Aunque no lo creas voy al gimnasio seguido –
Jae Joong se incorporó primero para regresar a la cocina y sentarse a cenar, Soo Young tomó el asiento frente a él y solo lo observó moverse con tranquilidad. Jae Joong pudo ignorar por un momento todos sus pensamientos ahora que su hermana estaba con él. Estaba casi seguro que Soo Young haría preguntas sobre su vida en Japón en los últimos meses y eventualmente terminarían hablando de YunHo, pero intentaría evitar el tema el mayor tiempo posible, en verdad deseaba poder dejar de pensar en su ex esposo al menos por 24 horas.
La mujer lo acompañó mientras cenaban e incluso le robó un poco de su comida alegando que aún tenía hambre después de haber cenado con sus padres y las horas pasaron sin que se dieran cuenta.
-¿Hay algo que más quieras contarme? – pregunto Soo Young y revolvió con la cuchara su té. Jae Joong dudó unos segundos ante la pregunta sabiendo que no podría evitar más el tema pero lo intentaría de todos modos.
-¿Sobre qué? – preguntó Jae Joong en tono neutral y dio un sorbo a su taza con té.
-Sobre YunHo –
Sintió su cuerpo tensarse al instante en que la escuchó mencionar su nombre.
-¿Por qué habría de contarte algo sobre YunHo? –
-Porque te vi con él en el parque hace unas horas –
-¿Cómo dices? – sintió su corazón acelerarse al instante y sus manos comenzaron a sudando, por poco se le resbala la taza.
-¿Sabías que está en Gong-ju?, ¿Están juntos de nuevo? –
-No –
-¿Entonces?, ¿Qué está sucediendo Jae? – le preguntó con tranquilidad. Soo Young estiró su brazo para tomar al pelinegro de la mano y demostrarle que genuinamente estaba preocupada por él.
-Está en Tokio también – dijo el médico – Trabajando en el mismo hospital que yo –
Soo Young abrió los ojos sorprendida y se arrepintió de no haberle dicho nada respecto a YunHo en las últimas semanas. No era como que se la pasaran hablando del neurocirujano cuando tenían sus videollamadas, pero algo tan importante como que su ex esposo se mudara a la misma ciudad que él y además llegara a trabajar al mismo hospital defintivamente no era algo que se pudiera omitir en una plática con la hermana a la que más confianza le tiene, a quien considera incluso su mejor amiga. Jae Joong simplemente había decidido no mencionarlo con nadie porque aún no estaba seguro de lo que toda esa situación causaba en él, aparte de frustración y nostalgia.
Y ciertamente no estaba listo para enfrentar todos esos sentimientos.
-¿Jae Joong hace cuánto pasó esto y por qué no me lo habías contado? – le preguntó preocupada.
-Hace unos dos meses –
Soo Young se levantó de su lugar y sin soltar la mano de Jae Joong lo guió nuevamente hacia el sillón de la sala para poder sentarse junto a él y darle el apoyo que necesitaba.
-¿Y como estás? –
Jae Joong tenía la mirada agachada, observando sus pies como si ahí fuera a encontrar la respuesta a aquella pregunta. Todo mundo quería saber como estaba y él no tenía idea. Suspiró después de un tiempo.
-Me frustra mucho, me fui del país para buscar un cambio en mi estilo de vida, para sanar y salir adelante y de repente aparece en mi vida… No sé si me estuvo buscando o no pero me es muy difícil trabajar con él y ahora es más difícil evitarlo porque entre nuestros servicios hay interconsultas muy seguido –
-¿Y por qué no te cambiaste tu de trabajo o buscaste cambiar tus horarios?, no lo sé, cualquier cosa que pudieras hacer para no tener que verlo seguido –
-No quiero que me afecte – la miró a los ojos con seriedad.
“Más bien no quiero que note lo mucho que me afecta” pensó.
-No quiero hacer o dejar de hacer cosas solo porque él está ahí, no quiero estar huyendo de lugares donde me siento bien solo porque ahora también está ahí -
-¿Aún lo amas? – preguntó Soo Young sin importarle si era ir demasiado rápido en su interrogatorio. Pero podía ver en el rostro de su hermano y en todo su lenguaje corporal que eso le estaba afectando, que nunca le había dejado de afectar.
Sus ojos se cristalizaron en ese instante. Nadie se había atrevido a hacerle esa pregunta en cinco años. Ni siquiera él se había atrevido a preguntarse eso porque no estaba listo para escuchar la respuesta.
-Como el primer día – susurró aquella respuesta y soltó una lágrima.
-Oh Jae Joongie – se acercó a abrazarlo y Jae Joong escondió el rostro en el cuello de su hermana, mojando su blusa con sus lágrimas que ahora parecía no poder parar.
-Es muy difícil verlo todos los días y no estar con él – dijo entre sollozos. – Pero también es muy difícil estar junto a él. Sigue siento igual de terco y sarcástico y carismático e insoportable – Soo Young no pudo evitar reír. Jae Joong agradeció que le acariciara la espalda y lo dejara quejarse.
Se separó de su hermana y se limpió las lágrimas. No quería pensar más en YunHo, no quería enfrentarse a sus sentimientos. Sentir aún algo por YunHo no significaba que quisiera volver con él y como era tan doloroso pensar en ello prefería suprimir y encapsular sus sentimientos en la mayor medida posible. Era precisamente una de las principales razones por las que había decidido salir de Corea. Estando en Japón nada le recordaba a YunHo, no tenía ni siquiera que esforzarse en darle nuevos significados a lugares o situaciones que eran especiales en pareja, simplemente creaba nuevos recuerdos para él mismo.
Hasta ahora.
Ya ni siquiera su cambio de especialidad lo ayudaba tanto tampoco. Estar en urgencias lo obligaba a mantener su mente ocupada, además de que el tipo de pacientes en urgencias era completamente diferente a los que veía en oncología. Si bien muchos de sus pacientes cuando era oncólogo se recuperaban o entraban en remisión de sus enfermedades, cuando no había nada más que hacer por ellos los veía tener muertes lentes y dolorosas. En urgencias por lo menor las cosas sucedían con la velocidad suficiente para no alcanzar a encariñarse con ningún paciente.
Pero ahora con YunHo ahí todo el tiempo, invadiendo su espacio personal y profesional, Jae Joong simplemente sentía que todo se estaba escapando de su control y esta vez no tenía a donde más escapar.
-No sé qué hacer noona, me duele amarlo y él no se aleja, no piensa hacerlo, ya me lo dejó bien claro –
-¿No crees que es tiempo de que vayas a terapia Jae Joongie?, no puedes seguir sufriendo así. – le aconsejó Soo Young.
-Ya he ido a terapia, no ha funcionado mucho –
-Fuiste a terapia por la muerte de Seung Jae bebé, no por tu divorcio –
-No lo sé… - dudó.
Realmente nunca había considerado esa opción.
-Pasaste por algo horrible Jae, ambos pasaron por el peor dolor que un padre puede experimentar y no puedes recuperar a Seung Jae – le limpió las lágrimas con el pulgar y lo miró con ternura – pero podrías recuperar a YunHo –
-Ambos nos hicimos mucho daño noona – dijo en voz baja, casi un susurro.
-Lo sé Jae Joongie, lo sé, pero YunHo está ahí de nuevo después de tantos años, puedes recuperar lo que queda de tu familia -
Jae Joong no pudo dormir casi nada esa noche.
Despertó la mañana siguiente con un ligero dolor de cabeza y la cara hinchada por llorar hasta quedarse dormido. Escuchaba más ruido de lo normal para ser apenas las 10 a.m. pero supuso que otras de sus hermanas acababan de llegar a casa con sus familias y fue a tomar una ducha y poder salir listo a saludarlas.
Salió de su habitación con ropa cómoda y aún con el cabello húmedo y bajó las escaleras lentamente, el olor del desayuno llegaba hasta donde estaba y sonrió. Pensar en convivir con toda su familia lo ponía de muy buen humor, a pesar de los acontecimientos del día anterior. Una de sus sobrinas corrió a abrazarlo en cuanto entró al comedor y Jae Joong sonrió al cargar a la pequeña.
-¡Tío Jae!, ¡Te extrañé! –
-Yo también preciosa, muchísimo – le dio un beso en la mejilla y la niña rió. Sin soltarla abrazó a dos de sus hermanas y a sus esposos, todos felices por verlo después de tanto tiempo. Sus padres estaban sentados en el comedor tomando una taza de té, observándolos con calma.
Después de todo el ritual de saludos empezaron a llevar los platos a la mesa para poder almorzar juntos. Fue hasta ese momento que Jae Joong se dio cuenta que faltaba una persona.
-¿Dónde está Soo Young-noona? – preguntó de repente Jae Joong después de escanear la sala.
-Fue a comprar unas cosas que me hacían falta – dijo Jae Rin mientras se servía de comer.
Justo en ese momento la puerta se abrió y entró Soo Young saludando a todos.
-¡Umma! Espero no te moleste que trajera a alguien – anunció desde la entrada mientras se quitaba sus zapatos, su invitado aún no se dejaba ver.
-Para nada, ¿Pero quien viene? – preguntó sin moverse de su lugar.
-Hola Umma – habló el invitado.
-Tiene que ser una broma – susurró Jae Joong, tenía sus ojos cerrados y se negaba a voltear a la puerta ante la familiar voz.
-¿YunHo-ah? – su madre se levantó de inmediato y fue a recibirlo. El resto de su familia se quedó en silencio al escuchar el nombre y fue entonces que Jae Joong se atrevió a abrir los ojos, dándose cuenta de que todas las miradas iban de él a YunHo y de regreso a él. –¡Qué milagro, que felicidad Yunhie! – la mujer lo abrazó en la entrada. YunHo sonrió y se agachó un poco para quedar a la altura de su ex suegra y poderla abrazar apropiadamente.
Jae Joong volteó a ver a Soo Young furioso y ella solo encogió los hombros y dijo
-Me lo encontré en la calle a punto de comer en un puesto, mejor lo traje para que no pasara frío –
-Que linda persona eres – dijo sarcásticamente Jae Joong.
YunHo fue invitado a sentarse con todos en el comedor. Uno de sus cuñados, quien estaba sentado a un lado de Jae Joong, estaba a punto de moverse para cederle el asiento a YunHo pero antes de que pudiera levantarse Jae Joong lo tomó de la muñeca con fuerza para retenerlo en su lugar.
-Aquí estás bien Kyumin-ah –
Al final YunHo terminó sentándose a un lado de su mamá y enfrente él.
-¿Cómo has estado Yunhie? Hace tanto que no te veíamos, que bueno es tenerte de visita cariño – dijo Jae Rin feliz.
-Umma… - se quejó en voz baja Jae Joong pero fue ignorado por su madre. El pelinegro volteó a ver a su hermana con molestia y ella solo le sonrió y con la mirada le dijo “cállate y come”.
Sabía que su familia amaba a YunHo, se lo dejaron saber desde que lo presentó con sus papás y les confesó el tipo de relación que tenían. Su madre siempre ha dicho, incluso en estos años que han estado separados, que es un hombre encantador y carismático y por ello estuvieron tan reacios a aceptar su divorcio.
Podía notar la incomodidad de YunHo con solo verlo, el hombre le dirigía la mirada de vez en cuando y ponía su atención en cualquier otra persona de su familia que estuviera hablando, sus padres le preguntaban por su salud, su trabajo y por su familia en Gwang-ju. Jae Joong solo comía en silencio y lo miraba molesto.
-¿Cómo te ha ido querido? – preguntó Jae Rin a YunHo.
-Muy bien, conseguí trabajo en un muy buen hospital y me está yendo excelente – respondió YunHo feliz mientras comía. Jae Joong lo escuchó y resopló molesto.
-¿Ah sí?, ¿En dónde? – preguntó ahora Hyuk Su, su padre.
-En Tokio – dijo YunHo.
Jae Rin volteó a ver a Jae Joong y de nuevo a YunHo.
-No me digas que trabajas en el mismo hospital que Jae Joongie – dijo con algo de sarcasmo su padre y Jae Joong supo que Jae Rin aún no había platicado nada con su esposo sobre lo que él le había contado en su cuarto la tarde anterior.
-Así es – respondió YunHo con una ligera sonrisa de satisfacción y sin dejar de ver a Jae Joong, quien se sonrojó y se levantó molesto de la mesa.
-Voy a retirarme, gracias por la comida – tomó su plato vacío y fue a la cocina.
-No le hagas caso, parece un niño chiquito en estos momentos – Escuchó decir a Soo Young desde el comedor. Hasta cierto punto se sentía traicionado por su hermana, después de haberle confesado que seguía amando a Yunho, de confiarle sus sentimientos y su conflicto interno, ¿lo primero que hizo fue traerlo a su casa?, quería enojarse con alguien pero se sentía incapaz de ello. A final de cuentas, su familia estaba feliz con la presencia de YunHo y su hermana solo estaba intentando reunirlos de nuevo, a su manera, la cual siempre había sido dura y directa.
Fue a tomar su chaqueta del perchero de la entrada y caminó hacia el patio trasero.
-Jae Joong es el único loco que adora salir con este frío – escuchó decir a YunHo antes de cerrar la puerta detrás de él.
El jardín trasero estaba completamente blanco, había empezado a nevar de nuevo un par de horas antes. Jae Joong fue a sentarse al columpio que colgaba del árbol más grande del jardín, en el cual solía jugar con sus hermanas cuando eran niños y también el que tuvo que reparar YunHo varias veces para que Seung Jae jugara con sus primos. Extendió su brazo para atrapar unos cuantos copos de nieve en sus guantes mientras se balanceaba cuando escuchó la puerta abrirse y cerrarse nuevamente a lo lejos.
-Dios Jae Joong, solo tú disfrutas estar entre la nieve – dijo YunHo avanzando hacia él.
-¿Qué haces aquí? – preguntó Jae Joong en cuanto lo tuvo enfrente.
-Soo Young me invitó -
-¿Qué hacías con Soo Young? ¿Ahora planeas atacar por otro lado para acercarte a mi? – preguntó fastidiado
-No te quiero atacar Jae Joong, todo lo que dijo tu hermana es cierto, nos encontramos por casualidad y me invitó, fue todo –
-¿Y no pudiste negarte? –
-¿Tú puedes decirle que no a Soo Young? – le regresó la pregunta. Jae Joong no pudo evitar sonreír, su hermana era una persona muy insistente y siempre obtenía lo que quería.
-Noona traidora – dijo en voz baja Jae Joong
-Creo que tu familia más bien es lo suficientemente madura para saber que nuestra separación no tiene nada que ver con ellos –
-Claro – Jae Joong no sabía que más decir. YunHo seguía de pie frente a él, viéndose aún más alto desde su posición en el columpio. Quería discutir más con él, encontrar una razón para hacer que se fuera, pero no quería ser grosero con su familia y tampoco quería obligar a YunHo a irse manejando hasta Gwang-ju con tanta nieve en la carretera, así que no tuvo más remedio que aceptar su visita con la esperanza de que fuera rápida.
Desvió la mirada hacia sus pies observando sus tenis cubiertos de nieve y volvió a balancearse, casi golpeando a YunHo con sus pies al tomar impulso en el columpio.
-¡Oye! ¿Qué te pasa? – le reclamó y se hizo a un lado.
-Lo siento estabas en mi camino – continuó moviendo el columpio.
YunHo suspiró y peinó su cabello hacia atrás. Se movió unos cuantos pasos alrededor de Jae Joong y se colocó detrás de él, justo a la distancia exacta para no ser golpeado.
-¿Qué haces? – preguntó Jae Joong volteando hacia atrás
-Te ayudo a tomar impulso – cuando estuvo cerca de YunHo este puso sus manos en su espalda y lo empujó con fuerza, Jae Joong llegó más arriba.
-¡Oye lo estás haciendo muy fuerte! –
-Creí que eso te gustaba – lo empujó de nuevo – Por eso me pateaste –
Jae Joong gritó de nuevo pero YunHo lo ignoró y siguió empujándolo cada vez que volvía a él hasta que decidió saltar y caer en la nieve. Miró a YunHo desde el piso, el hombre tenía una sonrisa burlona en su rostro. Se levantó y sacudió la nieve de su pantalón, intentando mantener la seriedad en su rostro.
-Eres un tonto – YunHo soltó una carcajada al escucharlo. Se dio la media vuelta y comenzó a caminar de regreso al interior de su casa pero YunHo lo alcanzó y lo tomó de la muñeca.
-Déjame ir adentro, tengo frío – dijo forcejeando contra el firme agarre del mayor.
-Qué mentiroso eres –
-Solo suéltame YunHo –agitó su brazo con fuera para zafarse y comenzó a caminar hacia la entrada de la casa. Había caminado solo unos pasos cuando sintió un golpe frío en la nuca y volteó con la boca abierta hacia YunHo quien tenía una bola de nieve en su mano izquierda y restos de nieve en la derecha.
-No lo hiciste – dijo Jae Joong.
-¿Qué cosa? – miró la bola de nieve en su mano – Oh, ¿te refieres a esto? – sonrió con un tinte travieso y le lanzó la otra bola que dio directo en su pecho.
Jae Joong le gritó y se agachó para agarrar nieve y lanzarle una bola también. Su lado sensato le decía que simplemente se fuera, que no cayera en provocaciones y mucho menos ante cosas tan tontas como una pelea en la nieve. Su lado orgulloso por otro lado era mucho más fuerte y lo hacía responder a los ataques de YunHo.
Estuvieron en guerra por un buen rato, sus manos estaban completamente heladas y entumidas a pesar de que tenían pares de guantes gruesos cubriéndolas y sus cabellos estaban mojados de tantas veces que dirigieron los proyectiles a la cabeza del otro. Jae Joong respiraba agitadamente por correr tanto y se sentó un momento en el suelo, entonces vio como YunHo, quien no se rendía con tanta facilidad, estaba cargando una gran bola de nieve con sus dos brazos y Jae Joong se levantó de inmediato de su lugar para ir a taclear a YunHo y evitar que le lanzara todo eso.
-¿Quieres matarme? – gritó YunHo casi riéndose cuando ambos cayeron al suelo y la nieve los cubrió a ambos. Jae Joong sentía su espalda completamente mojada y fría porque toda la nieve le cayó encima de todos modos, pero ninguno se movió de su posición. Sus cuerpos estaban pegados al estar Jae Joong encima de YunHo y sus rostros estaban muy cerca. YunHo rodeó la espalda de Jae Joong con sus brazos y se quitó los guantes, los dejó sobre su espalda y acercó su mano hacia la pálida mejilla del pelinegro.
-Estás helado – dijo Jae Joong al sentir el contacto en su cara.
-Tú también – pasó sus dedos por debajo del cabello que caía en la frente de su ex esposo y lo echó para atrás, manteniéndolo aplacado porque estaba mojado.
-Estás loco –.
-Lo sé – respondió YunHo y pasó su mano detrás de la cabeza de Jae Joong y cerró la distancia entre ellos.
Notas finales:
Ay Jaejoongie, no puedes resistirte tanto a YunHo verdad?
¿Es que quien en su sano juicio se resiste a YunHo?
ResponderEliminarYo creo que JJ debería tomar terapia para entender muchas cosas y YH igual, porque no es como que sea todo perfección con el~ en fin, muchas gracias por la actu uwu