martes, 7 de enero de 2025

Broken: Capítulo 14

 


(YUNHO POV)

17 años antes

Desde que había iniciado una relación con Jae Joong, esa era la primera vez que estaban separados tanto tiempo. Eran vacaciones de verano y se habían ido a sus respectivas ciudades, por lo que YunHo llevaba dos semanas hablando solo por teléfono con su novio. 

-¿Aún te sientes mal? – preguntó YunHo. Estaba acostado en su cuarto después de la cena, teniendo su llamada de todas las noches con Jae Joong. Este le había dicho durante el día que sospechaba tener una gastroenteritis, había vomitado un par de veces y tenía dolor abdominal. 

-Un poco, pero creo que si podré dormir – 

-Cualquier cosa márcame ¿okay? – le dijo YunHo intentando sonar serio. Estaba seguro que Jae Joong estaría bien en uno o dos días pero lo único que deseaba era poder ir a Gong-ju a cuidarlo. Sabía sonaba muy cursi con todo lo que estaba pensando pero no podía evitarlo, en pocas semanas Jae Joong se había convertido en la persona más importante de su vida. 


Por la mañana YunHo despertó con una llamada a las 6:00 am, pensó en ignorarla porque era muy temprano aún pero tomó el teléfono sin abrir los ojos y contestó.

-¿Hola? – 

 -¿YunHo-ssi? – se escuchó la voz de una mujer del otro lado de la línea. YunHo observó la pantalla de celular por un momento y se dio cuenta que lo estaban llamando desde el teléfono de Jae Joong. 

-¿Si? – 

-Soy Soo Young, una de las hermanas de Jae Joong – 

No entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando pero le dio a entender a Soo Young que la estaba escuchando. Se sentó en la cama para despertar bien y poder poner atención.

-Jae Joongie está entrando a quirófano, lo van a operar por apendicitis aguda, me dio su teléfono cuando llegamos al hospital y me pidió que te avisara – 

YunHo sintió como si el estómago se le cayera hasta los pies. Apenas unas horas antes recordaba escuchar a su novio relativamente sano antes de despedirse y ahora estaba por entrar a cirugía. 

-¿Puedo ir? – 

-¿Vendrás desde Gwang-ju? – preguntó sorprendida Soo Young. 

-Si… solo son cuatro horas en autobús – 

-Claro YunHo, te enviaré la dirección desde mi teléfono, estamos en contacto, por favor ten cuidado, y no te apures, Jae Joong estará aquí cuando llegues – 

-Gracias noona, mantenme informado sobre su estado por favor – Y después de decir aquello colgó. Todo el sueño que pudiera tener se había esfumado para cuando terminó la llamada y se metió a bañar rápidamente. Tenía que preparar una maleta para varios días y explicar a su familia sobre su repentino viaje. 

Media hora después salió de su cuarto con una mochila y su cartera y teléfono en la mano, pasó a la cocina para tomar agua y se encontró a su madre, recién levantándose para preparar el desayuno de su padre. 

-¿YunHo-ah? – 

-Umma… - 

-¿A dónde vas tan temprano? – preguntó al observar la mochila. 

-Voy a Gong-ju, Jae Joong está en el hospital – 

-¿Está bien? – preguntó preocupada 

-Eso creo, espero… - se escuchaba la angustia en la voz de YunHo – Lo operarán por apendicitis – 

-¿Seguro que quieres irte en este momento?, podrías esperar a que te den más noticias sobre él e ir con más calma – sugirió su madre. 

-Quiero estar con él cuando despierte – 

Sabía que no le agradaba mucho la idea a su madre. Su familia aún no estaba completamente de acuerdo sobre su orientación sexual pero decidieron no interferir cuando cumplió la mayoría de edad y sobre todo, cuando se dieron cuenta de que había estado más feliz en el último par de meses. 

Comió algo rápido,  se despidió sin dar oportunidad para que le dijeran algo más y salió de casa. Compraría boleto para el primer autobús que saliera a Gong-ju. Estaba cansado, no había podido dormir bien durante la noche pero no le importó mucho, le esperaba cuatro horas de camino a la ciudad natal de Jae Joong, ese sería su momento de descanso. 


Se encontró con Soo Young en la central de autobuses para ir juntos al hospital. Jae Joong ya le había dicho que tenía ocho hermanas mayores y como era su relación con cada una de ellas. Todas lo querían y cuidaban mucho, pero Soo Young era la más cercana a él. 

Hasta ese momento YunHo no había caído en cuenta que era la primera vez que vería en persona a la familia de su novio, y pensar en conocer a sus padres lo hizo ponerse nervioso. 

-No estés nervioso – le dijo Soo Young como si pudiera leer su mente. Se acababan de estacionar afuera del hospital. 

-Jae Joong y yo tenemos solo un par de meses siendo novios, no esperaba que fuera esta la manera de conocer a su familia – 

-Lo sé, estoy segura que Jae Joongie piensa lo mismo, él siempre quiere hacer las cosas perfectas – sonrió y puso una mano sobre su hombro en un intento de tranquilizarlo – Pero mis padres te van a adorar YunHo, eres muy lindo – 

YunHo se sonrojó, bajó la mirada y asintió levemente. 

Realmente esperaba que todo saliera bien. 

Se bajaron juntos y siguió a Soo Young dentro del hospital y por más que se repitió a si mismo las palabras de su cuñada, sentía como sus manos sudaban y su corazón latía más rápido con cada paso que daban. Cuando llegaron al piso de cirugía se encontraron a Hyuk Su, el padre de Jae Joong, afuera del cuarto. Acababan de trasladar al joven a una habitación después de estar tres horas en cuidados postoperatorios y su madre estaba asegurándose de que estuviera bien instalado. 

-¿Cómo sigue Jae Joongie? – preguntó Soo Young y fue a abrazar a su padre. El hombre, sin soltar a su hija, volteó a ver a YunHo y después a Soo Young, esperando que los presentaran. 

-Despertó hace un rato, tu madre le está poniendo otra cobija porque dijo que tenía frío – 

-Como un bebé – dijo Soo Young. 

-¿Me vas a presentar a este muchacho? – preguntó Hyuk Su.

-Debería presentártelo Jae Joongie, es su novio – 

YunHo se sonrojó al escucharla decir aquello. Él en su familia no podía decir esas cosas tan a la ligera ni tan abiertamente, aún era difícil para ellos asimilar que tuviera novio, así que siempre se referían a Jae Joong como “su amigo”. 

Hyuk Su se acercó a él y lo observó con detenimiento por unos segundos en los que YunHo estuvo casi seguro que terminaría tomando el autobús de regreso a Gwang-ju en cualquier instante pero después recibió una sonrisa. 

-Así que tú eres el famoso YunHo – le dio unas palmadas en el brazo – Jae Joong no para de hablar de ti – 

YunHo hizo una pequeña reverencia y se presentó aún apenado.

-Soy Jung YunHo, es un placer conocerlo – 

-¿Quieres pasar a ver a Jae Joong? – 

-Si, por favor – respondió con una sonrisa. Hyuk Su abrió la puerta del cuarto para dejarlo pasar y Jae Rin volteó a verlos. 

-Jae Joongie tiene una visita – dijo Hyuk Su y Jae Rin sonrió. 

-Hola, mucho gusto, soy Jung YunHo – 

-Ah, Yunhie-ah, que gusto por fin conocerte, Jae Joongie nos habló de ti – la mujer fue a recibirlo con un abrazo que lo tomó por sorpresa y se agachó un poco para estar a la altura de su suegra y poder corresponderlo. 

-El gusto es mío, Jae Joongie me ha hablado mucho de ustedes también – la tensión en su cuerpo se había disipado por completo una vez que saludó a los padres de su novio y sintió una calidez en su pecho que lo hizo feliz. 

-¿YunHo-ah? – se escuchó la voz de Jae Joong y se acercó a la cama. 

-Aún está un poco drogado – dijo Jae Rin – Los dejaré solos un momento, iremos por algo de comer – le dio unas palmadas suaves en la espalda y YunHo hizo una pequeña reverencia como agradecimiento.

-Hey ¿cómo te sientes? – preguntó YunHo en cuanto cerraron la puerta y estuvo junto a la cama de Jae Joong. 

-Mejor, creo… al menos ya no duele – sonrió un poco y frunció los labios, en espera de un beso. YunHo se agachó para darle un rápido beso en los labios y después en su frente. 

-Por ahora, en lo que se te pasa por completo la anestesia – acercó una silla y se sentó a su lado, tomando su mano y jugando con sus dedos -¿Por qué no me dijiste que te sentías tan mal? – 

-No me dolía tanto cuando nos despedimos anoche – respondió Jae Joong y escuchó como se le entrecortaba la voz – Fue en la madrugada cuando me despertó el dolor y me trajeron a urgencias – 

YunHo peinó su cabello hacia atrás y acarició su rostro con cuidado. 

-Debiste estar muy asustado – 

Jae Joong asintió y cerró sus ojos con fuerza, dejando que las lágrimas bajaran por su rostro. 

-¿Cuándo llegaste? – preguntó Jae Joong unos minutos después. YunHo había estado realmente preocupado por su novio pero cuando pudo entrar al cuarto y verlo despierto sintió tanto alivio, que ahora lo único que quería era reírse de él porque le tomaba mucho tiempo formular oraciones debido al efecto de la anestesia, pero se contuvo, sabía que si se burlaba de él en ese momento el pelinegro solo se pondría a llorar en vez de reírse con él. 

-Hace poco, Soo Young-noona me marcó a las seis de la mañana y me despertó, tomé el primer autobús – 

-Pero Gwang-ju está muy lejos – 

-Dormí en el camino, el tiempo se pasó rápido – 

-¿Tus padres estuvieron de acuerdo? – 

El mayor asintió, no podía decir que le dieron permiso pero tampoco lo detuvieron al salir de su casa. Jae Joong estaba al tanto de la situación con su familia y agradecía que fuera muy comprensivo al respecto. 

Después de un rato YunHo subió a la cama de Jae Joong y se acostó en la orilla a su izquierda, estaba seguro de que cualquier movimiento lo haría caerse, pero hizo su mayor esfuerzo por mantener el equilibrio, apoyó su codo a un lado de la cabeza de Jae Joong y se levantó un poco para poder mirarlo y con su mano libre le acarició el cabello.

-¿Qué te gusta que te hagan cuando estás enfermo? – le preguntó. Jae Joong lo miró sin entender bien a que se refería. 

-¿Cómo? – 

-Si, por ejemplo cuando yo me siento mal me gusta que me acaricien el cabello, así como estoy haciendo ahorita – continuó pasando su mano suavemente por la cabeza del menor. Jae Joong cerró los ojos un momento disfrutando el contacto. 

-Me gusta que me abracen y me acaricien la espalda – respondió. YunHo bajó su mano y acarició ahora su hombro y su brazo – Aunque no creo que sea buena idea intentar dormir de lado para que me abraces – 

-Creo que no – sonrió – Pero puedo abrazarte así – YunHo continuó abrazándolo y dándole cariño y Jae Joong volvió a cerrar sus ojos. Podía notar que tenía sueño y luchaba por mantenerse despierto. 

-Tengo sueño – 

-Duerme bebé, aquí estaré – le prometió YunHo. 

Asintió levemente y dejó de luchar contra sus ojos que era cada vez más difícil abrir conforme pasaban los minutos. 

-Yunhie – dijo Jae Joong en voz baja. 

-¿Mhm? – 

-Te amo – Yunho sintió su corazón palpitar más rápido y como su pecho se llenaba de emociones, tanto que era imposible contenerlas. Era la primera vez que Jae Joong le decía que lo amaba. 

-Yo también te amo Jae – se acercó a besar sus labios. 

-No es la anestesia – dijo cuando se separaron y YunHo sonrió – Solo tengo sueño – terminó de hablar y él solo asintió, entendiendo a que se refería. Incluso si aquella confesión hubiera sido bajo los efectos de algún medicamento, YunHo sería feliz porque sabía que era completamente sincero. 

-Te creo - 

-Yun- lo llamó de nuevo. 

-Dime Jae Joongie – 

-Gracias por venir – 

-Siempre iré hacia ti Jae Joongie, donde quiera que estés – le dio un beso en la frente y después de eso se quedó dormido envuelto en su abrazo. 

“Voy a casarme con él”

Sonaba precipitado pues llevaban dos meses siendo oficialmente novios, pero en ese momento, teniendo al menor en sus brazos y cuidándolo mientras dormía, YunHo supo que quería pasar el resto de su vida con Kim Jae Joong. 


5 años antes

Su casa quedó en completo silencio. Jae Joong acababa de cerrar la puerta con fuerza y lo había dejado solo. Se quedó de pie frente a la puerta esperando que se abriera de nuevo, esperando que su esposo entrara.

Se quedó esperando que Jae Joong volviera.

Hasta que entendió que nunca lo haría. 

YunHo perdió la cuenta de las veces que marcó el número de Jae Joong sin obtener respuesta, y solo dejó de intentar cuando se quedó dormido llorando en el sillón de la sala con el teléfono en la mano. 

Despertó la mañana siguiente con el sonido del timbre y rápidamente fue a abrir, esperando encontrar a Jae Joong. Le pareció raro que no trajera sus llaves, pero tal vez las había perdido, o las había olvidado al salir tan apurado la noche anterior, pero nuevamente perdió sus esperanzas cuando abrió la puerta y vio a Park YooChun, el mejor amigo de Jae Joong. 

-YunHo-ah -YooChun se veía serio y avergonzado – No me gusta vernos de esta forma pero… -

-¿Jae Joong te mandó por sus cosas? – interrumpió YunHo y YooChun solo asintió, mirándolo con lástima. No tuvo tiempo de verse en el espejo antes de abrir la puerta pero estaba seguro que tenía la cara hinchada y los ojos rojos por haber llorado durante tantas horas. 

-Pasa – se hizo a un lado para dejar a YooChun entrar y fueron hasta su cuarto. Su amigo se quedó de pie en la entrada de la habitación observando el desorden en ella. Había algunos cajones abiertos y varias prendas de ropa en el suelo y en la cama. YunHo encendió la luz del closet y sacó una maleta – Esto es de Jae Joong, toma lo que necesites – 

-¿Estás seguro? – 

-No… - su voz se cortó, el nudo en su garganta se volvió más difícil de deshacer y no pudo detener las lágrimas un momento más - ¿Está bien?, ¿Está a salvo? – preguntó. 

No podía ni quería entender las razones de Jae Joong para irse. Pero aún con todos los problemas que pudieran tener al menos esperaba que su esposo estuviera sano y salvo. 

-Lo escuché triste, me marcó llorando, pero no me contó mucho la verdad – respondió YooChun mientras comenzaba a empacar algunas cosas de Jae Joong en la maleta. – En verdad lo siento YunHo, no esperaba que hiciera esto, nunca me dijo nada – se quedaron en silencio unos minutos, YooChun terminó lo más rápido que pudo y salieron de nuevo a la sala. – También me pidió sus documentos, su pasaporte y título – 

-¿Se quiere ir del país? – preguntó incrédulo. 

-No lo sé – 

YunHo buscó los documentos solicitados y se los entregó a YooChun 

-Por favor dime cualquier cosa que sepas de él, no quiero hacer las cosas más difíciles, por eso te estoy entregando sus cosas sin poner resistencia, pero no quiero… no puedo dejarlo ir tan fácil Chun – 

-Por supuesto YunHo, cualquier cosa que necesites sabes que puedes llamarme – guardó la carpeta de documentos en uno de los bolsillos exteriores de la maleta – Sé que están pasando por un momento muy difícil, pero Jae Joong te ama, por más terco y orgulloso que sea – 


1 año antes

YunHo recibió en su escritorio una pila de papeles por parte de su estudiante. Tenía cuatro años viviendo en Estados Unidos y aún no entendía porque cuando le pedía a sus alumnos traer artículos sobre un tema en específico al laboratorio para discutir sus proyectos de investigación, traían consigo todo el artículo impreso. Podían solo llevarlo en su computadora o su teléfono.

“Es un desperdicio de papel” 

Después de divorciarse de Jae Joong aplicó para una alta especialidad en cirugía endovascular y se fue del país. Hacer esa especialidad siempre había sido un sueño, pero nunca pensó en ir a estudiar al extranjero. Si las cosas no hubieran resultado de aquella forma tan trágica él perfectamente lo hubiera hecho en Corea del Sur, había excelentes hospitales y maestros ahí también, pero cuando se inscribió lo único que pudo pensar fue en estar lejos de todas las cosas que le recordaban a Jae Joong. 

-¿Cuántas veces les he dicho que no es necesario traer impresos los artículos? – 

-Lo siento doctor – contestó su alumno – Me gusta más tenerlos impresos para hacer mis notas y poder subrayas las cosas que me parecen importantes – 

El neurocirujano suspiró cansado y lo dejó pasar, no ganaba nada por pelear con un estudiante sobre algo tan tonto. Se puso de pie y preparó una taza de café para ambos, el joven médico le agradeció cuando le ofreció una taza y se fue a sentar en el otro extremo de la oficina para trabajar en su computadora. 

Una de las condiciones que YunHo tuvo que aceptar para poder quedarse en Estados Unidos a trabajar como neurocirujano fue dar clases a los estudiantes de pregrado. El sistema era muy diferente al que estaba acostumbrado y los estudiantes también, pero admitía que le gustaba. Aquellas mentes tan jóvenes siempre tenían ideas innovadoras y eso lo motivó a mejorar como maestro, como médico y como investigador. Ahora, después de 2 años, tenía por fin un laboratorio donde podía trabajar y cada semestre reclutaba a un nuevo estudiante para ser su aprendiz. 

-Encontré un artículo muy interesante que creo que puede servir en nuestro proyecto – dijo Sam, su estudiante. 

-De hecho fue una colaboración entre universidades en Asia, tal vez está al más informado que yo al respecto, pero lo traje de todos modos – se puso de pie y fue hasta su escritorio a revolver entre todas las hojas que tenía YunHo frente a él. Nunca dejaba de sorprenderle la confianza con la que se desenvolvían sus estudiantes en ese país, en Corea nadie se hubiera acercado a mover las cosas de su escritorio sin pedir permiso antes. Sam tomó las hojas en sus manos y las puso encima de las demás. 

-¿Es este? – 

-Si, puede leerlo si gusta, hice algunas notas en los costados y al final – Regresó a su lugar y se puso sus audífonos para ahora si ponerse a trabajar. 

YunHo tomó el artículo con una mano y mantuvo su café en la otra para tomar mientras leía. De repente dejó caer su taza, manchando su pantalón y el piso. 

-¡Maldición! – exclamó YunHo y se levantó rápidamente. Sam se levantó también y se quitó los audífonos de inmediato al escucharlo gritar. 

-¡Doctor Jung! ¿Está bien? – fue rápido a ayudarlo a limpiar el desastre pero a YunHo aquello era lo que menos le importaba. Miró de nuevo las hojas en su mano, arrugadas por el fuerte agarre. 

Initial Emergency Room Triage of Acute Ischemic Stroke

Kim Jae-Joong, Tanaka Kinshi, Yamanashi Irie y colaboradores.

Tenía que ser una coincidencia. 

¿Por qué Jae Joong aparecería en un artículo sobre medicina de urgencias y neurocirugía?

-¿Doctor? – habló de nuevo Sam. El mencionado lo volteó a ver y se alejó del escritorio para que pudieran pasar a limpiar, tomó su computadora y se fue a sentar a otro lugar, cerca de donde estaba Sam hace unos segundos.

-¿Está bien? – repitió 

-Yo… si – respondió nervioso – Solo necesito buscar algo – 

Abrió su computadora y buscó el artículo que tenía en sus manos, dio click en el nombre del investigador principal y encontró algunos más bajo su nombre, todos sobre temas relacionados a urgencias. 

Entonces encontró un video en YouTube sobre una de las más recientes conferencias y por fin lo vio. 

Era Jae Joong. 

Su Jae joong. 

Hablando apasionadamente sobre su investigación en un congreso en China. 

-Necesito irme – dijo YunHo sin mirar a Sam – Estamos libres por hoy, te veo mañana – 

Manejó rápidamente a su departamento y una vez ahí se dedicó a buscar toda la información sobre Jae Joong. 

Un par de horas después, YunHo se encontraba temblando frente al monitor. Tenía varias pestañas abiertas, cada artículo descargado, cada video y cada foto guardados y muchas emociones dentro de su ser que no podía empezar a describir ninguna de ellas porque todo era simplemente demasiado para él. Por un tiempo había pensado que Jae Joong nunca volvería a ejercer la medicina, y no lo culpaba, revivir el dolor de la muerte de su hijo en cada paciente que perdía debía ser lo más horrendo que le puede pasar a alguien. Pero Jae Joong estaba muerto en vida en los últimos meses de su relación, incluso después de su intento de suicidio, del cual nunca más volvieron a hablar, Jae Joong simplemente volvió a trabajar como si nada, sin comentar nada, y un día solo explotó y decidió dejarlo. 

Pensó en la posibilidad de despertar un día con la noticia de que se había lastimado de nuevo, o peor aún, que había logrado esta vez quitarse la vida. Y YunHo simplemente no podía con esos pensamientos. Por eso se mudó a Estados Unidos y no había pisado Corea en todo ese tiempo, por eso borró sus redes sociales y cambió su teléfono y por eso no volvió a buscar nunca a Kim Jae Joong. 

Pero verlo en su pantalla, sonriendo, trabajando y disfrutando de lo que hacía como antes, le hizo darse cuenta del grave error que había cometido. 

Tal vez debió insistir más. 

Tal vez debió seguirlo hasta el final. 

Tal vez seguirían juntos si no se hubiera rendido tan rápido. Si no hubiera tenido tanto miedo de verlo sufrir de nuevo. 

Abrió una nueva pestaña en el navegador y buscó: ¿Cómo revalidar la carrera de neurocirugía en Japón? 

Todo era muy confuso, aparentemente más complicado que en Estados Unidos, pero YunHo pensó que si ya había podido con una de las especialidades más demandantes en dos países, podía hacerlo en un tercero. Sonaba sumamente descabellada la idea de dejarlo todo y mudarse a Japón solo para seguir a Jae Joong pero no podía darse el lujo de rendirse de nuevo, no cuando parecía que el destino le estaba dando una nueva oportunidad para recuperar al amor de su vida. 

-Te dije que iría por ti a donde sea Jae Joongie – 

Ordenó unos libros para refrescar su ya oxidado japonés y se puso a estudiar una semana después y preparar una buena aplicación para trabajar en Tokio. 

Pronto se reencontraría de nuevo con Jae Joong y las cosas mejorarían para ambos. Sanaría el corazón de ambos y no volvería a soltarlo jamás. 



Sentía que había dormido por mucho tiempo pero no había descansado absolutamente nada, no tenía idea de donde estaba, lo último que recordaba fue estar caminando por la calle.

-Jae Joong-ah… - fue lo primero que dijo cuando pudo distinguir con sus ojos entreabiertos la silueta de un hombre. -Tu… maldito… terco - 

-¿YunHo? – 

Esa no era la voz de Jae Joong.

Hizo un esfuerzo por abrir bien sus ojos a pesar de que la luz del cuarto lo cegaba y cuando por fin pudo enfocar bien la vista se dio cuenta de que era Changmin quien estaba frente a él. 

-¿Changmin?, ¿Qué pasó? – Intentó moverse y sintió el dolor recorrerle toda la pierna, fue hasta ese momento que se dio cuenta de que una de sus piernas estaba elevada, inmobilizada y con clavos. 

-Tuviste un accidente anoche –

Volvió a cerrar los ojos y llevó una mano a su rostro, tocando la herida en su frente. 

-¿Qué tan malo? – 

-Lo suficiente para que tuvieras una cirugía de urgencia – respondió Changmin – Lo más grave fue tu fractura de fémur la verdad – 

Suspiró al escuchar la respuesta e intentó acomodarse un poco en la cama sin mucho éxito, moverse sin sentir dolor era muy difícil. Changmin se acercó de nuevo y se ofreció a ayudarlo. 

-Tu familia está aquí, les dije que tenía que revisarte y les pedí que esperaran afuera – 

-¿Quién los llamó?, nunca di el contacto de ellos – preguntó YunHo extrañado. Él solo tenía a una persona como su contacto de emergencia.

-El doctor Kim – 

-¿Jae Joong estuvo aquí? – 

-Si… tu familia no lo quiere mucho ¿cierto? – mientras hablaba se movía por la habitación tomando su equipo para checar signos vitales e iba anotando los valores en el expediente.

-¿Por qué lo dices? – 

-Tu madre le dio una cachetada hace una hora – 

-¿MI MAMÁ HIZO QUÉ COSA? – gritó YunHo e intentó sentarse sin mucho éxito, Changmin se apresuró a detenerlo y regresarlo a su posición inicial para evitar que se lastimara más. 

-Tuvieron una discusión, ella no quería que Jae Joong estuviera aquí y él insistió en cuidarte y fue cuando lo golpeó, un guardia los tuvo que regañar – 

YunHo no podía creer lo que estaba escuchando. En cualquier otra circunstancia hubiera regañado a Changmin por estar de chismoso en vez de estar haciendo algo de provecho, pero en este momento agradecía la curiosidad del joven, de otra forma no se enteraría de estas cosas jamás. Tampoco podía creer que su mamá se haya atrevido a golpear a Jae Joong. Sabía que estaba molesta con él desde que se separaron, pero no pensó que su enojo llegaría a ese nivel. 

Pero lo que más le sorprendía era el hecho de saber que Jae Joong estuvo con él. Probablemente cuidando de él. 

-¿En dónde está Jae Joong? – le preguntó.

-No lo sé – 

-Búscalo por favor – 

-Yo… no creo que sea una buena idea – dudó Changmin. YunHo alzó una ceja y lo miró fijamente. El interno estaba nervioso y evitando su mirada, cosa que no había hecho mientras le platicaba todos los acontecimientos de esa mañana, así que supuso que le estaba ocultando algo. 

-Hay algo que no me has dicho – dijo

-¿Qué? – Changmin se puso más nervioso. 

-Changmin – 

-YunHo – 

-Dime que me estás ocultando – insistió - ¿Qué pasó con Jae Joong? – 

-Yo… - suspiró derrotado y se echó el cabello de la frente hacia atrás – Tuvimos una discusión cuando llegó al hospital – 

-Elabora – presionó YunHo con tono frío y seco. Se estaba desesperando porque el dolor en su pierna aumentaba cada vez más, supuso que estaba metabolizando lo último que quedaba de los anestésicos en su cuerpo y necesitaba tomar algo para el dolor. 

-Una de las enfermeras tomó tu celular cuando llegaste al hospital y estaba por marcarle al doctor Kim cuando él llamó, así que contesté y se enojó al escuchar mi voz – 

-Okay… - 

-Puede ser también que se haya molestado porque le dije que merecías a alguien mejor – 

-¡Shim Changmin! – lo regañó y le dio un golpe con su mano en la pierna. Changmin se quejó y retrocedió unos cuantos pasos para no ser alcanzado de nuevo por YunHo. 

-Estaba enojado YunHo, después de todo lo que has pasado, de todo lo que has hecho y de todas la veces que has sido rechazado, Jae Joong llega refiriéndose a ti como “su esposo”, yo sé que no tengo ninguna posibilidad contigo, nunca la tuve, pero me molestó mucho que tuviera que suceder algo así para que corriera contigo, cuando pudo hacerlo antes – 

YunHo ignoró todo lo que dijo Changmin, su mente solo registró que Jae Joong lo llamara “su esposo”. 

-Changmin… - 

-Entonces solo peleamos por su teléfono, pero al final me lo arrebató, y luego él llamó a su familia – Continuó hablando el menor sin escucharlo.

-Changmin-ah, cállate por favor – dijo YunHo con calma. 

-Lo siento – se disculpó el interno – Nadie aquí conoce su historia juntos, y aun así, parecen estar hechos el uno para el otro, solo ustedes dos idiotas no se dan cuenta como orbitan uno alrededor del otro – 

Sonrió al escucharlo decir aquello. YunHo recordó la razón por la cual le gustaba platicar con los internos, le daban un toque fresco a su trabajo, siempre con su energía y pasión por absolutamente todo lo que hacían. 

No podía molestarse con Changmin por su discusión de Jae Joong, estaba seguro que su ex esposo hubiera explotado incluso si el más joven no lo hubiera provocado, después de todo, llevaba días sintiendo celos de él. 

Sin querer, tal vez por fin estaba logrando que Jae Joong abriera su corazón de una buena vez. 

-Busca a Jae Joong por favor, necesito verlo – 

-¿Si me golpea tú te harás responsable? – le preguntó con algo de miedo. 

-No te va a golpear – le dijo YunHo intentando tranquilizarlo – Espero – le guiñó un ojo y Changmin asintió derrotado y salió de la habitación, prometiendo hacer lo posible para cumplir con su tarea. 

YunHo se quedó viendo al techo cuando por fin estuvo solo. No recordaba absolutamente nada de lo que había pasado la noche anterior por más que se esforzara, pero no parecía tener daño neurológico, o al menos de eso intentaba convencerse él solo. El dolor en su pierna estaba comenzando a aumentar poco a poco y buscó algún control para llamar a enfermería y pedir algún analgésico cuando la puerta se abrió nuevamente y su familia entró. 

La primera persona en abrazarlo fue su madre, quien lo llenó de besos en la cara y le despeinó el cabello. Su padre fue un poco más gentil y solo le dio unas palmadas en el hombro y un ligero abrazo, y Jihye solo se acercó a besar su mejilla y tomarlo de la mano. A pesar de todas las preguntas que tenía, sonrió ligeramente, había pasado mucho tiempo desde la última vez que vio a sus padres en persona y tenerlos ahí con él lo hizo recordar lo mucho que los extrañaba. 

-¿Cómo te sientes cariño? – le preguntó Sang Hye después de terminar con los saludos.

-Un poco adolorido – admitió. 

-Nos diste un gran susto YunHo – dijo Yang Hyun, su padre.

-¿Qué fue lo que pasó? – preguntó Jihye. YunHo se encogió de hombros. 

-La verdad no lo recuerdo bien – 

-Según los paramédicos fue un atropellamiento – 

-No me sorprende si oppa es algo distraído – Jihye se rió de él. -Me sigue sorprendiendo que seas neurocirujano – 

-¡Oye! – la regañó YunHo – En mi trabajo soy muy bueno – 

-Lo sé, solo estoy molestándote – 

-Nunca había estado tan feliz de verlos pelear – dijo la señora Jung con lágrimas en los ojos. 


A pesar de estar feliz por tener a su familia con él, YunHo se sentía incompleto. No podía dejar de pensar en Jae Joong, necesitaba verlo y decirle de una vez por todas que todo lo que estaba sucediendo entre ellos era un malentendido. La única razón por la que YunHo estaba en Japón era porque quería recuperar su amor, nada más. 

Como si hubieran escuchado sus pensamientos, la puerta de la habitación se abrió y todos los presentes voltearon. 

-Jae Joong-ah – habló YunHo en cuanto lo vio. 

-¿Qué haces aquí? – preguntó de inmediato Sang Hye. 

-Dije que volvería – respondió Jae Joong sin titubear. Se quedaron en silencio unos segundos sin despegarse la mirada hasta que su madre volvió a hablar. 

-No eres bienvenido aquí – 

-Soy yo quien decide eso – dijo YunHo y su madre le dirigió una mirada que parecía reflejar sorpresa y algo de traición. 

Jae Joong seguía de pie en la entrada, tan solo había cerrado la puerta para evitar que las personas afuera los escucharan discutir. Mantenía sus manos cerradas en un puño y a sus costados, toda su postura se veía tensa. YunHo podía notar el esfuerzo que le estaba costando a su ex esposo estar ahí, enfrentando a su familia, cuando toda la vida intentó siempre agradarles y hacer la relación más amena para todos. 

-Hijo… - 

-Umma… no quiero pelear, Jae Joong es bienvenido el tiempo que quiera – hizo una pausa para intentar encontrar las palabras adecuadas y volteó a ver a Jae Joong – no quiero tener que elegir entre ustedes y él, porque él también mi familia – 

Vio a Jae Joong inhalar profundo y aguantarse las lágrimas al decir aquello, pero siguió sin moverse de su lugar. No parecía intimidado por su familia.

-¿Aún después de todo lo que haz sufrido? – 

-Sang Hye… - intentó interrumpir Yang Hyun 

-Ambos sufrimos umma – una lágrima bajó por su rostro – Ambos perdimos un hijo – nuevamente vio a Jae Joong y extendió su brazo, invitando a Jae Joong a tomar su mano. A pesar de todas sus peleas en los últimos meses, algo dentro de él le decía que esta vez las cosas serían diferentes. – Quiero recuperar lo que queda de mi familia - 

Su padre se acercó para abrazar a su esposa por encima de los hombros 

-Déjalos, Sang Hye por más que quieras proteger a YunHo, es un adulto – 

Su madre volteó hacia Jae Joong una vez más y asintió sin decir una palabra, se hizo a un lado y lo dejó acercarse. 

-Los dejaremos solos un momento para que hablen – les dijo Yang Hyun y tomó a su esposa y a su hija de la mano para salir de la habitación. 

Cuando por fin estuvieron solos, Jae Joong se quedó de pie a un lado de su cama sin decir nada, tan solo tomó su mano y evitó su mirada. Más de cinco años habían pasado desde que se separaron y YunHo aún podía leer a Jae Joong como un libro, sabía que probablemente estaba pensando en mil cosas y dándole vueltas a todo lo que acababa de pasar.

-¿No te quedará un moretón? – le preguntó. Jae Joong por fin lo volteó a ver y alzó las cejas confundido. 

-¿Perdón? – 

-En tu cara, sé que mi mamá te dio una cachetada – 

-¿Cómo supiste eso? – preguntó Jae Joong cubriéndose la cara avergonzado. 

-Me dijo Changmin – 

-¿Aún con todo lo que pasó sigue encima de ti? – preguntó enojado, soltó su mano pero YunHo fue más rápido y lo atrapó, entrelazando sus dedos y poniendo algo de presión para que no se soltara de nuevo. Contuvo la risa por el cambio tan drástico de emociones del otro. Jae Joong solo desvió la mirada.

-Jae Joong-ah – 

El mencionado solo resopló molesto y continuó viendo hacia la puerta. 

-Jae Joong-ah mírame – 

Jae Joong suspiró y volteó a verlo aún molesto y celoso. 

-No sucede nada entre Changmin y yo, en verdad – aflojó el agarre en su mano y acarició su antebrazo. – Él mismo sabe que no iba a fijarme en nadie más que en ti – 

-¿Entonces por qué fue tan insistente?, incluso se peleó conmigo por ti – 

-También supe eso – sonrió e hizo que Jae Joong se sonrojara. 

El urgenciólogo se mantuvo en silencio, esperando una explicación de su parte. 

-Después de que me besó le dejé claro que no podría suceder nada entre nosotros – 

-¿En serio? – preguntó Jae Joong en voz baja. 

“Ahí está mi Jae Joongie” pensó. 

-Lo prometo – respondió – Nunca tuve intenciones de salir con él, solo me agrada, es un buen muchacho y aprende rápido, además, es el único interno que habla coreano, era más fácil platicar con él que con los demás – 

Jae Joong bajó la mirada de nuevo y sonrió ligeramente. 

-Tienes razón en eso, no tengo que pensar tanto para explicarle cosas - 

-Aunque admito que fue divertido verte celoso y si eso funcionó para hacer que dejaras de ignorarme le debo un buen regalo de graduación a ese niño – 

Recibió un golpe en su hombro después de decir aquello y sonrió ampliamente, aún a pesar de que si le había dolido el golpe. 

-Eres un idiota YunHo – 

-Un idiota que está enamorado de ti – 

-Creí que te perdería para siempre – confesó Jae Joong – No solo por esta tontería de Changmin, yo en verdad me asusté mucho anoche cuando recibí la llamada del hospital – 

-Lo siento – 

-¿Te duele mucho? – señaló su pierna

-Algo – 

Se alejó un poco y fue por su expediente que estaba al pie de la cama para revisar sus indicaciones y salió por un momento del cuarto. No pasaron ni cinco minutos cuando una enfermera llegó, le dio unas pastillas y lo ayudó a cambiar un poco su posición en la cama para que estuviera más cómodo y Jae Joong le agradeció con una sonrisa antes de volverlos a dejar solos. 

-Modifiqué un poco la indicación para que te dieran analgésicos más fuertes – le guiñó un ojo y cerró la puerta. YunHo no pudo evitar sonreír al verlo. Había estado observándolo a lo lejos todos esos meses en el hospital y aún cuando Jae Joong no quería saber nada de él, cada vez que tenía tiempo libre lo contemplaba atendiendo a sus pacientes y sonreía porque se sentía feliz de ver al hombre que amaba trabajar en algo que disfrutaba. 

Además de hacer todo lo posible para recuperar a Jae Joong, otra de las razones por las que había decidido ir a Japón a buscarlo era porque quería ver con sus propios lo que vio en esos videos hace un año, quería ver con sus propios ojos como Jae Joong había vuelto a la vida. 

YunHo le hizo señas con su mano para que se acostara con él. 

-¿No te lastimo? – preguntó Jae Joong al tiempo que bajaba el barandal del lado izquierdo.

-No tanto – 

Se acomodó con cuidado a su lado y YunHo lo sostuvo con su brazo derecho, acercándolo un poco más a él. No había mucho espacio en la cama y era muy complicado moverse pero no quería desaprovechar la oportunidad de ser cuidado por Jae Joong. 

-Lo siento Yun – dijo Jae Joong mientras le acariciaba el cabello, justo como siempre hacía cuando estaba enfermo.

-No me lastimaste – 

-No, no me refiero a eso, lo siento por todo lo que ha pasado – 

-Jae Joongie – 

Jae Joong lo abrazó con fuerza y escondió el rostro en el hueco de su cuello. Se quedó en silencio esperando que hablara. 

-Jae – 

-Espera – 

-¿Qué espero? – presionó YunHo. 

-Cállate – dijo Jae Joong riendo pero aún sin voltear a verlo. – Perdón por lastimarte, perdón por no ver más allá de mi dolor, perdón por ser tan terco y orgulloso y… - 

-Hey – lo interrumpió YunHo y lo obligó a verlo – Ya pasó Jae Joong, te perdono, lo hice hace mucho – 

-Pero yo no… te hice daño Yunhie, tú también estabas sufriendo y fui muy egoísta – 

-Yo también lo fui Jae Joongie, no te castigues más – lo consoló. 

-Te amo YunHo – 

-Jae – 

YunHo estaba sin palabras. Por años soñó con volver a escuchar a Jae Joong decir esas tres palabras y creyó por un momento que jamás volvería a tener ese privilegio. Ahora que por fin tenía a Jae Joong frente a él todo parecía un sueño. 

-Te amo, nunca he dejado de hacerlo, mi corazón dolía cada vez que era consciente de que no estabas a mi lado y que todo había sido mi culpa, lo siento, te amo YunHo, te amo, lo siento, te amo – repitió lo último varias veces y por fin el cerebro de YunHo asimiló que todo era real, que no estaba soñando. 

Ambos estaban llorando para ese punto. 

-Te amo Jae Joongie, te amo tanto – 

Jae Joong tomó su rostro con ambas manos y lo besó. 

-Nunca olvidaremos lo que nos llevó a separarnos… – Jae Joong hizo una pausa para respirar profundo e intentar calmarse un poco – Así que simplemente amémonos ¿si? – 

YunHo lo besó de nuevo y asintió muchas veces, sin dejar de llorar y sin separar sus labios. 


Notas finales:

El artículo es real, solo me inventé los autores (que de hecho si eran japoneses lol)

Ayyyy banda no saben lo emocionada que estaba por subir este capítulo, amé cada segundo de escribir un POV de YunHo en esta historia. 

Espero tengan un excelente inicio de año, gracias por seguir esta historia hasta ahora. 

Nos vemos la siguiente semana con el epílogo :')


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1 comentario :

  1. AAAAAAAAAAA

    Creí que había comentado, pero la enfermedad me pone estupidx JAJAJAJAJAJA

    Voy a extrañar mucho los martes de Broken, este capítulo me hizo sonreír y también llorar, porque YunHo simplemente quiso respetar los deseos de JJ y este quería que no lo hiciera, siento que todo fue falta de comunicación ಥ⁠‿⁠ಥ

    Pero al final creo que todo se solucionó gsksudgdkdkdhdj por un momento pensé que YunHo le diría a su mamá: no me hagas elegir entre él y tú porque es el, siempre será el /en fan de Crepúsculo XDDDDDD

    Gracias por la actu, espero el epílogo con ansias pero también no tantas porque es la última actu que tendré ಥ⁠‿⁠ಥ

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