Jung YunHo era un chico muy
ocupado para su edad. Tenía 18 años, estaba por graduar de la preparatoria e
iba con todo para cumplir su sueño de ser doctor.
Podía decirse que era un
chico perfecto, tenía sus metas bien definidas, era un buen atleta, muchas
chicas morían por él y varios chicos envidiaban su físico, era muy inteligente,
no por nada había aprobado su examen de admisión en la universidad de sus sueños
y era un excelente paramédico, lo único que muchos le veían como “defecto” era
que su atención iba 100% a una persona.
Kim Jae Joong, quien ahora
estaba acostado en una camilla dentro de la ambulancia que recorría las calles
de Seúl a toda velocidad para llegar al hospital, mientras que YunHo presionaba
con fuerza en la herida que un ladrón le había dejado al chico en el abdomen.
Aquel chico era su mejor
amigo desde hace años, no recordaba exactamente como lo conoció ni cuando, pero
si recordaba cómo es que se acercó a él por primera vez.
FLASH
BACK
[6
AÑOS ATRÁS]
La
clase era tediosa, lo cual la hacía sumamente aburrida, perfecta para dormirse
o pretender que escribe mientras lee otra cosa como un manwha o un libro que le
interesara. La profesora tampoco ayudaba mucho, era nueva y se ponía un poco
nerviosa y no hacía la clase más dinámica, venía como suplente de la anterior
maestra que originalmente tenían y con la cual habían empezado el curso pero
que tuvo que retirarse por un tiempo porque se había lastimado el tobillo.
El
día era cálido, pero sin llegar a fastidiar, era un perfecto clima de
primavera. YunHo podía ver por la ventana y contemplar los árboles de cerezo
dejando caer sus pétalos rosas al patio. Él prefería estar allí, corriendo en
la pista o nadando en la alberca, cualquiera de las dos opciones sonaba genial.
El
silencio en el aula también lo mataba, no podías tirar un lápiz al suelo porque
el eco resonaba en todo el salón, y era molesto estar hojeando su revista con
extremo cuidado para que no se escuchara el constante cambiar de páginas.
Sus
ojos se cerraban lentamente. Ahora si se estaba quedando dormido.
La
respiración agitada de uno de sus compañeros a su lado lo hizo volver a la
realidad y volteó a su derecha, donde estaba Kim Jae Joong, que parecía
respirar con dificultad.
-Hey
– susurró YunHo - ¿Te sientes bien? –
-…
Si – trató de responder el chico.
-No
te ves muy bi… - insistió YunHo pero no pudo terminar su frase porque Jae Joong
perdió el equilibro en su silla y cayó hacia la izquierda, justo a un lado de
YunHo.
El
ruido hizo a todos voltear y la profesora soltó el gis, se quedó unos segundos
en shock pero reaccionó cuando escuchó el ruido de una silla deslizándose y
YunHo se puso de rodillas a un lado de Jae Joong.
-¡Jae
Joong! , ¿Qué tienes? – le preguntó alarmado al ver que el chico hacía más
ruido aún para respirar. Parecía estar teniendo un ataque de asma.
-¿Tienes
asma? – preguntó YunHo. El chico asintió.
-¿Tienes
inhalador? – preguntó de nuevo. Jae Joong jalaba el cuello de su camiseta hacia
abajo, como si eso pudiera hacer que entrara más aire por su garganta cerrada.
Volvió a asentir y con su mano apuntó temblando hacia su mochila.
YunHo
tomó la mochila al tiempo que la profesora se colocaba a un lado de Jae Joong,
sin saber qué hacer.
-¡Llame
a una ambulancia! – le gritó YunHo para hacerla reaccionar de nuevo.
Abrió
todas las bolsas de la mochila y la vació la banca. El pequeño inhalador
apareció cayendo ruidosamente en la madera y YunHo lo tomó y dejó todo lo demás
desparramado en la banca.
-Abre
tu boca Jae Joong – dio la primera atomización. No hubo cambio.
-¿Uno
más? – preguntó.
-…Si
– Y le hizo caso.
Jae
Joong hizo ruido al respirar, pero sintió el aire entrar mejor y cerró los
ojos. Respirando con la boca bien abierta. YunHo se quedó con él, sin soltar el
inhalador y observando como su pecho subía y bajaba.
Abrió
muy poco sus ojos mientras trataba de respirar y vio a YunHo. Todo daba
vueltas, estaba muy asustado. Cerró sus ojos de nuevo y escuchó el ruido en su salón
y después nada.
El
pecho de Jae Joong dejó de moverse y YunHo se asustó al ver que solo se quedaba
con la boca abierta y en un momento de pánico sacudió al chico para hacerlo
volver.
-No
mueras Jae Joong – le dijo.
Justo
en ese momento llegaron los paramédicos con la camilla y lo subieron con
cuidado. Lo mantuvieron inmóvil y lo intubaron para pasar oxígeno a su cuerpo.
YunHo supo que Jae Joong viviría pero aun así decidió irse con él al hospital.
-¿Familiares?
– preguntó uno de los paramédicos.
-Los
llamaremos – respondió la enfermera.
-Yo
voy con ustedes – y como era el padre de YunHo quien estaba en servicio ese
día, lo dejaron ir.
---
Dentro
del hospital todo era ruido, excepto en el cuarto donde había ingresado Jae
Joong después de ser estabilizado en urgencias. Los padres del chico ya habían
llegado hace unas horas y él tan solo esperaba afuera del cuarto, esperando que
la madre del chico le diera noticias.
La
puerta se abrió y el padre de Jae Joong estaba por salir cuando lo vio sentado
en el suelo.
-¿Quieres
algo de comer?, voy a comprar algo – le dijo Hyuk Su.
-Sí,
por favor – respondió. Sintió su estómago rugir.
-Enseguida
vuelvo – y se fue, dejando la puerta entre abierta. YunHo se quedó sentado en
el mismo lugar, pero escuchó como la madre de Jae Joong se movía por el cuarto
y hablaba con su hijo, aquello le indicó que por había despertado.
“¿Cómo
te sientes Joongie?, ¿Puedes respirar bien?” preguntó preocupada la mujer.
“Si
Umma… solo me duele la garganta un poco”
“¿Quieres
que llame al doctor para que te dé algún medicamente para el dolor?”
“No…
estoy bien”
Se
quedaron en silencio un momento.
“Hay
un chico allá afuera… ¿Es tu amigo?, ¿Quieres que lo deje pasar?” preguntó Jae
Rin. YunHo volteó hacia adentro en ese momento y vio cómo su compañero estaba
acostado con una mascarilla de oxígeno en su rostro. El pelinegro asintió.
La
mujer salió de la habitación y fue hacia YunHo, que se puso de inmediato de
pie.
-Puedes
pasar con Jae si quieres –
-Gracias
– dijo porque no se le ocurría que más decir y entró al cuarto.
Hace
mucho que no entraba a un hospital, pero si había estado muchas veces en uno en
el pasado cuando su hermana fue operada para extirparle el apéndice y él la
acompañaba para que no se sintiera sola.
Tomó
la silla que estaba a un lado de la cama de Jae Joong y se sentó. Jae Joong lo
volteó a ver y se quitó la mascarilla.
-¿Está
bien que te la quites? – preguntó YunHo.
-Es
fastidioso… y puedo respirar mejor – sonrió un poco. Se acostó de lado para
poder hablar con YunHo y mirarlo a la cara.
-Eso
es bueno – fue lo único que dijo YunHo.
-Gracias
YunHo, por ayudarme –
-No
tienes por qué agradecerme… lo hubiera hecho con quien fuera – sonrió y apretó
su brazo un poco.
-¿Cómo
supiste que hacer en ese momento?, recuerdo que la profesora estuvo en shock
todo el tiempo, pero tú no entraste en pánico
- preguntó con curiosidad Jae Joong.
-Mi
padre siempre dice que no debo entrar en pánico en una situación de emergencia,
eso solo hace que las cosas empeoren o terminas estorbando… lo del inhalador
solo fue improvisado, realmente no sabía que hacer – respondió YunHo con
sinceridad.
-¿Cómo
es que te dejaron subir a la ambulancia conmigo?, esta es la segunda vez que me
hospitalizan por mi asma pero solo dejan subir a un familiar –
-Mi
padre estaba en servicio hoy y me dejó subir para ayudarle –
-¿Tu
padre es paramédico? – preguntó asombrado Jae Joong.
-Trabaja
de abogado, pero también le gusta mucho la medicina y cuando tiene tiempo libre
va a guardias –
-Eso
es genial – dijo Jae Joong.
-Lo
sé… yo quiero ser paramédico un día – dijo YunHo, revelando uno de sus sueños.
-Serías
uno muy bueno –
-Gracias
–
Después
de platicar un rato, Jae Joong volvió a colocarse la mascarilla y se quedó
dormido. YunHo salió del cuarto y se fue con su padre que le acababa de llamar
para avisarle que lo esperaba afuera del hospital.
FIN
DEL FLASH BACK
Jae Joong mordía su labio con
fuerza. Estaba acostumbrado a tener esa especie de “mala suerte”, porque
siempre le pasaba algo, pero nunca lo habían asaltado y mucho menos herido con
arma blanca. Dolía demasiado y sentía que cada vez estaba más lejos del mundo
real, en cualquier momento caería inconsciente por la pérdida de sangre y la
mano de YunHo presionando su abdomen solo hacía que el dolor aumentara.
-Me duele Yun – susurró Jae
Joong.
-Lo sé, lo sé, pero si retiro
mi mano te vas a desangrar, solo aguanta, ya casi llegamos – trató de sonar
calmado YunHo para que Jae Joong no se asustara, pero la verdad era que quien
más asustado estaba era YunHo. Por nada del mundo podía dejar que el chico de
sus sueños, por ese que lo había motivado a cumplir todas sus metas y por el
que suspiraba enamorado todos los días muriera en sus manos.
Jae Joong vio el rostro de
YunHo, con las lágrimas a punto de salir, pero no le dijo nada. YunHo siempre
había mostrado un lado fuerte frente a él y no quería que supiera que se había
dado cuenta del estado en que se encontraba en ese momento. Cerró sus ojos por
unos segundos y trató de reemplazar sus miedos con buenos pensamientos…
FLASH
BACK
Acababa
de sentarse en la que sería su nuevo lugar a partir de ahora, en su primer día
de preparatoria.
Preparatoria.
Se
sentía demasiado extraño solo pensarlo, jamás se imaginó en ese punto de su
vida, y aun así sabía que era demasiado joven y le faltaban muchas cosas por
vivir.
Sacó
un libro de su mochila y lo abrió en la página en la que se había quedado, se
puso los audífonos y se concentró en su lectura. El salón estaba vacío aún, a
él le gustaba llegar temprano y aprovechar la tranquilidad de las mañanas.
Llevaba
4 capítulos cuando el salón ya tenía más personas, todas luciendo igual de
inexpertos que él porque eran novatos. Alguien tocó su hombro y él se quitó los
audífonos y cerró su libro.
-¡Jae!
–
-¿YunHo?
– dijo Jae Joong sorprendido al verlo ahí. –Pensé que… te habías ido… nunca me
dijiste a que escuela irías –
-Lo
sé… es que si me iba a ir, pero al final no y terminé aquí, quise darte una
sorpresa – sonrió el moreno y el pelinegro también lo hizo y abrazó a su mejor
amigo.
Si
supiera YunHo cuánto lloró él cuando supo que no iban a estar en la misma
escuela probablemente le hubiera dicho de inmediato la buena noticia de que
iban a estar juntos por tres años más de escuela. Pero ahora todo estaba bien,
Jae Joong se sentía mejor ahora.
-Eres
un tonto – le dijo a YunHo – Pero estoy feliz –
-Yo
también – dijo YunHo.
Jae
Joong se volteó en su silla hacia el frente con una sonrisa cuando el maestro
llegó y puso atención en sus clases.
Todo
iba bien, se reía con YunHo entre clases cuando se aburría, hacían equipo para
varias clases y comieron sus almuerzos juntos.
A
mediodía tocaba clase de educación física y Jae Joong estaba en el salón
buscando desesperado en su mochila y entre sus cuadernos su justificante para
no asistir a esa clase.
-No
puede ser que lo haya perdido – dijo Jae Joong para sí mismo.
-¿Qué
cosa? – preguntó YunHo que llegó de los vestidores con su uniforme de deporte y
su agua en mano.
-Mi
justificante YunHo… ya sabes que no puedo hacer deporte – YunHo recordó aquel
detalle y se preocupó también y lo ayudó a buscar.
El
chico no había tenido un ataque de asma después de aquella vez a los 12 cuando
fue hospitalizado y estaban tan acostumbrados a que en la secundaria todos los
maestros ya los conocían y no necesitaba llevar una nota escrita por un médico
donde indicara que no debía de agitarse mucho. Pero ahora estaban en una nueva
escuela y para el maestro todos eran iguales.
-¡AFUERA
YA! - les gritó el profesor cuando entró
al aula y vio que aún estaban YunHo y Jae Joong dentro cuando todos sus demás
compañeros ya estaban en las canchas.
-Espere
– dijo YunHo y siguió buscando entre los libros de Jae Joong.
-Dije
¡Afuera!, ¡Los dos! – se puso frente a ellos y se fijó en el más pálido. -¿Por
qué no te has cambiado? – le preguntó. Jae Joong levantó la vista algo nervioso
y le respondió.
-No
tengo el uniforme… y no puedo hacer deportes –
-La
excusa de que no has comprado el uniforme no te va a servir conmigo para
saltarte la clase muchachito – le advirtió el profesor.
-No
es por eso… no puedo hacer deporte, estoy enfermo –
-¿Y
en dónde está escrito eso? – preguntó.
-Es
lo que estoy buscando – dijo Jae Joong comenzando a desesperarse.
El
profesor perdió la paciencia y los jaloneó de los brazos a los dos.
Una
vez en las canchas donde todos estaban esperándolos, YunHo y Jae Joong tuvieron
que ir a la pista de atletismo mientras los demás recibían la instrucción de
hacer el calentamiento.
-Ustedes
dos por andar queriéndose saltar la clase van a hacer unas vueltas de castigo –
-Ya
le dije que no trataba de saltarme la clase por gusto – dijo Jae Joong enojado.
Y
YunHo soltó un suspiro y pasó una mano por su cabello, dando la situación por
perdida. Porque cuando Jae Joong se enojaba ya nadie lo callaba.
-Tú
harás más por estarme contestando de esa forma –
Jae
Joong sopló fuerte y desvió la mirada fastidiado. El profesor enfureció más y sonó el silbato frente a ellos.
-¡20
VUELTAS! –
-No
lo haré – dijo Jae Joong
-25
–
-No
–
-30
y no te irás hasta que las acabes, así que comienza ya – le dijo el maestro y
comenzó a tomar el tiempo en su cronómetro.
Ambos
comenzaron a correr porque el hombre ya estaba por empujar a Jae Joong para que
avanzara.
-No
puedo Yunhie – dijo Jae Joong con un suspiro. Trotaban lento para ir al mismo
ritmo pero aun así Jae Joong sentía que se cansaba demasiado rápido.
-Iremos
lento Jae, no importa que tanto nos tardemos – le animó YunHo tomándolo de la
mano.
Dieron
una vuelta completa y Jae Joong sintió que su vista se nublaba. Se agachó un
poco y apoyó las palmas de sus manos en los muslos y se quedó así, tratando de
recuperar el ritmo de su respiración. YunHo se detuvo también y volteó hacia
Jae Joong.
-¿Estás
bien? –
-Si… solo necesito tranquilizarme – respondió
sentándose en la pista y cubriéndose el sol de la cara con la mano.
-¡¿Por
qué se detuvieron?! – llegó corriendo el entrenador.
-No
puede correr – dijo YunHo.
-Pues
tiene que correr, es su castigo por contestarme – lo tomó de la camiseta y lo
levantó del suelo. Jae Joong se quejó y YunHo se molestó.
-¡No
lo toque! – le dio un manotazo al hombre para que soltara a Jae Joong y dijo
–
Yo hare las vueltas por él, déjelo ir –
-Yun…
-
-Está
bien, si aguanto corriendo… ve a casa – le acarició el hombro y lo siguió con
la mirada hasta que se fue de la pista. El entrenador lo siguió también por
unos segundos y volteó a ver a YunHo de nuevo y sonó el silbato.
A
lo lejos, Jae Joong vio a su amigo cumplir un castigo doble por su culpa y se
fue a su casa después de desearle suerte en silencio.
---
Cuando
Jae Joong llegó a su casa, estaba completamente rojo por el sol. Su mamá lo
recibió con un gran vaso de agua fresca que tomó rápidamente.
-Tranquilo
Jae, no hay prisa – le dijo sonriendo su mamá.
-Es
que tengo mucha sed y calor –
-¿Por
qué vienes tan rojo? – le preguntó. Jae Joong no quiso preocupar a su mamá y le
respondió.
-Me
dio calor mientras venía caminando a casa, solo eso – Y subió a su cuarto para
hacer su tarea.
Estuvo
varias horas encerrado en su cuarto estudiando y haciendo sus tareas, de vez en
cuando se aburría y se acostaba un rato a ver televisión y después volvía a
abrir el cuaderno. Aún se sentía muy agitado, pero trataba de respirar profundo
y lento.
Hasta
que no pudo más.
Se
levantó de su cama y salió del cuarto. Su papá acababa de llegar a casa y
estaba sentado viendo televisión con Jae Rin.
-Appa…
- habló el pelinegro.
Hyuk
Su volteó.
-Hola
Jae, ¿quieres sentarte con nosotros? – le hizo un espacio en el sillón.
-No…
me siento mal – admitió el chico.
Su
papá se puso serio de inmediato y se acercó a él.
-¿No
puedes respirar bien? – le preguntó. El chico negó con la cabeza y trató de
respirar hondo pero solo hizo ruido.
-¿Ya
usaste tu inhalador? – el chico asintió – Ok, vamos al hospital, tranquilo – le
dijo Hyuk Su y Jae Rin se levantó y pasó un brazo alrededor de Jae Joong para
ir juntos al auto.
Condujeron
rápido hasta el hospital. Jae Joong seguía intentando respirar con normalidad
pero cada vez se desesperaba más y las lágrimas estaban amenazando con salir de
sus ojos.
Entraron
a urgencias y dejaron que Jae Joong se acostara en una camilla y lo atendieron.
Sus papás se quedaron fuera de la escena, esperando noticias del doctor hasta
que este se acercó a ellos.
-Jae
Joong ya está mejor, solo me gustaría que pasara la noche aquí para asegurarnos
de que no habrá más complicaciones –
-Está
bien… ¿Por qué se pudo haber puesto así?, hace años que no necesitaba venir al
hospital por problemas respiratorios – dijo Hyuk Su.
-Jae
Joong me comentó que corrió una vuelta en la pista hoy, el profesor lo obligó
porque no traía su justificante –
Jae
Rin suspiró y entendió todo. Hyuk Su solo asintió y ambos fueron con su hijo.
-¿Cómo
te sientes? – le preguntó Jae Rin cuando se sentó a su lado.
-Estoy
mejor – sonrió un poco y cerró sus ojos.
El
día siguiente llegó rápido y Jae Joong se quejó cuando despertó y sintió que
casi no había descansado. Se quitó la mascarilla y se sentó en la cama, listo
para ir a casa. Se levantó de la cama y se fue a cambiar de ropa. Solo su madre
lo estaba esperando afuera del baño porque su padre se había tenido que ir a
trabajar.
El
trayecto a casa fue silencioso, Jae Joong miraba por la ventana mientras su
madre conducía.
-¿Estás
bien? – le preguntó Jae Rin.
-Si…
solo estoy cansado – respondió sin muchos ánimos Jae Joong, lo único que quería
hacer era llegar a su cuarto y dormir en su cómoda cama. Nada más.
-Voy
a estar en la sala, dime si necesitas algo – dijo Jae Rin cuando su hijo se
hubo acostado de nuevo en su cuarto y lo dejó solo para que descansara.
Le
sorprendió lo rápido que pasó el tiempo ya que cuando él se acostó en su cama
eran las 7:00 a.m. y ya habían pasado 5 horas. Quería dormir más así que solo
se giró para encontrar otra posición en la que estuviera cómodo.
La
puerta se abrió pero a él no le importó, ya tenía los ojos cerrados de nuevo.
Escuchó solo los pasos de quien había entrado a su habitación y lo único que
pensó fue que su madre había entrado a ver como estaba. Entonces la luz del día
le dio de lleno en la cara porque habían corrido las cortinas de la ventana y
Jae Joong se cubrió con la cobija hasta la cabeza.
-Ya
levántate flojo – se escuchó la voz de YunHo.
-¿Qué
haces aquí? – preguntó Jae Joong tratando de disimular su sorpresa.
-Vine
a verte… ¿Por qué no fuiste a clases? – se acostó a su lado y le quitó la
cobija.
-
Me sentí mal… pasé la noche en el hospital –
YunHo
se acostó de lado, quedando cara a cara y lo miró severamente.
-¿Por
qué no me dijiste que te sentías mal? – le regañó.
-Es
que no me sentía mal en ese momento… traté de respirar bien y lo estaba
logrando, fue en la tarde cuando ya no pude y le dije a mi papá – explicó el
pelinegro.
-Está
bien… lo bueno es que estás bien – lo abrazó por un largo tiempo y Jae Joong
solo se dejó consentir por su amigo. – Ahora hay que hacer la tarea –
-Oh
vamos… no tengo ganas de hacerla –
-No
quieres que te castiguen de nuevo… el encargado de los castigos de nuestro
grupo es el profesor de educación física –
-Oh
Dios… está bien – se levantó sin muchas ganas.
-Jae…
- habló de nuevo YunHo.
-¿Si?
– lo volteó a ver y pudo notar cierto brillo en la mirada de su mejor amigo que
lo hizo sonreír.
-Pasé
mi examen – sonrió YunHo.
-¿Cómo
dices? –
-¡Oficialmente
soy paramédico Jae! – dijo casi explotando de la emoción. Jae Joong gritó y se
lanzó a sus brazos.
-¡Oh
por Dios YunHo!, estoy tan feliz por ti, tan feliz –
-Gracias
Jae… gracias, yo también lo estoy –
Le
dio un beso en la mejilla y sintió que su corazón se detenía en ese instante.
FIN DEL FLASH BACK
-Hemos llegado Jae, solo
aguanta un poco más – dijo YunHo cuando abrieron la puerta de la ambulancia.
Tuvo que subirse en la camilla sobre las piernas de Jae Joong para seguir
haciendo presión en la herida y fueron transportados los dos hasta urgencias.
-Hay que llevarlo a cirugía –
dijo el doctor que los recibió. –No te bajes hasta que yo te diga – le ordenó a
YunHo.
Jae Joong abrió sus ojos de
nuevo, muy poco porque la iluminación del hospital era mucha y no supo porque
sonrió, tal vez ya se estaba volviendo loco y ver a YunHo encima de él lo hizo
reír. La camilla comenzó a moverse y llegaron hasta el quirófano.
-Estaré afuera esperándote
Jae, hay algo importante que quiero decirte – le besó la frente y Jae Joong
asintió, sintiendo una tremenda curiosidad por lo que su amigo tendría que
decirle.
YunHo se sentó en una silla
de la vacía sala de espera y sacó su teléfono para llamar a los padres del
pelinegro, debían de estar preocupados porque su hijo aún no llegaba y
detestaba dar noticias malas pero tenía que decirles lo que le había sucedido a
Jae Joong.
Se quedó rezando en silencio
para que todo saliera bien cuando una mano tocó su hombro y lo hizo abrir sus
ojos y enderezarse.
-Jae Rin-sshi – dijo YunHo.
-¿Cómo está Jae? – preguntó
preocupada la madre del chico.
-Aún no me dan noticias de él…
pero estaba estable cuando yo lo entregué –
-Bueno… no nos queda más que
esperar – dijo Hyuk Su sentándose a un lado de su mujer y YunHo volvió a sus
pensamientos.
No se dio cuenta de que eran
las tres de la mañana hasta que el cirujano entró a donde estaban ellos y vio a
los padres de Jae Joong hablar con él.
-Jae Joong está bien, no hubo
ninguna complicación durante la cirugía, se recuperará rápido –
-Muchas gracias doctor – le agradecieron
Hyuk Su y Jae Rin y YunHo se dejó caer en la silla de nuevo. La desesperación y
ansiedad que lo habían estado intentando derrumbar todo ese tiempo se
convirtieron en lágrimas y no pudo detenerlas. Jae Rin se acercó a YunHo y lo
abrazó.
-Está bien YunHo, está bien…
hiciste un buen trabajo y trajiste a salvo a nuestro Jae Joongie –
-Estaba muy… asustado… pensé
que lo perdería – confesó YunHo devolviéndole el abrazo a la madre de Jae
Joong. – Estaba perdiendo mucha sangre… pero… no podía dejarlo… él tenía tanto
miedo –
-Gracias por cuidarlo YunHo,
no sé qué sería de Jae Joong sin ti – la señora Kim le acarició el cabello y
siguió abrazándolo hasta que se tranquilizó. El padre de Jae Joong se había ido
por un café para los tres y solo estaban ellos dos ahí, en la silenciosa sala
de espera.
-YunHo… - habló después de un
rato Jae Rin.
-¿Si? –
-Te voy a hacer una pregunta
y quiero que la respondas con sinceridad por favor… no te diré nada, solo
quiero saber tu respuesta –
-mmm… está bien – aceptó algo
dudoso el moreno.
-¿Estás enamorado de Jae
Joong? –
YunHo se sorprendió por la
pregunta. Nunca pensó que alguien lo fuera a descubrir, siempre había tratado
de mantener sus sentimientos ocultos y comportarse como un buen amigo.
-Yo… si – respondió, mirando
a la mujer a los ojos. Ella solo asintió y preguntó.
-¿Puedo saber desde cuándo? –
-La verdad no lo sé… fue difícil
aceptar mis sentimientos hacia Jae Joong porque nunca me había sentido de esta
manera y lo he mantenido bien en secreto… o eso pensaba – sonrió y miró sus
manos.
-¿Planeas decírselo algún
día? –
-Si… pero aún no sé cuándo –
admitió.
-Mucha suerte con ello YunHo…
y por favor, sigue cuidando de él – se levantó de la silla después de decirle
aquello y entró a la habitación con Jae Joong para pasar el resto de la noche
con su hijo.
---
Unas semanas después, Jae
Joong era recibido en casa de YunHo por la madre de este, quien lo abrazó con
cuidado y lo dejó en el cuarto del moreno
-Me alegra tanto que estés
bien Jae Joongie… YunHo me estuvo contando todo lo que le decían los doctores
de tu estado – dijo la señora Jung cuando le abrió la puerta del cuarto de
YunHo.
-Gracias, yo también me
alegro de estar bien – sonrió y se sentó en la cama de YunHo. Se quedó
esperando a que su amigo terminara de bañarse y se acostó mientras leía uno de
sus libros.
-¿Te entretienes? – preguntó YunHo.
-De hecho si – respondió Jae
Joong.
-Hazme un espacio, anda – lo empujó
para poder acostarse también en la cama y Jae Joong se quejó pero se hizo a un
lado.
-Es más cómoda mi cama para
que nos acostemos los dos, es más grande – dijo el pelinegro
-Oh, si no te gusta puedes acostarte
en el sillón de allá – bromeó el moreno.
-No dije que no me gustara –
apoyó su cabeza en el pecho de su amigo y YunHo prendió la televisión y la
consola. Pasó un brazo por sus hombros y lo abrazó contra su cuerpo, sintiendo
el calor corporal de Jae Joong que tanto le gustaba. Puso una película y estuvieron
en silencio un momento.
YunHo recordó las palabras de
su madre en ese instante.
“Deberías
decirle a Jae Joong lo que sientes por él, no creo que te rechace YunHo… él te
quiere mucho, yo lo sé… solo díselo”
Con ese pensamiento en su
cabeza, tomó la decisión y abrió su boca, listo para decirlo cuando Jae Joong
habló.
-YunHo… ¿Puedo contarte algo?
–
-Claro… sabes que puedes
decirme lo que quieras –
-Si… verás… hay alguien que
me gusta, y quiero decírselo, pero no sé cómo reaccionará, somos amigos, pero
no quiero arruinar nuestra amistad si me rechaza –
-Oh… yo, creo que deberías
decirle sobre tus sentimientos. ¿Quién sería tan tonta para rechazarte? – dijo
YunHo.
-Es que… no es una mujer
YunHo, por eso tengo miedo – confesó Jae Joong.
-Oh, ya veo – fue lo único
que pudo decir. No sabía si sentirse feliz porque sus posibilidades con Jae
Joong crecían al saber que le gustaban los hombres o si sentirse mal porque le
estaba pidiendo consejos para confesarse a alguien más. –
Aun así… sería
demasiado tonto si te rechazara. Eres genial Jae Joong, eres buena onda,
inteligente, apuesto y… tienes una hermosa personalidad – terminó de decir
YunHo. Quería llorar y sentía que se iba a notar pronto en su voz.
-¿En serio crees eso? –
-Cl… claro –
-Entonces se lo diré mañana…
gracias Yunhie – lo abrazó y le quitó el control de la mano para cambiar de
canal.
---
Al día siguiente en clases,
YunHo vio a Jae Joong desde su lugar hablar animadamente con YooChun y supo de
inmediato que era él de quien su amigo y amor secreto hablaban. Sacó su libro
de Técnico en Urgencias Médicas que siempre llevaba en su mochila y lo abrió en
cualquier página, solo para tener algo con que distraerse.
-¿Por qué estás enojado? – le
preguntó Changmin al verlo dejar caer el libro con fuerza en la banca.
-Por nada – dijo volteando
sin darse cuenta hacia donde estaban Jae Joong y YooChun riendo.
-Es por Jae Joong ¿cierto? –
-Siempre es por él Changmin…
ya sabes – admitió un enfadado YunHo.
-Díselo… solo dile que te
gusta –
-No puedo… él se confesará a
YooChun hoy… me pidió consejos ayer y prácticamente me confesó que le gusta
YooChun… soy un idiota, ¿cómo no me di cuenta antes? – escondió su rostro en
sus manos.
-No lo creo… pero aunque
fuera cierto lo de YooChun, ¿no deberías estar ahí con él como buen amigo?,
después de todo eres su mejor amigo – dijo el menor.
-Si… supongo que si… voy a
comer afuera – se levantó con su libro y su almuerzo y se fue al patio a
recargarse contra el gran árbol que estaba por las canchas de baloncesto y que
daba una gran sombra.
Pensaba en Jae Joong, en lo
que estudiaba y nuevamente en Jae Joong, era imposible concentrarse en la
lectura si seguía pensando en el chico de cabello negro, piel blanca y sonrisa
encantadora. Le dio una mordida a su sándwich y vio al dueño de sus
pensamientos caminando hacia él.
-¿Por qué estás aquí? –
preguntó Jae Joong sentándose a su lado.
-Tenía ganas de aire fresco y
tranquilidad, en el salón había mucho ruido y no podía leer en paz – mintió.
-Ya veo… puedo irme si
quieres seguir leyendo –
-No… no hay problema, puedes
quedarte – le dijo alarmado YunHo – Pensé que estarías con YooChun, vi que
hablabas con él hace rato y no quise molestarte –
-Estaba contándome de su cita
con Junsu… ¿Sabes que esos dos son novios? – dijo Jae Joong con una sonrisa
melancólica. YunHo abrió los ojos como platos y un peso de encima de sus
hombros fue liberado.
-No lo sabía… bien por ellos –
dijo con una pequeña sonrisa. Volvió de nuevo a su mente la conversación que
habían tenido el día anterior y le preguntó – Entonces… ¿Aún no te confiesas a
esa persona? –
-No… es que estaba
buscándolo, pero ya lo encontré – dijo justo cuando un grupo de hombre de
acercó a la cancha para jugar soccer.
-Oh… ¿se lo dirás ahora? –
preguntó sin mirar a Jae Joong. Nuevamente sentía que quería llorar.
-Si… - respiró hondo y se
quedó en silencio un momento. YunHo esperó que él se levantara y fuera hacia
uno de los chicos que se preparaban para jugar pero no lo hizo, solo habló de
nuevo.
-YunHo, me gustas –
-¿Qué? – volteó sorprendido
YunHo.
-Desde hace mucho me di
cuenta de que estoy enamorado de ti y creo que he sido un cobarde por no
habértelo dicho antes… pero no quería darte asco y arruinar nuestra amistad –
dijo mirándolo a los ojos. – Estuve a punto de morir y nuevamente me has salvado
y pensé que era ahora o nunca cuando debía darte a conocer mis sentimientos
porque nunca sabes lo que puede pasar en el futuro –
-Jae… - no sabía que decir.
Estaba tan feliz que había quedado en estado de shock.
-No tienes que decir nada
YunHo… te prometo que no haré nada para hacerte sentir incómodo y que todo permanecerá
como antes – dijo bajando la mirada.
-No, no quiero que las cosas
sean como antes Jae – habló por fin YunHo – Quiero que seas mi novio y quiero
besarte en este momento –
-¿Qué dices? – ahora fue Jae
Joong el sorprendido.
-Dije que quiero que seas mi
novio y que quiero besarte – Soltó su libro y se acercó a Jae Joong, tomó su
rostro con sus manos y se acercó tanto que podía sentir su respiración sobre
sus labios y sin poder resistirlo por más tiempo lo besó.
Changmin, YooChun y Junsu los
observaron desde las gradas de la cancha de soccer y sonrieron.
-Les dije que se besarían,
paguen idiotas – dijo Changmin con una sonrisa y la pareja puso su dinero en la
mano extendida del menor.
FIN
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Ya tenía este one shot en mente desde hace unos días y no pensé que fuera a quedar tan largo. No planeaba subirlo hoy pero estoy tan triste por el enlistamiento de Jae Joong a su servicio que me quedé encerrada en mi cuarto a escribir mientras escucho sus canciones ToT
Espero les guste. Dejen comentarios por favor, ayudará a que no muera de depresión (no estoy llorando, se me metió un jae-se-fue-al-ejército en el ojo)
L@s quiero
~Always Keep The Faith~