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martes, 28 de enero de 2014

(Capítulo 15)



2 años después

Eran cerca de las dos de la mañana cuando Jae Joong venía entrando al departamento donde él y YunHo vivían. Ni siquiera le importó acomodar sus zapatos cuando entró porque estaba demasiado cansado, tanto que caminaba por el lugar con los ojos cerrados, chocando obviamente con todo lo que estaba a su paso. Había tenido una larga cirugía de la que apenas hace una hora había salido y muy apenas podía avanzar. Ni siquiera había llegado a casa en su auto, prefirió llamar a un taxi para que lo llevaran a su hogar porque en ese estado estaba seguro que solo ocasionaría un accidente.

Por cómo iba ni siquiera se dio cuenta de que había una silla atravesada y terminó tropezando con ella y cayendo al suelo con un ruido sordo. No pudo distinguir si el cuerpo le dolía por el golpe que se acababa de dar o por el cansancio que tenía por no haber dormido en más de veinticuatro horas. Se quedó tirado ahí, sin hacer absolutamente nada. No tenía fuerzas para levantarse y en ese momento consideraba algo cómodo el suelo tibio del departamento. Justo cuando iba a sumergirse por completo en el mundo de la inconsciencia escuchó unos leves pasos provenientes de su habitación los cuales se iban acercando cada vez más a él. Sabía que era YunHo pero por el estado de su cuerpo ni siquiera intentó abrir los ojos para mirarlo. Solo se dejó llevar por los fuertes brazos de su esposo que lo cargaron y lo dejaron delicadamente sobre la cama, cubriéndolo con algunas cobijas antes de sentirse rodeado por los brazos del hombre que lo abrazó en sus sueños.

Agradeció a los cielos que ese día entraba hasta la tarde. Su jefe había sido considerado con él y lo dejó entrar tarde al hospital para que pudiera descansar y recuperar bien las energías. Sintió los rayos del sol de la mañana filtrarse por las ventanas que tenían las cortinas negras ligeramente corridas hacia los lados y se cubrió con las cobijas hasta la cabeza, revolcándose en la cama para encontrar calor y una posición más cómoda para seguir durmiendo, pero la puerta del cuarto siendo abierta lo hizo voltear hacia la persona que venía entrando a la habitación.

-Al fin despiertas - le dijo con una sonrisa YunHo, sentándose a su lado en la cama y acariciando sus cabellos que ahora estaban teñidos de rojo por petición de su esposo. -Dijiste que llegarías temprano anoche - hizo un puchero adorable que hizo a Jae Joong sonreír y sentarse en la cama para estar a la altura de su pareja.

-Tuve una cirugía de emergencia, lo siento por no avisarte - 

-Yo entiendo... mi guapo doctor Kim es un hombre muy ocupado - lo tomó de la cintura cuando se acercó más a él y el pelirrojo colocó sus brazos alrededor del cuello del moreno para tenerlo más cerca.

-Puedo decir lo mismo del famosísimo artista U-know YunHo - y ambos rieron, porque sabían que las profesiones de ambos requerían mucho tiempo, del cual a veces se lamentaban porque no lo podían aprovechar como querían con su pareja, pero tampoco era que pudieran dejarlo pues era lo que amaban hacer. Todo lo bueno tiene sacrificios. Se besaron por un momento en el que YunHo olvidó a lo que iba al cuarto y en el que a Jae Joong se le olvidó que tenía hambre y debía desayunar.

-Jae - habló YunHo una vez se separó del mayor y el mencionado lo observó, dándole a entender que tenía su completa atención. -Voy a tener una gira por Asia - trató de sonar emocionado, porque en realidad si lo estaba cuando su manager se lo dijo y cuando vieron el mapa del continente asiático en donde tenían marcados los lugares que visitarían, pero no pudo evitar sentirse un poco triste al decirle aquello a su esposo, porque no quería dejarlo por tanto tiempo.

-Eso es genial Yunhie - le animó el pelirrojo. Él sabía perfectamente que aquello implicaba un gran tiempo sin su pareja, pero por el mismo hecho de que era su esposo y lo amaba con todo su corazón, sabía que esto hacía feliz a YunHo aunque en ese momento no se lo estuviera demostrando. Oportunidades como esas no sucedían tan seguido y además su esposo era un artista muy famoso, por lo que sería un total desperdicio de su habilidad sobre el escenario rechazar la idea de la gira por Asia.

-Me iré por dos meses... ¿estás bien con eso? - Hacer ese viaje era uno de los sueños más grandes que tenía y que había estado anhelando desde hace mucho tiempo, pero siempre escucharía la opinión de su familia, se sentía como una persona muy egoísta si tomaba aquella decisión pensando solamente en su bienestar.

-Estaré bien YunHo, cumple tus sueños - mientras habían discutido eso con la calma que siempre les caracterizaba como pareja, Jae Joong había terminado sentado en el regazo de YunHo aún con sus brazos enredados en el cuello del moreno y con sus rostros a escasos centímetros, sintiendo sobre sus labios el suspiro que dejó salir el moreno al escuchar su respuesta. El cantante sonrió y le dio un beso rápido en los labios a Jae Joong. 

-Gracias Jae, te prometo que se pasará rápido el tiempo - 

-Prométeme que te divertirás y disfrutarás de todos tus conciertos Yun, y me traes algún recuerdo de los países que visites - revolvió el cabello castaño oscuro de su esposo que ya se encontraba despeinado de todos modos porque se acababa de levantar y por último añadió -Y nada de mirar otras mujeres o hombres ¡eh! - y por esas cosas era que Jung YunHo amaba a Kim Jae Joong. 

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La despedida de aquella pareja tuvo que ser antes de bajarse del auto en el aeropuerto. Jae Joong sabía que no podría bajar y caminar con su esposo hasta el avión porque había cientos de fans reunidas para despedir también a su artista favorito. Por esto se dieron un apasionado beso en el auto, importándoles poco el sentir los flashes de las cámaras traspasar los vidrios polarizados del vehículo.

-Te veo en dos meses Joongie - con un último beso YunHo se bajó del carro y avanzó con sus guardaespaldas cuidándolo en todo momento hasta el avión. 

Cuando el doctor Kim pudo ver a las fans seguirlos y despejar el camino en la calle se fue a trabajar. 

No fue nada fácil para él estar sin su marido por dos meses. Para él, que no estaba acostumbrado -y ciertamente nunca lo estaría - a estar sin su pareja, fue como estar solo durante todo un año e incluso más. Jae Joong llegaba tarde algunas veces como era costumbre y se quedaba dormido en la sala. Y era cuando despertaba en el mismo lugar en el que se había quedado dormido al llegar a casa en la madrugada que extrañaba más a su esposo, porque cuando él se encontraba en casa con él lo llevaba cargando hasta la cama para que durmiera más cómodo.

-Debes hacerlo bien Yunhie - eran las palabras que Jae Joong susurraba todos los días a la fotografía de su esposo que tenía en su celular. 

No era su costumbre mirar su celular todo el tiempo. Ciertamente lo usaba más por cuestiones de trabajo, cuando lo llamaban al necesitarlo en alguna parte, pero ahora se la pasaba mirándolo más seguido, revisando constantemente la bandeja de entrada para ver algún mensaje de YunHo. 

-¿Esperando una llamada de YunHo? - fue lo primero que dijo Hyun Joong al sentarse frente a él en la cafetería a la hora de su descanso. 

-¿Tanto se nota? - fue lo que respondió Jae Joong dejando el teléfono sobre la mesa. No se había dado cuenta de que había estado observándolo detenidamente por diez minutos. 

-Ya casi han pasado los dos meses Jae, pronto volverá - lo animó su amigo.

-Lo sé, he estado contando los días y las horas para su regreso desde que se fue. Pero aun así una semana es una eternidad - hizo un puchero, mordió su manzana y en ese momento su teléfono comenzó a vibrar y a reproducir una de las canciones de YunHo. 

-¡Oh!, ¡Es Yunhie! - exclamó más que emocionado el pelirrojo y no esperó ni a que sonara por más tiempo cuando contestó.

"¿Estabas pendiente del teléfono?" Se burló de él YunHo. 

-No... solo tenía tiempo libre - mintió el doctor y Hyun Joong se comenzó a reír en silencio al ver las mejillas de su amigo pintarse de un fuerte rojo, casi igual que el de su cabello. Supo que no tenía mucho que hacer ahí, pues aunque fuera él quien estaba frente a su amigo almorzando sabía que el otro doctor no le haría caso, ni a nadie que se acercara en ese momento, porque estaba hablando animadamente con su esposo.

Aun así no hablaron por mucho tiempo porque YunHo tenía que ir a ensayar para el concierto de esa noche en Japón y Jae Joong debía regresar a trabajar, por lo que sin muchas ganas se despidieron después de muchos "te amo" y besos lanzados al aire.

'Debería reservar un restaurante cuando regrese YunHo para celebrar nuestro aniversario' pensó Jae Joong mientras caminaba de regreso a su consultorio, haciendo una nota en su teléfono para que le recordara aquello. Su aniversario había sido hace un mes y solo pudieron festejarlo por videollamada. Aunque fuera algo atrasado nunca sería una mala noche para tener una cita romántica con tu amante.

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Sin embargo el día que YunHo debía regresar una gran tormenta azotaba la capital surcoreana y el vuelo se tuvo que atrasar varias horas, por lo que YunHo terminaría llegando en la mañana del día siguiente y no en la tarde de ese día como estaba planeado. Jae Joong suspiró cuando leyó aquel mensaje de su esposo en su celular pero no tuvo ni tiempo de quejarse porque fue llamado a una cirugía a corazón abierto. Sin duda aquella sería una larga noche.

La cirugía duró seis horas en la madrugada y Jae Joong se fue directo a su casa después de eso. Pudo haberse quedado a dormir en el hospital como lo había estado haciendo casi todos los días en esos últimos dos meses pero debía y quería recibir a YunHo cuando llegara, aunque no estaba seguro de a que hora llegaría. 

Se puso a ver la televisión en un canal de películas mientras tomaba algo de soda y estaba acostado en el sillón de la sala. Eran las 5:00 a.m. y hubiera preferido dormir un poco pero su esposo le acababa de mandar un mensaje diciéndole que llegaría a las 7:00 a.m. a casa. 

Pero aún cuando se quiso quedar despierto esas dos horas su cuerpo le recordó que debía descansar. Que salvar vidas no era una tarea fácil y requería que estuviera con las energías completamente cargadas por lo que se quedó dormido en una posición algo incómoda, pero que en ese momento fue lo que menos le importó.

La puerta del apartamento se abrió, dejando entrar a YunHo con unas cuantas maletas, seguido por su manager que tenía otras cosas del cantante y las dejó en la sala. El moreno suspiró cansado, feliz de por fin estar en su hogar y vio a su esposo durmiendo en el sillón con la tele encendida.

-Jae - le picó una de las mejillas para tratar de despertarlo pero el doctor tan solo se giró en el sillón, casi cayéndose del mueble.

YunHo sonrió divertido.

Levantó a Jae Joong, sabiendo que con el profundo sueño que este poseía, no despertaría ni un poco cuando lo trasladara hasta la habitación. No tenía idea de a que hora había llegado su esposo a casa pero sabía que se había quedado esperándolo. No era la primera vez que lo hacía. 

Se hubiera acostado con él a dormir pero necesitaba bañarse y comer algo, así que lo dejó bien cubierto del frío y entre las almohadas para que descansara.

Unas horas después, Jae Joong despertó al sentir la luz del sol en su cara. Se levantó dispuesto a cerrar las cortinas para seguir durmiendo cuando se dio cuenta de que estaba en el cuarto y no la sala como recordaba. 

Sonrió.

Corrió a la salida del cuarto, notando las maletas que aún se encontraban en medio del pasillo hacia su habitación y vio a YunHo sentado en el sillón viendo tranquilamente una película. No esperó ni dos segundos para lanzarse a su esposo en el sillón y abrazarlo. La manera en la que el pelirrojo se había lanzado al mueble hizo que los dos se cayeran al suelo, pero en lugar de quejarse por el golpe comenzaron al reírse y poco después a besarse apasionadamente. 

Definitivamente necesitaban el contacto.

YunHo cargó a Jae Joong cuando se levantaron sin romper nunca el beso. El pelirrojo tenía sus brazos alrededor del cuello de su esposo mientras que el moreno levantaba las piernas de Jae Joong para que este las subiera a su cintura y llevarlo hasta el cuarto, donde se dejaron caer. Estaba por atacar el cuello de su pareja cuando Jae Joong invirtió posiciones, quedando sobre el estómago de YunHo. 

-Hoy yo me encargo - y comenzó a besar y lamer todo su cuerpo, dejando marcas por aquí y por allá. Sintiendo como el miembro de YunHo se endurecía y crecía cada vez más debajo de él, haciéndolo excitarse más.

Estaba por bajar el pantalón deportivo de YunHo para llegar a su objetivo cuando dejó de escuchar los gemidos del más alto. Extrañado volteó a verlo y vio que se había quedado dormido.

-¿Es en serio? - pero en lugar de enojarse o algo parecido comenzó a reírse. En realidad se le hacía raro que no se hubiera acostado a dormir cuando él estaba dormido también, pues sabía que debía estar muy cansado por el viaje. Tomó la manta que yacía en el suelo a consecuencia de toda la actividad que realizaron y se acostó al lado de su esposo, abrazándolo como siempre y cubriéndose a ambos con la cobija, entrando de nuevo en el mundo de los sueños.

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La mañana siguiente llegó después de muchas horas que le dieron un muy buen descanso a la pareja Jung. Los dos amantes despertaron con el sonido de la alarma de Jae Joong, quien debía ir al hospital temprano.

-No te vayas - lo apresó en sus fuertes brazos YunHo, comenzando a besar su cuello.

-Debo ir - 

-Pero quiero hacerlo contigo - hizo un puchero como niño chiquito y Jae Joong sonrió. 

-Te quedaste dormido ayer, es tu culpa no haber aprovechado ese tiempo. Ahora debo ir a bañarme - le dio un último beso en los labios y se metió al baño antes de que el moreno pudiera decir o hacer algo más.

Jae Joong también tenía muchas ganas de hacer el amor con su esposo, no lo iba a negar. Pero sus responsabilidades como médico eran mas importantes en ese momento. Aunque tenía algo listo para YunHo cuando regresara de trabajar.

-Esta noche será explosiva YunHo, a ver si te atreves a quedarte dormido de nuevo - sonrió con malicia y lujuria en su rostro y salió del baño llevando solo una toalla en su cintura cubriendo su desnudez.

YunHo aún seguía acostado en la cama, mirando solamente al techo aburrido cuando Jae Joong salió. Se levantó apoyándose en sus codos y lo observó caminar por la habitación hacia uno de los cajones para tomar su ropa interior. Jae Joong sabía perfectamente que estaba siendo observado y por eso se quitó la toalla y quedó completamente desnudo ante su esposo, a quien casi le da un paro cardiaco de ver a su esposo así sin más caminar por ahí. El pelirrojo se puso unos boxers rojos con negro y un pantalón de mezclilla negro, algo ajustado a las piernas, dejando ver lo deseables que estas eran. Por último se colocó una camiseta ligera de manga larga color azul marino y se acercó a YunHo, quien lo seguía mirando.

-Voy a hacer algo de café y me iré. Saldré temprano así que espero estés aquí para cuando llegue - delineó el fuerte pecho del moreno con su dedo índice y le dio un ligero beso en los labios. Dejando a YunHo con ganas de más.

Diez minutos después Jung Jae Joong ya estaba en la puerta del departamento poniéndose sus zapatos cuando YunHo lo abrazó por la espalda, dejando a Jae Joong sentir la erección que ya tenía y besando su cuello, dejando dos marcas.

-Yun -

-Te necesito Jae - 

-Y yo a ti, pero debo ir a trabajar - se volteó para quedar de frente a él y besarse intensamente. Jae Joong rozó con su mano derecha la entrepierna de YunHo y este gruñó excitado. Su otra mano fue directo al pecho de YunHo y lo apartó.

-Debo irme, te veo en la noche - Sin duda Jae Joong era la única persona capaz de dejarlo excitado por tanto tiempo, esperando a lo que vendría en la noche.

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La espera fue una tortura, incluso se tuvo que masturbar varias veces pero ni así saciaba su deseo. 

Necesitaba más que su propia mano.

Necesitaba a Jae Joong.

El sonido de las llaves abriendo el departamento alertaron a YunHo. Se levantó del sillón donde estaba y fue a recibir a su esposo. 

-¿Qué tal tu día? - 

-Solo tuve unas consultas y checando a unos pacientes que acababa de operar - puso sus cosas en el sillón y fue a tomar algo de agua al refrigerador.

-Eso es bueno... significa que no estás cansado - se recargó con una sonrisa que el pelirrojo conocía a la perfección y sonrió. Tenía ganas de jugar con su mente un rato más.

-Si estoy cansado, fueron muchas horas. Creo que iré a acostarme un rato - 

-Joongie no. Tú y yo tenemos unas cuantas cosas pendientes - y se lo llevó arrastrando al cuarto, el cual cerró con llave y Jae Joong se rindió. Porque ambos lo deseaban.

Las caricias de ambos recorrían de arriba a abajo el cuerpo del otro y los suspiros no se quedaban atrás cuando las manos tocaban algún punto sensible. 

Jae Joong nuevamente empujó a YunHo sobre la cama y se sentó encima de él.

-¿Donde nos quedamos? - puso una mano en su barbilla haciendo como que trataba de recordar y YunHo se desesperó aún más.

-Vamos Jae, sabes en donde, era tu parte favorita - 

-Mi parte favorita... - puso sus manos sobre el pecho del moreno y después dirigió su boca a los erectos pezones de su esposo. YunHo gimió pero negó con la cabeza.

-No Jae... vamos... no seas así - dijo entre gemidos. Ni siquiera podía hablar bien y eso le divertía demasiado al pelirrojo. Le gustaba tener el control sobre ese hombre. No lo hizo esperar más y bajó el pantalón junto con la ropa interior de su esposo y engulló el miembro completo del moreno, sintiéndolo crecer y endurecerse dentro de su boca.

YunHo puso sus manos sobre la cabeza de Jae Joong, acariciando sus cabellos desordenados y comenzando a marcar un ritmo que los dos disfrutaron hasta que sintió que era suficiente.

Jae Joong se detuvo y subió de nuevo hasta el rostro del menor para besarse mientras que se acomodaba para hacer su entrada rozar el miembro excitado del cantante.

-No tenemos condones - recordó YunHo cuando Jae Joong estaba por sentarse en su miembro.

-No los necesitamos - y bajó un poco, dejando que solo la punta entrara, desesperando a ambos por querer más contacto.

Lentamente fueron aumentando el ritmo, ambos gimiendo tan fuerte que seguramente los escucharían los vecinos. Cambiaron posiciones dos, tres, cuatro veces. Con YunHo recostado sobre Jae Joong. Con Jae Joong en cuatro. Ambos sentados para besarse y tener mayor profundidad en la penetración hasta que el deseado orgamos llegó. 

Aquella oleada de placer que recorrió sus cuerpos los hizo estremecerse por un buen tiempo después de que cayeran rendidos en la cama. 

-Dios... es el mejor orgasmo que he tenido en toda mi vida - dijo YunHo aún tratando de recuperar el aliento.

-El mio también - respiró hondamente y después se quedaron dormidos.

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3 semanas después

Jae Joong se levantó rápido en la mañana antes de que sonara su despertador y corrió a encerrarse al baño. 

YunHo despertó cuando sintió a su esposo alejar bruscamente sus brazos para salir de la cama y se levantó también para ir con su pareja. Cuando se acercó a la puerta pudo escucharlo vomitando. Justo como toda la semana anterior.

-Hey ¿Estás bien? - entró al cuarto sin siquiera molestarse en tocar la puerta primero y se puso en cuclillas al lado de su esposo, retirando los rojos cabellos de su cara, la cual estaba dentro del inodoro.

-...Si - respondió después de un rato. Cuando por fin sintió que no había nada más que vomitar volteó a ver a YunHo y acarició su rostro preocupado, en un intento de que se relajara un poco, de hacerle ver que estaba bien. Se levantó y se fue a lavar los dientes. -Voy a trabajar, te veo en la noche - se fue a tomar café y algo de pan antes de irse, no sin antes darle un beso a su esposo.

-Jae - lo tomó de la mano antes de que pudiera irse. 

-¿Qué pasa? - 

-Deja que te chequen por favor, me tienes muy preocupado vomitando todas las mañanas - Jae Joong sonrió por la petición de su esposo. El pelirrojo ya tenía una ligera sospecha de que era lo que le sucedía, pero le daba risa que YunHo no lograba relacionar los síntomas que había estado presentando en esos días.

-Está bien, me haré unos estudios de sangre, ahora debo irme - salió Jae Joong de la casa y YunHo lo siguió.

-Yo te llevo - se puso la chaqueta y se fueron juntos al hospital.

El camino fue rápido ya que no había mucho tráfico a esa hora de la mañana y la pareja se despidió con un beso en frente del hospital antes de que el doctor se bajara del auto.

-Te veo en la noche, tienes que salir temprano - Los Jung irían a cenar a un romántico restaurante que el cantante había reservado hace unos días y le hizo prometer a Jae Joong que debía salir temprano.

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El día para Jae Joong pasó con la misma velocidad de siempre. El doctor Kim amaba su trabajo, por lo que incluso aunque no durmiera por varios días seguidos no se quejaba. 

Durante uno de sus descansos Jae Joong fue con Siwon para que le hiciera los estudios que YunHo quería. Realmente solo iba a confirmar sus sospechas y sería una linda sorpresa para YunHo cuando le dijera lo que tenía en realidad. Aunque tenía algunas preocupaciones al respecto y muchas dudas prefirió dejarlas de lado por el momento y entrar a la oficina frente a él.

-Hola Jae, ¿qué te trae por aquí? - 

-Quiero que me hagas unos análisis de sangre - Fue directo al grano. La verdad era que no tenía mucho tiempo antes de que su siguiente paciente llegara. Siwon solo asintió y trajo al pelirrojo a la silla frente a él e hizo los procedimientos necesarios para tomar una muestra de sangre. 

-Bueno los resultados estarán en unas horas, pueder venir cuando termines tus consultas - 

Y Jae Joong se fue de vuelta a su consultorio con una mano en su plano abdomen. "Espero haya alguien ahí dentro, por favor". No podía negar que estaba muy ilusionado, especialmente porque ya había pasado mucho tiempo desde aquel incidente y YunHo siempre soñó con una familia.

Estuvo pensando en muchas cosas durante las siguientes horas en lo que revisaba pacientes que llegaban solo a consultar y en lo que corría de un lado a otro atendiendo gente en emergencias. Su estómago gruñó con hambre, haciéndole saber que ya debía irse del hospital.

-¿Siwon ya están los resultados?- asomó su cabeza al consultorio y vio a su amigo sentado detrás de su escritorio con un sobre entre sus manos.

-Si... ¿Quieres sentarte?, no tardaré - El pelirrojo obedeció a la seña de su amigo y se sentó en la silla acolchonada con las manos sobre su regazo.

-Jae, estás embarazado - dijo con seriedad y Jae Joong no pudo evitar sonreír - Pero te quiero pedir que te cuides mucho. Mañana te daré unas vitaminas y una dieta que puedes seguir para tener un buen embarazo. Tu condición es algo más delicada que antes porque ya tuviste un aborto en el pasado. Solo quiero que te cuides. - 

-Lo haré Siwon - 

-Bien... no me queda más que decir que Felicidades - estrecharon sus manos en señal de camaradería y con una sonrisa Jae Joong salió del hospital para ir con su YunHo. Para darle aquella hermosa noticia.

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YunHo llegó unos minutos antes de la hora acordada y fue dirigido por el mesero a la mesa que tenía reservada en una de las áreas más exclusivas del restaurante, para poder tener más discresión sin que algún fan inesperado los interrumpa.

Estaba tomando una copa del vino que ordenó cuando observó a la belleza de su esposo caminar al lado del mismo mesero que lo dirigió a él. 

Un beso en los labios fue lo que recibió el pelirrojo como saludo y se sentó frente a su esposo. La cena transcurrió con tranquilidad y ambos hablaban de todo lo que habían hecho en su día y de cosas sin importancia e incluso sin sentido. Ambos disfrutaban aquel momento romántico para ellos que no siempre tenían, ya fuera por el trabajo de alguno de los dos o por las fans de YunHo. 

-Oh por cierto ¿Te hiciste los estudios que dijiste? - dijo en un momento en el que estaban hablando del día en el hospital de Jae Joong. El doctor sonrió e inconscientemente llevó una mano a su abdomen.

-Si...-

-¿Qué tienes?, dime que no es nada grave - 

-No es grave... solo dura 9 meses y ya - 

-¿9 meses? - ladeó la cabeza sin entender y a Jae Joong le pareció adorable aquella acción.

-Si, y voy a engordar y tendré más hambre y seguiré vomitando por las mañanas durante un tiempo - 

-Joongie tú...- no terminó de hablar porque aunque la respuesta estuviera en su cabeza las palabras no salían de su boca. Mentiría si dijera que aquella idea no le emocionaba. Al contrario, lo ponía demasiado feliz, tanto que se estaba conteniendo en ese momento de saltar y gritar antes de que Jae Joong hablara.

-Si Yunhie... vamos a ser papás - una lágrima feliz rodó por la mejilla de Jae Joong y YunHo ahora si saltó de su asiento y gritó feliz. Fue hasta Jae Joong y tomó su rostro entre sus manos y lo besó con pasión, abrazándolo con fuerza cuando terminaron con el beso.

Aquel era el momento más feliz en la vida de ambos, porque solamente faltaba un bebé para completar lo que sería la familia que ellos habían soñado.

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No podía dejarl@s sin el capítulo cuando ya casi no tenía todo listo, por lo que aquí lo tienen. 

Supuestamente solo tengo que esperar hasta el primer día del siguiente mes y podré seguir con el blog en el servidor que siempre he usado, pero por si las dudas ya tenemos todo el blog aquí. Espero todo se resuelva y poner el capítulo 15 en el Young Mi's blog ^^

Ya llegó el mpreg!!!! Pero no se ilusionen porque faltan más cosas por pasar. Karam está preparando su comeback ewe 

Dejen sus comentarios y así, espero les guste el capítulo. Cuando tenga el blog anterior listo les prometo que paso sus comentarios al otro blog XD

L@s amo

~Always Keep The Fatih~

Epílogo: No more fear


Epílogo: No more fear

-¿Entonces no lo han hecho ninguna vez desde que regresaron? – Pregunta Chang Min al otro lado de la línea. YunHo suspiró al pensar en ello, pero aun así respondió

-No… A lo mucho algo de faje… pero no llegamos a quitarnos mas que las camisetas –

Ese día el fotógrafo Jung YunHo se encontraba acostado en su cama, hablando por teléfono con su mejor amigo, el pervertido adicto al sexo y la comida, Shim Chang Min. Tenía el día libre y lo único que quería era descansar, y Jae Joong estaba en la cocina haciendo algo de comer para los dos.

Ya habían pasado seis meses desde que Jae Joong le había dicho que necesitaba tiempo, y el moreno eso era lo que le había dado: tiempo. Pero estaba comenzando a desesperarse.

Ya ni siquiera podía cerrar sus ojos para dormir sin que una imagen del pelinegro bajo su cuerpo, gimiendo su nombre, apareciera en su mente, y siempre terminaba tomando duchas de agua helada.

-Has de estar muy necesitado amigo –

-Pues aunque no quiera admitirlo contigo… la verdad si lo estoy – otro suspiro salió de sus labios

-¿Y no has hablado con el? –

-No quiero hablar de eso con el, sentiría que lo estoy presionando –

-¡Pero tu también tienes necesidades! –

-¿Sabes? No se porque le pido consejos al adicto al sexo Chang Min –

-Bueno eso es porque no tienes a nadie más a quien recurrir – Y YunHo podía jurar que el chico estaba sonriendo.

-Veré que puedo hacer – Y así terminó la conversación de los dos amigos, justo en el momento en que Jae Joong avisó que ya estaba lista la comida.

Mientras disfrutaban de la comida del pelinegro, los dos chicos se mantuvieron en silencio. El moreno estaba seguro que Jae Joong quería decir algo pero no estaba seguro de si debía decirlo o no, y eso lo sabía porque sentía al mayor observarlo, pero cada vez que volteaba a ver al pelinegro, este desviaba la mirada hacia cualquier lado.

-¿Qué pasa? – dijo YunHo rompiendo el silencio

-¿eh? –

-Sabes que me puedes decir lo que sea… Anda –

-Umm… bueno yo… Quería saber si quieres hacer algo hoy o… -

-Puedes decidir que hacer hoy si quieres, no tengo planes – dijo YunHo, intentando ayudarlo a expresarse

-En ese caso… yo… mm… quedémonos aquí – dijo Jae Joong con las mejillas completamente sonrojadas y YunHo se extrañó por la manera de actuar del pelinegro.

-¿Tienes fiebre? Estas rojo –

-No… yo solo… voy a ver televisión un rato – y salió disparado de la cocina

-Que raro anda hoy – se dijo a si mismo YunHo y después se puso de pie para dejar los platos sucios en el fregadero.

-Voy a comprar unas cosas, ya vuelvo – anunció el moreno después de tomar su chaqueta y ponerse los zapatos.

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Cuando YunHo volvió dos horas después se encontró el departamento a oscuras y sin rastros de Jae Joong. Ya hace un tiempo había perdido el miedo de volver a casa y que el pelinegro lo hubiera abandonado, por lo que solo comenzó a buscarlo.

-Jae Joongie ¿En dónde estás? – dijo cantando mientras caminaba por el pasillo, abriendo la puerta del estudio de fotografía y del cuarto que compartían.
Después de buscar bien en esas dos habitaciones, cuando aún seguía en el cuarto vio luz provenir del baño y entró, observando cómo Jae Joong apenas terminaba de envolver una toalla alrededor de su cintura.

YunHo se quedó inmóvil, tan solo admirando a su perfecto novio y Jae Joong caminó hacia él con una sonrisa en su rostro.

-Yunhie-ah – dijo su nombre con un toque de sensualidad que el moreno no recordaba haber escuchado antes y aquello hizo que se encendiera en un instante. Tomando en cuenta el tiempo que ha estado reprimiéndose y la situación en la que se encontraban ahora era muy difícil que pudiera mantener el control. Jae Joong tomó su mano y lo llevó hasta la sala en donde prendió la chimenea para entrar en calor, si es que se podía más.

-¿Qué haces? – pregunta YunHo cuando pudo salir de su reciente shock y ahora se encontraba sentado en el sillón observando a Jae Joong de pie aún con aquella toalla alrededor de la cintura.

-Algo que ambos hemos deseado desde hace un tiempo Yunhie – le respondió mientras se sentaba a horcajadas sobre sus piernas y pasaba los brazos alrededor del cuello de su novio.

-Jae – fue lo único que pudo salir de su boca antes de que los rojos labios de su novio atraparan a los suyos en un apasionante beso que los hacía quedarse sin aire. YunHo movía su boca al ritmo que Jae Joong lo hacía pero el resto de su cuerpo estaba quieto, sin saber que podía hacer. Aún seguía pensando que cualquier cosa podría acabar con la magia o peor aún, podría despertar del sueño que creía estar teniendo.

El pelinegro tomó las manos de su novio y las colocó sobre su cintura mientras él mismo se presionaba más sobre la entrepierna del moreno, ahogando un gemido. YunHo gimió por la acción también y comenzó a acariciar el cuerpo de Jae Joong, pasando las manos por su espalda y después en su abdomen, para terminar dejándolas sobre su pecho, acariciando aquellas rosadas tetillas que ya estaban erectas de la excitación.

Los besos siguieron mientras se entregaban mutuamente caricias, dejándoles los labios hinchados por ser mordidos y succionados. Jae Joong se deshizo rápidamente de la camiseta de YunHo y comenzó a besar sus hombros, dejando notables marcas. YunHo gemía sin parar pero aún seguía pensando que todo era un sueño.
Cuando Jae Joong desabrochó los pantalones del moreno y posó su mano derecha sobre su erección fue cuando pudo comprobar que se encontraba en la realidad, más aun cuando notó la excitación del pelinegro resaltando en la toalla que aun llevaba puesta.

Se aventuró a meter su mano debajo de la toalla y acariciar la longitud de Jae Joong, provocando que este se retorciera de placer sobre él. Se deshizo de las prendas que quedaban sobre su cuerpo y el pelinegro hizo lo mismo con la toalla, lanzándola en cualquier parte de la habitación y comenzaron a darse placer mutuamente.

Jae Joong seguía sobre YunHo, teniendo aún el control de la situación, ambos masturbándose y callando sus gemidos en los labios del otro. En un momento el pelinegro se bajó del sillón y se hincó en el suelo, con la cara entre las piernas de YunHo y comenzó a hacerle un oral. Solamente había hecho eso una vez y aunque no era su actividad favorita cuando intimaba con YunHo, amaba ver la cara de placer que el moreno hacía. Unos minutos después sintió las manos de su pareja tomar su rostro para detenerse.

-No puedo terminar aún – le dijo y siguieron besándose. Jae Joong volvió a subir sobre YunHo y lo besó una sola vez. YunHo lo miró dándole su atención completa. A pesar de todo se conocían tan bien que incluso sin hablar, tan solo con acciones, eran capaces de comprender lo que querían decir. Sus miradas se encontraron y YunHo pudo notar algo que hace mucho no veía en la mirada de Jae Joong: confianza. Entonces supo que podrían continuar hasta el final.

Lo tomó nuevamente de la cintura para ayudarlo a levantarse un poco, mientras que Jae Joong tomaba el miembro de YunHo con sus manos y lo posicionaba debajo de su entrada. Con una última mirada y una respiración profunda fue bajando lentamente, sintiendo como las manos de YunHo nunca lo soltaban.

YunHo sintió las uñas de Jae Joong enterrarse en sus hombros mientras continuaban con la penetración. Tenían más de cuatro años de no tener relaciones sexuales por lo que no supo porque no se le ocurrió usar lubricante a ninguno de los dos. Pero ya estaba casi dentro y Jae Joong lo estaba llevando muy bien, por lo que acarició su espalda y después lo abrazó, pegándolo a su cuerpo cuando estuvo completamente dentro.

-Hace mucho que… no sentía… ahh… esto… ngg – dijo entre gemidos Jae Joong, abrazando también a YunHo, descansando su cabeza en el hombro del moreno.

-¿Te duele? –

-Ya está pasando – comenzó a mover sus caderas de atrás hacia adelante, gimiendo los dos con la acción.

Se separó un poco de YunHo para volverlo a besar en los labios y apoyando nuevamente sus manos sobre los hombros de su pareja comenzó a moverse de arriba abajo, dejando el miembro del moreno salir de su cuerpo casi por completo para enterrarse de nuevo en él.

Entre forcejeos, besos, gemidos, gritos y rasguños por parte de Jae Joong ambos amantes llegaron al orgasmo. Ambos respiraban con dificultad, recuperándose aún de las sensaciones que estaban tan frescas en sus cuerpos.

-No recordaba que fueras tan grande – dijo Jae Joong sonriendo

-Ni yo que tu fueras tan apretado – le siguió el juego, riendo también. Se besaron nuevamente y después YunHo ayudó a Jae Joong a bajarse. Lo llevó cargando hacia la habitación y apenas se acostaron se quedaron dormidos.

Cuando Jae Joong despertó por la mañana se encontró solo en la cama, escuchando el sonido de la regadera siendo cerrada y YunHo salió con ropa para andar en casa y secándose el cabello.

-¿Cómo dormiste? – le dijo YunHo

-De maravilla – respondió Jae Joong

-Vamos a desayunar fuera – propuso el moreno pero el pelinegro negó con la cabeza

-No creo poder levantarme – le dijo Jae Joong sonrojado – Mejor quédate en cama conmigo todo el día, podríamos… ya sabes… jugar – Y al moreno se le olvidó que tenía hambre y se volvió a meter bajo las cobijas con Jae Joong.

Después de tanto tiempo Jae Joong pudo sentirse seguro, porque la confianza que tenía con YunHo no solo se había restaurado sino que se había fortalecido. Cualquier rencor que pudo tenerle antes por el daño que le hizo lo había dejado en el pasado, porque en sí eso es, pasado. Se encargaría de disfrutar el presente, que era el regalo que tenía todos los días al despertar con ese maravilloso hombre con el que planeaba estar toda la vida y esperaba que en el futuro las cosas fueran aún mejor.

YunHo abrazó feliz a Jae Joong y se dio cuenta de que por fin todo ese esfuerzo había dado sus frutos. Que la espera había valido la pena y ahora podía estar seguro de que jamás le haría daño a la persona que más amaba en el mundo. Había aprendido bien su lección al casi perderlo y no estaba dispuesto a hacerlo de nuevo. Había cumplido su promesa de volver a construir la confianza.

Porque el amor se basa no solamente en caricias y besos, sino sobre todo, en la confianza que le tienes a la persona que amas.

FIN





Capítulo 6: Honey, I love you


Capitulo 6: Honey, I love you.

Cereal con leche y pan tostado con mantequilla al lado era el desayuno que YunHo había preparado ese día especialmente para Jae Joong. No era un experto cocinando por lo que hizo lo más sencillo que se le vino a la mente, incluso cortó fruta y la puso en otro plato para llevarle todo eso en una bandeja hasta la habitación. Ese día le daría el desayuno en la cama.

Entró al cuarto empujando la puerta con su pie pues llevaba las manos ocupadas y dijo

-Buenos días Boo –

-¡Aigoo! Me traes el desayuno a la cama – dijo emocionado Jae Joong sentándose en la cama

-No es la gran cosa… Pero espero te guste – dejó la bandeja sobre las piernas de pelinegro y se sentó a su lado observándolo comer

-Me vas a hacer un hoyo en la cara si sigues viéndome así – dijo Jae Joong y tomó otra cucharada de cereal.

-No puedo evitarlo, eres muy guapo – Y logrando su objetivo, el mayor se sonrojó.
Cuando terminó, YunHo se llevó las cosas a la cocina, y sin darse cuenta, Jae Joong lo siguió en silencio.

-¡Hey! – exclama Jae Joong poniendo sus manos sobre la espalda del moreno. YunHo se volteó y tomó al pelinegro de la cintura, acercándolo a su cuerpo. Por pura inercia el mayor colocó sus brazos alrededor del cuello del moreno, acercando sus rostros. Estaban tan cerca que podían sentir la respiración del otro, y entonces YunHo dijo susurrando.

-¿Puedo besarte?-

El pelinegro asintió cerrando sus ojos y así unieron sus labios en un beso. Simple al principio, y que fueron tomando algo de intensidad con paso de los segundos. El moreno abrazó aun más fuerte a Jae Joong, necesitando sentirlo más cerca a su cuerpo, siendo aun así insuficiente la cercanía que ya tenían.

Estando la habitación muy lejos, sus piernas los dirigieron al sillón de la sala, en donde YunHo terminó recostando lentamente a Jae Joong para posicionarse encima de él y poder seguir con aquella demostración de afecto.

Pidió acceso con su lengua a la boca del pelinegro, y le fue otorgado, comenzando una batalla interminable, saboreando y explorando por completo aquella cavidad, aquella parte del cuerpo a la que era adicto.

Se separaron para respirar, mirándose a los ojos, perdiéndose en la mirada del otro, en aquella mirada en la que no había nada más que amor reflejado. Un hilo de saliva era lo que los unía en ese momento, y la única prueba de lo que habían estado haciendo. Estaban yendo demasiado rápido, pero no era como que Jae Joong hubiera detenido a YunHo, pero aun así, el moreno sintió la necesidad de decirle.

-¿Si te incomoda algo me lo dirás verdad? – con sus ojos marrones fijos en aquella oscura pero cálida mirada del pelinegro, sabiendo que era pésimo mintiendo y más cuando lo miraban a los ojos, porque bien dicen que los ojos son las puertas del alma, YunHo esperó la respuesta a su pregunta.

-Si –

-¿Puedo continuar? –

Jae Joong asintió levemente, y cerró sus ojos nuevamente esperando por aquellos labios para unirse con los suyos. Y YunHo no se hizo del rogar y siguió saboreando aquel dulce del que nunca se cansaba.

La mente de ambos amantes se encontraba prácticamente en blanco, en lo único que sus cuerpos se concentraban era en besar la boca del otro y en disfrutar de ese momento, ya estaban comenzando a despojarse de la parte superior de su ropa cuando el cerebro de Jae Joong comenzó a mandar ciertos pensamientos, alias recuerdos del pasado, y el miedo empezó a invadirlo de nuevo.

FLASH BACK

Un sábado por la noche en el que Jae Joong se había quedado todo el día en casa mientras YunHo trabajaba. Ya se había hecho muy tarde, dando casi las dos de la madrugada y al pelinegro se le hacía raro que el moreno no haya regresado de aquella sesión de fotos a la que se había ido desde mediodía.

Como bueno novio se quedó esperando por él en el sillón de la sala, mientras veía televisión para pasar el rato. Estaba por quedarse dormido cuando escuchó la puerta ser abierta y vio entrar a un YunHo completamente borracho.

-YunHo ¿En dónde estabas?, pensé que te había sucedido algo – dijo preocupado mientras lo ayudaba a quitarse los zapatos y dejaba que se apoyara en él para caminar.

-Estuve bebiendo con unos amigos… ¿Qué no puedo? –

-No es eso… solo me pudiste haber avisado para irme a dormir en lugar de estarte 
esperando como tonto – le respondió algo enojado por el tono en que le había contestado el moreno

-Mira Jae Joong, no tengo ganas de escuchar tus reclamos, mejor vamos al cuarto a jugar un rato ¿Qué te parece? – dijo cambiando su tono de voz molesto a uno lleno de lujuria.

-Esta noche no YunHo, estas muy ebrio y no tengo ganas –

-Es que no se trata de que no tengas ganas… Yo quiero hacerlo y lo haremos – y comenzó a jalar a Jae Joong hacia la habitación.

-YunHo suéltame – Pero sus palabras no fueron escuchadas porque el moreno lo empujó a la cama y se subió sobre él, tomando las manos del pelinegro y reteniéndolas con una sola sobre la cabeza del chico, para que no intentara detenerlo

-Disfrutaremos mucho esta noche Jae – le susurró al oído antes de pasar a atacar su cuello, mordiéndolo fuertemente dejando marcas, Jae Joong gritó del dolor al sentir los dientes de YunHo, pero no podía hacer nada porque sus manos eran apresadas fuertemente por las del moreno.

-Por favor… detente –

Y de nuevo fue ignorado, pero esta vez sus manos fueron soltadas, solamente para que YunHo pudiera bajar cómodamente hasta la entrepierna de Jae Joong y pudiera masajearla.

-Mira ya lo duro que estas – dijo YunHo al sentir la erección del pelinegro, y fue cuando lo despojó de toda su ropa, haciendo lo mismo con la propia.

-No lo hagas… ni siquiera se te ocurra metérmela… te estoy diciendo que no quiero – dijo Jae Joong en tono demandante empujando a YunHo. Se bajó de la cama y corrió hasta la puerta del baño, si llegaba ahí y se encerraba con seguro podría salvarse de ser violado, pero un fuerte brazo lo detuvo, y lo jaló hacia atrás.
Ambos cayeron al suelo, pero eso no fue impedimento para que YunHo continuara 
con lo que estaba haciendo hace unos segundos

-Tú no te vas – y nuevamente atrapó los brazos de Jae Joong por sobre su cabeza, el pelinegro pataleó para alejar a YunHo de él, y eso lo hizo enojar aun mas, dándole una cachetada que lo dejó aturdido.

Tomó aquellas blancas piernas y las abrió con fuerza, y sin más entró en aquel frágil cuerpo. Sin poder hacer nada Jae Joong solamente gritó del dolor, mas aun cuando el moreno se comenzó a mover dentro de su cuerpo, sin siquiera esperar a que se acostumbrara a tenerlo dentro.

La sangre empezó a escurrir por entre las piernas de Jae Joong y el pelinegro se desmayó del dolor.

YunHo quien aún seguía embistiendo, volteó a ver el cuerpo bajo el y se asustó al ver tanta sangre.

-Jae… amor… despierta – comenzó a decir asustado después de salir de él, moviéndolo ligeramente para que despertara.

-Jae Joong… abre los ojos – pero no había respuesta,

-¡Kim Jae Joong! – exclamó y lo levantó en sus brazos, llevándolo rápidamente a la tina del baño, para comenzar a limpiar la sangre. Cuando dejó que el agua de la regadera comenzara a correr, los ojos del pelinegro se abrieron lentamente, y cuando se encontraron con la mirada del moreno, mostraron miedo.

-¿Qué haces? – pregunta Jae Joong dejando que las lágrimas escapen de sus bellos ojos

-Me asusté al verte sangrar… ¿Estás bien? –

-Me duele mucho – dijo Jae Joong haciendo un puchero con sus labios y comenzando a lavar su cuerpo con el jabón

-Lo siento… en serio lo siento… ¿Qué puedo hacer?-

-Llévame a la cama y ponme mi ropa – le dijo cuando terminó de bañarse y así lo hizo el moreno. Jae Joong se acostó ya cambiado y abrazó una de las almohadas, cerrando sus ojos, reteniendo las lágrimas. YunHo se acercó a él para darle un beso de buenas noches, pero el pelinegro se negó.

-Jae –

-Solo déjame dormir – y YunHo vio como una lágrima se deslizaba por la mejilla de su novio.

FIN DEL FLASH BACK

YunHo detuvo sus besos al sentir gotas de agua salada entrando a su boca. Extrañado abrió los ojos separándose un poco de Jae Joong, solo para encontrarlo llorando.

-Jae Joong… ¿Qué pasa? – pasó su pulgar delicadamente por sus mejillas, secando su rostro

El pelinegro abrió los ojos, observando la mirada preocupada de su pareja. Su cuerpo comenzó a temblar, como avisándole que estaba muy cerca del peligro, que debía alejarse, y como si sus manos actuaran por si solas, empujó a YunHo del sillón y salió corriendo hacia la habitación.

-¡Jae! – El menos lo siguió, entrando al cuarto antes de que el pelinegro se encerrara, pero no lo pudo alcanzar, porque el chico se había encerrado con seguro en el baño.

Jae Joong pegó su espalda a la puerta una vez le había puesto el seguro, y lentamente se deslizó hasta llegar al suelo, quedándose sentado con su espalda apoyada en el pedazo de madera y con sus piernas flexionadas, quedando sus rodillas a la altura de su rostro, abrazándose, como si fuera la única manera en la que se protegería del mundo exterior.

Comenzó a llorar silenciosamente, pero aun así lo hacía intensamente, tanto que incluso se le dificultaba el respirar. Los golpes de YunHo en la puerta lo trajeron de vuelta a la realidad, y ahora no solo tenía miedo, sino que se sentir avergonzado por lo que había hecho. ¡Había empujado a YunHo del sillón mientras se besaban! Y peor aún, pensó Jae Joong, dejó que lo viera en un momento de debilidad como ese.

-Jae… ¿Qué pasa?... Ábreme por favor – le estuvo suplicando YunHo por aproximadamente una hora, y Jae Joong se dignó a abrir cuando sintió que ya se había tranquilizado lo suficiente como para poder mirarlo a la cara.

Apenas abrió la puerta el pelinegro, YunHo lo atrajo a su cuerpo en un abrazo protector, tratando de transmitirle la tranquilidad que le faltaba y la seguridad que necesitaba.

-Lo siento – susurró Jae Joong, correspondiendo con fuerza el abrazo de YunHo, aferrándose a su camiseta como si su vida dependiera de ello.

-Está bien… Solo dime qué te pasa… Por favor –

-Yo… No lo sé… tal vez íbamos muy rápido… -

Y entonces, como si le hubieran lanzado un balde de agua fría, o peor aún, uno lleno de ladrillos, la respuesta llegó al cerebro del moreno. Recordó perfectamente como había abusado de Jae Joong una vez, y fue la única que lo hizo, pero siendo sinceros, nunca se había puesto a pensar en todo el daño que le pudo haber hecho, no solo física, si no psicológicamente. Ahora que veía a Jae Joong de esta manera, pensó que tal vez podría tener un trauma, uno que él mismo le había dejado.

-Perdón – dijo YunHo de repente

-Yun –

-¿Es por lo que te hice hace cuatro años? –

-…-

-Jae –

-Solo necesito tiempo – respondió Jae Joong. Había perdonado a YunHo aquella vez que abusó de él, y nunca lo había vuelto a hacer, y él nunca había tenido algún sueño sobre eso y en ninguna ocasión lo había recordado, incluso podía decir que ese hecho había quedado enterrado en el pasado, pero al parecer no era así. Pero Jae Joong era fuerte, y él lo sabía, estaba seguro de que podría superar eso él solo, solamente necesitaba tiempo para tener aun más confianza con YunHo.

-Te quiero… ¿Lo sabes verdad? – le dijo YunHo, tomando aquel blanco rostro entre sus manos, haciendo que sus miradas se crucen

-Si… y yo también te quiero YunHo – y se dieron un beso mas, no uno apasionado o profundo. Un puro y casto beso, una pequeña muestra de cariño.

En ese mismo instante YunHo se hubiera lanzado a un edificio de diez pisos o más alto, si no fuera porque su razón de vivir se encontraba con él. Se golpeaba mentalmente por lo que había hecho, aun se sentía extremadamente culpable. Todas las noches quería llorar por el daño que le había causado a ese hombre que lo único que había hecho era amarlo sin importarle nada. Tenía ganas de gritar, y de decirle a Jae Joong que se fuera, que consiguiera a alguien que no lo lastimara y que fuera feliz, pero no podía, porque cada vez que veía esos hermosos ojos, sentía que moriría si no los volvía a ver. Y era por eso que ahora su castigo era esperarlo, porque aunque lo hacía con gusto, también lo hacía como un castigo. Lo necesitaba demasiado, pero no era capaz de siquiera tocarlo.