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jueves, 13 de marzo de 2014

Wish



La vida en ese momento habia sido muy buena con ellos. Les habia dado la oportunidad de conocerse y de estar juntos. De que correspondieran ese amor que por años habían sentido.

Tenían muchos años de conocerse. Desde los 12 años se hicieron amigos y desde entonces han sido inseparables. Ocho años de amistad, una muy fuerte amistad y 4 años de noviazgo.

Pero no todo en la vida es perfecto. No todo es colorido y feliz. Siempre hay quienes por azares del destino, les toca sufrir, sin saber el por qué, y solo les queda aceptarlo y enfrentar el problema.

Esta es la historia de Kim Jae Joong y Jung YunHo. Dos chicos que jamás pensaron que su felicidad seria interrumpida.

Todo comenzó una mañana de verano…

Jae Joong habia despertado ese día solo en su cama, habia pasado la noche en el departamento de YunHo, pero este al parecer se habia levantado mas temprano que el. Se levantó y se fue a poner algo de ropa y salió de la habitación en busca de su novio, el cual por los sonidos que se escuchaban en la cocina, supo que ahí se encontraba.

Iba bajando las escaleras, cuando la cabeza del moreno se asomó desde la cocina y le sonrió al verlo

-Por fin despiertas, bello durmiente – dijo haciendo que el pelinegro se sonrojara. Le sonrió de vuelta, pero a mitad del camino de bajada se sintió mareado, trató de sostenerse del barandal o de la pared, pero no lo logró y se desmayó. El menor corrió lo más rápido que pudo y llegó con Jae Joong antes de que este cayera y se hiciera daño.

-¡Joongie! ¡Jae Joong! – le dijo moviéndolo para tratar de hacerlo volver pero no funcionaba. Lo cargó en sus brazos y tomando solamente sus llaves salió de casa.

Una vez en el hospital, Jae Joong fue llevado a examinar mientras YunHo esperaba afuera de la habitación. Con la desesperación consumiéndolo sacó su celular y llamó a los padres del pelinegro para informarles de lo ocurrido. No tardaron mucho en llegar, ya que trabajaban cerca del centro médico.

Justo cuando los tres se iban a sentar en la sala de espera, el medico que habia revisado a Jae Joong salió del cuarto.

-¿Qué pasa con Jae Joong? ¿Se encuentra bien? – pregunta YunHo mas que preocupado

-Pasen a la habitación con el, ya se encuentra consciente, pero lo que tengo que decirles, es mejor hacerlo si están con él. –

Los señores Kim compartieron una mirada angustiada antes de seguir al doctor dentro del cuarto.

Fueron y se sentaron al lado de Jae Joong, YunHo tomando sus manos y sus padres solo a su lado.

-¿Ya me puede decir por qué me desmayé? – pregunta un desesperado pelinegro

-Necesito que tomen esto con la mayor calma posible – suspiro – Jae Joong-sshi tiene una enfermedad terminal, un tumor en la cabeza, el cual no se detectó muy a tiempo. Sus probabilidades de vida son del 30%. –

Justo en ese momento el mundo de Jae Joong se vino abajo. Lagrimas amenazaron con salir de sus ojos, sus manos fueron apretadas suavemente por su pareja, que se encontraba en el mismo shock que el, su madre tapando su boca de la sorpresa  y su padre sin ninguna expresión en su rostro.

-¿No hay nada que se pueda hacer? – pregunta la madre Kim con la esperanza de poder salvar a su hijo

-Siguiendo el tratamiento que le impondremos en este momento y la medicación necesaria, puede que su tiempo de vida aumente –

-¿Pero no se puede eliminar el tumor? ¿No se podrá recuperar? ¡¿Tiene que morir?! – preguntó alzando la voz el joven Jung, ahora si con lagrimas saliendo de sus ojos y su voz a punto de quebrarse

-Si sigue la medicación al pie de la letra… pero aun así sus posibilidades son pocas. Podría decirse que solo un milagro lo salvará-

Jae Joong habló por primera vez en todo ese tiempo, con la voz entrecortada por las lágrimas

-¿Podríamos… em… empezar con el tratamiento… ahora mismo? –

-Si – respondió el medico pensando que tal vez todo podría salir bien si el chico mantenía una actitud positiva, le sonreía a la vida, tomara toda la medicación y sobre todo, tuviera fe.

YunHo observó como varios médicos y enfermeras ingresaban a la habitación y empezaban a hacer estudios y empezar con el tratamiento. Una de las enfermeras que se encontraban ahí le pidió a el y a los padres de Jae Joong salir del cuarto, y sin poder hacer nada mas, se resignaron a seguir aquella instrucción.

Mientras esperaban, el moreno se sentó en la silla se la esquina de la sala de esperas, en el lugar mas alejado de todos los que se encontraban ahí, que solo eran tres personas aparte de la familia de su amado. Apoyó los codos en las rodillas y ocultó su rostro entre sus manos. Intentando en vano que sus sollozos se oyeran, comenzó a llorar en silencio. Lagrimas de impotencia escurrían por sus mejillas ‘perfectas’, así era como las habia descrito Jae Joong, cada vez que las acariciaba o besaba, bueno, en realidad el pelinegro decía que todo en YunHo era perfecto, aunque el menor pensara que era al revés. No podía perder a Jae Joong, no de esa manera, ni de ninguna otra, no podía pensar en siquiera vivir un día sin el, porque desde que el le habia confesado tímidamente su amor aquella noche nevada en un parque, se habia dado cuenta que no podría sobrevivir sin él.

Cada momento que pasaban juntos era especial, aunque estuvieran solos en su casa acostados en el sillón de la sala viendo televisión, el no podría encontrar jamás a alguien que reemplazara a la persona que habia amado con tanta intensidad desde que la conoció.

Sus sollozos se hicieron un poco más audibles, llamando la atención de los presentes. Pero a el ya nada le importaba. El trataría de hacer lo que fuera necesario para salvar al chico pelinegro.

Esa tarde YunHo decidió que no iba a dejar ir a Jae Joong sin dar pelea.

Perdió completamente la noción del tiempo, estaba tan concentrado en su dolor, que no habia notado cuantas horas habían pasado. Fue hasta que Jae Joong salió del cuarto dirigiéndose a su familia, que miró a la ventana, dándose cuenta que ya era mucho después de medio día.

-¿Cómo estas? ¿Qué te hicieron? – le preguntó inmediatamente el moreno apenas se acercó.

-Estoy bien… supongo. Me pusieron unas inyecciones. Y tengo que venir dos veces a la semana recibirlas –

YunHo contuvo las lágrimas que amenazaban con salir de nuevo, pero abrazó fuertemente a Jae Joong, quien sin tener que preguntar nada, entendió a su amado, y correspondió a su abrazo. El menor pasó una de sus manos por la espalda del pelinegro, acariciándola, y la otra por su cabello, pasando sus dedos por aquellas finas y sedosas hebras negras. Escondió su rostro en su cabello, aspirando su aroma.

Se quedaron ahí parados abrazados, disfrutando de ese momento, importándoles poco quien los viera, ese momento les pertenecía solamente a ellos dos.

Cuando se separaron, miraron a los padres del mayor que también lo abrazaron. Sin poder resistirlo también, su madre lloró en su hombro, y Jae Joong no pudo evitar esta vez llorar también.

-Vayamos a casa – le susurró al oído la señora Kim

-¿Puede… venir YunHo?- pregunta tímidamente el pelinegro separándose un poco de su madre para mirarla a los ojos. Ojos que estaban ahora rojos e hinchados por las lagrimas. Ella asintió y así los cuatro se dirigieron a casa de la familia Kim.

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Ya en casa de Jae Joong, ambos muchachos se fueron directo a la habitación de este. YunHo fue el ultimo en entrar, cerrando la puerta tras de si, para así tener un poco de privacidad. Se dirigió a la cama del pelinegro, en la cual ya se encontraba el sentado.

Observó como una lágrima recorría la mejilla pálida de su novio, y con un movimiento ligero de su mano, y con la mayor delicadeza que le era posible utilizar, la limpió. El siempre habia considerado a Jae Joong como un ángel, su ángel, y por lo tanto una criatura con tal magnitud de belleza no debía llorar.

-No me quiero morir Yunhie ¡No quiero! – estalló en llanto aquel hermoso ser, aferrándose con fuerza al cuello del moreno y dejando que su lagrimas lo mojaran.

-Todo va a estar bien – lo consoló YunHo, queriendo el mismo creer sus palabras, pues no sabia que tan ciertas eran. Deshizo el abrazo del mayor, levantando el rostro de este, para que lo mirara fijamente. Con sus manos nuevamente le limpió aquellas gotas saladas y le dijo

-No me gusta que llores... Un ángel como tu no debe llorar – esbozando una casi imperceptible sonrisa y acercándose para besarle los labios. Fue solo un tierno roce, mostrándole en el todo su apoyo y su amor. Se fueron acostando juntos, uno al lado del otro, sin dejar de mirarse en ningún momento, y se besaron y abrazaron de nuevo. Así fue como se quedaron dormidos, después de tantas emociones vividas en solo esas horas. YunHo abrazando a Jae Joong, queriéndolo proteger de todo.

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-Jae Joong-ah… Joongie, Jae… - le hablaba constantemente la señora Kim al pelinegro, moviéndolo suavemente para que despertara y se levantara a desayunar. Ese día tenia que ir a recibir quimioterapia y en unos minutos mas llegaría YunHo, que desde que Jae Joong se habia enfermado, habia estado yendo todos los días a visitarlo, y también se habia ofrecido a llevarlo a que recibiera su tratamiento.

-mmmhhh… - fue la única respuesta que dio el joven de tez pálida, para después envolverse aun mas en las cobijas. Sin poder hacer nada, la mujer se dio por vencida y decidió esperar a que llegara el novio de su hijo, estaba segura que a el si le haría caso.

Se dirigió de nuevo a la cocina para terminar de hacer el desayuno de ese día, y no pasó mucho tiempo, cuando escuchó el timbre de la casa. El padre de Jae Joong fue quien abrió y mandó a YunHo a despertar a Jae Joong.
El moreno subió al cuarto de su amado y acercándose a su cama le habló y lo movió un poco, pero el chico no quería levantarse.

-Boo… vamos, tienes que ir a tu tratamiento –

-No… duele mucho – le respondió el pelinegro destapando su cara, haciendo un puchero y tallándose los ojos para quitar las lagañas.

-Yo se que te duele – le dijo el moreno sentándose al lado de el – Pero es por tu bien, es para que te recuperes – terminó poniendo una mano en su cabeza. Nunca se cansaba de acariciar ese cabello, realmente era adicto a eso, así como a otras cosas que solo el mayor hacia para enamorarlo cada día, desde el primero.

Jae Joong no sabía que más decir, sabía perfectamente que tenia que asistir sin falta a sus quimioterapias y tenia que tomarse los medicamentos a las horas indicadas, pero nunca pensó que fuera tan difícil seguir su tratamiento al pie de la letra. Para empezar el odiaba estar en hospitales, las inyecciones y ese olor a medicamento y esterilizante que tiene todo lo que se encuentra en ellos, y tener que ir a la quimioterapia era tener una aguja enterrada en el brazo introduciendo un liquido que le hacia arder cada arteria por la que pasaba. De las pastillas no se podía quejar, pues no tenían sabor ni nada que lo incomodara. Pero el realmente detestaba las quimioterapias.

-Voy a estar contigo en todo momento – dijo YunHo sacando de sus pensamientos al mayor. Este solo asintió y decidió hacerlo por las buenas. Ya muchos problemas sabían que le estaba causando a YunHo por tener que venir a visitarlo todos los días.

-Cámbiate y te espero abajo para que comas algo- se levantó el menor de la cama, y se retiró del cuarto, no sin antes claro, darle un beso a Jae Joong.

Unos minutos después el pelinegro bajó para tomar el desayuno, el cual estaba hecho basado en una dieta que le habían dado en el hospital. Ya que estaba enfermo, parte de su tratamiento era comer solo lo que le indicaban, especialmente alimentos ricos en vitaminas. YunHo muy apenas y sabia cocinar unas cosas que le habia enseñado hacia unos años Jae Joong, y ahora tuvo que aprender a preparar lo que su novio debía de comer.

Comieron juntos el desayuno y después de terminar y lavarse los dientes, se despidieron de la familia Kim y se fueron al hospital. No tardaron mucho en llegar gracias a la falta de tráfico, puesto que a esa hora ya la mayoría estaban trabajando o habían entrado a la escuela.  Al llegar, fueron a recepción para que avisar que ya habían llegado

-Pase al cuarto de en frente, ya lo espera el doctor –

Ambos muchachos pasaron, uno más nervioso que el otro.

-Jae Joong-sshi acuéstate – le pidió el medico palmeando la almohada de la cama. El pelinegro hizo lo que se le indicó y tratando en vano de relajarse, sintió como una aguja entraba en su brazo comenzando a expulsar dentro de su cuerpo el medicamento.

YunHo se acercó a el para darle su apoyo. Tomó su mano y acercó su boca a su oído

-Si te duele mucho aprieta mi mano, así se cuanto te duele – le susurró haciendo que el pelinegro esbozara una ligera sonrisa, misma que fue reemplazada por una mueca de dolor.

El mayor hizo lo que YunHo le habia dicho, apretando su mano con la fuerza que tenia, demostrándole el dolor que sentía. El moreno le devolvió, con menos intensidad, el apretón, sintiéndose de nuevo inútil, por no poder hacer algo para remedia aquel dolor.

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-Pasarás este fin de semana conmigo – YunHo dijo a la vez que llenaba una pequeña maleta con ropa del pelinegro, y con sus medicamentos. Lo tomó de la mano y lo arrastró afuera de su cuarto, no sin antes abrigarlo claro. El clima ya se estaba poniendo más frio, se encontraban comenzando el otoño en la capital surcoreana, y el moreno no quería que su novio se enfermara, más.

Acababan de regresar de una de sus quimioterapias aquel día, y solo llegaron por las cosas del mayor.
Al llegar a la casa de joven Jung, Jae Joong fue al sillón de la sala, y se acostó ahí, tomando el control de la televisión y encendiéndola

-¿Qué quieres hacer hoy? – le preguntó sonriente YunHo, colocándose enfrente de el, tapándole la vista hacia lo que estuvieran transmitiendo

-Estoy cansado… no tengo ganas de nada – respondió Jae Joong sin muchos animos. Si hubiera sido otra persona, y en una situación completamente diferente, le habría regañado por amargado, y lo hubiera sacada a pasear por ahí, pero entendía como se sentía el pelinegro, por lo que le preguntó

-¿Quieres ver una película? – Y al recibir una respuesta positiva, puso en el reproductor de DVD una de las películas que habia rentado en esos días.

Se acostó junto a Jae Joong en el sillón, quedando el mayor entre la pared del sillón y YunHo. Recostando su cabeza en su pecho y pasando uno de sus brazos por su abdomen, abrazándolo.

La película comenzó y ambos comenzaron a verla, en silencio, solo disfrutando la compañía del otro. Pasada una hora, en una de las escenas, YunHo preguntó emocionado por la película

-Wow ¡¿Viste eso Jae?! – Con el movimiento que el muchacho realizó, Jae Joong abrió los ojos, y con voz aun adormilada, pregunta

-¿Eh? ¿Qué cosa? –

-¿Estabas dormido? –

-mmm… si… lo siento –

-No importa… debes estar cansado – dijo el menor abrazando a Jae Joong y dejándolo dormir de nuevo.

Pasadas unas horas, la película ya se habia terminado, y ambos chicos dormían tranquilamente en el sillón.

El celular de YunHo sonó, despertándolo. El moreno vio que era una alarma, que le indicaba que Jae Joong debía tomar sus pastillas, así que, aunque no quería, tuvo que despertar a su novio

Lo movió ligeramente, y poco a poco fue abriendo sus ojos.

-Te toca tomar tu medicina – dijo YunHo levantándose para ir por el medicamento y un vaso con agua, mientras Jae Joong se sentaba en el sillón, tallándose un poco los ojos para quitarse el sueño.

El pelinegro tomó sus pastillas obedientemente. Aunque le costara trabajo, seguía su tratamiento justo como el medico se lo habia indicado, si tenia el tiempo contado, por lo menos quería tener el mayor tiempo de vida posible, quería disfrutar al máximo, sus últimos momentos con la persona que mas amaba. Se terminó todo el vaso de agua, y se lo entregó de vuelta a YunHo, quien le dedicó una sonrisa y con su mano libre acarició el suave y largo cabello de Jae Joong. Lo hizo de manera suave, relajando al mayor, pero cuando retiró su mano de su cabeza, vio como unos cuantos cabellos negros de su novio se venían con su mano. Supo entonces que pronto el cabello de su pareja comenzaría a caerse, y supo también que ese seria uno de los momentos difíciles que vivirían, pues cualquier persona que conociera a Jae Joong, sabía que este amaba su cabello. Para no preocuparlo, se sacudió la mano en su pantalón y se levantó para ir a dejar el vaso vacio a la cocina.

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Cinco meses. Cinco meses habían pasado desde que Kim Jae Joong habia sido diagnosticado con una enfermedad terminal. Y desde esos cinco meses aquel joven habia estado llevando su terapia, un poco dolorosa.

Jae Joong despertó aquella mañana de Enero envuelto en las cobijas de su cama, en su habitación. Tenia una semana de no ver a YunHo porque este se habia enfermado de gripe y no  lo quería contagiar.

La noche anterior el chico habia hablado con el por teléfono y YunHo le habia comentado que ya se encontraba bien, por lo que lo llevaría a pasear al día siguiente, que no tenia quimioterapia.

Jae Joong se levantó de su cama dispuesto a ir a arreglarse para su cita con su novio, cuando pasó frente al espejo de cuerpo completo que tenia en su cuarto, recordando que en esa semana, se habia quedado sin cabello a causa de las radiaciones que recibía. Tocó su cabeza sin pelo como si le tuviera miedo, el realmente habia llorado el día que perdió todo su preciado cabello, estuvo casi toda la tarde derramando lágrimas encima del pantalón de su madre, que tenia la cabeza del muchacho apoyada en sus piernas mientras lo consolaba.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta de su cuarto se abrió de repente. Dejando ver al joven moreno que acababa de llegar para ver a su amado.

Jae Joong corrió a esconderse bajo las cobijas para que YunHo no lo viera de esa manera, el podía verlo desnudo si quisiera, pero jamás calvo.

-Joongie – dijo cariñosamente el menor acercándose a la cama del más pálido, sentándose en la orilla de esta y colocando su mano sobre el cuerpo del chico.

-No me veas –

-¿Por qué?-

-Estoy feo – dijo antes de que se le empezara a quebrar la voz. Cosa que el moreno notó de inmediato.

-Claro que no… tú siempre serás hermoso Boo-

-Pero… mi… cabe…llo – dijo sollozando

-No me importa si tienes o no pelo en esa hermosa cabeza tuya, yo aun te amo – se inclinó para abrazarlo. Los sollozos de Jae Joong se hicieron más audibles y YunHo le quiso quitar las cobijas, pero el chico se resistió. Forcejearon un rato, pero notando el moreno que Jae Joong no cedería, se alejó de el, yendo hacia su baño.

Sabiendo que eso lo terminaría haciendo tarde o temprano, sacó de su saco la  rasuradora eléctrica y comenzó a rapar su cabello. Los mechones castaño oscuro del moreno caían al lavamanos del baño de Jae Joong, pero a el no le importaba. Si su Boo sufría porque no tenia cabello, entonces el estaría en las mismas condiciones que el para sentirse igual, y que de este manera no se sintiera tan mal.

Jae Joong se descubrió la cara al escuchar aquel extraño sonido, y dirigió su mirada hacia donde estaba YunHo, viendo algo que jamás en vida hubiera pensado ver.

Cuando YunHo terminó, apagó la maquina y se acercó de nuevo a Jae Joong, que lo miraba aun sorprendido por lo que acababa de hacer.

-¡¿Que hiciste?! – dijo mas a modo de regaño que de pregunta el mayor.

-No quiero que te sientas mal… se cuanto te gustaba tu cabello – respondió tranquilamente el moreno acariciando la cabeza de su novio. Jae Joong bajó la mirada sintiéndose culpable por lo que su pareja acababa de hacer. Pero YunHo lo tomó por la barbilla obligándolo a verle –No te sientas culpable, cuando fui al servicio militar también lo hice – dijo recordando cuando se habia ido por dos años.

-Ahora… - comenzó a decir el moreno buscando en su mochila algo - ¿Cuál quieres? – preguntó a la vez que sacaba dos gorros tejidos de colores. En uno resaltaban los colores rosa y en el otro el azul. Jae Joong, aun con unas cuantas lágrimas bajando por sus mejillas, señaló el rosa y YunHo lo colocó sobre su cabeza, para después ponerse el de color azul.

-¿Listo para nuestra cita? -

-Solo deja me cambio – dirigiéndose a su armario por ropa

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Semanas después, para ser exactos, el 26 de Enero, Jae Joong fue despertado por una voz muy familiar, una voz que siempre le brindaba tranquilidad, y que nunca olvidaría

-¡Feliz cumpleaños! – emocionado el moreno abrazó a su novio que aun estaba un poco dormido. Le dio un beso en sus rojos labios, y lo volvió a apretar contra su cuerpo, haciendo que el muchacho sonriera. El flash de una cámara los hizo separarse un poco para ver de donde provenía, y vieron a los padres del joven Kim con una cámara en la puerta de la habitación. Tomando fotos de todas y cada una de las acciones del moreno.

-Toma tu regalo – YunHo le entregó a su pareja una pequeña caja color rojo con un listón azul alrededor. El chico del cumpleaños la tomó emocionado y la abrió, encontrándose con un anillo plateado.

-¿Habia dos anillos? – pregunta el Jae Joong colocándose su anillo en el dedo anular y mostrándole a YunHo los dos espacios que tenia la caja

-El otro es mío – le respondió el menor mostrándole su mano, que tenia un anillo idéntico al suyo.

Kim Jae Joong habia estado muy bien en esos meses. Habían llevado la medicación como les era indicado y no habia habido ningún problema. Y era por esto que YunHo se encontraba feliz. Porque cada vez que iban a una quimioterapia, Jae Joong terminaba débil y sin ánimos para hacer algo. Habia veces en que tenia fiebre, en que le dolía el cuerpo, otras en que no tenia hambre. Pero la mayoría de las veces se deprimía, y el moreno pasaba toda la tarde abrazándolo y tratando de tranquilizarlo, deseando estar en su lugar, sufrir todos los síntomas de esa enfermedad en lugar de su amado.

Al levantarse de la cama, Jae Joong se sintió un poco mareado y casi cae de frente al suelo, de no ser porque YunHo estaba enseguida de el y lo sostuvo antes de que se golpeara

-¿Estas bien? – pregunta preocupado

-Si – respondió para que no se preocupara. Pero la verdad era que no se sentía muy bien esa mañana. Ese día se sentía mas débil de lo normal, pero no sabia a que se debía exactamente, ya que el recordaba haber tomado su medicamento la noche anterior. Sin más problemas se fue a cambiar para ir a la sala de su casa donde lo esperaban sus hermanas, que habían llegado por la madrugada en silencio para no despertar a Jae Joong.

Ya arreglado, con uno de las gorras que le ha regalado su novio, Jae Joong entró a la sala, sonriendo al ver a toda su familia ahí reunida para felicitarlo. Abrazó a cada una de sus hermanas y también a los esposos de algunas de ellas, pero volvió a sentirse mareado, siendo esta vez acompañado el mareo por un fuerte dolor de cabeza que lo hizo perder el conocimiento al instante.

Lo único que pudo escuchar fue la voz de YunHo gritando su nombre, y ver como todo daba vueltas mientras el caía al suelo, hasta que todo se volvió completamente negro para él.

~o~o~o~o~o~ WISH ~o~o~o~o~o~

-Le quedan a lo mucho dos semanas de vida – dijo el doctor Han a la familia de Jae Joong que se encontraba justo afuera de la habitación en la que, horas antes, acababa de ser internado el muchacho.

YunHo cayó de rodillas al suelo, importándole poco si se lastimaba con ese golpe. Sintió algo en el romperse, y recordó de nuevo todos aquellos sueños que habia estado teniendo esos días, en los cuales el siempre terminaba perdiendo a su Jae Joong sin poder hacer nada al respecto. Aquellas palabras dichas por el medico le dolían demasiado, como si en ese mismo instante le estuvieran clavando mil cuchillas en el corazón. Lagrimas de tristeza y dolor comenzaron a aglomerarse en sus ojos marrones. Cerró sus ojos con fuerza tratando de retenerlas, pero era inútil, ya habia sido vencido por ellas y ahora lloraba audiblemente.

Jae In se acercó para consolar a su cuñado. Al ser ella la menor de todas las hermanas Kim, habia estado más tiempo con Jae Joong y habia sido testigo de cómo YunHo se volvió amigo de su hermano, hasta cuando le confesó su amor. Ella habia sido una de las personas que habían logrado ver cuando amaba YunHo a Jae Joong, y aunque tal vez no estuviera sintiendo el mismo dolor que el, lo comprendía, porque era su hermano el que estaba en aquella cama de hospital viviendo sus últimos momentos de vida.

-Aun no… Aun no por favor – susurraba el moreno mientras aquellas gotas salinas seguían nublándole la vista. Se aferró fuertemente al brazo de Jae In, y lloró como un niño pequeño lo hace con su madre cuando se ha golpeado.

~o~o~o~o~o~ WISH ~o~o~o~o~o~

Los días siguientes Jae Joong los pasó todo el tiempo en el hospital. Ese día se encontraba con YunHo acostado, solamente disfrutando de su compañía, sintiéndose en paz cada vez que lo tenía a su lado.

-Yunhie- habló el mayor

-¿Si? –

-Prométeme algo –

-Lo que quieras Boo – le dijo con ternura besando su cabeza

-Se feliz – El moreno no pudo evitar sentir como su corazón se oprimía por el dolor al escuchar aquellas dos palabras. Se contuvo de llorar como lo habia estado haciendo los días anteriores, pues sabia bien que su Boo también lloraría si el lo hacia, y lo menos que deseaba ver era verlo así.

-Contigo seré feliz – fue su única respuesta

-Yun –

-Cásate conmigo – le propuso el peli castaño. Habia dejado esas semanas crecer a su cabello, ya que su novio le habia prohibido volver a cortarlo. -¿Sabes? Siempre he querido viajar por el mundo… podemos ir a América y casarnos ahí, pasar nuestra luna de miel en París y seguir visitando mas países en Europa… -

-Claro que si – respondió Jae Joong levantando su cabeza para mirar a su YunHo, que tenia los ojos rojos porque quería llorar, se acercó un poco y lo besó.

~o~o~o~o~o~ WISH ~o~o~o~o~o~

5 de Febrero. La madre de Jae Joong estaba sentada al lado de la cama de su hijo, quien estaba despertando después de una siesta

-Umma – habló el chico llamando la atención de la señora Kim

-¿Qué pasa cariño? –

-¿Puedes comprar un pastel? YunHo cumple años mañana –

-Claro – le respondió con ternura, terminando de tejer una gorra azul que colocó en la cabeza de Jae Joong. Le dio un beso en la frente y salió del cuarto a hacerle aquel favor.

Al día siguiente, YunHo habia llegado por la tarde con su novio. Tuvo que escaparse de su casa en donde su familia y amigos querían festejar su cumpleaños para poder ver a su pareja.

-Siento llegar tarde – dijo YunHo respirando agitadamente por haber llegado corriendo al hospital

-No te preocupes – respondió Jae Joong extendiendo sus brazos, llamando a YunHo con ellos para que fuera hacia el. Le dio un cálido abrazo y muchos besos en su rostro. El moreno sonrió y tomó los labios de Jae Joong, besándolos con pasión. Al separarse, el mayor sacó de debajo de su cama una caja con un pastel. Hizo a YunHo sentarse a su lado y acercaron la mesa de la camilla.

~Saengil Chulkahamnida… Saengil Chulkahamnida ♪ ~ Comenzó a cantar Jae Joong, haciendo mas que feliz a YunHo.

-Pide un deseo – dijo aun cantando el chico de piel blanca. Y el moreno, sin pensarlo dos veces, sopló las velitas de aquel pastel de cumpleaños, pidiendo ese deseo que habia pedido al cielo cada vez que iba a dormir.

Después de haber comido un poco, YunHo salió de la habitación para comprar algo de tomar, cuando se encontró con el doctor Han, que al verlo, fue de inmediato con el para decirle lo peor que pudo haberle dicho en toda su vida.

-YunHo-sshi… ¿Se quedará esta noche con Jae Joong-sshi? – El chico de ojos marrones asintió en respuesta a aquella pregunta

-Le recomiendo que este preparado… Lo más probable es que Jae Joong-sshi no pase de esta noche –

Solamente dio media vuelta y se dirigió de nuevo al cuarto de Jae Joong. Quería gritar sin importarle quien lo escuchara, quería golpear cosas sin importar quien lo viera, y quería reclamarle con todas sus fuerzas a aquel Dios en el que siempre creyó, porque le arrebataba de esa manera a la persona que mas amaba, a aquella persona que se habia apropiado de su corazón, aquella persona que si no estaba junto a el lo hacia sentirse vacio. Porque Jung YunHo no era nada sin Kim Jae Joong, y estaba a punto de volverse un cuerpo sin alma si su Jae Joong se moría. El aun no estaba preparado para dejarlo ir, el nunca estaría listo para dejarlo ir, porque era demasiado egoísta y no quería que ni el cielo lo tuviera.

Entró al cuarto en silencio, recibiendo aquella mirada cariñosa, pero al mismo tiempo cansada de su novio. Justo en ese momento se habia dado cuenta de lo cansado que se veía su Boo, estaba cansado ya de luchar por tanto tiempo, veía en sus ojos que lo único que deseaba era descansar en paz.

Se recostó con el y lo abrazó fuerte contra su pecho, siendo correspondido levemente por los delgados brazos de su pareja.

-Estoy cansado – expresó Jae Joong

-Lo se Boo… Lo se – le respondió con ternura y tristeza plasmados en su voz –Duerme, no me iré, estaré contigo en la mañana –

Y le hizo caso, Jae Joong cerró sus ojos, en lo que sería un sueño eterno

~o~o~o~o~o~ WISH ~o~o~o~o~o~

YunHo abrió los ojos asustado, se habia quedado dormido después de haber estado casi toda la noche despierto, esperando aquel momento en que el monitor de los latidos de Jae Joong emitiera aquel fastidioso y tortuoso pitido que indicaba que el ya no estaba con el, pero ese momento nunca llegó.

Lo sintió moverse en busca de mas calor, y se sintió feliz por tenerlo por lo menos un día mas con el. Le dio un beso en la frente justo en el momento en que el doctor Han entraba en el cuarto.

-Buenos días- dijo en tono monótono. Observó sorprendido como el chico que debía morir por la madrugada, milagrosamente aun seguía vivo, y estaba abriendo sus ojos en ese momento

-Jae Joong-sshi ¿Cómo se siente? – preguntó comenzando a hacerle los chequeos de todos los días

-Bien… muy bien de hecho – dijo sorprendido

-Necesito hacerte otros exámenes, así que te llevaremos a otra habitación – unas enfermeras llegaron y acercaron una silla de ruedas para que Jae Joong se sentara y así llevarlo a hacer los estudios necesarios, no era que no pudiera caminar, solo no debía gastar las pocas energías que tenia.

~o~o~o~o~o~ WISH ~o~o~o~o~o~

Ese mismo día, por la tarde, mientras esperaban los resultados de los exámenes, YunHo sacó un mapa del mundo y estaban marcando los lugares que querían visitar. Entonces la puerta fue abierta dejando ver al doctor Han con una sonrisa en su rostro

-Jae Joong-sshi… esta es la primera vez que veo algo como esto en toda mi carrera – comenzó a decir mientras leía nuevamente, aun sin creerlo, los resultados de los análisis – Solo puedo decir que es un milagro… -

-¿Qué pasa? – interrumpió desesperado el moreno

-Estas curado… completamente curado –

Y al escuchar esa simple frase, YunHo saltó de la cama y abrazó al medico, tan fuerte como si su vida dependiera de ello y le dijo casi mil veces “Gracias”. Corrió después por Jae Joong y lo alzó en sus brazos, abrazándolo también, y besándolo con mucha pasión. El doctor Han supo que ya no tenia nada que hacer ahí así que se retiró después de decirles que ya se podían ir a sus casas.

-Mi deseo se cumplió… Pensé que los deseos de cumpleaños nunca se cumplían – dijo con lágrimas de felicidad el moreno

-¿Tu deseo? – preguntó confundido

-Pedí que te recuperaras – lo besó – Todos los días recé por que te recuperaras – lo besó de nuevo

Jae Joong también lloró de la felicidad, y dijo

-Nos vamos a casar –

-Nos vamos a casar – repitió el moreno con una sonrisa de pura felicidad.

"A veces solo se necesita pedir un deseo"

Notas del autor: Les recomiendo escuchar la cancion 'Wish' de DBSK mientras leen esta historia, yo realmente llore mientras lo estaba escribiendo, espero haber podido plasmar el sentimiento de esta historia bien y que se sientan como yo lo hice T.TNo esta basado en la letra de la canción, solo tomé el nombre y se me ocurrió en fic. Espero les guste y dejen buenos comentarios. 

Criticas estan aceptadas, siempre y cuando sean para mejorar

Las quiero ♥ 

**Always Keep The Faith**

PD: ¿Quieren que escriba una segunda parte que es cuando YunHo y JaeJoong se casan? Ya la tengo pensada :B solo quiero sus respuestas

Subiré una versión corregida cuando vuelva a tener word .-. porque no me hicieron el crack, solo la instalación. En fin, el epílogo, yo sé que ya casi es un año desde que escribí esta historia, pero sigo pensando en la segunda parte, así que les caeré prácticamente de sorpresa ^^

Dejen sus comentarios si es que no habían leído nunca esta historia.


SEGUNDA PARTE: EPÍLOGO

7 comentarios :

  1. es precioso, realmente he llorado y se me ha hecho un nudo en la garganta en varios momentos.
    lo que más me tocó fue cuando a Jae se le iba cayendo el cabello y Yunho se lo rapa al suyo para que los dos estén iguales. Eso me pareció un forma tan bella de expresarle hasta cuánto está enamorado Yunho de Jae y lo que haría por él para hacerlo sentir mejor.
    gracias a Dios que el deseo de Yunho se cumplió y Jae se quedó a vivir el amor que se tienen con su novio.
    POR SUPUESTO QUE QUIERO 2º PARTE. ... estoy esperándola para cuando puedas escribirla.
    me muero por leerla.
    muchas gracias por hacerme recordar de este fic.
    bellísimo
    besos

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  2. Hermoso fic...aunque haya llorado en todo el fic..T_T muy hermoso..como Yunho siempre estuvo apoyando a Jaejoong ..el estaba verdaderamente enamorado de Jaejoong.. Lo amaba hasta morir.. Al igual que Jaejoong..que no se dejaba vencer x la enfermedad.. X estar mas tiempo con Yunho.. Me encanto <33. Xfa sube el epilogo .. Estoy que muero de la ansiedad .. Gracias x este fic . :). Atte. Sandra YunjaeStan

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  3. Ooooh Superrrrrr Hermoso TT.TT
    Sino te abandonas todo sera esperanza.
    porfas con todo lo que nos has echo sufrir en este capitulo tienes que recompensarnos haha XD
    Gracias por compartir <3 <3 <3

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  4. OH TODAVÍA ESTOY LLORANDO, TENGO EL CORAZÓN DESTROZADO POR QUE LO ESCRIBISTE TAN TRISTE CREÍ MORIR,POR FAVOR ESCRIBE EL EPILOGO TRISTE MUY TRISTE,,,,GRACIAS

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  5. Oh dios....estoy llorando primero porque pensé conforme iba leyendo que Jaejoong moriría pero después seguí llorando porque se salvo.
    Gracias por compartir con nosotros estas hermosas historias

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