Capítulo 6: Una dulce confesión

Aquella noche, cuando regresaron del centro comercial, YunHo hizo algo rápido de cenar para ambos y comieron en silencio. El miedo que Jae Joong sintió hace unos minutos en aquel estacionamiento aún lo tenía paralizado y mudo. Él también podía sentir el peligro cerca, pero ni siquiera se había dado cuenta de que alguien lo acechaba para matarlo.

Cuando estuvo en su cuarto no pudo dormirse.

El viento soplaba fuerte afuera y hacía que una de las ramas del árbol del patio del vecino golpeara en su ventana e hiciera un sonido espeluznante a los oídos de Jae Joong. Con el miedo que tenía podía ser cualquier cosa peligrosa y no podía conciliar el sueño pensando que llegarían a atacarlo mientras estuviera durmiendo y no pudiera darse cuenta siquiera.

La puerta se abrió y Jae Joong gritó asustado.

-Tranquilo, soy yo, YunHo –

Jae Joong soltó la sábana que inconscientemente había estado apretando con fuerza en su puño cerrado y suspiró al reconocer a YunHo. El mayor se acercó a él y se sentó a su lado en la cama, pasó un brazo por sus hombros y lo atrajo hacia su cuerpo. No era la mejor persona consolando, era médico y nunca se había puesto a considerar los sentimientos de alguien, pero con Jae Joong sentía esa necesidad de cuidarlo, aun cuando era su guardián y era su misión, algo dentro de él hacía que quisiera protegerlo, que no llorara para nada, que nada lo molestara.

-¿Estás bien? –

-No… tengo mucho miedo YunHo – respondió con sinceridad Jae Joong, mirando los profundos ojos marrones del doctor y pensando que eran muy tranquilizadores.

-Ven… vamos a mi cuarto –

-¿Qué?, ¿A tu cuarto?... Pero – dijo Jae Joong al darse cuenta de que estar en el cuarto de YunHo significaba dormir junto a él.

-Sí, no pasa nada, vamos Jae, así te sentirías más seguro –

Jae Joong siguió a YunHo hasta su cuarto, se acostó en la cama y se dejó cubrir con las cobijas por YunHo. Miró como el mayor se movió por el cuarto abriendo cajones y sacando ropa y le dijo.

-¿Te irás? –

-Solo voy a bañarme, ya vuelvo – le dijo con una ligera sonrisa. Se acercó a revolverle el cabello y se fue al baño, sin darse cuenta que había dejado a un muy sonrojado Jae Joong en su cama con el corazón latiéndole a toda velocidad.

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Cuando YunHo regresó a la habitación vio a Jae Joong dormido abrazando una de las almohadas. Sonrió al verlo de esa manera, cuando dormía le parecía que estaba en paz y no se imaginaba como a un chico como él le estaban pasando esas cosas.

Se acostó a un lado de Jae Joong, se cubrió con las cobijas y se quedó dormido casi al instante. Jae Joong sentía la respiración de YunHo detrás de él y se volteó con cuidado para quedar de frente a él. Contempló en la poca luz del cuarto el rostro apuesto de ese doctor y suspiró.

Le gustaba mucho.

Ya lo había aceptado, ahora lo difícil era decirlo. ¿Cómo decirle a un hombre  8 años mayor que uno que estás enamorado de él? Estaba seguro que a los ojos de YunHo tan solo era un niño, sonaba algo imposible que se llegara a fijar en él.

Muy suavemente acarició su cabello y pensó “¿Cómo me confesaré?”

Estando siempre en peligro de morir, todo el tiempo era esencial y quería confesarse lo más pronto posible, pero no sabía cómo ni cuándo decírselo.

Y Kim Jae Joong, el chico mitad ángel y mitad humano, se quedó dormido con esas preguntas con respuestas complicadas en su mente.

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Unos días después de que empezó a dormir con YunHo, Jae Joong se encontraba un sábado en el sillón de la sala, con la televisión encendida y una bolsa de frituras sobre sus piernas. Realmente no ponía atención en lo que se estaba transmitiendo, solo comía papitas mientras pensaba en YunHo. Ya llevaba toda la semana ideando como decirle sobre sus sentimientos pero ningún plan que tuviera parecía ser lo suficientemente bueno, siempre surgían muchas preguntas que lo hacían dudar de la efectividad de su plan.

Su atención se posó en una película romántica que pasaban en ese momento en el que los protagonistas se acababan de hacer pareja. El chico le había escrito a la chica una carta y la había escondido en el libro favorito de ella, así cuando ella lo abrió la encontró y emocionada leyó la carta y comenzaron a ser pareja. Jae Joong suspiró y comió más papitas. Él no podría hacer algo así, era demasiado cursi, además de que no sabía cuál podría ser el libro favorito de YunHo, si es que tuviera uno.

Cambió el canal y encontró una novela, también romántica obviamente, donde el hombre tomaba a la chica del rostro y la besaba en la lluvia. Jae Joong murmuró un leve “basura” y cambió de canal. Quería confesarse en casa donde estuvieran solos, además, no estaba seguro de que YunHo fuera a corresponderle por lo que un beso en la lluvia era algo que no podría hacer, solo terminaría enfermo.

-¿Qué haces Jae Joong? – le preguntó YunHo sacándolo de sus pensamientos. El pelinegro no se había percatado de la presencia del doctor hasta que lo tuvo frente a él tapándole la vista a la televisión y robándole su bolsa de papitas.

-Solo veo televisión – respondió Jae Joong tratando de mantenerse lo más sereno posible.

-Estoy libre hoy, quieres ir a comer fuera, tengo ganas de teokbokki callejero – dijo con un pequeño puchero que lo hizo ver completamente adorable a los ojos de Jae Joong.

-Si… amo el teokbokki – dijo Jae Joong y se levantó de inmediato para irse a cambiar a algo más decente para andar en la calle, ya que andaba en pijamas aún.

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Aunque no quería admitirlo, su corazón latía rápido a causa de los nervios una vez se subió al auto.

“Es como una cita” pensó de repente, pero se reprendió a si mismo por andar pensando esas cosas cuando ni siquiera era pareja de YunHo.

Cuando entraron al pequeño local, Jae Joong pudo notar como varias de las mujeres que se encontraban en el lugar posaban su mirada en YunHo, y no era ese tipo de mirada de cuando volteas a ver quién ha entrado y ya, sino miradas de deseo

“¿Y si le gustan las mujeres?” pensó por un instante, volteando a ver a YunHo, pero entonces vio como él volteaba el rostro para no hacer contacto visual con ellas y tomó su brazo suavemente para ir a sentarse en una mesa libre.

Estaban comiendo tranquilamente cuando Jae Joong pensó que ese podría ser el momento indicado para confesarse.

Si YunHo lo rechazaba, él podría disculparse por su atrevimiento echándole la culpa al soju que estaban tomando, y si lo llegaba a aceptar, aquello terminaría realmente siendo una cita.

-YunHo-ah – dijo Jae Joong para llamar su atención

-¿Si? –

-Yo… -

-¡Hey YunHo! – se escuchó no tan lejos de donde se encontraban. Ambos voltearon hacia dónde provenía la voz y Jae Joong pudo ver a un muchacho alto con nariz de bolita, cabello castaño oscuro y algo largo caminando hacia ellos. Palmeó el hombro derecho de YunHo con su mano y se sentó entre ellos.

-¿Qué tal Chang Min? – dijo YunHo con una sonrisa y Jae Joong pensó que sería mejor no seguir hablando. 

Ese joven, Chang Min, se quedó a cenar con ellos, muy para el disgusto de Jae Joong.

Aunque no pudo evitar reírse con todo lo que decía, especialmente cuando le contaba a él cosas que YunHo hacía en su juventud.

-¡Chang Min!, deja de decirle eso a Jae Joong – lo regañó YunHo al mismo tiempo que se tapaba la cara con las manos por la vergüenza.

-No, no, aquí viene la mejor parte YunHo – dijo el joven y volteó a ver a Jae Joong de nuevo, continuando con su anécdota de esa vez en preparatoria en la que a YunHo se le había quedado atorado el pie en el inodoro.

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Al día siguiente por la mañana Jae Joong fue a la cocina para hacer algo de almorzar. Estaba sacando los ingredientes del refrigerador cuando recordó que YunHo aún no había comido nada por tener que levantarse más temprano que él al tener un paciente esperándolo afuera de su consultorio.

Fue hasta el cuarto donde estaba YunHo y tocó la puerta antes de deslizarla y asomar la cabeza, observando como el doctor se encontraba haciendo una sutura en la mano de un hombre, con el que además platicaba animadamente, parecía que eran amigos.

-¿Qué pasa Jae Joong? – preguntó YunHo alzando la vista.

-Solo… quería saber si querrías almorzar cuando termines –

-Claro – le respondió con una adorable sonrisa y Jae Joong cerró la puerta con un fuerte sonrojo en su rostro.

Solo alcanzó a escuchar como el paciente de YunHo le decía

-Es un chico adorable –

Y se alejó de ahí, sin alcanzar a escuchar la respuesta de YunHo a ese comentario.

Pasó el tiempo haciendo el almuerzo y cuando terminó comenzó a sacar los platos para servir la comida, pero había un plato que no podía alcanzar porque estaba muy alejado y muy alto.

Iba a estirarse más cuando sintió un cuerpo detrás de él apresarlo contra el mostrador y un brazo más largo que él suyo estirarse por encima del suyo, tocando su mano y alcanzando el plato que él no pudo. Se dio cuenta de que era YunHo por el olor que desprendía el hombre y tomó el utensilio con sus manos y lo abrazó contra su pecho para después voltearse y quedar frente a YunHo, que se apoyaba con su brazo estirado en el gabinete superior y con la otra en el mostrador, dejando a Jae Joong en medio y sin salida.

El pelinegro lo vio a los ojos y sintió que se le cortaba la respiración, se puso rojo como un tomate y agachó la mirada, murmurando solo un leve “gracias” que muy apenas y se pudo escuchar.

-Si necesitabas ayuda me la hubieras pedido – dijo YunHo sonriendo.

-Pensé que todavía estabas atendiendo a tu paciente – se excusó Jae Joong.

-Enano – dijo riéndose el médico y el joven hizo un puchero con sus labios.

-No soy enano, solo eres muy alto – le recriminó.

YunHo rió con más ganas y le dijo.

-No soy tan alto, ¿recuerdas a Chang Min?, él es más alto que yo y es menor –

-Bueno… eso… - Jae Joong estaba pensando en algo con lo que contraatacar cuando sintió la mano de YunHo revolverle el cabello y le dijo

-Sigues en edad de crecimiento, no dudo que me puedas llegar a alcanzar – le pellizcó una mejilla y tomó el plato que aún sostenían las manos de Jae Joong junto a su pecho y se sirvió de comer.

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Horas después en ese mismo día, por la tarde de lo que aparentaba ser un tranquilo domingo sin más pacientes que atender, YunHo se encontraba sentado en el sillón de la sala leyendo un libro mientras Jae Joong jugaba en su computadora portátil, de vez en cuando, mientras se aburría, observaba a YunHo, aparentando que estaba concentrado en su laptop, y se dijo a si mismo decidido “Es ahora o nunca”

Así que con paso decidido se levantó de la silla y cerró su computadora, se acercó a YunHo y se sentó en el sillón frente a él, llamando la atención del doctor que levantó la vista de su libro para ponerla toda en el joven frente a él.

Jae Joong en ese momento en que YunHo lo miró fijamente a los ojos sintió que todo ese valor que había llegado de quien sabe qué lugar se esfumaba y ahora solo estaba él y su nerviosismo, sin saber qué hacer. Pero ya estaba frente a él y con un solo pensamiento en mente: confesarse.

-YunHo… hay algo que quiero decirte – dijo Jae Joong sin despegar su mirada de la de YunHo.

-¿Qué es? –

-Yo… bueno… he estado pensándolo por un tiempo y… - se rascó la cabeza – esto no es sencillo, - murmuró – tal vez no sea la decisión correcta, pero no pude elegir… solo te pido que no te incomodes si no te agrada lo que digo… - bajó la mirada al suelo – aish… ¿qué estoy diciendo? – Susurró de nuevo, volteó a ver a YunHo otra vez y dijo – Me gustas… mucho. –

Se formó un silencio en el que Jae Joong no pudo identificar la expresión del rostro de YunHo, que tan solo lo miraba sin decir ni una sola palabra. Segundos después el moreno sonrió y cubrió su boca con la mano, agachándose un poco, parecía que reía.

-Oye no te rías… estoy es muy complicado para mí – se quejó Jae Joong – ¡Aish! No debí decírtelo – se levantó avergonzado. Quería sentir enojo porque YunHo estaba riendo, pero solo se sentía algo avergonzado y estaba muy sonrojado. Iba a ir a su cuarto a calmarse y esperar que YunHo olvidara lo que le había dicho pero YunHo lo tomó del brazo y lo hizo sentarse de nuevo.

-Espera… no puedes irte aún – le dijo sin soltar su brazo.

-No quiero quedarme para escuchar cómo me rechazas –

-¿Quién dijo que voy a rechazarte? –

Y aquello hizo a Jae Joong callar.

YunHo tomó esta oportunidad para hablar.

-Sobre tus sentimientos… ya lo sabía – dijo con una sonrisa. El pelinegro estaba a punto de decir algo pero el doctor puso su dedo sobre los labios del chico para que guardara silencio y continuó – Hace un tiempo pude notar como tu aura cambiaba de color. Los sentimientos de las personas se distinguen por colores y yo supe de inmediato que estabas enamorado. No quise pensar mucho en eso pero noté que ese cambio ocurría solo cuando estabas conmigo, justo como ahora – lo señaló y Jae Joong miró sus manos, sin poder ver nada – Y bueno… yo estoy enamorado de ti también – terminó diciendo aquello al tiempo que sus manos pasaban a tomar las de Jae Joong y las acariciaba lentamente.

-Espera… ¿Estás diciendo que puedes ver mi aura? – dijo Jae Joong y se levantó. – Eso no es justo, ¡Yo no puedo ver la tuya! –

-Eso es porque sé ocultarla… de hecho debo enseñarte a hacerlo – dijo YunHo

Pero Jae Joong no lo estaba escuchando.

-… Yo estuve debatiéndome día y noche sobre si decirte lo que siento o no, arriesgándome a que me mandaras por un tubo porque no me correspondías… y tú simplemente te fuiste por el camino fácil y lo supiste todo desde el principio… ¡Eso es trampa Jung YunHo! –

-¡Kim Jae Joong escucha lo que te estoy diciendo! – Le dijo alzando la voz – También me gustas, no veo porque te quejas de cómo lo supe… Estoy muy feliz de que me lo hayas dicho –

Jae Joong se quedó callado, procesando aquellas palabras.

-De… De verdad… ¿de verdad te gusto? – preguntó Jae Joong en un susurro y YunHo asintió con una tierna sonrisa en sus labios. Apretó más las manos de Jae Joong y este lo volteó a ver, correspondiendo el apretón. Y ya no fue momento para pensar en si era lo el tiempo indicado, o estaban haciendo lo correcto. YunHo se fue acercando lentamente a Jae Joong y ambos cerraron los ojos al mismo tiempo.

Sabían perfectamente lo que seguía, pero era mágico cuando besabas con los ojos cerrados.

Entonces el timbre del consultorio sonó por toda la casa y aquel mágico momento tuvo que terminarse antes de lo esperado porque YunHo se levantó para ir a atender a aquel paciente que acababa de llegar.

Jae Joong abrió los ojos y suspiró.

-Mierda –

Habían estado a una nada de besarse, aquello lo frustraba demasiado. Pero al menos ya le había dicho lo que sentía, con eso era feliz por el momento porque YunHo compartía sus sentimientos.

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Después de unas horas, YunHo salió de su consultorio después de despedir a su paciente y entró a la sala, encontrando a Jae Joong dormido en el sillón.

Con cuidado de no despertarlo lo cargó hasta el cuarto y lo dejó sobre la cama, se acostó el también y se cubrió a ambos con las cobijas.

Jae Joong comenzó a abrir los ojos por el movimiento y encontró a YunHo frente a él, observándolo. Sus mejillas se pusieron coloradas por la mirada que el doctor le dirigía y fue cuando recordó el beso que estuvieron a punto de darse.

-Los pacientes no tienen horarios – dijo YunHo, queriéndose disculpar por lo sucedido horas antes.

-Yo entiendo… es tu trabajo –

-Bueno… ¿en qué nos quedamos? – preguntó con una sonrisa. Jae Joong se puso aún más rojo y se mordió levemente el labio. YunHo entonces lo pegó a su cuerpo en un abrazo y subió su mano derecha hacia la mejilla de Jae Joong, la acarició por unos segundos y movió su mano hacia la nuca del pelinegro para acercarlo más y por fin probar esos labios por los que moría desde hace un tiempo.

Jae Joong sintió una corriente eléctrica por todo su cuerpo y movió sus labios lentamente, disfrutando del contacto y del sabor de YunHo mezclado con el suyo.

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Hola!!!

Yo sé que ahora si me pasé con el tiempo que estuve inactiva, pero este semestre me tocaron puros maestros que encargaban chorros de tarea ToT y no tenía ni tiempo para mi D: me desvelé mucho este semestre, lo bueno es que ya acabó.. mañana presento mi último examen de física :S

Gosh, tengo tantas cosas de las que quiero platicar pero me aventaría toda la noche contándoles lo que hice en el semestre, así que mejor hablemos del fanfic.

Por fin hay YunJae!! Este cap fue dedicado especialmente a la confesión de Jae Joong, pero aún hay peligro rondando a los chicos, Karam aún no se rinde :B

Y spoiler: habrá lemon. O al menos lo tengo planeado para algún capítulo, aún no sé cual LOL 

Tal vez se pregunten porque siempre que pongo comida en un fic, pongo teokbokki, bueno es que me gusta mucho .-. 

Y describí a Changmin como el chico de nariz de bolita porque así es como lo describe mi mamá XD (lo bueno es que lo identifica y no le dice gay como a Jae)

Nos vemos en los siguientes capítulos, ya actualizaré más seguido, y tengo algunos one shots y nuevas historias preparadas para ustedes ^^

BTW cumplo años el 18 de dic