martes, 26 de noviembre de 2024

Broken: Capítulo 8

 


13 años antes

Jae Joong salió de bañarse y se vistió rápido para bajar a la cocina a preparar algo para desayunar. Se acercó a YunHo quien aún dormía, le dio un beso en la mejilla y le acarició la espalda suavemente para despertarlo. 

-Haré el almuerzo, por si quieres bajar – susurró en su oído y YunHo sonrió ligeramente sin abrir los ojos y asintió. 

Últimamente Jae Joong pasaba más tiempo en el departamento de YunHo que en el suyo. Desde el inicio de su relación hace cuatro años por lo general preferían estar en casa del mayor ya que era más cómoda y más grande, y hasta hace unos cuantos meses YunHo solo compartía el espacio con su hermana Jihye, quien recientemente se había graduado de su carrera y se mudó para vivir con su novio, con quien se casaría pronto. 

Ahora YunHo estaba solo y desde que entró a la especialidad en neurocirugía tan solo llegaba a comer, bañarse, dormir y ocasionalmente estudiar. 

Mientras se movía por la cocina sonrió al recordar las primeras ocasiones en las que su novio lo invitaba a pasar a su casa y la timidez se apoderaba de él, ahora parecía que conocía el lugar a la perfección y que también vivía ahí, lo cual era parcialmente cierto considerando que Jae Joong tenía varios cambios de ropa y muchas de sus cosas en el cuarto de YunHo. 

Unos brazos rodéandolo por la espalda lo sacaron de sus pensamientos.

-Hey, buenos días corazón – dijo YunHo apoyando la barbilla en el hombro de Jae Joong y dándole un beso en la mejilla. 

-Yunhie – se giró aún en el abrazo y pasó los brazos alrededor del cuello de YunHo – creí que no despertarías en toda la mañana – lo besó en los labios. 

YunHo apretó el abrazo y escondió su rostro en el cuello de Jae Joong y se quedaron en silencio unos minutos. Era una de las muchas cosas que hacía siempre el mayor cuando estaban juntos. YunHo demostraba su amor con contacto físico y con cuidados, y los abrazos eran su forma favorita. 

-Estoy muy cansado la verdad, pero tenía que levantarme – se soltaron y mientras Jae Joong terminaba de prepara el almuerzo YunHo preparó la mesa para sentarse a comer juntos. 

-¿Qué harás hoy? – preguntó YunHo mientras comía. 

-Iré a la biblioteca, tengo que estudiar algunos temas para el examen nacional – 

-Okay, me avisas si necesitas algo, dormiré un poco más e iré a hacer unas compras para la casa – 

Jae Joong sonrió y asintió. El examen nacional lo tenía más nervioso de lo normal, quería asegurarse de obtener un buen puntaje para aplicar al mismo hospital que YunHo, no solo porque estaría junto a su novio algunos años, sino porque era un buen hospital para estudiar oncología. Recordaba como estaba YunHo de nervioso cuando tomó ese examen en el año que se conocieron y como lo ayudó en todo lo que pudo para que él solo se tuviera que preocupar por estudiar y agradecía que YunHo estaba haciendo exactamente lo mismo con él ahora que era su turno. 

Solo tenía miedo de tener que irse a otra ciudad y poner su relación en riesgo por la distancia. 

-¿Qué piensas? – preguntó YunHo sacándolo de sus pensamientos. 

-Cosas sin importancia, lo de siempre, estoy nervioso por el examen –

-Hey – se levantó y fue a sentarse a un lado de él – Todo estará bien, te irá muy bien Jae Joongie, eres muy inteligente y estudioso – lo abrazó y le dio un beso en la frente. 

-¿Qué pasa si me tengo que ira otra ciudad? – 

-No pasa nada – 

-¿Cómo que no pasa nada?, ¿Qué pasará con nosotros si estoy lejos? – 

-Jae Joong-ah mírame – lo hizo girar su cabeza para mirarlo a los ojos – Si te tienes que ir por unos años para estudiar tu especialidad lo único que sucederá es que te iré a visitar seguido – 

-Pero… - aún tenía muchas dudas y sabía que YunHo podía sentir toda su ansiedad

-Pero nada, estaremos bien, te amo Jae Joong y no te vas a librar de mi tan fácil – le dio un beso en los labios – Lo que sea que suceda lo resolveremos, no te preocupes por esto hoy – Jae Joong sonrió y se sonrojó al escuchar aquello.

-¿Lo prometes? – 

-Lo prometo Jae – 

Se besaron de nuevo, esta vez por más tiempo, y cuando se separaron terminaron de comer. 

YunHo despidió a Jae Joong con varios besos y palabras de aliento antes de que saliera de casa y la tensión de hace unos momentos se disipó un poco. Su novio tenía razón, superarían los obstáculos que surgieran. 



Estaba a punto de oscurecer cuando salió de la biblioteca. Se sentía satisfecho con su progreso de ese día y le envió unos mensajes a YunHo avisándole que se dirigía a su casa. 

A veces Jae Joong se preguntaba si viviría pronto junto a YunHo o si esperarían a casarse, se preguntaba si le propondría matrimonio o lo haría él, si se irían a vivir a otro lugar o se quedarían ahí. Antes no le gustaba pensar en esas cosas, no porque le diera miedo el compromiso, al contrario, Jae Joong se sentía comprometido al doscientos porciento con su novio, antes simplemente le daba miedo sentir que se estaba adelantando mucho y quizás su relación terminaría en algún punto. 

Ahora con cuatro años de relación su mente no lo atormentaba más con esos pensamientos.

Cuando llegó a casa de YunHo, este lo recibió feliz y con más energía que en la mañana. 

-¿Cómo te fue?, compré de cenar, podemos ver una película si quieres – 

-Me encanta la idea – dijo Jae Joong y suspiró cansado dejando caer su mochila al suelo y quitándose los zapatos con pesar. -Me fue bien, creo que estudié todo lo que tenía agendado hoy y estoy agotado – 

-Aw Jae Joongie ya pronto serás libre de esta tortura – se besaron y Jae Joong se quedó abrazándolo por unos minutos, sintiendo su cuerpo relajarse gracias al tacto de YunHo. 


Después de cenar en la sala, Jae Joong recostó su cabeza sobre las piernas de YunHo mientras este le acariciaba el cabello, ambos con su atención puesta en la película. Estaba sintiendo sus ojos cada vez mas pesados cuando de repente la mano de YunHo se detuvo y Jae Joong volteó a verlo 

-¿Yun? – 

-Jae Joongie… - 

-¿Si? – 

-Hay algo que quiero decirte – comenzó a decir con un tono serio y Jae Joong se reincorporó en el sillón, mirando a YunHo expectante. -Yo… - inhaló profundo e hizo una larga pausa. 

-¿Por qué estás nervioso?, no me vas a decir algo malo ¿o si? – 

-No, no es nada malo – lo tomó de las manos y sonrió nervioso.

-¿Entonces por qué los nervios? – insistió Jae Joong.

-Es que eres muy hermoso y siempre me pones nervioso – 

Jae Joong se sonrojó. 

-Vamos dime Yunhie – soltó una de sus manos y estrujó a YunHo del hombro. Ambos rieron.

-Múdate conmigo – 

Silencio

-Jae Joongie – 

El mencionado continuó sin decir ni una sola palabra por varios segundos más. No sabía si lo que acababa de escuchar era real o era producto de su imaginación, se encontraba muy cansado y hasta hace pocos minutos estaba a punto de quedarse dormido. 

-¿Esto es en serio? – preguntó 

-¿Por qué no lo sería? – esta vez YunHo sí se escuchaba realmente nervioso – Okay está bien, entiendo si no quieres, no quiero presionarte, solo pensé en la vez que mencionaste que tu contrato en el departamento está por vencer, y Jihye se fue hace unos meses y tú pasas mucho tiempo aquí y ambos nos graduamos y somos adultos… no sé solo pensé que sería una buena idea, pero puedes olvi… - Jae Joong lo calló con un beso. 

-Si quiero – dijo con una sonrisa de oreja a oreja. – Claro que quiero vivir contigo Yunhie, ¿Por qué lo dudas?, pensé que estaba soñando – se acercó de nuevo y YunHo sonrió, tomando su rostro y prolongando el beso – Me encantaría que viviéramos juntos – 

-¿Si? – preguntó YunHo sin dejar de sonreír. 

-Si Yunhie, te amo – 


Jae Joong recibió los resultados de su examen un par de meses después y la propuesta de trabajo en el hospital universitario de Seúl. YunHo susurró en su oído un “te dije que todo estaría bien” mientras se abrazaban con fuerza y celebraron juntos esa noche después de firmar su contrato. 

Seis meses después decidieron casarse. 

Muchos hubieran pensado que era precipitado, e incluso ellos sabían que podrían haber esperado más, eran jóvenes y estaban apenas abriéndose paso en sus respectivas carreras,  pero quienes conocían la historia de amor de YunHo y Jae Joong, sabían que aquel par estaba hecho el uno para el otro. 

Nunca hubo dudas de su amor, Jae Joong amaba a YunHo y viceversa, con toda el alma. Fue amor a primera vista, o eso era lo que YunHo siempre decía cuando le preguntaban por su historia con su esposo. Y Jae Joong sentía su corazón en paz cada vez que abría los ojos por las mañanas y veía a su pareja amanecer junto a él.

Su boda fue pequeña e íntima, con sus familiares y amigos más cercanos. Ambos estaban muy emocionados y felices por poder compartir ese momento tan grande con las personas más importantes en sus vidas. 

Esa noche, YunHo y Jae Joong tomaron y bailaron como nunca e hicieron el amor esa noche como si fuera la primera vez que tocaban sus cuerpos. Y es que si era la primera vez que se tocaban, su primera vez como esposos. Esa noche marcaba el final de una etapa y el inicio de otra. 

El inicio del resto de sus vidas. 


12 años antes

Durante el tiempo que llevaban casados había surgido en distintas ocasiones y por distintas personas el tema de los hijos. Tanto YunHo como Jae Joong estaba seguros de que querían tener familia. YunHo siempre expresó su sueño de ser papá y Jae Joong, acostumbrado a crecer en una familia muy grande y con tantas hermanas y sobrinos, no podía evitar desear tener una familia propia. Sin embargo, el panorama para adoptar era algo desalentador. 

Eso no le impidió a Jae Joong ir a visitar un orfanato con YunHo para evaluar su situación. 

-¿No crees que es algo apresurado? – preguntó YunHo, pensando que su esposo estaba recién empezando medicina interna y aún quería entrar a la subespecialidad en oncología y él aún no terminaba con neurocirugía.

-No creo que haya un tiempo “correcto” para hacer esto… y quiero un hijo, quiero criar un hijo a tu lado – lo tomó de la mano y lo miró con amor.

-Lo sé… yo también – dijo YunHo sintiendo como se iba ablandando, y es que como decirle que no a Jae Joong si con solo verlo sabía que no iba a desistir de sus deseos. 

-Entonces no lo pienses más, vamos a informarnos al menos, por favor Yunhie-ah – 

La verdad era que YunHo había empezado a informarse sobre el proceso legal para que una pareja del mismo sexo pudiera adoptar y gracias a los contactos de su padre, que tenía una firma de abogados importante, estaban avanzando en ese asunto. 

-Está bien, vamos – y entraron a la casa hogar. 

Parecía un lugar alegre, niños corriendo por todos lados jugando. La mujer que los recibió y que estaba encargada de las visitas y trámites los llevó por todo el lugar mientras les comentaba los requisitos.

YunHo siempre había amado a los niños y ver a todos esos pequeños en el patio mientras recorría el edificio lo estaba haciendo emocionarse poco a poco. Se había perdido un poco en aquella escena hasta que se dio cuenta de que ya no estaba con la señorita ni con Jae Joong. 

Avanzó un poco más rápido en busca de su esposo y fue cuando lo vio:

Cargando a un niño pequeño, no parecía mayor a 3 años, con su cabello algo despeinado por el viento y una sonrisa de oreja a oreja y supo que ese pequeñito era su hijo. 

-Jae Joongie- el mencionado volteó aún con el niño en sus brazos, el pequeño volteó también cuando YunHo se acercó. 

-¿No crees que se parece a ti? – le acarició el cabello al niño y tocó suavemente su pequeña nariz con la punta del dedo haciéndolo reír. -Tienen la misma nariz y su cara es pequeña, como la tuya – 

La idea de tener un hijo que tuviera una parte de ambos, ver a una versión miniatura de YunHo o Jae Joong corriendo por la casa, hacía que el corazón de Jae Joong se llenara de amor, si pudiera darle aquello a YunHo con todo gusto lo haría. 

-¿Cómo se llama? – preguntó YunHo

-Seung Jae – respondió la mujer

YunHo miró a Seung Jae y sonrió con ternura. Jae Joong podía verlo en sus ojos, lo feliz que e ilusionado que estaba. 

-Me gustaría hablar con mi abogado, Jae Joong y yo estamos muy interesados en ser papás – tomó a Jae Joong por la cintura – en ser los papás de Seung Jae –

Frente a ellos, Jae Joong podía verlos reflejados en la ventana, y la imagen que daban hizo que sus ojos se humedecieran. Jae Joong seguía cargando a Seung Jae y YunHo no soltaba su cintura, parecían una familia. Parecían un sueño hecho realidad. 

Jae Joong creía que no podía amar a nadie como a YunHo, pero ese día, cuando Seung Jae llegó a su vida, supo que su amor era mucho más grande y que su vida cambiaría por completo. 


7 años antes

-¡Seung Jae-ah!, ¡Baja a desayunar ya o llegarás tarde! – gritó Jae Joong desde la cocina mientras servía el desayuno. YunHo estaba apenas saliendo de su habitación, con el cabello aún húmedo, despeinado y su corbata aún sin nudo. Rodeó la barra de la cocina donde Jae Joong tenía los platos listos para los tres y se acercó a darle un beso. Jae Joong sonrió y se tomó unos segundos para corresponder el beso. A pesar de todos los años que tenían juntos, Jae Joong seguía disfrutando los besos de YunHo como si fuera la primera vez, y siempre procuraba prolongarlos aunque fuera un poco, aún cuando tenían el tiempo contado por las mañanas. 

-Ahora si buenos días cariño – dijo YunHo con una sonrisa y le dio un beso en la mejilla antes de sentarse a desayunar. 

-Buenos días Yun – Con la sonrisa aún adornando sus labios, Jae Joong puso su atención de nuevo en el desayuno. Terminó de acomodar los platos en la barra y se acercó nuevamente a YunHo, puso su mano en la frente de su esposo, echó su cabello para atrás y le dio un beso en la frente – Voy por Seung Jae, comienza a comer si quieres – 

-No tengo tanta prisa hoy amor, los espero – 

-No tardo – Jaejoong se quitó el delantal y lo dejó en la silla más cercana y subió rápidamente las escaleras hacia el cuarto de su hijo. Todas las mañanas JaeJoong o YunHo se encargaban de despertar a Seung Jae para que se alistara para la escuela, como cualquier otro niño le gustaba dormir unos minutos más, pero la mayoría de las veces bajaba a tiempo a comer. JaeJoong nunca le permitía irse a la escuela sin desayunar. 

-Seung Jae-ah, hora de levantarse – habló con voz suave al tiempo que entraba al cuarto de Seung Jae. Suspiró al ver al pequeño niño todavía acostado y con las cobijas cubriéndolo casi por completo, dejando solo su despeinado cabello negro a la vista. Jae Joong se sentó al borde de la cama y le acarició la espalda mientras seguía llamando su nombre para que abriera los ojos. 

-Mmm estoy cansado – dijo Seung Jae moviéndose un poco, su voz aún tapada por la almohada. 

-Lo sé bebé pero ya no puedo dejarte dormir más, tienes que arreglarte y comer algo – 

Seung Jae se volteó y se destapó la mitad del cuerpo, parpadeó algunas veces y Jae Joong sonrió, a pesar de que biológicamente no fuera su hijo, ese niño se parecía demasiado a Yunho y a él. Esa dificultad para levantarse por las mañanas era típica de Jae Joong, y Yunho siempre se burlaba de él diciéndole que seguro se contagia y por eso Seung Jae también era así de flojo. 

-¿Te quedaste jugando videojuegos anoche? – le preguntó Jae Joong cuando su hijo se sentó en la cama

-No appa, me dormí cuando me dijeron – volteó a verlo, Jae Joong alzó una ceja incrédulo y Seung Jae sonrió – Esta vez es verdad – 

-Está bien, está bien, te creo, solo eres flojo como tu padre – le dio unas palmadas en la espalda y se levantó, rodeó la cama y le destapó las piernas rápidamente, antes de que Seung Jae tuviera oportunidad de impedirlo. 

-¡Appa! – 

-Anda, a la ducha – 

-Okay – haciendo algunos pucheros se levanta y comienza a caminar, Jae Joong se queda al pie de la cama observándolo mientras entra al baño, tan solo iba a esperar escuchar el sonido de la regadera encendida para bajar a desayunar con Yunho cuando notó varios moretones en las piernas de Seung Jae y de inmediato caminó hacia él.

-Jae-ah espera un momento – se agachó para quedar a su altura y comenzó a observar los moretones más de cerca 

-¿Qué pasa appa? – 

-¿Qué te pasó aquí? – le preguntó al tiempo que tocaba uno de los moretones en el muslo derecho 

-No lo sé – respondió sin mucho interés

-¿Cómo que no sabes?, ¿Te golpeaste? – lo hizo darse la vuelta y notó varios más, levantó su playera un poco y observó algunos más en la espalda, lo giró de nuevo y contó algunos más en su abdomen - ¿Te golpearon? – preguntó preocupado. 

-No, nadie me ha golpeado – 

-¿Y tú estás seguro que no te lastimaste jugando en la escuela o el parque? – insiste nuevamente 

- Seguro – 

-Acuestate en tu cama un momento por favor – le dijo con un tono más serio. 

-Pero querías que me metiera a bañar – 

-Yo sé, lo siento, solo un momento, quiero revisarte – Jae Joong trató de usar el tono de voz más neutral posible, estaba pensando todos las posibles causas para que su hijo tuviera esos moretones aparentemente por casi todo el cuerpo, su mente iba desde lo más simple hasta lo más grave. A final de cuentas era oncólogo, su cerebro estaba programado para siempre pensar lo peor. Pero con su hijo quería pensar que solo eran golpes inocentes que se había hecho sin darse cuenta mientras jugaba en el parque o con sus amigos en la escuela, después de todo era un niño de 7 años y solían jugar brusco. 

Cuando Seung Jae se acostó de nuevo en la cama le levantó la playera y empezó a palpar su abdomen, primero pasando suavamente sus manos por los moretones y preguntando cada vez que tocaba a Seung Jae si sentía dolor. El niño solo negaba con la cabeza. Continuó palpando el abdomen del niño y contuvo el aire cuando sintió lo que parecía una masa, o quizás un órgano aumentado de tamaño, justo debajo de su costilla izquierda. 

-Appa… - 

-¿Te dolió mi amor? – 

-Un poco, ¿estoy enfermo? – preguntó

-No lo sé, vamos a ir al doctor mejor, hoy no irás a la escuela – 

-Pero tú eres doctor, ¿o vamos a ir con mi appa Yunho? – 

Podía notar a Seung Jae asustado, probablemente desde que lo empezó a revisar. Jae Joong sonrió un poco, lo menos que quería era asustarlo con algo que probablemente sería solo una falsa alarma. 

-Con un doctor de niños Seungie – le acomodó la playera y lo dejó ir al baño para que pudiera arreglarse y mientras él se fue abajo para buscar a Yunho. 

Cuando bajó las escaleras encontró a su esposo casi terminando su desayuno 

-Hey ¿por qué tardaron tanto?, tuve que empezar sin ustedes – 

-Yunho – 

-Lo siento Joongie es que me acaban de hablar del hospital – comenzó a defenderse Yunho pero Jae Joong no dijo nada, tan solo se quedó viendo a un punto en la nada preocupado - ¿Todo bien? – se levantó de inmediato y tomó a su esposo de las manos. 

-Seung Jae tiene varios moretones por todo el cuerpo – dijo en voz baja

-¿Los acabas de ver?, seguro solo se golpeó jugando o entrenando– 

-Si, cuando se destapó, tenía varios en las piernas, en la espalda y abdomen – comenzó a respirar más rápido – Y sentí organomegalia Yun, estoy seguro que pude palpar su bazo –

Yunho lo abrazó fuerte al tiempo que sentía sus ojos llenarse de lágrimas. 

-A ver Jae tranquilo, no pensemos los peor – 

-¿Qué tal si es lo peor? – 

-No lo será, te lo prometo – se separó un poco de él para verlo a los ojos y limpió con su pulgar las lágrimas que ahora bajaban por su rostro – Voy a cancelar mis citas de hoy y vamos a llevar a Seung Jae al pediatra, tal vez solo tiene anemia – volvió a abrazarlo y esta vez Jae Joong se puso de puntitas para poder ocultar su rostro en el cuello de Yunho.

-Es muy común – dijo sin separarse 

-Así es, todo estará bien ¿ok? – acarició su espalda y sus costados. 

-Todo estará bien – 


Reasignaron a sus pacientes de ese día para poder llevar a Seung Jae al pediatra. YunHo y Jae Joong trataron de mantenerse tranquilos para no preocupar a su hijo en el camino al consultorio. 

Seung Jae entró al consultorio en cuanto el doctor estuvo listo para recibirlos. 

-Se ve sano – dijo Jae Joong en voz baja aún sentado en la sala de espera, YunHo lo esperaba con su mano extendida para él. 

-Estará bien – Tomó su mano y entraron juntos al consultorio detrás de su hijo. 

La consulta transcurrió como cualquier otra, el interrogatorio no arrojó ningun dato de alarma, sin embargo, al explorarlo, el pediatra se detuvo en las mismas zonas que Jae Joong cuando lo revisó por la mañana. 

-Me gustaría hacer estudios de laboratorio, una biometría hemática y una química sanguínea para empezar, descartemos anemia – 

-¿Eso es malo appa? – preguntó Seung Jae aún acostado en la camilla. 

-No mi amor – respondió de inmediato Jae Joong

-La mayoría de las veces solo hay que mejorar nuestra alimentación – dijo el pediatra. – Vamos a tener que sacar un poco de sangre ¿ok? – 

-¿Duele? – 

-Un poco, como cuando te ponen una vacuna – 

-Está bien – 

Seung Jae volteó a ver sus padres antes de asentir y el pediatra salió un momento de la habitación. Unos momentos después entró una enfermera cargando una pequeña hielera y una caja con el equipo necesario para tomar muestras de sangre. 

-Hola Seung Jae-ah, voy a tomar sangre lo más rápido posible ¿está bien?, prometo que no te dolerá mucho, ¿puedes sentarte por favor? – 

-Si – 

Seung Jae siguió las indicaciones de la joven enfermera y tal como lo prometió, las muestras fueron obtenidas de forma rápida e indolora. Jae Joong tomó la mano libre de su hijo en todo momento y cuando terminaron lo abrazó. 

-Eres muy valiente – besó su frente – El niño más valiente que conozco – 

El pediatra entró de nuevo. 

-Los resultados deben estar listos en un día o dos, los llamaré para discutir los resultados.

-Gracias doctor, nos vemos más tarde – dijo YunHo y salió con Seung Jae y Jae Joong tomados de la mano. 

-¿Podemos ir a comer un helado? – preguntó emocionado Seung Jae cuando salieron de la clínica.

-Claro que si corazón – YunHo se agachó para que Seung Jae pudiera subirse a su espalda y cuando se levantó tomó a Jae Joong de la mano, entrelazando sus dedos, y con su brazo libre sostuvo al niño. Jae Joong volteó a ver a su hijo, quien se sostenía con fuerza de su padre y sonreía. 

Suspiró y trató de relajarse, se veían como una familia feliz y saludable. YunHo se acercó a darle un beso en los labios y Seung Jae lo besó en la frente. 

-Todo estará bien – le dijo YunHo. Jae Joong sonrió y asintió. 


Un par de días después Jae Joong recibió un mensaje de YunHo mientras veía sus consultas de la mañana.

“Llámane cuando estés libre”

-Hey Yunhie – habló en cuanto su esposo atendió la llamada - ¿Todo bien? – 

-Me habló el pediatra, tiene los resultados de los estudios de Seung Jae – 

-Okay – 

No pudo evitar sentirse nervioso con aquella llamada. YunHo siempre hablaba con seriedad cuando estaba en el hospital, y sabía que también debió haber recibido la llamada del pediatra mientras estaba atendiendo a sus propios pacientes. Solo iban a discutir los resultados de sus laboratorios, nada serio, nada grave, pero aun así no podía no preocuparse. 

-Iremos en la tarde Jae, paso a verte afuera de tu consultorio, te amo – 

-Te amo, te veo más tarde – dijo antes de colgar. 


-Los resultados de la biometría se encuentran fuera de los límites normales – dijo el pediatra cuando Jae Joong y YunHo estuvieron sentados frente a él en el consultorio. 

-¿Qué tan alejados de lo normal? – preguntó Jae Joong 

-Me gustaría que vieran a un hematólogo - 

-¿Podría ser un error del laboratorio y tenemos que repetir los resultados? – preguntó ahora YunHo. En todo el tiempo que llevaban dentro del consultorio no habían soltado sus manos y Jae Joong podía sentir su mano sudar. 

-Sus niveles de glóbulos blancos son muy altos, mucho más de lo normal, podemos repetir el estudio, por supuesto, pero de todos modos me gustaría que Seung Jae fuera evaluado por un hematólogo, tan solo para descartar algo más serio – 

YunHo inhaló profundo y exhaló lentamente, en ningún momento soltó su mano. 

-Está bien, está bien – habló por fin YunHo – Iremos con el otro especialista – se levantó y estrechó su mano con el pediatra y le agradeció por la atención y caminó con Jae Joong fuera del consultorio. 

Hasta ese momento Jae Joong no había dicho nada. Su mente analizaba todos los posibles diagnósticos, desde infecciones hasta cosas más graves en las que realmente no quería pensar, pero lo hacía, era inevitable, era médico y así funcionaba su mente. YunHo seguía insitiendo en que podía ser un error del laboratorio, hasta cierto punto tenía razón, sin embargo no era tan común y sabía que su esposo solo estaba intentando ser optimista. 

Él también quería ser optimista, también quería pensar que todo saldría bien. 


Una semana después, después de repetir las pruebas de laboratorio, Jae Joong, YunHo y Seung Jae se encontraban sentados en el consultorio de hematología. El médico entró con el que parecía ser el expediente de Seung Jae. 

-Hemos revisado los resultados de ambas biometrías con cuidado y no hay ninguna diferencia significativa entre ambas, sus cuentas de leucocitos siguen elevadas y al microscopio pude observar mieloblastos. – Jae Joong sintió como si le hubieran dado un golpe en el abdomen y se quedara sin aire. 

-¿Mieloblastos?, ¿Leucemia? – preguntó YunHo. 

-¿Qué significa eso? – preguntó Seung Jae. Se notaba tranquilo, sin entender realmente que era lo que sucedía con su cuerpo. 

-Necesitamos realizar una biopsia para tener el diagnóstico exacto pero basado en el estudio de sangre todo indica ser una leucemia mieloide aguda, lo siento mucho – 

Jae Joong sintió su mundo caerse en pedazos. 

El resto de la consulta transcurrió más rápido de lo que su cerebro pudo procesar. El hematólogo habló de más estudios, opciones de tratamiento, clasificación y estadificación de la enfermedad y el pronóstico. YunHo fue quien mantuvo toda la conversación con el médico mientras él solo abrazaba a Seung Jae e intentaba poner atención a todo lo que sucedía sin mucho éxito. 

Lo único que podía escuchar en su cabeza era que su hijo tenía leucemia. 


Notillas para el cap: Trataré de explicar algunas cositas médicas de este capítulo para que todo se entienda, no quise adentrarme tanto en la terminología, pero como nuestros protagonistas son doctores, fue casi imposible no hacerlo de todos modos.

Organomegalia: órgano aumentado de tamaño (ej, el bazo, se encuentra debajo de las costillas, del lado izquierdo del abdomen, normalmente no se puede tocar al palpar el abdomen, en algunas enfermedades, como leucemia, linfomas o algunas otras enfermedades de la sangre, puede llegar a tocarse porque aumenta su tamaño)

Hematólogo: especialista en enfermedades de la sangre (anemia, leucemias, linfomas, enfermedades de las plaquetas) 

Oncólogo: Ve todos los demás cánceres, pero no leucemias.

Mieloblastos: Son células características de la leucemia mieloide aguda. (Hay muchos tipos de leucemia, y en la mieloide aguda, hay subclasificaciones, y dependiendo del tipo se puede estimar el pronóstico y la severidad. No soy hematóloga ni lo seré, pero si soy médico, ese es todo el resumen)


Upsis, no me odien. 

Nos vemos la siguiente semana.

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martes, 19 de noviembre de 2024

Broken: Capítulo 7

 


Actualidad

Tardó más de lo esperado en regresar a casa de sus padres pero cuando llegó notó que ya estaba casi todo apagado, excepto la luz de la cocina en donde se encontraban varios platos cubiertos para que no se enfriara su cena, Jae Joong hizo una nota para agradecer a su mamá por la mañana. Realmente no estaba en sus planes tardar tanto, tan solo quería dar una caminata para despejarse y tomar un poco de aire y terminó peor que cuando salió de su casa, con la presión en su pecho que no cedía, el nudo en la garganta que no podía deshacer y muchos pensamientos contradictorios sobre YunHo. 

Jae Joong se quedó con YunHo hasta que dejó de llorar sin decir una palabra, en parte porque no sabía que decirle y porque el mismo YunHo le había pedido que guardara silencio y solo lo acompañara. Pero ver las lágrimas bajar por su rostro y su mirada llena de tristeza solo le recordaban la noche en la cual había decidido terminar con él y su corazón se volvía a partir en cientos de pedazos. 

Al final YunHo fue quien se retiró primero, le agradeció por la compañía y después de una palmada al hombro se fue. Jae Joong se quedó quieto unos minutos más en el parque, incapaz de moverse sin que sus piernas temblaran y conteniendo las lágrimas con todas sus fuerzas. 

Se quitó sus zapatos y los acomodó en la entrada, dejó su chaqueta colgada y fue a la cocina, moría de hambre. 

-38 años siendo el campeón invicto de los distraídos – se escuchó desde la sala. 

-¡Noona!, ¿Cuándo llegaste? – preguntó emocionado Jae Joong apresurándose a lanzarse sobre el sillón de la sala y abrazar a la mujer que ocupaba ese espacio. 

-Llegue hace unas horas, quise darte una sorpresa – Soo Young le devolvió el fuerte abrazo y revolvió el cabello de su pequeño hermano. 

-Funcionó – abrazó con más fuerza a su hermana hasta que ella se quejó.

-Yah, ¿me quieres matar?, ¿de dónde sacas tanta fuerza?, te ves tan delgado – lo golpeó en el brazo 

-Aunque no lo creas voy al gimnasio seguido – 

Jae Joong se incorporó primero para regresar a la cocina y sentarse a cenar, Soo Young tomó el asiento frente a él y solo lo observó moverse con tranquilidad. Jae Joong pudo ignorar por un momento todos sus pensamientos ahora que su hermana estaba con él. Estaba casi seguro que Soo Young haría preguntas sobre su vida en Japón en los últimos meses y eventualmente terminarían hablando de YunHo, pero intentaría evitar el tema el mayor tiempo posible, en verdad deseaba poder dejar de pensar en su ex esposo al menos por 24 horas. 

La mujer lo acompañó mientras cenaban e incluso le robó un poco de su comida alegando que aún tenía hambre después de haber cenado con sus padres y las horas pasaron sin que se dieran cuenta.

-¿Hay algo que más quieras contarme? – pregunto Soo Young y revolvió con la cuchara su té. Jae Joong dudó unos segundos ante la pregunta sabiendo que no podría evitar más el tema pero lo intentaría de todos modos.

-¿Sobre qué? – preguntó Jae Joong en tono neutral y dio un sorbo a su taza con té.

-Sobre YunHo – 

Sintió su cuerpo tensarse al instante en que la escuchó mencionar su nombre.

-¿Por qué habría de contarte algo sobre YunHo? – 

-Porque te vi con él en el parque hace unas horas – 

-¿Cómo dices? – sintió su corazón acelerarse al instante y sus manos comenzaron a sudando, por poco se le resbala la taza. 

-¿Sabías que está en Gong-ju?, ¿Están juntos de nuevo? – 

-No – 

-¿Entonces?, ¿Qué está sucediendo Jae? – le preguntó con tranquilidad. Soo Young estiró su brazo para tomar al pelinegro de la mano y demostrarle que genuinamente estaba preocupada por él.

-Está en Tokio también – dijo el médico – Trabajando en el mismo hospital que yo – 

Soo Young abrió los ojos sorprendida y se arrepintió de no haberle dicho nada respecto a YunHo en las últimas semanas. No era como que se la pasaran hablando del neurocirujano cuando tenían sus videollamadas, pero algo tan importante como que su ex esposo se mudara a la misma ciudad que él y además llegara a trabajar al mismo hospital defintivamente no era algo que se pudiera omitir en una plática con la hermana a la que más confianza le tiene, a quien considera incluso su mejor amiga. Jae Joong simplemente había decidido no mencionarlo con nadie porque aún no estaba seguro de lo que toda esa situación causaba en él, aparte de frustración y nostalgia. 

Y ciertamente no estaba listo para enfrentar todos esos sentimientos. 

-¿Jae Joong hace cuánto pasó esto y por qué no me lo habías contado? – le preguntó preocupada.

-Hace unos dos meses – 

Soo Young se levantó de su lugar y sin soltar la mano de Jae Joong lo guió nuevamente hacia el sillón de la sala para poder sentarse junto a él y darle el apoyo que necesitaba. 

-¿Y como estás? –

Jae Joong tenía la mirada agachada, observando sus pies como si ahí fuera a encontrar la respuesta a aquella pregunta. Todo mundo quería saber como estaba y él no tenía idea. Suspiró después de un tiempo.

-Me frustra mucho, me fui del país para buscar un cambio en mi estilo de vida, para sanar y salir adelante y de repente aparece en mi vida… No sé si me estuvo buscando o no pero me es muy difícil trabajar con él y ahora es más difícil evitarlo porque entre nuestros servicios hay interconsultas muy seguido – 

-¿Y por qué no te cambiaste tu de trabajo o buscaste cambiar tus horarios?, no lo sé, cualquier cosa que pudieras hacer para no tener que verlo seguido – 

-No quiero que me afecte – la miró a los ojos con seriedad. 

“Más bien no quiero que note lo mucho que me afecta” pensó. 

-No quiero hacer o dejar de hacer cosas solo porque él está ahí, no quiero estar huyendo de lugares donde me siento bien solo porque ahora también está ahí - 

-¿Aún lo amas? – preguntó Soo Young sin importarle si era ir demasiado rápido en su interrogatorio. Pero podía ver en el rostro de su hermano y en todo su lenguaje corporal que eso le estaba afectando, que nunca le había dejado de afectar. 

Sus ojos se cristalizaron en ese instante. Nadie se había atrevido a hacerle esa pregunta en cinco años. Ni siquiera él se había atrevido a preguntarse eso porque no estaba listo para escuchar la respuesta.

-Como el primer día – susurró aquella respuesta y soltó una lágrima.

-Oh Jae Joongie – se acercó a abrazarlo y Jae Joong escondió el rostro en el cuello de su hermana, mojando su blusa con sus lágrimas que ahora parecía no poder parar. 

-Es muy difícil verlo todos los días y no estar con él – dijo entre sollozos. – Pero también es muy difícil estar junto a él. Sigue siento igual de terco y sarcástico y carismático e insoportable – Soo Young no pudo evitar reír. Jae Joong agradeció que le acariciara la espalda y lo dejara quejarse.

Se separó de su hermana y se limpió las lágrimas. No quería pensar más en YunHo, no quería enfrentarse a sus sentimientos. Sentir aún algo por YunHo no significaba que quisiera volver con él y como era tan doloroso pensar en ello prefería suprimir y encapsular sus sentimientos en la mayor medida posible. Era precisamente una de las principales razones por las que había decidido salir de Corea. Estando en Japón nada le recordaba a YunHo, no tenía ni siquiera que esforzarse en darle nuevos significados a lugares o situaciones que eran especiales en pareja, simplemente creaba nuevos recuerdos para él mismo. 

Hasta ahora. 

Ya ni siquiera su cambio de especialidad lo ayudaba tanto tampoco. Estar en urgencias lo obligaba a mantener su mente ocupada, además de que el tipo de pacientes en urgencias era completamente diferente a los que veía en oncología. Si bien muchos de sus pacientes cuando era oncólogo se recuperaban o entraban en remisión de sus enfermedades, cuando no había nada más que hacer por ellos los veía tener muertes lentes y dolorosas. En urgencias por lo menor las cosas sucedían con la velocidad suficiente para no alcanzar a encariñarse con ningún paciente.

Pero ahora con YunHo ahí todo el tiempo, invadiendo su espacio personal y profesional, Jae Joong simplemente sentía que todo se estaba escapando de su control y esta vez no tenía a donde más escapar. 

-No sé qué hacer noona, me duele amarlo y él no se aleja, no piensa hacerlo, ya me lo dejó bien claro – 

-¿No crees que es tiempo de que vayas a terapia Jae Joongie?, no puedes seguir sufriendo así.  – le aconsejó Soo Young. 

-Ya he ido a terapia, no ha funcionado mucho – 

-Fuiste a terapia por la muerte de Seung Jae bebé, no por tu divorcio – 

-No lo sé… - dudó.

Realmente nunca había considerado esa opción. 

-Pasaste por algo horrible Jae, ambos pasaron por el peor dolor que un padre puede experimentar y no puedes recuperar a Seung Jae – le limpió las lágrimas con el pulgar y lo miró con ternura – pero podrías recuperar a YunHo – 

-Ambos nos hicimos mucho daño noona – dijo en voz baja, casi un susurro.

-Lo sé Jae Joongie, lo sé, pero YunHo está ahí de nuevo después de tantos años, puedes recuperar lo que queda de tu familia - 

Jae Joong no pudo dormir casi nada esa noche.



Despertó la mañana siguiente con un ligero dolor de cabeza y la cara hinchada por llorar hasta quedarse dormido. Escuchaba más ruido de lo normal para ser apenas las 10 a.m. pero supuso que otras de sus hermanas acababan de llegar a casa con sus familias y fue a tomar una ducha y poder salir listo a saludarlas. 

Salió de su habitación con ropa cómoda y aún con el cabello húmedo y bajó las escaleras lentamente, el olor del desayuno llegaba hasta donde estaba y sonrió. Pensar en convivir con toda su familia lo ponía de muy buen humor, a pesar de los acontecimientos del día anterior. Una de sus sobrinas corrió a abrazarlo en cuanto entró al comedor y Jae Joong sonrió al cargar a la pequeña.

-¡Tío Jae!, ¡Te extrañé! – 

-Yo también preciosa, muchísimo – le dio un beso en la mejilla y la niña rió. Sin soltarla abrazó a dos de sus hermanas y a sus esposos, todos felices por verlo después de tanto tiempo. Sus padres estaban sentados en el comedor tomando una taza de té, observándolos con calma. 

Después de todo el ritual de saludos empezaron a llevar los platos a la mesa para poder almorzar juntos. Fue hasta ese momento que Jae Joong se dio cuenta que faltaba una persona.

-¿Dónde está Soo Young-noona? – preguntó de repente Jae Joong después de escanear la sala. 

-Fue a comprar unas cosas que me hacían falta – dijo Jae Rin mientras se servía de comer.

Justo en ese momento la puerta se abrió y entró Soo Young saludando a todos. 

-¡Umma! Espero no te moleste que trajera a alguien – anunció desde la entrada mientras se quitaba sus zapatos, su invitado aún no se dejaba ver. 

-Para nada, ¿Pero quien viene? – preguntó sin moverse de su lugar. 

-Hola Umma – habló el invitado. 

-Tiene que ser una broma – susurró Jae Joong, tenía sus ojos cerrados y se negaba a voltear a la puerta ante la familiar voz. 

-¿YunHo-ah? – su madre se levantó de inmediato y fue a recibirlo. El resto de su familia se quedó en silencio al escuchar el nombre y fue entonces que Jae Joong se atrevió a abrir los ojos, dándose cuenta de que todas las miradas iban de él a YunHo y de regreso a él. –¡Qué milagro, que felicidad Yunhie! – la mujer lo abrazó en la entrada. YunHo sonrió y se agachó un poco para quedar a la altura de su ex suegra y poderla abrazar apropiadamente. 

Jae Joong volteó a ver a Soo Young furioso y ella solo encogió los hombros y dijo 

-Me lo encontré en la calle a punto de comer en un puesto, mejor lo traje para que no pasara frío – 

-Que linda persona eres – dijo sarcásticamente Jae Joong. 

YunHo fue invitado a sentarse con todos en el comedor. Uno de sus cuñados, quien estaba sentado a un lado de Jae Joong, estaba a punto de moverse para cederle el asiento a YunHo pero antes de que pudiera levantarse Jae Joong lo tomó de la muñeca con fuerza para retenerlo en su lugar. 

-Aquí estás bien Kyumin-ah – 

Al final YunHo terminó sentándose a un lado de su mamá y enfrente él. 

-¿Cómo has estado Yunhie? Hace tanto que no te veíamos, que bueno es tenerte de visita cariño – dijo Jae Rin feliz. 

-Umma… - se quejó en voz baja Jae Joong pero fue ignorado por su madre. El pelinegro volteó a ver a su hermana con molestia y ella solo le sonrió y con la mirada le dijo “cállate y come”. 

Sabía que su familia amaba a YunHo, se lo dejaron saber desde que lo presentó con sus papás y les confesó el tipo de relación que tenían. Su madre siempre ha dicho, incluso en estos años que han estado separados, que es un hombre encantador y carismático y por ello estuvieron tan reacios a aceptar su divorcio.

Podía notar la incomodidad de YunHo con solo verlo, el hombre le dirigía la mirada de vez en cuando y ponía su atención en cualquier otra persona de su familia que estuviera hablando, sus padres le preguntaban por su salud, su trabajo y por su familia en Gwang-ju. Jae Joong solo comía en silencio y lo miraba molesto.

-¿Cómo te ha ido querido? – preguntó Jae Rin a YunHo.

-Muy bien, conseguí trabajo en un muy buen hospital y me está yendo excelente – respondió YunHo feliz mientras comía. Jae Joong lo escuchó y resopló molesto. 

-¿Ah sí?, ¿En dónde? – preguntó ahora Hyuk Su, su padre.

-En Tokio – dijo YunHo. 

Jae Rin volteó a ver a Jae Joong y de nuevo a YunHo. 

-No me digas que trabajas en el mismo hospital que Jae Joongie – dijo con algo de sarcasmo su padre y Jae Joong supo que Jae Rin aún no había platicado nada con su esposo sobre lo que él le había contado en su cuarto la tarde anterior.

-Así es – respondió YunHo con una ligera sonrisa de satisfacción y sin dejar de ver a Jae Joong, quien se sonrojó y se levantó molesto de la mesa.

-Voy a retirarme, gracias por la comida – tomó su plato vacío y fue a la cocina. 

-No le hagas caso, parece un niño chiquito en estos momentos – Escuchó decir a Soo Young desde el comedor. Hasta cierto punto se sentía traicionado por su hermana, después de haberle confesado que seguía amando a Yunho, de confiarle sus sentimientos y su conflicto interno, ¿lo primero que hizo fue traerlo a su casa?, quería enojarse con alguien pero se sentía incapaz de ello. A final de cuentas, su familia estaba feliz con la presencia de YunHo y su hermana solo estaba intentando reunirlos de nuevo, a su manera, la cual siempre había sido dura y directa. 

Fue a tomar su chaqueta del perchero de la entrada y caminó hacia el patio trasero. 

-Jae Joong es el único loco que adora salir con este frío – escuchó decir a YunHo antes de cerrar la puerta detrás de él. 

El jardín trasero estaba completamente blanco, había empezado a nevar de nuevo un par de horas antes. Jae Joong fue a sentarse al columpio que colgaba del árbol más grande del jardín, en el cual solía jugar con sus hermanas cuando eran niños y también el que tuvo que reparar YunHo varias veces para que Seung Jae jugara con sus primos. Extendió su brazo para atrapar unos cuantos copos de nieve en sus guantes mientras se balanceaba cuando escuchó la puerta abrirse y cerrarse nuevamente a lo lejos. 

-Dios Jae Joong, solo tú disfrutas estar entre la nieve – dijo YunHo avanzando hacia él.  

-¿Qué haces aquí? – preguntó Jae Joong en cuanto lo tuvo enfrente. 

-Soo Young me invitó - 

-¿Qué hacías con Soo Young? ¿Ahora planeas atacar por otro lado para acercarte a mi? – preguntó fastidiado

-No te quiero atacar Jae Joong, todo lo que dijo tu hermana es cierto, nos encontramos por casualidad y me invitó, fue todo – 

-¿Y no pudiste negarte? – 

-¿Tú puedes decirle que no a Soo Young? – le regresó la pregunta. Jae Joong no pudo evitar sonreír, su hermana era una persona muy insistente y siempre obtenía lo que quería. 

-Noona traidora – dijo en voz baja Jae Joong

-Creo que tu familia más bien es lo suficientemente madura para saber que nuestra separación no tiene nada que ver con ellos – 

-Claro – Jae Joong no sabía que más decir. YunHo seguía de pie frente a él, viéndose aún más alto desde su posición en el columpio. Quería discutir más con él, encontrar una razón para hacer que se fuera, pero no quería ser grosero con su familia y tampoco quería obligar a YunHo a irse manejando hasta Gwang-ju con tanta nieve en la carretera, así que no tuvo más remedio que aceptar su visita con la esperanza de que fuera rápida.

Desvió la mirada hacia sus pies observando sus tenis cubiertos de nieve y volvió a balancearse, casi golpeando a YunHo con sus pies al tomar impulso en el columpio.

-¡Oye! ¿Qué te pasa? – le reclamó y se hizo a un lado. 

-Lo siento estabas en mi camino – continuó moviendo el columpio.

YunHo suspiró y peinó su cabello hacia atrás. Se movió unos cuantos pasos alrededor de Jae Joong y se colocó detrás de él, justo a la distancia exacta para no ser golpeado. 

-¿Qué haces? – preguntó Jae Joong volteando hacia atrás

-Te ayudo a tomar impulso – cuando estuvo cerca de YunHo este puso sus manos en su espalda y lo empujó con fuerza, Jae Joong llegó más arriba.

-¡Oye lo estás haciendo muy fuerte! – 

-Creí que eso te gustaba – lo empujó de nuevo – Por eso me pateaste – 

Jae Joong gritó de nuevo pero YunHo lo ignoró y siguió empujándolo cada vez que volvía a él hasta que decidió saltar y caer en la nieve. Miró a YunHo desde el piso, el hombre tenía una sonrisa burlona en su rostro. Se levantó y sacudió la nieve de su pantalón, intentando mantener la seriedad en su rostro. 

-Eres un tonto – YunHo soltó una carcajada al escucharlo. Se dio la media vuelta y comenzó a caminar de regreso al interior de su casa pero YunHo lo alcanzó y lo tomó de la muñeca.

-Déjame ir adentro, tengo frío – dijo forcejeando contra el firme agarre del mayor.

-Qué mentiroso eres – 

-Solo suéltame YunHo –agitó su brazo con fuera para zafarse y comenzó a caminar hacia la entrada de la casa. Había caminado solo unos pasos cuando sintió un golpe frío en la nuca y volteó con la boca abierta hacia YunHo quien tenía una bola de nieve en su mano izquierda y restos de nieve en la derecha. 

-No lo hiciste – dijo Jae Joong.

-¿Qué cosa? – miró la bola de nieve en su mano – Oh, ¿te refieres a esto? – sonrió con un tinte travieso y le lanzó la otra bola que dio directo en su pecho. 

Jae Joong le gritó y se agachó para agarrar nieve y lanzarle una bola también. Su lado sensato le decía que simplemente se fuera, que no cayera en provocaciones y mucho menos ante cosas tan tontas como una pelea en la nieve. Su lado orgulloso por otro lado era mucho más fuerte y lo hacía responder a los ataques de YunHo. 

Estuvieron en guerra por un buen rato, sus manos estaban completamente heladas y entumidas a pesar de que tenían pares de guantes gruesos cubriéndolas y sus cabellos estaban mojados de tantas veces que dirigieron los proyectiles a la cabeza del otro. Jae Joong respiraba agitadamente por correr tanto y se sentó un momento en el suelo, entonces vio como YunHo, quien no se rendía con tanta facilidad, estaba cargando una gran bola de nieve con sus dos brazos y Jae Joong se levantó de inmediato de su lugar para ir a taclear a YunHo y evitar que le lanzara todo eso. 

-¿Quieres matarme? – gritó YunHo casi riéndose cuando ambos cayeron al suelo y la nieve los cubrió a ambos. Jae Joong sentía su espalda completamente mojada y fría porque toda la nieve le cayó encima de todos modos, pero ninguno se movió de su posición. Sus cuerpos estaban pegados al estar Jae Joong encima de YunHo y sus rostros estaban muy cerca. YunHo rodeó la espalda de Jae Joong con sus brazos y se quitó los guantes, los dejó sobre su espalda y acercó su mano hacia la pálida mejilla del pelinegro. 

-Estás helado – dijo Jae Joong al sentir el contacto en su cara. 

-Tú también – pasó sus dedos por debajo del cabello que caía en la frente de su ex esposo y lo echó para atrás, manteniéndolo aplacado porque estaba mojado. 

-Estás loco –.

-Lo sé – respondió YunHo y pasó su mano detrás de la cabeza de Jae Joong y cerró la distancia entre ellos.


Notas finales:

Ay Jaejoongie, no puedes resistirte tanto a YunHo verdad? 

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martes, 12 de noviembre de 2024

Broken: Capítulo 6

 


17 años antes

Jae Joong tomó un trago de su cerveza y se concentró en sus cartas, estaba a punto de ganar en ese juego hasta que llegó alguien y lo sacudió de los hombros y le dijo en su oído “Ya llegó YunHo”, lo que hizo que se distrajera por tan solo unos segundos y la otra persona ganara el juego. 

-Maldición Heechul, me hiciste perder – regañó Jae Joong a su amigo con la cara roja mientras que el otro joven se estaba riendo de él.

-No tenías por qué distraerte – 

-Sabes que si… - dijo Jae Joong mirando hacia donde estaba YunHo con sus amigos,  con una cerveza en su mano y riendo de lo que sea que estuvieran hablando entre ellos.

-¿Qué ha pasado entre ustedes dos? – preguntó Heechul sentándose al lado de Jae Joong y abriendo una cerveza para él.

-Nada… no hemos hablado – dijo algo serio el estudiante. 

-Bueno… esta esta es tu oportunidad entonces, ve y háblale – 

-No quiero, me dejó de hablar de la nada después de nuestra cita en el café – dio un largo trago a su bebida. – Tal vez solo se dio cuenta que no le gusto y ya – 

La verdad era que Jae Joong estaba muy dolido y molesto por la repentina desaparición de YunHo. Después de pasar horas hablando en la cafetería fueron a cenar a un lugar que recomendó Jae Joong y al salir YunHo lo acompañó a su departamento, se dieron un largo abrazo de despedida y YunHo le dio un beso en la mejilla. Había disfrutado mucho aquella cita y estaba seguro que el otro joven también lo había hecho, o al menos estuvo seguro de ello los primeros dos días hasta que YunHo dejó de responder sus mensajes y Jae Joong comenzó a cuestionarse todo.

-Yo creo que si le gustas… desde que llegó no ha dejado de voltear a verte – 

Jae Joong volteó cuando le dijo eso Heechul y cruzó miradas con YunHo, ambos la desviaron de inmediato. 

Era la fiesta que organizaron entre los instructores del departamento de radiología, la cual estaba planeada para principios del semestre pero por una u otra razón terminó aplazándose hasta mediados de mayo, casi a finales del semestre. 

En varios momentos de la fiesta, mientras cenaba, mientras tomaba, mientras jugaba incluso con sus amigos, volteaba a verlo y sus miradas eran correspondidas. Incluso en una ocasión estuvieron juntos y se saludaron e intercambiaron algunas palabras. 

-¿Por qué no le hablas? – preguntó uno de sus amigos cuando estaban sentados en una hielera. 

-Me da pena, está ahí, rodeado de los demás pasantes, yo no les hablo a ellos – respondió Jae Joong.

-¿Y qué?, ya lo he atrapado como diez veces en toda la noche volteándote a ver, se nota que quiere hablarte pero tampoco sabe cómo acercarse a ti – 

-Pues que lo haga, él me dejó de hablar de la nada, no sé que decirle si a mi parecer hace unos días él era quien no quería hablar conmigo – 

-Dios, que complicados son, se nota que se mueren el uno por el otro, deberían solo irse a besar estando borrachos los dos a algún cuarto de la casa – 

-No creo que eso suceda – dijo Jae Joong mientras miraba molesto a YunHo, cuando este le volvió a sostener la mirada se terminó su cerveza y fue a prepararse una bebida con Heechul para poder unirse al resto del grupo que estaba jugando. 

Jae Joong tenía un objetivo esa noche y era divertirse. Se veía y se sentía muy bien esa noche, siempre y cuando ignorara a YunHo. YooChun lo había ayudado a arreglarse como siempre y cada vez que recibía miradas del pasante solo podía recordar las palabras de su mejor amigo mientras peinaba su cabello horas antes de la fiesta “Nadie le deja de hablar a mi mejor amigo sin arrepentirse por ello”. Y al parecer YooChun había logrado justo lo que quería, que Jae Joong llamara la atención de YunHo en esa fiesta. En el fondo esperaba que realmente se estuviera arrepintiendo de no hablarle en más de una semana.

Heechul gritó cuando perdió en el juego contra otros diez compañeros, el perdedor tendría que tomarse un vaso lleno de una mezcla de diferentes tipos de alcohol. Jae Joong hizo cara de asco cuando su amigo tomó el vaso, ahí debía haber al menos soju, cerveza, tequila e incluso vodka. 

-No puedo tomar todo esto – gritó Heechul

-Tienes que hacerlo – le dijo Jae Joong riendo

-Ayúdame – intentó darle el vaso y Jae Joong fingió arcadas y lo alejó. 

-Ni loco – 

-Anda Jae Joongie, no puedo ponerme tan ebrio – 

-Claro que si – 

-No más ebrio que tú, anda, toma la mitad y estaremos igual – 

Jae Joong lo meditó unos segundos, la mezcla realmente se veía asquerosa, pero si lo tomaba rápido tal vez podría dejar pasar el sabor. Tomó el vaso y bebió un gran trago de golpe, de todos modos no tenía ningún compromiso al día siguiente, podría obligar a Heechul a comprarle un buen almuerzo para curar la cruda por la mañana.

A media noche, cuando por fin pusieron una buena playlist para bailar, YunHo se acercó a él mientras bebía otra cerveza y bailaba con Heechul. 

-Hey – 

-Hey – 

-Jae Joong-ah ¿podemos hablar? – 

-Nop – se dio la vuelta para seguir bailando y YunHo lo tomó de la muñeca para que volteara de nuevo 

-Estoy bailando – 

-Estás borracho – dijo YunHo. 

-Solo un poco, es una fiesta – guiñó un ojo 

-En verdad quiero hablar contigo – Jae Joong se detuvo y se separó de Heechul un momento.

-¿No puede esperar a mañana?, ya esperaste más de una semana de todos modos – respondió con fastidio. 

-Lo siento – 

-¿Por qué? – alzó la ceja y lo miró desafiante. 

-Por no responder tus mensajes – 

-Okay – Jae Joong llevó la botella de cerveza a su boca para tomar otro trago pero YunHo lo detuvo, ahora lo sostenía de ambas muñecas. Jae Joong desvió la mirada. 

-Por favor déjame explicarte, vamos a otro lado – 

-Está bien – accedió por fin Jae Joong con un suspiro y se soltó del agarre del otro joven. Volteó hacia donde Heechul se encontraba y le indicó con la mirada que iría con YunHo, su amigo solo asintió y regresó su atención a YunHo, quien lo esperaba con su mano extendida, invitándolo a tomarla. 

Mientras se alejaban de todos en la fiesta, Jae Joong se dio cuenta que se sentía algo mareado, no estaba del todo seguro si era por todo el alcohol que había tomado o por los nervios al darse cuenta que por fin tendría una conversación a solas con YunHo. Hasta hace unos minutos estaba decidido a ignorarlo pero tenía tantas cosas que decirle, cosas que ahora que estaban caminando juntos comenzaban a borrarse de su cabeza. 

-¿A dónde vamos? – le preguntó Jae Joong al ver que estaban en la calle. YunHo se recargó en uno de los autos estacionados afuera de la casa.

-Aquí – 

-¿Aquí? – preguntó un borracho Jae Joong.

-Si, solo quería alejarme del ruido – 

-Y alejarme de todos al parecer – 

-No quería que todos escucharan lo que sucede entre nosotros – 

-No sucede nada entre nosotros YunHo – se paró frente a él, más cerca de lo que se hubiera atrevido si estuviera sobrio, y lo miró con toda la seriedad que pudo. YunHo suspiró y agachó la mirada por unos segundos - ¿Por qué no respondiste mis mensajes? – preguntó de nuevo Jae Joong – Pensé que la habías pasado bien en nuestra cita – dijo en voz baja.

-La disfruté mucho – 

-¿Entonces? – 

-Lo siento Jae Joong… - volteó a verlo de nuevo y esta vez la mirada que le dirigió estaba cargada de tristeza y preocupación. – No es excusa, lo sé, solo he estado demasiado estresado por el examen nacional y las entrevistas y… - 

-¿Te distraigo? – lo interrumpió el más joven. 

-No es eso… no me distrae salir contigo, de hecho es todo lo contrario, después de nuestra cita tú fuiste el único pensamiento constante en mi cabeza – suspiró frustrado y se echó el cabello para atrás. Jae Joong lo observó pacientemente en lo que ordenaba sus pensamientos.

-¿Entonces qué pasa? – preguntó cuando el silencio se prolongó demasiado.

-Yo… - lo tomó de las manos y lo miró a los ojos – Tengo miedo de enamorarme de ti y que termines lastimándome – confesó por fin YunHo. 

Jae Joong no era ajeno a los rumores y chismes que se hablaban en el departamento, en algunas ocasiones cuando iba a recoger materiales para dar su clase había escuchado a los demás pasantes hablar sobre la relación anterior de YunHo y como le afectó tanto que prefirió cerrarse a la idea de volver a salir con alguien, al menos en el periodo que se preparaba para su examen y entraba a su especialidad. Pero Jae Joong también había sufrido en el pasado, también había tenido malas relaciones y también le habían roto el corazón y a pesar de ello, seguía dispuesto a darle todo su amor a quien llegara a merecerlo. Y YunHo parecía ser el indicado, al menos eso le decía su corazón. 

-Yo también tengo miedo YunHo, también me han lastimado – se acercó un poco más – Pero no puedes cerrarte a nuevas experiencias solo por miedo a salir lastimado, nada te pasará si decides solo proteger tu corazón de todo y todos – 

-Jae Joong-ah… - 

-Yo disfruté mucho nuestra cita también y me gustaría conocerte aún más – desvió la mirada a sus labios y la regresó a sus ojos – Si me lo permites – 

Todo el cuerpo de Jae Joong estaba apoyado en el de YunHo, si se concentraba lo suficiente podría decir que incluso podía sentir los latidos del pasante contra su propio pecho, y sus rostros estaban cada vez más cerca, Jae Joong podía sentir el aliento de YunHo chocar contra sus labios y cerró los ojos. Aún no tenía una respuesta pero al menos esperaba obtener un beso de él esta noche. 

-¡JAE JOONG-AH! – el grito los hizo separarse de inmediato y Jae Joong volteó enojado hacia la puerta de la casa, de donde venía saliendo Heechul casi cargando a un borracho Hangeng.

-Chul-ah… - su amigo se detuvo en la entrada y los observó por unos segundos en silencio, dándose cuenta de su inoportuna aparición.

-Voy a llevar a Hangeng a su casa, está muy borracho y yo ya estoy cansado, ¿Quieres que te lleve a tu departamento? – 

-Mm… no lo sé – La verdad era que Jae Joong no quería irse, pero si su beso con YunHo se había arruinado para siempre y no obtendría nada más de él tal vez sería una buena idea irse con su amigo y ahorrarse un uber. 

-Yo lo llevo, no te preocupes – dijo YunHo 

-¿Seguro?, ¿Qué tanto tomaste? – le preguntó Heechul entrecerrando sus ojos y juzgándolo con la mirada. 

-Casi nada – levantó sus manos para defenderse como si Heechul fuera un policía. 

-¿Seguro Jae Joongie?, hay espacio en mi carro si quieres – 

Jae Joong miró a Heechul y después a YunHo, quien le sonrió ligeramente

-Me iré con YunHo, avísame cuando estés en casa – 

Heechul sonrió y caminó con Hangeng apoyado en su hombro, le dio unas palmadas a Jae Joong en el pecho y le susurró al oído

-Diviertete baby, usa condón – Jae Joong se sonrojó hasta las orejas y Heechul le guiñó un ojo antes de caminar a su carro. 

-¿Qué fue eso? – preguntó YunHo una vez que estuvieron solos de nuevo.

-¿Qué cosa? – lo volteó a ver Jae Joong de nuevo, aún sonrojado

-¿Qué te dijo para que te sonrojaras así? – 

-Ah – sintió su rostro aún más caliente – Nada… solo… yo… ¿En qué estábamos? – 

-Estábamos a punto de besarnos – YunHo no esperó una respuesta más después de decir aquello y puso su mano en la nuca de Jae Joong y lo acercó para por fin besarlo. 

Ni todos las veces que soñó despierto, ni todos los besos que había recibido en el pasado se comparaban a lo que realmente sintió al besar a YunHo. El instante en que sus labios se tocaron, Jae Joong sintió todo su ser reiniciarse, decir que sentía mariposas en el estómago era poco, las sentía por todo su cuerpo. Los labios de YunHo eran suaves y su forma de besar también, como si estuviera besando algo sumamente delicado, pero a la vez firmes y seguros, para borrar cualquier duda que pudiera tener aún sobre ellos. Jae Joong no tardó en corresponder el beso y sus manos fueron deprisa al rostro de YunHo para evitar que se separara de él. El pasante bajó sus manos y lo tomó de la cintura en un intento de acercarlo más a su cuerpo y pronto lo que inició como un beso lento y tierno se convirtió en uno más apasionado. 

Se separaron para tomar aire y se miraron a los ojos.

-Vamos a mi casa- habló por fin YunHo, su respiración aún agitada. Jae Joong asintió, seguía sin aliento, sentía que el otro se lo había robado por completo, tal vez incluso le había robado la capacidad para hablar.

Entraron de nuevo a la fiesta para despedirse del resto de sus amigos, al parecer nadie había notado su ausencia pero Jae Joong estaba seguro que en cuanto lo vieran, sonrojado, despeinado y respirando agitádamente, se darían cuenta de todo lo que acababa de suceder hace unos minutos, después de todo, no era un secreto para ninguno de sus amigos que Jae Joong estaba loco por YunHo. 

Y por la mirada que recibió de los amigos de YunHo supo que el resto de los pasantes también estaban más que enterados de su crush. 

El camino a casa de YunHo fue rápido, Jae Joong se sorprendió al darse cuenta de lo cerca que vivían el uno del otro, su departamento se encontraba a solo diez minutos del de YunHo. Bajaron del auto y el mayor lo invitó a pasar a su casa una vez abrió la puerta. No pudo evitar escanear con brevedad la casa, era un departamento de dos pisos, con suficiente espacio para vivir dos personas de manera cómoda. Lo primero con lo que se encontraba a su derecha al entrar era la mesa del comedor, en donde dejó las llaves de su casa y su teléfono, después estaba la sala, en donde había dos sillones y un mueble con una televisión grande. Detrás de la sala había una barra que dividía ese espacio de la cocina y a la izquierda de la cocina estaban las escaleras que llevaban al segundo piso.

-¿Vives solo aquí? – preguntó Jae Joong un tanto sorprendido al notar lo espacioso del lugar. Él no podía pagar un lugar así, su familia era muy grande y sus padres apenas tenían dinero suficiente para mandarlo a estudiar a la capital, así que trataba de hacer rendir el dinero viviendo en un departamento compartido. 

-Vivo con mi hermana menor, pero este fin de semana se fue a Gwang-ju – 

-¿Y tú no quisiste ir a tu casa? – preguntó curioso mientras seguía observando el departamento. 

-Quería ir a la fiesta – 

-Oh – 

-¿Tú por qué no fuiste a ver a tus familia este fin? – le devolvió la pregunta. 

-También quería ir a la fiesta – lo volteó a ver con una ligera sonrisa. 

YunHo se fue acercando a Jae Joong y este fue caminando hacia atrás lentamente hasta que sus piernas chocaron con el sillón de la sala, al cual hubiera caído si YunHo no lo hubiera atrapado por la cintura. 

-¿Quieres ir arriba? – preguntó en voz baja y muy cerca de su rostro. Jae Joong solo asintió y YunHo le dio un pequeño beso antes de tomar su mano para subir las escaleras.

Entraron a su habitación y Jae Joong la escaneó rapidamente mientras YunHo cerraba la puerta, la cama estaba tendida y el closet cerrado, todo se veía relativamente en orden excepto por el escritorio donde había libros abiertos y plumas por todos lados, pero eso no le sorprendió, de hecho no tenía idea de como encontraría el cuarto de YunHo, ni siquiera había tenido tiempo de preguntarse si era un hombre desordenado o un obsesionado con la limpieza porque nunca pensó que su plan de llamar la atención de YunHo en esa fiesta llegaría tan lejos como para estar en la casa del pasante. 

-¿Por qué estás nervioso? – le preguntó YunHo y se acercó a abrazarlo. Era un abrazo que definitivamente no olvidaría porque era el primero que le daba de esa manera, pasando sus dos brazos por encima de sus hombros y pegándose gentilmente a su cuerpo, apoyando su cabeza en el hueco de su cuello y dejando que él pasara sus brazos por alrededor de su espalda. 

-No lo sé – respondió y respiró el delicioso aroma de su cuello. 

Pero claro que sabía porque, estaba en el cuarto del chico que más le había gustado en tanto tiempo, del que le hacía sentir mariposas en el estómago y que hacía que sus mejillas se colorearan de un fuerte rojo cuando le decía algo lindo o simplemente lo miraba con detenimiento. Estaba en el cuarto de YunHo y su casa estaba sola.

Aún estaba ebrio y aprovechó el valor que le daba el alcohol para volver a besar a YunHo y sin romper el beso fueron caminando hacia la cama. Jae Joong se sentó cuando sintió el colchón detrás de sus piernas y YunHo bajó un poco su rostro al cuello del otro para besarlo y aquello lo hizo gemir. Llevó sus manos a la cintura de YunHo y levantó su camisa, tocando por primera vez la piel de su abdomen y sintiendo como el mayor se estremecía ante su tacto. Pronto se acomodaron ambos en la cama y Jae Joong quedó debajo de YunHo, quien se dedicaba ahora a abrir su camisa poco a poco e ir acariciando su pecho y su abdomen. 

-Eres hermoso Jae Joong – le dijo en voz baja, observándolo con detenimiento. Jae Joong sintió su sonrojo extenderse hasta su pecho. 

Ninguno de los dos podía quitar las manos del otro, en todo momento se regalaban caricias. Cuando se besaban y cuando se desvestían. Jae Joong no se podía considerar con mucha experiencia, tan solo había tenido una pareja, pero tal vez la emoción de estar con alguien que lo atraía de una forma tan intensa y la mezcla de diferentes tipos de alcohol que tomó durante la fiesta lo hacían tocar a YunHo sin nada de pena. 

Cuando ambos se despojaron por completo de su ropa, Jae Joong los hizo cambiar de posición para quedar él ahora arriba de YunHo, quien lo miraba con fascinación desde abajo, pasando sus manos por los muslos de Jae Joong y rozando cada vez más cerca su erección. Ambos gimieron cuando YunHo los tomó a ambos con su mano y Jae Joong comenzó a moverse al ritmo de los movimientos del pasante. 

-¿Te gusta? – preguntó YunHo

-Me encanta – se acercó a besarlo. Sus besos para ese punto eran desesperados y húmedos, sus lenguas luchaban por tomar el control del beso y de alguna manera ambos cedían en el momento exacto para que el otro siguiera llevando el ritmo, haciendo parecer como si tuvieran mucho tiempo de conocerse y conocieran de memoria el paso que al otro le gustaba. Jae Joong rompió el beso y fue bajando lentamente dejando besos húmedos por todo el cuerpo de YunHo, besó con atención su mandíbula y su cuello, pasando varios segundos ahí, sintiendo como YunHo apretaba más el agarre en sus cuerpos y movía sus caderas debajo de él. Después bajó más y besó su pecho, pasando su lengua por los pezones de YunHo, disfrutando los sonidos que salían de su boca con cada caricia. Pasó su lengua por el abdomen de YunHo y cuando llegó a su erección lo tomó con una mano y jugó con su lengua ahí por varios minutos. YunHo lo tomó del cabello y apretó su agarre cuando la boca de Jae Joong lo envolvió por completo y movió sus caderas. 

-Ahh, Jae Joong-ah – jaló un poco más fuerte su cabello y Jae Joong levantó su cabeza – No quiero venirme aún – le acarició el rostro con el pulgar y el menor subió de nuevo para quedar frente a él. 

- ¿Ah no? Por como estabas gimiendo pensé que justo eso querías – Sonrió travieso

YunHo volvió a cambiarlos de posición y cuando tuvo a Jae Joong debajo de él le dijo

-Quiero que termines tu primero – susurró en su oído y bajó también. Jae Joong gimió al ser tocado por el otro hombre. Se notaba la experiencia en sus manos y en su boca, en como usaba su lengua y como succionaba. Se preguntaba quien había enseñado a YunHo a hacer tan buen sexo oral para enviarle sus felicitaciones por el buen trabajo. 

Regresó hasta su boca dejando besos por todo su torso y estiró su brazo hacia el buró a lado de la cama y sacó una botella de lubricante y un condón. Jae Joong sintió su corazón latir más rápido, realmente iban a hacer esto. Se apoyó en sus codos para levantarse un poco y YunHo lo volteó a ver. 

-¿Todo bien? – le preguntó al ver la duda en su rostro. 

-Si… bueno yo – dudó por un momento, se preguntó si YunHo solo querría acostarse con él y le dejaría de hablar al día siguiente, se preguntó si estaba haciendo lo correcto al iniciar su relación con el sexo antes de establecer el tipo de relación que tendrían, el tipo de relación que él quería. 

-¿Qué pasa? – dejó las cosas en la cama y se acercó de nuevo a Jae Joong, acercó su mano al rostro del pelinegro y lo acarició su mejilla suavemente con el pulgar. -No tenemos que hacerlo si no quieres – 

-No es eso, si quiero – dijo de inmediato. Se incorporó por completo y se sentó en la cama para poder ver bien a YunHo a los ojos – Es solo que, bueno, realmente me gustas YunHo-ah y… 
-Esto no es algo de una noche Jae Joong-ah – lo interrumpió. 

-¿Lo prometes? – Jae Joong sabía que YunHo podría mentirle si quisiera con tal de acostarse con él y de todos modos lo haría, pero algo dentro de él le decía que podía confiar en él. 

-Lo prometo Jae – le dio un beso y fueron recostándose de nuevo, Jae Joong sintió la tensión en su cuerpo disiparse y abrió un poco sus piernas para dejar a YunHo acomodarse bien sobre él. El mayor buscó a tientas el lubricante en la cama mientras bajaba de nuevo por el cuerpo de Jae Joong, besó el interior de sus muslos e incluso se atrevió a succionar con fuerza en su piel, donde estaba seguro Jae Joong que tendría una marca al día siguiente. Se sentó un momento, manteniendo las piernas de Jae Joong a cada lado de su cuerpo y vació un poco de lubricante en sus dedos. Pasó la mano lentamente por su entrepierna para que Jae Joong sintiera la temperatura del líquido y comenzó a introducir poco a poco un dedo. Jae Joong gimió al contacto. 

Observó a YunHo todo el tiempo, aún cuando era tanto el placer que quería cerrar los ojos y apretar las sábanas con los puños se resistió, porque quería recordar ese momento tan íntimo con el hombre que ocupaba su mente todos los días. YunHo parecía brillar y lo ponía aun más caliente verlo tan concentrado, poniendo toda su atención en él y en hacerlo sentir bien. Cada vez que YunHo sacaba y volvía a introducir su dedo abría la boca ligeramente y respiraba agitádamente. Pronto introdujo un segundo dedo y continuó moviéndolos dentro de él, Jae Joong estaba hecho un desastre para ese punto, sentía el sudor en su espalda mojando las sábanas y casi veía estrellas cuando YunHo pasaba sus dedos por su próstata. El mayor sabía perfectamente lo que estaba haciendo, presionaba en ese punto varias veces y luego se alejaba, impidiendo que Jae Joong llegara al orgasmo.

Cuando YunHo sacó sus dedos para abrir el condón, Jae Joong se sintió como si le hubieran quitado una parte de él. Sin embargo, YunHo no tardó mucho en volver a llenar ese vacío. Ambos gimieron, Jae Joong cerró sus ojos y soltó el aire que no había notado que estaba conteniendo y YunHo apoyó su frente en el hombro del menor mientras empujaba lentamente sus caderas hasta quedar completamente unidos. 

-Ah Jae Joong, que bien te sientes – gimió aún sin moverse. Jae Joong tenía enterradas las uñas en la espalda de YunHo. No era su primera vez teniendo sexo ni siendo pasivo, pero habían pasado ya varios meses desde la última vez que lo había hecho, el dolor inicial siempre lo hacía querer arrepentirse de sus decisiones, pero debía reconocer que YunHo hizo un buen trabajo preparándolo. El mayor fue dejando besos por su hombro y su cuello hasta llegar a sus labios y se besaron por unos minutos, en los cuales Jae Joong empezó a relajarse un poco y YunHo tomó el afloje en su agarre como señal para comenzar a moverse. 

Lo que inició con un ritmo suave pronto se fue transformando en movimientos más rápidos y fuertes, Jae Joong jaló del cabello de YunHo, haciéndolo gemir y embestirlo con más fuerza y tomó nota mental de aquella reacción para hacerlo más seguido. El mayor lo tomó de las caderas con fuerza sin dejar de moverse y Jae Joong arqueó su espalda, sentía su orgasmo cerca pero no quería terminar aún, no de esa manera, quería ver bien la cara de YunHo terminando junto con él. Estiró su mano y tomó a YunHo de la muñeca.

-¿Qué pasa?, ¿Te lastimé? – preguntó al tiempo que se detenía, Jae Joong negó con la cabeza. 

-No, para nada, solo quiero cambiar de posición – dijo casi sin aliento.

-Muy bien, porque tengo aun más para darte – Salió de él y se acostó. Jae Jong se sentó sobre las piernas de YunHo y se acercó a besarlo. Los labios de YunHo sabían delicioso, Jae Joong estaba seguro que si pudiera se quedaría besándolo por siempre, dejaría de hacer cualquier cosa por poder besarlo de nuevo hasta quedarse sin aliento. Sin separar sus bocas movió sus caderas para acomodarse sobre el miembro de YunHo y lo dejó llenarlo de nuevo, absorbiendo los gemidos del mayor con su boca mientras movía sus caderas. Se separó solo para poder ver bien a YunHo a la cara y sus ojos llenos de lujuria y pasión solo encendieron aún más su cuerpo. 

YunHo lo empezó a masturbar mientras él se movía con rapidez y cuando ya no pudo más apretó aun más el pene de YunHo y terminó en su mano, salpicando un poco sobre su abdomen y pecho. YunHo apretó sus muslos y gimió con más fuerza, lo penetró más duro unas cuantas veces más y pronto llegó al orgasmo también. Jae Joong se dejó caer sobre su pecho, importándole poco mancharse con sus propios fluidos y sonrió.

-Ah Yun… -  

-Eso estuvo… - tomó una gran bocanada de aire – fantástico – le dio un beso en la mejilla.

-Que bueno que te gustó – 

-¿A ti te gustó? – 

-Me encantó – respondió de inmediato y ambos rieron. 

Se besaron de nuevo, esta vez más tranquilos, tan solo disfrutándose el uno al otro como si tuvieran todo el tiempo. YunHo se movió para salir de Jae Joong y caminó desnudo por el cuarto mientras el menor solo lo contemplaba desde su lugar en la cama.

-¿Vienes? – 



Tomaron un baño juntos y YunHo insistió en lavar su cabello por él. Jae Joong pensó en lo mucho que deseaba que esa noche durara para siempre. Cuando terminaron de ducharse y regresaron al cuarto YunHo le prestó ropa limpia.

-¿Quieres quedarte? – 

Jae Joong quiso reír por la pregunta pues YunHo ya le había prestado su ropa para dormir más cómodo y después le preguntó si se quería quedar, además, la respuesta siempre sería que si. 
-¿Quieres que me quede? – preguntó de vuelta mientras se vestía. YunHo se acercó y lo besó en la frente. 

-Si, quédate el tiempo que quieras – 

Jae Joog sonrió y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de YunHo y descansó la cabeza en su hombro. 

“Quiero quedarme para siempre”


Notas finales:
No puedo creer lo rápido que se pasó la semana y por fin llegamos al capítulo 6 :') Me ha gustado mucho escribir este capítulo, fue demasiado dulce y hot jajaja, solo quiero advertir que se va a ir acabando el fluff (por ahora) y se abrochen los cinturones porque se viene el angst. 

Nos vemos la siguiente semana 

PD. Dejen sus comentarios o me convulsiono


Y les presumo los CD's que conseguí en Book Off en Tokio :')