13 años antes
Jae Joong salió de bañarse y se vistió rápido para bajar a la cocina a preparar algo para desayunar. Se acercó a YunHo quien aún dormía, le dio un beso en la mejilla y le acarició la espalda suavemente para despertarlo.
-Haré el almuerzo, por si quieres bajar – susurró en su oído y YunHo sonrió ligeramente sin abrir los ojos y asintió.
Últimamente Jae Joong pasaba más tiempo en el departamento de YunHo que en el suyo. Desde el inicio de su relación hace cuatro años por lo general preferían estar en casa del mayor ya que era más cómoda y más grande, y hasta hace unos cuantos meses YunHo solo compartía el espacio con su hermana Jihye, quien recientemente se había graduado de su carrera y se mudó para vivir con su novio, con quien se casaría pronto.
Ahora YunHo estaba solo y desde que entró a la especialidad en neurocirugía tan solo llegaba a comer, bañarse, dormir y ocasionalmente estudiar.
Mientras se movía por la cocina sonrió al recordar las primeras ocasiones en las que su novio lo invitaba a pasar a su casa y la timidez se apoderaba de él, ahora parecía que conocía el lugar a la perfección y que también vivía ahí, lo cual era parcialmente cierto considerando que Jae Joong tenía varios cambios de ropa y muchas de sus cosas en el cuarto de YunHo.
Unos brazos rodéandolo por la espalda lo sacaron de sus pensamientos.
-Hey, buenos días corazón – dijo YunHo apoyando la barbilla en el hombro de Jae Joong y dándole un beso en la mejilla.
-Yunhie – se giró aún en el abrazo y pasó los brazos alrededor del cuello de YunHo – creí que no despertarías en toda la mañana – lo besó en los labios.
YunHo apretó el abrazo y escondió su rostro en el cuello de Jae Joong y se quedaron en silencio unos minutos. Era una de las muchas cosas que hacía siempre el mayor cuando estaban juntos. YunHo demostraba su amor con contacto físico y con cuidados, y los abrazos eran su forma favorita.
-Estoy muy cansado la verdad, pero tenía que levantarme – se soltaron y mientras Jae Joong terminaba de prepara el almuerzo YunHo preparó la mesa para sentarse a comer juntos.
-¿Qué harás hoy? – preguntó YunHo mientras comía.
-Iré a la biblioteca, tengo que estudiar algunos temas para el examen nacional –
-Okay, me avisas si necesitas algo, dormiré un poco más e iré a hacer unas compras para la casa –
Jae Joong sonrió y asintió. El examen nacional lo tenía más nervioso de lo normal, quería asegurarse de obtener un buen puntaje para aplicar al mismo hospital que YunHo, no solo porque estaría junto a su novio algunos años, sino porque era un buen hospital para estudiar oncología. Recordaba como estaba YunHo de nervioso cuando tomó ese examen en el año que se conocieron y como lo ayudó en todo lo que pudo para que él solo se tuviera que preocupar por estudiar y agradecía que YunHo estaba haciendo exactamente lo mismo con él ahora que era su turno.
Solo tenía miedo de tener que irse a otra ciudad y poner su relación en riesgo por la distancia.
-¿Qué piensas? – preguntó YunHo sacándolo de sus pensamientos.
-Cosas sin importancia, lo de siempre, estoy nervioso por el examen –
-Hey – se levantó y fue a sentarse a un lado de él – Todo estará bien, te irá muy bien Jae Joongie, eres muy inteligente y estudioso – lo abrazó y le dio un beso en la frente.
-¿Qué pasa si me tengo que ira otra ciudad? –
-No pasa nada –
-¿Cómo que no pasa nada?, ¿Qué pasará con nosotros si estoy lejos? –
-Jae Joong-ah mírame – lo hizo girar su cabeza para mirarlo a los ojos – Si te tienes que ir por unos años para estudiar tu especialidad lo único que sucederá es que te iré a visitar seguido –
-Pero… - aún tenía muchas dudas y sabía que YunHo podía sentir toda su ansiedad
-Pero nada, estaremos bien, te amo Jae Joong y no te vas a librar de mi tan fácil – le dio un beso en los labios – Lo que sea que suceda lo resolveremos, no te preocupes por esto hoy – Jae Joong sonrió y se sonrojó al escuchar aquello.
-¿Lo prometes? –
-Lo prometo Jae –
Se besaron de nuevo, esta vez por más tiempo, y cuando se separaron terminaron de comer.
YunHo despidió a Jae Joong con varios besos y palabras de aliento antes de que saliera de casa y la tensión de hace unos momentos se disipó un poco. Su novio tenía razón, superarían los obstáculos que surgieran.
Estaba a punto de oscurecer cuando salió de la biblioteca. Se sentía satisfecho con su progreso de ese día y le envió unos mensajes a YunHo avisándole que se dirigía a su casa.
A veces Jae Joong se preguntaba si viviría pronto junto a YunHo o si esperarían a casarse, se preguntaba si le propondría matrimonio o lo haría él, si se irían a vivir a otro lugar o se quedarían ahí. Antes no le gustaba pensar en esas cosas, no porque le diera miedo el compromiso, al contrario, Jae Joong se sentía comprometido al doscientos porciento con su novio, antes simplemente le daba miedo sentir que se estaba adelantando mucho y quizás su relación terminaría en algún punto.
Ahora con cuatro años de relación su mente no lo atormentaba más con esos pensamientos.
Cuando llegó a casa de YunHo, este lo recibió feliz y con más energía que en la mañana.
-¿Cómo te fue?, compré de cenar, podemos ver una película si quieres –
-Me encanta la idea – dijo Jae Joong y suspiró cansado dejando caer su mochila al suelo y quitándose los zapatos con pesar. -Me fue bien, creo que estudié todo lo que tenía agendado hoy y estoy agotado –
-Aw Jae Joongie ya pronto serás libre de esta tortura – se besaron y Jae Joong se quedó abrazándolo por unos minutos, sintiendo su cuerpo relajarse gracias al tacto de YunHo.
Después de cenar en la sala, Jae Joong recostó su cabeza sobre las piernas de YunHo mientras este le acariciaba el cabello, ambos con su atención puesta en la película. Estaba sintiendo sus ojos cada vez mas pesados cuando de repente la mano de YunHo se detuvo y Jae Joong volteó a verlo
-¿Yun? –
-Jae Joongie… -
-¿Si? –
-Hay algo que quiero decirte – comenzó a decir con un tono serio y Jae Joong se reincorporó en el sillón, mirando a YunHo expectante. -Yo… - inhaló profundo e hizo una larga pausa.
-¿Por qué estás nervioso?, no me vas a decir algo malo ¿o si? –
-No, no es nada malo – lo tomó de las manos y sonrió nervioso.
-¿Entonces por qué los nervios? – insistió Jae Joong.
-Es que eres muy hermoso y siempre me pones nervioso –
Jae Joong se sonrojó.
-Vamos dime Yunhie – soltó una de sus manos y estrujó a YunHo del hombro. Ambos rieron.
-Múdate conmigo –
Silencio
-Jae Joongie –
El mencionado continuó sin decir ni una sola palabra por varios segundos más. No sabía si lo que acababa de escuchar era real o era producto de su imaginación, se encontraba muy cansado y hasta hace pocos minutos estaba a punto de quedarse dormido.
-¿Esto es en serio? – preguntó
-¿Por qué no lo sería? – esta vez YunHo sí se escuchaba realmente nervioso – Okay está bien, entiendo si no quieres, no quiero presionarte, solo pensé en la vez que mencionaste que tu contrato en el departamento está por vencer, y Jihye se fue hace unos meses y tú pasas mucho tiempo aquí y ambos nos graduamos y somos adultos… no sé solo pensé que sería una buena idea, pero puedes olvi… - Jae Joong lo calló con un beso.
-Si quiero – dijo con una sonrisa de oreja a oreja. – Claro que quiero vivir contigo Yunhie, ¿Por qué lo dudas?, pensé que estaba soñando – se acercó de nuevo y YunHo sonrió, tomando su rostro y prolongando el beso – Me encantaría que viviéramos juntos –
-¿Si? – preguntó YunHo sin dejar de sonreír.
-Si Yunhie, te amo –
Jae Joong recibió los resultados de su examen un par de meses después y la propuesta de trabajo en el hospital universitario de Seúl. YunHo susurró en su oído un “te dije que todo estaría bien” mientras se abrazaban con fuerza y celebraron juntos esa noche después de firmar su contrato.
Seis meses después decidieron casarse.
Muchos hubieran pensado que era precipitado, e incluso ellos sabían que podrían haber esperado más, eran jóvenes y estaban apenas abriéndose paso en sus respectivas carreras, pero quienes conocían la historia de amor de YunHo y Jae Joong, sabían que aquel par estaba hecho el uno para el otro.
Nunca hubo dudas de su amor, Jae Joong amaba a YunHo y viceversa, con toda el alma. Fue amor a primera vista, o eso era lo que YunHo siempre decía cuando le preguntaban por su historia con su esposo. Y Jae Joong sentía su corazón en paz cada vez que abría los ojos por las mañanas y veía a su pareja amanecer junto a él.
Su boda fue pequeña e íntima, con sus familiares y amigos más cercanos. Ambos estaban muy emocionados y felices por poder compartir ese momento tan grande con las personas más importantes en sus vidas.
Esa noche, YunHo y Jae Joong tomaron y bailaron como nunca e hicieron el amor esa noche como si fuera la primera vez que tocaban sus cuerpos. Y es que si era la primera vez que se tocaban, su primera vez como esposos. Esa noche marcaba el final de una etapa y el inicio de otra.
El inicio del resto de sus vidas.
12 años antes
Durante el tiempo que llevaban casados había surgido en distintas ocasiones y por distintas personas el tema de los hijos. Tanto YunHo como Jae Joong estaba seguros de que querían tener familia. YunHo siempre expresó su sueño de ser papá y Jae Joong, acostumbrado a crecer en una familia muy grande y con tantas hermanas y sobrinos, no podía evitar desear tener una familia propia. Sin embargo, el panorama para adoptar era algo desalentador.
Eso no le impidió a Jae Joong ir a visitar un orfanato con YunHo para evaluar su situación.
-¿No crees que es algo apresurado? – preguntó YunHo, pensando que su esposo estaba recién empezando medicina interna y aún quería entrar a la subespecialidad en oncología y él aún no terminaba con neurocirugía.
-No creo que haya un tiempo “correcto” para hacer esto… y quiero un hijo, quiero criar un hijo a tu lado – lo tomó de la mano y lo miró con amor.
-Lo sé… yo también – dijo YunHo sintiendo como se iba ablandando, y es que como decirle que no a Jae Joong si con solo verlo sabía que no iba a desistir de sus deseos.
-Entonces no lo pienses más, vamos a informarnos al menos, por favor Yunhie-ah –
La verdad era que YunHo había empezado a informarse sobre el proceso legal para que una pareja del mismo sexo pudiera adoptar y gracias a los contactos de su padre, que tenía una firma de abogados importante, estaban avanzando en ese asunto.
-Está bien, vamos – y entraron a la casa hogar.
Parecía un lugar alegre, niños corriendo por todos lados jugando. La mujer que los recibió y que estaba encargada de las visitas y trámites los llevó por todo el lugar mientras les comentaba los requisitos.
YunHo siempre había amado a los niños y ver a todos esos pequeños en el patio mientras recorría el edificio lo estaba haciendo emocionarse poco a poco. Se había perdido un poco en aquella escena hasta que se dio cuenta de que ya no estaba con la señorita ni con Jae Joong.
Avanzó un poco más rápido en busca de su esposo y fue cuando lo vio:
Cargando a un niño pequeño, no parecía mayor a 3 años, con su cabello algo despeinado por el viento y una sonrisa de oreja a oreja y supo que ese pequeñito era su hijo.
-Jae Joongie- el mencionado volteó aún con el niño en sus brazos, el pequeño volteó también cuando YunHo se acercó.
-¿No crees que se parece a ti? – le acarició el cabello al niño y tocó suavemente su pequeña nariz con la punta del dedo haciéndolo reír. -Tienen la misma nariz y su cara es pequeña, como la tuya –
La idea de tener un hijo que tuviera una parte de ambos, ver a una versión miniatura de YunHo o Jae Joong corriendo por la casa, hacía que el corazón de Jae Joong se llenara de amor, si pudiera darle aquello a YunHo con todo gusto lo haría.
-¿Cómo se llama? – preguntó YunHo
-Seung Jae – respondió la mujer
YunHo miró a Seung Jae y sonrió con ternura. Jae Joong podía verlo en sus ojos, lo feliz que e ilusionado que estaba.
-Me gustaría hablar con mi abogado, Jae Joong y yo estamos muy interesados en ser papás – tomó a Jae Joong por la cintura – en ser los papás de Seung Jae –
Frente a ellos, Jae Joong podía verlos reflejados en la ventana, y la imagen que daban hizo que sus ojos se humedecieran. Jae Joong seguía cargando a Seung Jae y YunHo no soltaba su cintura, parecían una familia. Parecían un sueño hecho realidad.
Jae Joong creía que no podía amar a nadie como a YunHo, pero ese día, cuando Seung Jae llegó a su vida, supo que su amor era mucho más grande y que su vida cambiaría por completo.
7 años antes
-¡Seung Jae-ah!, ¡Baja a desayunar ya o llegarás tarde! – gritó Jae Joong desde la cocina mientras servía el desayuno. YunHo estaba apenas saliendo de su habitación, con el cabello aún húmedo, despeinado y su corbata aún sin nudo. Rodeó la barra de la cocina donde Jae Joong tenía los platos listos para los tres y se acercó a darle un beso. Jae Joong sonrió y se tomó unos segundos para corresponder el beso. A pesar de todos los años que tenían juntos, Jae Joong seguía disfrutando los besos de YunHo como si fuera la primera vez, y siempre procuraba prolongarlos aunque fuera un poco, aún cuando tenían el tiempo contado por las mañanas.
-Ahora si buenos días cariño – dijo YunHo con una sonrisa y le dio un beso en la mejilla antes de sentarse a desayunar.
-Buenos días Yun – Con la sonrisa aún adornando sus labios, Jae Joong puso su atención de nuevo en el desayuno. Terminó de acomodar los platos en la barra y se acercó nuevamente a YunHo, puso su mano en la frente de su esposo, echó su cabello para atrás y le dio un beso en la frente – Voy por Seung Jae, comienza a comer si quieres –
-No tengo tanta prisa hoy amor, los espero –
-No tardo – Jaejoong se quitó el delantal y lo dejó en la silla más cercana y subió rápidamente las escaleras hacia el cuarto de su hijo. Todas las mañanas JaeJoong o YunHo se encargaban de despertar a Seung Jae para que se alistara para la escuela, como cualquier otro niño le gustaba dormir unos minutos más, pero la mayoría de las veces bajaba a tiempo a comer. JaeJoong nunca le permitía irse a la escuela sin desayunar.
-Seung Jae-ah, hora de levantarse – habló con voz suave al tiempo que entraba al cuarto de Seung Jae. Suspiró al ver al pequeño niño todavía acostado y con las cobijas cubriéndolo casi por completo, dejando solo su despeinado cabello negro a la vista. Jae Joong se sentó al borde de la cama y le acarició la espalda mientras seguía llamando su nombre para que abriera los ojos.
-Mmm estoy cansado – dijo Seung Jae moviéndose un poco, su voz aún tapada por la almohada.
-Lo sé bebé pero ya no puedo dejarte dormir más, tienes que arreglarte y comer algo –
Seung Jae se volteó y se destapó la mitad del cuerpo, parpadeó algunas veces y Jae Joong sonrió, a pesar de que biológicamente no fuera su hijo, ese niño se parecía demasiado a Yunho y a él. Esa dificultad para levantarse por las mañanas era típica de Jae Joong, y Yunho siempre se burlaba de él diciéndole que seguro se contagia y por eso Seung Jae también era así de flojo.
-¿Te quedaste jugando videojuegos anoche? – le preguntó Jae Joong cuando su hijo se sentó en la cama
-No appa, me dormí cuando me dijeron – volteó a verlo, Jae Joong alzó una ceja incrédulo y Seung Jae sonrió – Esta vez es verdad –
-Está bien, está bien, te creo, solo eres flojo como tu padre – le dio unas palmadas en la espalda y se levantó, rodeó la cama y le destapó las piernas rápidamente, antes de que Seung Jae tuviera oportunidad de impedirlo.
-¡Appa! –
-Anda, a la ducha –
-Okay – haciendo algunos pucheros se levanta y comienza a caminar, Jae Joong se queda al pie de la cama observándolo mientras entra al baño, tan solo iba a esperar escuchar el sonido de la regadera encendida para bajar a desayunar con Yunho cuando notó varios moretones en las piernas de Seung Jae y de inmediato caminó hacia él.
-Jae-ah espera un momento – se agachó para quedar a su altura y comenzó a observar los moretones más de cerca
-¿Qué pasa appa? –
-¿Qué te pasó aquí? – le preguntó al tiempo que tocaba uno de los moretones en el muslo derecho
-No lo sé – respondió sin mucho interés
-¿Cómo que no sabes?, ¿Te golpeaste? – lo hizo darse la vuelta y notó varios más, levantó su playera un poco y observó algunos más en la espalda, lo giró de nuevo y contó algunos más en su abdomen - ¿Te golpearon? – preguntó preocupado.
-No, nadie me ha golpeado –
-¿Y tú estás seguro que no te lastimaste jugando en la escuela o el parque? – insiste nuevamente
- Seguro –
-Acuestate en tu cama un momento por favor – le dijo con un tono más serio.
-Pero querías que me metiera a bañar –
-Yo sé, lo siento, solo un momento, quiero revisarte – Jae Joong trató de usar el tono de voz más neutral posible, estaba pensando todos las posibles causas para que su hijo tuviera esos moretones aparentemente por casi todo el cuerpo, su mente iba desde lo más simple hasta lo más grave. A final de cuentas era oncólogo, su cerebro estaba programado para siempre pensar lo peor. Pero con su hijo quería pensar que solo eran golpes inocentes que se había hecho sin darse cuenta mientras jugaba en el parque o con sus amigos en la escuela, después de todo era un niño de 7 años y solían jugar brusco.
Cuando Seung Jae se acostó de nuevo en la cama le levantó la playera y empezó a palpar su abdomen, primero pasando suavamente sus manos por los moretones y preguntando cada vez que tocaba a Seung Jae si sentía dolor. El niño solo negaba con la cabeza. Continuó palpando el abdomen del niño y contuvo el aire cuando sintió lo que parecía una masa, o quizás un órgano aumentado de tamaño, justo debajo de su costilla izquierda.
-Appa… -
-¿Te dolió mi amor? –
-Un poco, ¿estoy enfermo? – preguntó
-No lo sé, vamos a ir al doctor mejor, hoy no irás a la escuela –
-Pero tú eres doctor, ¿o vamos a ir con mi appa Yunho? –
Podía notar a Seung Jae asustado, probablemente desde que lo empezó a revisar. Jae Joong sonrió un poco, lo menos que quería era asustarlo con algo que probablemente sería solo una falsa alarma.
-Con un doctor de niños Seungie – le acomodó la playera y lo dejó ir al baño para que pudiera arreglarse y mientras él se fue abajo para buscar a Yunho.
Cuando bajó las escaleras encontró a su esposo casi terminando su desayuno
-Hey ¿por qué tardaron tanto?, tuve que empezar sin ustedes –
-Yunho –
-Lo siento Joongie es que me acaban de hablar del hospital – comenzó a defenderse Yunho pero Jae Joong no dijo nada, tan solo se quedó viendo a un punto en la nada preocupado - ¿Todo bien? – se levantó de inmediato y tomó a su esposo de las manos.
-Seung Jae tiene varios moretones por todo el cuerpo – dijo en voz baja
-¿Los acabas de ver?, seguro solo se golpeó jugando o entrenando–
-Si, cuando se destapó, tenía varios en las piernas, en la espalda y abdomen – comenzó a respirar más rápido – Y sentí organomegalia Yun, estoy seguro que pude palpar su bazo –
Yunho lo abrazó fuerte al tiempo que sentía sus ojos llenarse de lágrimas.
-A ver Jae tranquilo, no pensemos los peor –
-¿Qué tal si es lo peor? –
-No lo será, te lo prometo – se separó un poco de él para verlo a los ojos y limpió con su pulgar las lágrimas que ahora bajaban por su rostro – Voy a cancelar mis citas de hoy y vamos a llevar a Seung Jae al pediatra, tal vez solo tiene anemia – volvió a abrazarlo y esta vez Jae Joong se puso de puntitas para poder ocultar su rostro en el cuello de Yunho.
-Es muy común – dijo sin separarse
-Así es, todo estará bien ¿ok? – acarició su espalda y sus costados.
-Todo estará bien –
Reasignaron a sus pacientes de ese día para poder llevar a Seung Jae al pediatra. YunHo y Jae Joong trataron de mantenerse tranquilos para no preocupar a su hijo en el camino al consultorio.
Seung Jae entró al consultorio en cuanto el doctor estuvo listo para recibirlos.
-Se ve sano – dijo Jae Joong en voz baja aún sentado en la sala de espera, YunHo lo esperaba con su mano extendida para él.
-Estará bien – Tomó su mano y entraron juntos al consultorio detrás de su hijo.
La consulta transcurrió como cualquier otra, el interrogatorio no arrojó ningun dato de alarma, sin embargo, al explorarlo, el pediatra se detuvo en las mismas zonas que Jae Joong cuando lo revisó por la mañana.
-Me gustaría hacer estudios de laboratorio, una biometría hemática y una química sanguínea para empezar, descartemos anemia –
-¿Eso es malo appa? – preguntó Seung Jae aún acostado en la camilla.
-No mi amor – respondió de inmediato Jae Joong
-La mayoría de las veces solo hay que mejorar nuestra alimentación – dijo el pediatra. – Vamos a tener que sacar un poco de sangre ¿ok? –
-¿Duele? –
-Un poco, como cuando te ponen una vacuna –
-Está bien –
Seung Jae volteó a ver sus padres antes de asentir y el pediatra salió un momento de la habitación. Unos momentos después entró una enfermera cargando una pequeña hielera y una caja con el equipo necesario para tomar muestras de sangre.
-Hola Seung Jae-ah, voy a tomar sangre lo más rápido posible ¿está bien?, prometo que no te dolerá mucho, ¿puedes sentarte por favor? –
-Si –
Seung Jae siguió las indicaciones de la joven enfermera y tal como lo prometió, las muestras fueron obtenidas de forma rápida e indolora. Jae Joong tomó la mano libre de su hijo en todo momento y cuando terminaron lo abrazó.
-Eres muy valiente – besó su frente – El niño más valiente que conozco –
El pediatra entró de nuevo.
-Los resultados deben estar listos en un día o dos, los llamaré para discutir los resultados.
-Gracias doctor, nos vemos más tarde – dijo YunHo y salió con Seung Jae y Jae Joong tomados de la mano.
-¿Podemos ir a comer un helado? – preguntó emocionado Seung Jae cuando salieron de la clínica.
-Claro que si corazón – YunHo se agachó para que Seung Jae pudiera subirse a su espalda y cuando se levantó tomó a Jae Joong de la mano, entrelazando sus dedos, y con su brazo libre sostuvo al niño. Jae Joong volteó a ver a su hijo, quien se sostenía con fuerza de su padre y sonreía.
Suspiró y trató de relajarse, se veían como una familia feliz y saludable. YunHo se acercó a darle un beso en los labios y Seung Jae lo besó en la frente.
-Todo estará bien – le dijo YunHo. Jae Joong sonrió y asintió.
Un par de días después Jae Joong recibió un mensaje de YunHo mientras veía sus consultas de la mañana.
“Llámane cuando estés libre”
-Hey Yunhie – habló en cuanto su esposo atendió la llamada - ¿Todo bien? –
-Me habló el pediatra, tiene los resultados de los estudios de Seung Jae –
-Okay –
No pudo evitar sentirse nervioso con aquella llamada. YunHo siempre hablaba con seriedad cuando estaba en el hospital, y sabía que también debió haber recibido la llamada del pediatra mientras estaba atendiendo a sus propios pacientes. Solo iban a discutir los resultados de sus laboratorios, nada serio, nada grave, pero aun así no podía no preocuparse.
-Iremos en la tarde Jae, paso a verte afuera de tu consultorio, te amo –
-Te amo, te veo más tarde – dijo antes de colgar.
-Los resultados de la biometría se encuentran fuera de los límites normales – dijo el pediatra cuando Jae Joong y YunHo estuvieron sentados frente a él en el consultorio.
-¿Qué tan alejados de lo normal? – preguntó Jae Joong
-Me gustaría que vieran a un hematólogo -
-¿Podría ser un error del laboratorio y tenemos que repetir los resultados? – preguntó ahora YunHo. En todo el tiempo que llevaban dentro del consultorio no habían soltado sus manos y Jae Joong podía sentir su mano sudar.
-Sus niveles de glóbulos blancos son muy altos, mucho más de lo normal, podemos repetir el estudio, por supuesto, pero de todos modos me gustaría que Seung Jae fuera evaluado por un hematólogo, tan solo para descartar algo más serio –
YunHo inhaló profundo y exhaló lentamente, en ningún momento soltó su mano.
-Está bien, está bien – habló por fin YunHo – Iremos con el otro especialista – se levantó y estrechó su mano con el pediatra y le agradeció por la atención y caminó con Jae Joong fuera del consultorio.
Hasta ese momento Jae Joong no había dicho nada. Su mente analizaba todos los posibles diagnósticos, desde infecciones hasta cosas más graves en las que realmente no quería pensar, pero lo hacía, era inevitable, era médico y así funcionaba su mente. YunHo seguía insitiendo en que podía ser un error del laboratorio, hasta cierto punto tenía razón, sin embargo no era tan común y sabía que su esposo solo estaba intentando ser optimista.
Él también quería ser optimista, también quería pensar que todo saldría bien.
Una semana después, después de repetir las pruebas de laboratorio, Jae Joong, YunHo y Seung Jae se encontraban sentados en el consultorio de hematología. El médico entró con el que parecía ser el expediente de Seung Jae.
-Hemos revisado los resultados de ambas biometrías con cuidado y no hay ninguna diferencia significativa entre ambas, sus cuentas de leucocitos siguen elevadas y al microscopio pude observar mieloblastos. – Jae Joong sintió como si le hubieran dado un golpe en el abdomen y se quedara sin aire.
-¿Mieloblastos?, ¿Leucemia? – preguntó YunHo.
-¿Qué significa eso? – preguntó Seung Jae. Se notaba tranquilo, sin entender realmente que era lo que sucedía con su cuerpo.
-Necesitamos realizar una biopsia para tener el diagnóstico exacto pero basado en el estudio de sangre todo indica ser una leucemia mieloide aguda, lo siento mucho –
Jae Joong sintió su mundo caerse en pedazos.
El resto de la consulta transcurrió más rápido de lo que su cerebro pudo procesar. El hematólogo habló de más estudios, opciones de tratamiento, clasificación y estadificación de la enfermedad y el pronóstico. YunHo fue quien mantuvo toda la conversación con el médico mientras él solo abrazaba a Seung Jae e intentaba poner atención a todo lo que sucedía sin mucho éxito.
Lo único que podía escuchar en su cabeza era que su hijo tenía leucemia.
Notillas para el cap: Trataré de explicar algunas cositas médicas de este capítulo para que todo se entienda, no quise adentrarme tanto en la terminología, pero como nuestros protagonistas son doctores, fue casi imposible no hacerlo de todos modos.
Organomegalia: órgano aumentado de tamaño (ej, el bazo, se encuentra debajo de las costillas, del lado izquierdo del abdomen, normalmente no se puede tocar al palpar el abdomen, en algunas enfermedades, como leucemia, linfomas o algunas otras enfermedades de la sangre, puede llegar a tocarse porque aumenta su tamaño)
Hematólogo: especialista en enfermedades de la sangre (anemia, leucemias, linfomas, enfermedades de las plaquetas)
Oncólogo: Ve todos los demás cánceres, pero no leucemias.
Mieloblastos: Son células características de la leucemia mieloide aguda. (Hay muchos tipos de leucemia, y en la mieloide aguda, hay subclasificaciones, y dependiendo del tipo se puede estimar el pronóstico y la severidad. No soy hematóloga ni lo seré, pero si soy médico, ese es todo el resumen)
Upsis, no me odien.
Nos vemos la siguiente semana.
¿COMO QUE LOS ONCOLOGOS NO VEN LEUCEMIA? O: O sea que la ven los hematólogos porque es una enfermedad de la sangre? ALAAAAA
ResponderEliminarFue mala idea leerla con la nueva canción de mi chiqui de Fondo, sentí todo bien gacho, pero cenando, supongo que es ahora cuando comienza el inicio del fin :'v
Muchas gracias por la actu uwu 🫂