Visita & Comenta en: I LOVE YOU JUST THE WAY YOU ARE

lunes, 13 de abril de 2020

Broken: Capítulo 12




Jae Joong se agachó de nuevo para no ser visible a través de la ventanilla justo en el momento en que YunHo y  Changmin dejaron de besarse y caminó lo más rápido que pudo de regreso a la cafetería para intentar comer – porque después de aquella escena el hambre se había esfumado – y regresar a su trabajo.

YunHo miró a Changmin después de su beso y sentía que debía decir algo, sin embargo, las palabras no salían de su boca por más que lo intentara.

-No tienes que decir nada YunHo… pero si quieres, que a mi me gustaría, podemos salir y conocernos –

-Espera… es que, esto es muy repentino para mí, hace mucho que no tengo algo con otra persona y, es extraño – dijo YunHo comenzando a sentir que el joven estaba apresurando las cosas.

-Sin presiones… lo entiendo perfectamente, que sea algo casual y veremos que pasa sobre la marcha – le guiñó el ojo y se fue a seguir con sus pendientes de piso, dejando solo a YunHo, quien lo único que hizo fue tocar sus labios con su dedo índice, sintiendo aún muy presente el roce de los labios del interno.

-Que muchacho tan atrevido, no creí que me fuera a besar –

Pensó en Jae Joong un momento, porque de cierta forma sentía que lo estaba traicionando. A pesar de que ya no estaban casados desde hace un tiempo, la razón principal por la que fue a trabajar a Japón fue Jae Joong.

Por un año lo estuvo buscando hasta encontrarlo y siempre fue su objetivo traerlo de vuelta a casa, tenerlo de nuevo a su lado, pero sabía que era algo que requería tiempo y no podía darse el lujo de pasar tanto tiempo fuera del país sin trabajar, por lo que decidió buscar certificarse para poder ejercer en el extranjero y así llegar a donde estaba su ex esposo.

Pero ahora, después de tanto, la idea de empezar una nueva historia no sonaba tan descabellada.

-Quizás simplemente Jae Joong ya no es para mí – dijo para si mismo antes de cruzar la puerta para entrar de nuevo al pasillo, con aquella frase en mente, un sentimiento de tristeza y un poco de emoción por lo desconocido que estaba por venir.

Apenas se cerró la puerta detrás de él sintió que pisó algo y cuando volteó hacia el suelo vio un estetoscopio.

-Rayos, espero no haberlo roto – se agachó para levantarlo y cuando se aseguró de que no lo había dañado buscó algún dato de su dueño y fue cuando lo encontró, en letras negras sobre la campana semi transparente:

Dr. Kim Jae Joong

-Mierda –

--

Cuando el turno terminó, un agotado Jae Joong fue al área de vestidores por las cosas que había dejado en el casillero, lamentándose por dentro porque hace unas horas se dio cuenta de que había perdido su estetoscopio.

Se quitó la bata con lentitud y la colgó dentro de su locker, estaba quitándose la playera de su uniforme y escuchó a alguien entrar al cuarto y sintió como se acercaban a él y le tocaban el hombro. Se terminó de quitar la prenda y vio a YunHo en frente de él sosteniendo su estetoscopio en alto, justo a la altura de su rostro.

-Creo que se te cayó – le dijo YunHo

Jae Joong lo tomó sorprendido con ambas manos y lo inspeccionó por completo. En realidad no era como que no pudiera comprarse uno nuevo, pero aquel estetoscopio tenía tantos años a su lado, desde que empezó a ser interno de hecho, se lo había regalado su madre cuando iba a empezar su primer semestre como médico interno y lo mandó grabar con su nombre.

-Creí que ya lo había perdido, muchas gracias Yunhie – dijo Jae Joong

YunHo se quedó callado al escuchar como lo habían llamado. Hacía años que no escuchaba tan lindo apodo por parte de Jae Joong.

-¿En donde lo encontraste?- preguntó Jae Joong

-Por las escaleras de la cafetería – respondió YunHo.

-Oh – dijo el pelinegro. Lo encontró justo en el lugar en donde estaba espiándolo cuando se besaba con Changmin. – Ya veo… que bueno que lo encontraste tu… cualquier otra persona quizás no me lo hubiera devuelto –

-Si… -

Se quedaron sin saber que decir por unos segundos y Jae Joong se volteó para seguirse cambiando. Se quitó la otra playera que llevaba debajo de su uniforme, se puso algo de desodorante y se vistió con una sudadera que llevaba en la mochila.

-Jae Joong-ah – habló YunHo.

-¿Si? –

-Sé que me viste –

-¿De qué hablas? – preguntó Jae Joong sin querer voltearse para darle la cara a YunHo. Sabía que si lo hacía se descubriría él solo.

-A medio día, en las escaleras de la cafetería –

-¿Por qué crees eso? – ahora trataba de evadir el dar una respuesta.

-Porque tu estetoscopio estaba tirado cerca de la puerta que da para las escaleras –

-¿Y eso que? –

-No tienes nada que hacer para ese rumbo, urgencias está hacia el lado contrario – insistió YunHo.

Jae Joong se volteó a verlo esta vez y decidió ser sincero, después de todo no tenía caso mentirle.

-Bueno si… te vi… besándote con un interno –

-Jae –

-Que bajo has caído YunHo – le dijo en un tono despectivo.

Tomó sus cosas rápidamente, cerró su casillero y se fue, dejando a YunHo parado sin poder decir nada para siquiera intentar defenderse.

Avanzó hacia el elevador más cercano y cuando entró presionó el botón para la planta baja y poderse ir lo más pronto posible. Ahora que estaba solo y que el trabajo había terminado por ese día comenzaba a sentir las ganas de llorar acumulándose en sus ojos, haciéndole casi imposible contener las lágrimas.

Definitivamente necesitaba llegar a casa, tomar un baño, quizás una copa de vino y sacar todo lo que venía guardando.

Pudo haber respondido a la pregunta de YunHo de una mejor manera, lo sabía, pudo haberle sido sincero incluso y decirle cuanto lo lastimaba el haberlo visto besándose con alguien más y expresarle los sentimientos que aún tenía por él, pero no era tan fácil, Jae Joong era muy orgulloso y terco y expresar sus emociones siempre había sido un gran reto para él.

Recargó su cabeza contra la pared posterior del elevador, esperando que se cerraran las puertas, cuando escuchó como alguien más entraba. Ni siquiera se quiso molestar en voltear porque acababa de cerrar sus ojos y una lágrima había escurrido por su rostro y quería evitar tener que darle explicaciones a terceros sobre su situación.

-Doctor Kim… ¿se encuentra bien? – escuchó la voz la persona en la que menos quería pensar en esos momentos.

-Todo en orden Changmin –

El joven médico notó el tono de voz con el que le habían respondido y decidió no decir nada de vuelta y solo esperar a que las puertas del elevador se abrieran de nuevo.

--

13 años antes

A pesar de siempre haber tenido un corazón aparentemente de hielo, Jae Joong supo que había encontrado el amor de su vida cuando conoció a YunHo y por eso fue la única persona con la que pensó seriamente en casarse.

Decidieron casarse después de que Jae Joong se graduara y terminara su servicio social, para ese entonces Jung YunHo ya era un residente de tercer año en neurocirugía y la carga de trabajo podría pasarla a sus residentes de menor grado.

Muchos hubieran pensado que era precipitado, pero quienes conocían la historia de amor de YunHo y Jae Joong, sabían que aquel par estaba hecho el uno para el otro.

Su boda fue algo pequeño, con familiares y sus amigos más cercanos. Ambos estaban muy emocionados, incluso por sus trajes que combinaban.

Tomaron y bailaron como nunca e hicieron el amor esa noche como si fuera la primera vez que tocaban sus cuerpos aunque ya los conocieran de mucho tiempo.

Jae Joong solo confirmó que el amor en su ser era inagotable cuando visitó un orfanato con YunHo para hablar sobre la adopción de su primer hijo.

-¿No crees que es algo apresurado? – preguntó YunHo, pensando que su esposo estaba recién empezando medicina interna y aún quería hacer una subespecialidad y él aún no terminaba con su residencia.

-No creo que haya un tiempo como tal para hacer esto… y quiero un hijo, quiero criar un hijo a tu lado –

-Lo sé… yo también – dijo YunHo sintiendo como se iba ablandando, y es que como decirle que no a Jae Joong si con solo verlo sabía que no iba a desistir de sus deseos.

-Entonces no lo pienses más, vamos a informarnos al menos, por favor Yunhie-ah –

-Está bien, vamos – y entraron a la casa hogar.

Parecía un lugar alegre, niños corriendo por todos lados jugando. La mujer que los recibió y que estaba encargada de las visitas y trámites los llevó por todo el lugar mientras les comentaba los requisitos para adoptar en el país.

YunHo siempre había sido un amante de los niños y ver a todos esos pequeños en el patio mientras recorría el edificio lo estaba haciendo emocionarse poco a poco. Se había perdido un poco en aquella escena hasta que se dio cuenta de que ya no estaba con la señorita ni con Jae Joong.

Avanzó un poco más rápido en busca de su esposo y fue cuando lo vio:

Cargando a un niño pequeño, no parecía mayor a 3 años, con su cabello algo despeinado por el viento y una sonrisa de oreja a oreja y supo que ese pequeñito era su hijo.

Jae Joong creía que no podía amar a nadie como a YunHo, pero ese día, cuando Seung Jae llegó a su vida, supo que su amor era mucho más grande y que su vida cambiaría por completo.


-----

Hola! 
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que toqué esta historia. 
Pero estos tiempos de cuarentena y noches de insomnio me han hecho volver al fanfiction. 
Se vale leer desde el principio si ya no recuerdan la historia :P
Y prepárense para empezar a llorar en los siguientes capítulos jejis

Espero se encuentren muy bien, manténganse sanos y cuidense ustedes y a sus familias. Por favor! QUEDENSE EN SUS CASAS
Les diré las cosas como son, este virus tiene potencial para infectarnos a todos, la importancia de mantenernos en cuarentena es que no nos enfermemos todos al mismo tiempo, de lo contrario el número de pacientes que requieran hospitalización (y peor aún, cuidados intensivos) va a sobrepasar a la capacidad del sistema de salud y las cosas se van a poner muy feas (Recuerden como está Italia)

Si el YunJae es mi manera de contribuir a que su cuarentena sea más amena me doy por bien servida. 
Es la primera vez que hago esto, pero soy también médico, si alguien tiene alguna duda con respecto a la situación actual del COVID-19, puede contactarme directamente a mi correo youngmisblog@gmail.com y con mucho gusto platicamos.

Los quiero, y porque los quiero, les digo todo esto. 
Hoy más que nada:
~Always Keep The Faith~