martes, 31 de diciembre de 2024

Broken: Capítulo 13

 


Jae Joong puso una taza con té en frente de cada quien y se sentó en medio de sus amigos. Después de la emoción inicial, el urgenciólogo dejó pasar a Yoochun y Junsu a su departamento para que se pusieran cómodos. El trío tenía muchas cosas que hablar después de no verse en persona por varios años. 

-Sigo en shock – dijo Jae Joong recargando su cabeza en el hombro de Yoochun y abrazando la cintura de Junsu, ambos volvieron a envolverlo en un abrazo y no pudo evitar soltar algunas lágrimas. Estaba cansado de llorar pero por lo menos esas eran lágrimas de felicidad, las cuales no había derramado en mucho tiempo. 

-Soo Young-noona le habló a Chunnie hace unos días y le contó todo lo que ha estado pasando con YunHo – dijo Junsu sin deshacer el abrazo. 

-Compramos boletos para el primer vuelo a Japón – 

-Chun… - no tenía palabras para agradecerle a su mejor amigo por lo que estaban haciendo. 

Yoochun fue el primer amigo que Jae Joong hizo cuando entró a la facultad. Después de YunHo, Park Yoochun era la segunda persona en conocerlo a la perfección. Ambos se habían acompañado en sus mejores y peores momentos en la carrera de medicina y compartieron no solo horas de estudio, sino también sus secretos. Yoochun lo había consolado y ayudado a salir de una muy mala relación con el último novio que tuvo antes de conocer a YunHo, y también fue quien lo motivó a volver a creer en el amor y atreverse a conocer al cirujano. 

Siempre parecía saber como aconsejar a Jae Joong y en ese momento era justo lo que necesitaba. 

-¿Por qué no nos dijiste que estabas pasando por esto? – preguntó Yoochun mostrando preocupación genuina por su mejor amigo. Jae Joong suspiró y sin cambiar su posición se atrevió por fin a abrir su corazón. 

-Estaba avergonzado – dijo en voz baja, casi en un susurro, que si no hubiera sido porque sus dos amigos lo estaban abrazando probablemente no lo hubieran escuchado. – Terminé con YunHo hace cinco años y cuando lo vi aquí por primera vez sentí mi corazón latir como el día en que lo conocí – 

-Aw Jae Joongie, debió ser muy difícil para ti – dijo Junsu acariciándole la espalda y Jae Joong apretó su abrazo. A veces no sabía que había hecho para tener tan buenos amigos. 

Creía que después de conocer a Yoochun ya no podría conocer a nadie con quien pudiera conectar tan profundo hasta que Junsu apareció en sus vidas. Un día coincidió con ellos en una clase y su entusiasmo y risa los atrapó de inmediato, sobre todo a Yoochun, y desde entonces fueron inseparables. 

Tanto Yoochun como Junsu habían estado siempre al pendiente de él y de YunHo y su ruptura no había sido la excepción. Ellos fueron uno de los pilares principales de los que Jae Joong se sostuvo para no caer de nuevo en una depresión severa cuando se mudó a Busan a iniciar su nueva especialidad e incluso cuando la pareja decidió ir a seguir con sus carreras a Estados Unidos, siempre mantuvieron el contacto. 

Pero Jae Joong solía ser una persona que tendía a aislarse cuando estaba sumamente deprimido y tener a sus amigos a tantos kilómetros de distancia solo contribuyó a que encerrarse en su burbuja depresiva fuera aún más fácil. 

En el fondo le agradecía a Soo Young por haberlos llamado. Probablemente él no lo hubiera hecho. 

Se actualizaron brevemente sobre sus vidas y a pesar de que Jae Joong quería seguir haciendo preguntas para saber como le iba a sus amigos en su nueva aventura en Estados Unidos, Yoochun desvió el tema de nuevo hacia YunHo. Jae Joong estaba por quejarse pero Junsu le tapó la boca con la mano para dejar a su esposo hablar. 

-Ya tendremos tiempo para ponernos al corriente con nuestras vidas – dijo Junsu sin quitar su mano a pesar de que Jae Joong la lamió – Y deja de hacer eso Jae, trabajo con niños, la saliva no me da asco – 

El mayor se rindió y le dirigió su mirada a Yoochun, dándole a entender que tenía su atención por fin. 

-Realmente no tenemos un plan – confesó Yoochun – Esta intervención fue una excusa perfecta para nuestras vacaciones – 

Junsu soltó una carcajada y Jae Joong le quitó la mano de su boca. 

-¡Realmente creí que venías con un plan, estúpido! – 

-¿Por qué necesitaríamos un plan para que vuelvas con YunHo cuando él mismo viajó a Japón para eso?, nuestro plan es darte unas cachetadas para que ya te dejes de tonterías Kim Jae Joong – 

-¿En verdad hay algo que te impida volver con él? – preguntó Junsu. 

Jae Joong suspiró, ya les había platicado minutos antes un breve resumen de lo que había sido su vida los últimos meses desde que YunHo apareció en el hospital, incluyendo el viaje a Seúl por el aniversario luctuoso de Seung Jae, cuando YunHo pasó un par de días en Gong-ju, como admitió por primera vez que seguía amándolo y sus sesiones recientes en terapia. Después de escuchar todo eso, Junsu realmente no encontraba un motivo por el cual Jae Joong no pudiera regresar con YunHo. 

-¿O sólo estás siendo orgulloso? – Presionó Yoochun. 

-Okay, admito que me he dejado llevar por mi orgullo… - 

-¡Ja!, lo sabía – dijo Junsu extendiendo su mano y Yoochun le dio un billete de cincuenta dólares. 

A veces no podía creer que esos dos hombres cerca de sus cuarenta años, haciendo apuestas sobre su vida amorosa, eran médicos especializados y que trabajaban en el extranjero. 

-Pero también hay un interno que anda detrás de YunHo y lo besó hace unos días en el hospital – terminó de hablar Jae Joong. 

Junsu le regresó el dinero a Yoochun. 

-Te dije que la culpa era de YunHo, es un poco tonto – 

-Si es un poco tonto – admitió Jae Joong en voz baja y mirando sus manos descansando en sus piernas – No quiero pensar en que YunHo esté considerando estar con alguien más, mucho menos con alguien tan joven y tan diferente a él – 

-Muchas personas le coqueteaban en el hospital cuando trabajaban en Seúl, ¿Por qué te preocupa ahora?, no le ha hecho caso ¿o si? – preguntó Yoochun.

-Antes yo era su esposo y estaba completamente seguro de que YunHo solo me miraba a mí, ahora… - miró al techo aguantándose las lágrimas – Ahora no somos nada, lo he rechazado muchas veces y Changmin es joven y guapo… - 

-¿Y le ha correspondido? – Junsu estaba muy ansioso por saber. 

-¡No lo sé! – respondió desesperado, igual que cuando tuvo esa misma plática con su hermana – Pero YunHo no le da su número a cualquiera, mucho menos a internos, así que tal vez si haya estado un poco interesado – 

-Oh – 

-No lo culpo, él no lo ha lastimado como yo – 

-Pero él no tiene toda la historia que tu tienes con YunHo – dijo Yoochun acercando su mano al rostro de Jae Joong para limpiar la lágrima que caía por su mejilla. – No importa que haga ese niño Jae Joong, él no podrá superar todo lo que han vivido juntos. – 

-¡Demuéstrale porque YunHo se casó contigo! – 

Extendió sus brazos para atrapar a sus amigos de nuevo en un abrazo y sonrió. Seguía ansioso e inseguro sobre su futuro con YunHo, seguía sin saber como y cuando hablar con él, pero por lo menos ya no se sentía solo.  


Yoochun y Junsu salieron a pasear por Tokio. Aún con su plan de ayudarlo a recuperar a YunHo, no había mucho que pudieran hacer si tanto él como Jae Joong tenían que trabajar, y siendo que la pareja también era cercana a YunHo, sabían que el neurocirujano solía tener turnos pesados, a veces por elección, a veces obligatorios. 

Pocas cosas le disgustaban a Jae Joong de su trabajo y una era lo impredecible que era. Muchos podrían decir que eso era lo más emocionante de trabajar en urgencias, pero cuando los pacientes llegaban justo en el momento en el que veía a su ex esposo reír al fondo del pasillo con el interno que quería meterse con él, no podía evitar enfurecerse. 

-Puede que no te estés metiendo con él pero definitivamente lo dejaste coquetear contigo – dijo en voz baja cuando terminó de atender a un paciente. 

Dejó su bata en una silla y salió al área de ambulancias para fumar un rato. 

-¿Cuándo volviste a fumar? – 

Jae Joong volteó y vio a YunHo recargándose en la pared junto a él, encendiendo un cigarro también. 

-Hace poco… ¿Tú cuándo empezaste a fumar? – le regresó la pregunta. 

-Hace poco – respondió con una leve sonrisa. 

“Entonces si haz cambiado en estos años” pensó Jae Joong. 

-A los japoneses les gusta mucho fumar… - Continuó hablando YunHo – Al menos aquí lo he notado más que en Corea… es difícil resistirse – Ambos exhalaron el humo al mismo tiempo. 

Nunca pensó ver a YunHo fumando, él siempre que lo veía fumar cuando eran estudiantes le recitaba todos los daños que podía causar el cigarro y eventualmente lo dejó, cuando aprendió a manejar el estrés de otras formas. 

Esas formas incluían a YunHo y como no lo tenía a su lado en ese momento, tuvo que recurrir de nuevo a sus antiguos métodos. 

-¿Qué te tiene tan estresado? – preguntó YunHo sacándolo de sus pensamientos. 

-¿Por qué piensas eso? – 

-Porque solo fumabas cuando estabas bajo mucho estrés – 

El urgenciólogo asintió y le dio una calada más a su cigarro. 

-Nosotros – 

-Jae Joong-ah – 

-No quiero pelear – dijo después de terminar su cigarro. 

-Yo tampoco –

-Primera vez en mucho tiempo que coincidimos en algo – sonrió ligeramente. 

-Es un avance – 

YunHo continuó fumando y viendo su teléfono y Jae Joong lo observó en silencio por un momento, tal vez las cosas no debían ser tan complicadas, tal vez no necesitaba planear nada, tal vez solo tenía que abrir su corazón en ese instante. Abrió su boca para hablar a pesar del nudo que sentía en la garganta, pero en ese momento una ambulancia llegó y ambos se deshicieron de los restos del cigarro y entraron. 

-Te veo después – dijo YunHo dándole una palmada en la espalda y Jae Joong se fue a trabajar. 


Jaejoong entró a su departamento como pudo, tenía las manos ocupadas cargando las bolsas con las compras que acababa de hacer. Cerró la puerta con el pie y dejó las bolsas encima de la mesa de la cocina. Respiró hondo y sonrió. Eran raros los días en los que tenía fines de semana completamente libres. Como adscrito sabía que podía tomarse más días libres, que tenía residentes con quienes contar pero no dejaban de ser estudiantes y siempre que algo se llegaba a complicar le terminaban hablando. 

Ese fin de semana, sin embargo, todas las llamadas de trabajo serían dirigidas al nuevo adscrito de urgencias que recién habían contratado en el hospital. 

Guardó la comida que necesitaba refrigeración y el resto en la alacena. Tomó una cerveza fría y se acostó en el sillón de su sala para relajarse jugando xbox unas horas. 

Yoochun había invitado a Jae Joong a salir con ellos pero decidió quedarse en casa al menos esa tarde, prometiendo alcanzarlos durante la noche para ir a cenar o tomar a algún bar. 

Para ser honesto hubiera preferido quedarse todo el día encerrado en su departamento, esa noche era la famosa fiesta de medio curso que tendrían los internos del hospital, aquella a la que Changmin había invitado a YunHo y desconocía su respuesta a aquella invitación. Pero sus amigos estaban al tanto de esa fiesta y con mayor razón Yoochun insistió en que saliera con ellos. 

Además Jae Joong se repetía constantemente que YunHo no iría. 

“Debería solo preguntarle y ya” pensó. 

Podía ir a buscarlo a su departamento o hablarle por teléfono, se repitió a si mismo que no había razón para estar nervioso, después de todo era Jung YunHo, el hombre que conocía absolutamente cada parte de él. 

Unas cuantas partidas y tres cervezas más tarde se armó de valor por fin para tomar su teléfono y marcarle al cirujano.

-YunHo-ah – dijo en cuanto respondió la llamada. 

“Umm” escuchó una voz muy diferente a la de YunHo. 

-¿YunHo? – 

“¿Doctor Kim?... Soy Changmin” respondió con voz nerviosa. Jae Joong soltó su teléfono en ese instante. Escuchó como seguían llamándolo a lo lejos y se agachó a recoger el celular con manos temblorosas y lo volvió a acercar a su oreja. 

-¿Dónde está YunHo?, ¿Por qué tienes su teléfono? – 

“Doctor yo…” 

-¿Sabes qué?, olvídalo, no quiero saber – colgó antes de que Changmin pudiera decir algo más y lanzó su teléfono contra el sillón, haciendo que rebotara en los cojines y cayera al suelo, estrellándose su pantalla. Jae Joong se agachó y cerró los ojos intentando contener las lágrimas, estaba furioso y se sentía traicionado por YunHo, y lo único que quería era arrancarse esa sensación del pecho. 

Un momento después su teléfono comenzó a sonar. 

Era una llamada del hospital. 

Jaejoong esperó unos segundos para intentar tranquilizarse y respiró hondo antes de contestar. 

-Hola, hoy no estoy de guardia, por favor llamen al doctor Tanaka – dijo antes de que siquiera pudiera hablar la otra persona. 

-Kim Jaejoong-san – habló una mujer del otro lado de la línea

-¿Si? – 

-Le hablo en relación a Jung YunHo, usted es su contacto de emergencia – 

Jaejoong se tensó de inmediato. En su mente comenzaban a mostrarse todos los posibles escenarios que podrían llevar a esa llamada. Uno cada vez más grave que el anterior. 

La voz de aquella mujer se escuchaba lejana. Captó “accidente” y “cirugía de urgencia”. 

Jaejoong tomó las llaves de la mesa y salió casi corriendo de su departamento hacia su lugar de trabajo. El camino que normalmente le tomaba de diez a quince minutos caminando lo recorrió en cinco. Se detuvo afuera del hospital y se agachó ligeramente, apoyando sus manos en las rodillas y respiró hondo, repitió en voz baja las palabras de la mujer del teléfono y después de unos segundos entró. 

En cuanto llegó al piso de cirugía, se encontró a Changmin, quien caminaba de un lado a otro frente a la sala de espera. 

-Changmin – el joven se detuvo y volteó a verlo, tenía los ojos rojos y su rostro estaba algo hinchado, Jaejoong podía notar que había estado llorando. El joven apretaba con fuerza un celular en su mano y de inmediato supo que era el de YunHo. Rápidamente escaneó al joven buscando algún rasguño o pista que le indicara que también estuvo involucrado en un accidente automovilístico, pero el interno estaba intacto. 

-Doctor Kim – 

-¿Estabas con él? – preguntó Jae Joong sin despegar su vista del teléfono. Aún sentía una punzada en el pecho al recordar la llamada anterior.

-No, yo estaba por salir de mi turno – 

Si era completamente honesto le aliviaba escuchar aquello, saber que YunHo no estaba con Changmin en ese momento. 

-Ya veo – extendió su mano – Puedes darme el teléfono de mi esposo – se percató de su error inmediatamente pero no hizo nada por corregirlo. 

Pero Changmin si.

-Ex – 

-¿Perdón? – 

-Ex esposo, dijo que es su esposo, no lo es – 

Jae Joong alzó una ceja y mantuvo su mano extendida pero Changmin no parecía dispuesto a darle el celular. 

-Sé lo que dije, de todos modos no es de tu incumbencia – 

-¿Ahora si se preocupa por él? – preguntó Changmin 

-¿Qué dices?, siempre me he preocupado por él – 

-Pues no parece, todos estos meses lo único que ha hecho es evitarlo y rechazarlo – 

-¿Y eso a ti por qué te importa? – Jae Joong se estaba molestando de nuevo. Aquel muchacho era muy insolente. 

Changmin se quedó en silencio por unos segundos y Jae Joong decidió que lo mejor en ese momento era ignorarlo, no quería causar un escándalo en el hospital. Caminó hacia la estación de enfermería, tenía cosas más importantes que hacer, como averiguar en donde y en que estado estaba YunHo, pero Changmin lo tomó del brazo. 

“En verdad no tiene respeto por sus mayores”

-YunHo-ssi merece a algo mejor – 

Jae Joong volteó a verlo y se soltó de su agarre. 

-¿Cómo quien?, ¿Tú?, ¿Qué te hace creer eso? – 

-YunHo iba hacia la fiesta hoy – 

Jae Joong apretó los puños al escuchar aquello. No podía estar completamente seguro de que Changmin estuviera diciendo la verdad, una parte de él quería creer que eran inventos del más joven para hacerlo enojar, para intentar hacer que se alejara de YunHo y dejarle el camino libre, pero aun así no podía evitar enojarse, la probabilidad de que sus palabras fueran ciertas seguía siendo muy alta. 

-Te diré una sola cosa Changmin – se acercó a él, quedando tan cerca que incluso susurrando podía ser escuchado perfectamente por el menor. – Amo a YunHo y no podrás borrar una década de historia entre nosotros, aunque te acuestes con él – Nuevamente estiró su brazo y extendió su mano, cuando Changmin se aferró de nuevo al celular de YunHo, decidió simplemente arrebatárselo de las manos.

Se dio la media vuelta y salió caminando.

La estación de enfermería no estaba muy lejos de la sala de espera y hasta ese momento fue consciente de que quizás su discusión con Changmin había sido escuchada por más de una persona porque en cuanto se acercó para preguntar por YunHo, todos los enfermeros que estaban de pie casualmente volvieron a sus labores.

-¿Puede llenar un formulario para completar su expediente? – preguntó una de las enfermeras, sacando a Jaejoong de sus pensamientos. – Y no sé si pueda también llamar a su familia, las pertenencias de YunHo-san en esta bolsa, solo tiene su contacto en la cartera – le entregó la bolsa. 

-Claro yo me encargo – tomó las hojas y la pluma y comenzó a llenar la información apoyándose en la barra. 

Aún estando concentrado escribiendo la información de YunHo no pudo evitar escuchar parte de la conversación que tenían los enfermeros. Entre susurros logró escuchar “no sabía que el doctor Kim y el doctor Jung eran esposos” y “Eso explica porque vino desde Corea”. 

-¿Puedes decirme en donde está Yunho por favor? Y si es posible quisiera verlo – preguntó amablemente a la enfermera, quien lo miró nerviosa y respondió rápidamente 

-Claro que si doctor, la cirugía terminó hace poco, están por pasarlo a un cuarto – 

-Gracias – 

Fue a sentarse en las sillas más cercanas en lo que esperaba poder pasar con YunHo. Mientras, revisó la bolsa de sus pertenencias. Hasta ese momento razonó que el mayor nunca cambió sus contactos de emergencia, si algo le hubiera sucedido cuando vivió en Estados Unidos ¿lo hubieran llamado a él?, ¿O solo volvió a incluirlo ahora que estaba en Japón?. 

La ropa que había en la bolsa no parecía algo que YunHo usaría para ir a una fiesta por lo que supuso que Changmin solo dijo aquello para provocarlo. Y por último revisó su cartera para asegurarse de que todo estaba en su lugar, y su corazón dolió un poco al ver que guardaba una foto de él a los 23 años. 

“Regálame una de tus fotos para el título” le dijo YunHo cuando salieron del estudio de fotografía. Jae Joong ese día estaba vestido con un traje negro y camisa blanca, simple, pero elegante, apto para plasmar aquella imagen en su título como médico. Solo una de las fotos se usaría, pero su paquete incluía cinco. 

“¿Para qué la quieres?” 

“Para recordar el día que mi Jae Joongie se volvió doctor” respondió con una sonrisa y el menor se sonrojó. Sacó una de las fotos del sobre y se la dio a su novio, quien de inmediato la puso en su cartera. 

“Así te llevaré siempre conmigo” dijo YunHo y le dio un beso en los labios. 

Después de quince años aquella fotografía se veía un poco desgastada de los bordes, pero se podía notar que YunHo la había cuidado muy bien porque el resto estaba intacto. 

-¿Jae Joong-san? – escuchó a la enfermera llamarlo y guardó rápidamente las cosas de YunHo antes de ponerse de pie. 

Se dirigió hacia la habitación de Yunho y se detuvo antes de entrar, su mano estaba sosteniendo la perilla pero no podía girarla, no se sentía con la fuerza para entrar al cuarto y ver al amor de su vida en una cama de hospital luchando por su vida. Sintió una presión en su pecho, como su frecuencia cardiaca aumentaba y como cada segundo que pasaba era más difícil respirar. Jaejoong cerró los ojos con fuerza aguantándose las lágrimas y trató de respirar lento y profundo. Estaba empezando a tener un ataque de pánico.

“Tienes que controlarte Jae Joong” se dijo a si mismo “YunHo te necesita”  

Usó toda la fuerza de voluntad en su ser y se atrevió a abrir la puerta después de unos minutos y encontró a YunHo dormido, probablemente aún sedado. Tenía algunos rasguños en su cara, una herida en su frente cubierta por una gasa y su pierna derecha elevada, con algunos clavos manteniendo los fragmentos de su hueso alineados. 

-Oh Yunho – Jaejoong se acercó a él y le acarició el rostro con cuidado. Yunho se encontraba respirando por su cuenta y sus signos vitales se encontraban estables y Jaejoong soltó el aire que no se había dado cuenta que estaba reteniendo. 

-Que susto me diste – dijo en su susurro – No puedo perderte a ti también, no lo soportaría – Jae Joong usó las mismas palabras que YunHo le había dicho cuando él estuvo internado después de su sobresosis y no pudo evitar sentirse algo hipócrita al decirlo, ya que él mismo había orillado a YunHo a desaparecer de su vida. Trató de alejar esos pensamientos y concentrarse en el hombre frente a él y en agradecer que aún estaban en el mismo mundo. Jae Joong podía aguantar el dolor de no estar a su lado, pero jamás el dolor de pensar en un mundo sin YunHo. 

Peinó el cabello de su frente hacia atrás y pasó la mano por su hombro. Se quedó en silencio un momento, solo observando a Yunho respirar. Parecía tan tranquilo de esa manera.

Se acercó a darle un beso los labios y salió del cuarto. 

Afuera aún estaba Changmin, más tranquilo que como lo encontró cuando recién llegó, sentado en una de las sillas libres de la estación de enfermería. Alzó su cabeza y guardó su teléfono cuando lo vio y se puso de pie. Jaejoong hizo un gesto con la mano dando a entender que no necesitaba pararse, lidiar con un interno enamorado era lo último en su lista. 

-¿La familia de Yunho sabe de su accidente? – preguntó a la enfermera encargada de atenderlo. 

-Solo lo llamamos a usted, era el único contacto en la lista – 

Le agradeció y sacó su celular para buscar entre sus contactos. Marcó el teléfono de Yoochun para avisarles rápidamente lo que acababa de pasar y después de colgar marcó otro número. 

“¿Hola?” respondió una mujer.

-Jihye-ah… soy Jae Joong – 

-¿Jae Joong-oppa? – preguntó sorprendida la mujer. 

-Tu hermano tuvo un accidente, está internado en el hospital universitario de Tokio… - Jae Joong se encargó de darle todos los detalles a la hermana de YunHo y tranquilizarla, asegurándole que se encontraba estable y estaría con él todo el tiempo hasta que llegara alguien más de su familia. 

-Compraremos el primero vuelo a Japón, tengo que avisarle a mis papás – 

-Gracias – dijo Jae Joong y antes de colgar escuchó a Jihye decirle. 

-Oppa… cuida a mi hermano, por favor, tú eres el único que puede hacerlo – 

No estaba muy seguro de ello, pero agradeció en su corazón por las palabras de su ex cuñada. A pesar de no haber mantenido contacto después del divorcio, Jihye parecía ser la única integrante de aquella familia que no lo odiaba. 

Después de colgar, volvió al cuarto de YunHo y acercó en sillón reclinable a la cama, asegurándose de quedar a la altura de su cabeza para poder acariciar su cabello mientras aún dormía. 

Sería una larga noche. 


Junsu llegó por la mañana a relevarlo para que pudiera ir a su departamento a bañarse y comer algo. 

-Volveré pronto – le dijo mientras tomaba sus cosas rápido. Junsu solo asintió y le dio unas palmadas en el hombro antes de dejarlo ir. 

-Tómate tu tiempo, no me moveré de aquí – 

Durante la noche Yoochun y Junsu habían llegado al hospital y se quedaron acompañando a Jae Joong por un momento, entraron a ver a YunHo por unos minutos y se fueron a descansar. El doctor Kim estaba seguro de que le esperaba un día lleno de estrés al saber que la familia de YunHo probablemente ya estaba en camino. Sabía que si quería reconciliarse con el neurocirujano, eventualmente tendría que enfrentar a sus padres también, solo no esperaba que fuera tan pronto. 

Una vez en su departamento tomó una ducha rápida y se preparó de desayunar. Habló con Soo Young y con sus padres mientras comía y terminaba su café y una hora después ya estaba tomando sus llaves de nuevo. 

Entró al hospital de nuevo y caminó rápido hacia el cuarto de YunHo pero se detuvo a unos metros de llegar cuando vio frente a él a la madre de YunHo. 

La última vez que la vio fue hace más de cuatro años, cuando le cerró la puerta de su casa en la cara y le pidió que no volviera a buscar a su hijo. Se preguntó si debería volver en otro momento pero Jihye salió del cuarto y lo vio. 

-Jae Joong oppa – fue a abrazarlo. Sang Hye volteó a verlos y Jae Joong hizo contacto visual con ella mientras correspondía el abrazo de Jihye. 

-¿Qué haces aquí Jae Joong? – preguntó la mujer. Su tono de voz duro, igual que su mirada. 

-Jae Joong-oppa fue quien me avisó sobre el estado de Yunho-oppa – 

-Eso lo sé, y lo agradezco, pero no tiene nada más que hacer aquí ahora que nosotros llegamos – 

-Vengo a cuidar de YunHo – dijo Jae Joong cuando se separó de Jihye. 

-No lo hiciste en cinco años – 

-Las cosas son diferentes ahora – 

-¿En qué sentido?, mi hijo sigue sufriendo por tu culpa – 

-Yo no causé esto – se defendió Jae Joong. 

-Retírate por favor – dijo sin más la señora Jung, dando la media vuelta para entrar al cuarto de YunHo. 

-No me iré, YunHo me quiere aquí – 

-No me hagas llamar a seguridad – lo amenazó. 

-Hágalo, yo trabajo en este hospital, y no pueden correrme por esto, además, soy su único contacto de emergencia, tengo derecho a estar aquí porque esos han sido los deseos de YunHo hasta el momento – 

Su ex suegra se acercó y sin previo aviso le dio una cachetada. En ese momento salió del cuarto el señor Jung, quien desde dentro de la habitación había escuchado la discusión y fue a tomar a su esposa de las manos para evitar que volviera a atacar a Jae Joong. 

Junsu acababa de volver de la cafetería y corrió hacia Jae Joong en cuanto lo vio recibir aquella bofetada y se interpuso entre él y la madre de YunHo para evitar que lo golpeara de nuevo. Un enfermero junto con un guardia llegaron también a apoyarlos y evitar que se hiciera un escándalo más grande.

-Por favor evítenos la pena de pedirles que se retiren, no está permitida la violencia en este lugar – dijo el guardia a todos los presentes y se alejó solo unos cuantos metros para vigilarlos de cerca. 

-Volveré más tarde para ver a YunHo, le guste o no – dijo Jae Joong, aún con su mano sobándose la cara.

Hace cuatro años no se había atrevido a enfrentar a la familia de YunHo. Pero ahora estaba decidido a no dejar que nadie se interpusiera en su camino.  

Notas finales: 

Ayyyyyyy amistades no puedo creer que ya casi se acaba la historiaaaaa y el año. Estoy muy feliz, gracias por acompañarme en mi comeback este año y por disfrutar del amor de YunHo y Jae Joong. 

Les mando un abrazo virtual y mis mejores deseos para este nuevo año. Que puedan dejar atrás todo lo que haya que soltar esta noche y empiecen el 2025 listos para recibir todas las nuevas experiencias que trae consigo. 

Espero ver a TVXQ en el SMTOWN y poderlos conocer a ustedes también en CDMX en mayo. 

Los tkm

Feliz año nuevo! 

Always Keep The Faith <3



Fotito de cuando estaba releyendo mis notas para escribir este capítulo :)


martes, 24 de diciembre de 2024

Broken: Capítulo 12

 


Apenas cerró la puerta tras de si Jae Joong soltó todo lo que estuvo intentando contener mientras discutía con YunHo. 

La primera persona en la que pensó para hablar sobre todo el caos de sentimientos que lo estaban atormentando era Soo Young. Jae Joong sabía que si alguien era capaz de aterrizarlo a la realidad y decirle lo que necesitaba escuchar era su hermana, así que de inmediato le marcó por videollamada.. 

-¿Hola? – contestó con su voz alegre la mujer

-Noona… – comenzó a hablar con la voz entrecortada, ni siquiera se había preocupado por limpiarse la cara o intentar tranquilizarse un poco para poder hablar con claridad.  Soo Young cambió de inmediato su semblante en cuanto lo escuchó hablar. 

-¿Qué pasó Jae Joongie?, ¿Sucedió algo con YunHo? – preguntó Soo Young preocupada. En cualquier otra ocasión hubiera buscado contradecirla por asumir que YunHo era parte de sus problemas pero esta vez no tenía armas con las cuales defenderse, tan solo cerró los ojos y asintió.

-Si – dijo después de varios segundos.

Se quedaron en silencio un momento y Jae Joong volvió a hablar 

-Creo que YunHo está saliendo con alguien más – 

-Oh Jae… pero, ¿estás seguro?, ¿Cómo lo sabes? – 

-¡No lo estoy! – respondió desesperado – No sé si están saliendo o si solo es una aventura, pero lo vi besándose con alguien más  – 

-No puede ser – dijo Soo Young completamente sorprendida - ¿No se supone que fue a Japón para recuperarte?, ¿Cómo es que se besó con alguien más? -  

-No lo sé noona, no sé que hacer – Estaba sentado en el suelo con su espalda recargada en el sillón de su sala, tenía las rodillas dobladas contra su pecho y sostenía su teléfono con una mano. Con su mano libre se limpió las lágrimas y apoyó su cabeza en sus rodillas. Podía ver en el pequeño recuadro donde aparecía su cámara que estaba hecho un desastre – He estado yendo a terapia desde que regresé a Tokio, quiero hacer las cosas bien por él, por nosotros, pero… estoy pensando que tal vez llegué muy tarde – Jae Joong sintió como se le empezaba a cortar la voz al decir esas últimas preguntas, estaba comenzando a sentirse ansioso y frustrado por la situación. 

Todos esos años había mantenido su promesa de alejarse de YunHo, no quería causarle más problemas y sufrimiento aunque la idea de que él siguiente con su vida y lo olvidara era muy dolorosa para él. Pero una cosa era solo pensar en ello y otra cosa muy diferente era presenciar con sus propios ojos como YunHo se alejaba de él.

-Bueno no hay muchas opciones – comenzó a hablar Soo Young y Jae Joong la miró preocupado. 

-¿A qué te refieres con que no hay muchas opciones? ¿Debería darme por vencido entonces? – dijo empezando a alterarse de nuevo.

-No tarado, al contrario. Si lo que quieres es recuperar a YunHo, tienes que decirle todo lo que sientes, tienes que hablar con él y confrontarlo – 

-No puedo hacer eso – 

-¿Por qué no? – 

-Acabamos de discutir… justo antes de que entrara a mi departamento, le reclamé por el beso con Changmin y… - suspiró, se sentía avergonzado pero tenía que ser completamente sincero con su hermana si quería que ella le ayudara a solucionar las cosas, o al menos a solucionar el desastre en su mente – dije cosas muy hirientes, no quise decirlas pero estaba molesto y me dijo que se alejaría de mi – 

Soo Young lo escuchó con atención y a pesar de que no dijo como tal que fue lo que discutió con YunHo, estaba seguro que podía darse una idea.

-Discúlpate y dile que quieres hablar con él – 

-¿Disculparme?, ¡Él es quien se besó con otro! – dijo ofendido Jae Joong. 

-¿Y qué tiene?, no te debe nada ¿o si?, ¿tienes algún tipo de relación con él? – 

Jae Joong se sonrojó y se quedó callado, al parecer su relación con YunHo era meramente física, si es que haber tenido sexo unos días antes y después no hablar podía contar como relación, pero no quería confesarle eso a su hermana, ya se sentía lo suficientemente avergonzado por reclamarle a YunHo por un beso cuando él fue quien le pidió el divorcio y lo ha estado rechazando los últimos meses. 

-Entonces haz lo que te digo, ¿Qué puedes perder? – preguntó Soo Young – Ya se divorciaron, ya cambiaste de trabajo, de país incluso, estás solo y acabas de admitir que aún lo amas – 

-Suena muy triste cuando lo dices así – dijo en voz baja.

-¿Pero estoy equivocada? – 

-No… no lo estás – respondió Jae Joong derrotado. Su hermana tenía razón, como siempre. Era hora de tragarse su orgullo y recuperar al hombre que amaba.

-Habla con él Joongie – le dijo con cariño su hermana – YunHo te ama, estoy segura, no creo que haya ido hasta Japón para terminar rindiéndose – 

-Supongo – dijo sin sentirse aún muy convencido.  

-Todo saldrá bien JaeJoongie, sólo sé sincero con YunHo – Dicho esto colgó, dejando a Jae Joong mirando la pantalla vacía de su teléfono por unos segundos sin moverse de su lugar. Vivir en Japón tenía la ventaja de pasar ratos muy silenciosos en su departamento porque sus vecinos eran muy cuidadosos con el ruido que hacían para no molestar a los demás, pero de pronto esto lo abrumó un poco, necesitaba tomar aire fresco para poder pensar bien como hablar con YunHo. 

Tomó su abrigo, sus llaves, cartera y teléfono y salió de su hogar para ir a caminar. Había un parque a dos cuadras del complejo de departamentos donde rentaba y a veces le gustaba ir a caminar ahí. Por lo general había muchos niños ahí, pero como ya era algo tarde, estaba seguro que podría encontrar esa paz que necesitaba. 

Jae Joong caminó aproximadamente cinco minutos hasta llegar al parque. Como esperaba, para ser pasadas las 9:00 pm, estaba casi vacío. La mayoría de las personas ahí presentes hacían ejercicio o simplemente caminaban, suponía Jae Joong que de regreso a sus casas después de una larga jornada laboral. 

Se sentó en una de las bancas y sacó la cajetilla de cigarros de su pantalón, se quedó observándola por un momento y al final sacó un cigarro y lo encendió. El humo calentó su garganta y tosió un poco al principio, tenía muchos años sin fumar, desde que empezó a ser novio de YunHo para ser precisos. Exhaló el humo y volteó al cielo, intentando ver alguna estrella a pesar de la iluminación de Tokio. 

Amar a YunHo no era difícil, eso lo supo desde el momento en que se enamoró de él. Sin embargo, el amor es algo tan complejo que no podía describir en una sola palabra todo lo que implicaba, de haber sido tan sencillo Jae Joong estaba seguro que quizás su relación con YunHo ni siquiera hubiera terminado. 

Ambos sufrieron la muerte de su hijo y ambos se hicieron daño después. Jae Joong pensó que hasta ese momento, era la primera vez en mucho tiempo que consideraba ofrecerle una disculpa a YunHo. Por todas las veces que no estuvo para él, porque él también vivió con dolor y se concentró tanto en su propio duelo que no pudo darse cuenta de que YunHo de alguna u otra manera siempre puso su propio dolor de lado para poder sostenerlo a él. 

Sintió el frío viento golpear con más fuerza su rostro y se dio cuenta que estaba llorando y se permitió hacerlo, se permitió sentirlo. Lloraba por Seung Jae, lloraba por su matrimonio y lloraba por YunHo, sobre todo por él. 

No estaba seguro de la hora cuando por fin regresó, solo sabía que era tarde, pero la luz por debajo de la puerta del departamento de YunHo seguía encendida. Se detuvo frente a su puerta por un momento, debatiéndose si tocar o no, pero no estaba listo para hablar con él aún. Estar solo en el parque le ayudó a poner un poco de orden en sus pensamientos pero aún había algunas cosas que necesitaba abordar en terapia antes de poder hablar con YunHo así que continuó caminando hacia su departamento. 

“Me gustaría adelantar mi cita si es posible, o agendar una sesión extra” 

Jae Joong envió el mensaje a su psiquiatra apenas entró a su casa. 


Para su suerte, solo tuvo que esperar dos días para volver a ver al doctor Ishikawa. Sentía que estaba teniendo un buen progreso, algo lento, pero bueno a final de cuentas, y agradecía que el doctor le pudiera agendar una sesión complementaria para ese mes. Habló sobre todo lo que sucedió en los últimos días con YunHo, su beso con Changmin, sus celos y la impotencia que sintió al sentirse sin derecho para reclamarle a YunHo. 

También habló sobre su deseo de hablar con su ex esposo y exponer su corazón después de tanto tiempo. 

-Suenas muy decidido Jae Joong-san – observó Ishikawa – YunHo-san es tu vecino, incluso si no lo vieras en el hospital, podrías tocar su puerta, o incluso llamarlo por teléfono, ¿Qué te detiene? – 

Jae Joong sabía que vendría esa pregunta, incluso Soo Young se lo había preguntado cuando estuvo de visita en Seúl. 

-Hay un tema que nunca volví a tocar con YunHo, bueno muchos en realidad, pero este en específico es un tema muy delicado – Jae Joong dio un sorbo a su taza de café, su terapeuta lo observó en silencio, esperando pacientemente para que encontrara las palabras. 

5.5 años antes SENSITIVE TOPIC (Si se quieren lastimar más escuchar con “kiss shita mama sayonara” de fondo)

Ese día Jae Joong tenía un poco más de energía que las últimas semanas, pensó que tal vez su nueva dosis de antidepresivos estaba empezando a funcionar. Salió a tomar un café y leer un poco en su cafetería favorita. A veces extrañaba trabajar, recordaba disfrutar su trabajo antes y deseaba volver a sentir esa motivación y pasión que siempre lo impulsaron a llegar tan lejos como soñara en su carrera, pero cada vez que pensaba en entrar al hospital sentía que no podía respirar, sobre todo al pensar en los diagnósticos tan trágicos que llegaba a ver en Oncología. 

Así que estos días solo se dedicaba a mantener su hogar limpio y ordenado, alimentar a YunHo y salir a realizar los pendientes necesarios antes de volver a su casa para hacer la cena. 

Estaba por terminar su taza de café cuando su teléfono vibró en su bolsillo. 

-¿Hola? – 

“Hola amor, salgo en una hora del hospital, ¿En dónde estás?” YunHo habló del otro lado de la línea.

-Estoy en la cafetería de siempre – 

“¿Quieres que llegué ahí contigo o te veo en casa?” 

-Te veo en casa Yun, ya voy a salir para allá – 

Colgó y guardó su teléfono y se retiró del lugar. Aún había luz afuera cuando salió y comenzó a caminar a su casa. Estaba pensando en cocinar el platillo favorito de YunHo para la cena, tal vez incluso darle un masaje o simplemente ayudarlo a relajarse. Esos últimos meses habían sido complicados para ambos y quería compensar de alguna manera a su esposo.

Jae Joong se dedicó a preparar la cena en cuanto llegó a su casa y justo cuando terminó, entró YunHo. 

-Huele delicioso – dijo apenas se quitó los zapatos en la entrada. Jae Joong fue a recibirlo y se quedaron abrazados unos minutos en el recibidor. – Te extrañé Jae Joongie – dijo con la cara escondida en el cuello de Jae Joong, respirando su aroma. Jae Joong sintió escalofríos recorrerle la espalda y apretó más el abrazo.

-¿Cómo te fue hoy? – 

-Bien, hoy estuvo tranquilo, solo tuve dos cirugías, por suerte no muy largas, por eso salí temprano – le dio un beso en la mejilla y caminó hacia la cocina con Jae Joong siguiéndolo. 

Se sentaron a cenar y hablaron de su día. YunHo tenía tantas cosas que contarle siempre que regresaba del hospital, sus casos siempre eran interesantes y le alegraba saber que ayudaba a muchas personas y salvaba muchas vidas. A veces extrañaba esa vida. 

También sabía que YunHo trataba de evitar los casos tristes y sobre todo los que tenían que ver con cáncer. Nunca le pidió hacerlo, pero eran temas delicados para ambos y sabía que YunHo solo quería evitar que sufriera más.

YunHo recibió una llamada cuando terminaron de cenar y salió al jardín trasero a hablar por teléfono mientras Jae Joong limpiaba un poco. Pensó en dejar los trastes para más tarde y fue a buscar a YunHo, tal vez podrían sentarse a ver una película juntos antes de dormir. 

-Estamos bien… Si, ha estado mejor estos días – escuchó hablar a YunHo afuera. Se encontraba de pie a unos pasos de la puerta y mirando hacia el jardín, no parecía haberse dado cuenta de que Jae Joong estaba ahí. – Es difícil para ambos, extraño muchísimo a Seung Jae, todos los días, pero no sé que hacer – suspiró – a veces me guardo todo lo que siento porque quiero apoyar a Jae Joong, estos meses han sido muy difíciles para él – 

No sabía con quien estaba hablando, pero tenía que ser alguno de sus amigos, o quizás su familia. Retrocedió unos pasos para quedar detrás de la pared y seguir escuchando, no le gustaba espiar conversaciones pero estaban hablando de él y YunHo se escuchaba muy triste. 

Y eso lo hacía sentirse triste también, porque sabía que le estaba haciendo daño a YunHo. A la persona que prometió nunca hacerle daño. 

-… ¿Es irónico no? Decir que extraño a mi esposo aunque lo veo todos los días – 

Jae Joong no pudo escuchar más porque se sentía al borde del llanto y corrió a encerrarse al baño para poder llorar sin ser escuchado. 

Él también extrañaba su relación, extrañaba la vida que tenían, y trataba con todas sus fuerzas levantarse por las mañanas y tratar de ser una buena pareja, todos los días se esforzaba un poco más por ayudar a YunHo y por no soltar su mano. Hacía un esfuerzo enorme por ir a terapia y tomar sus medicamentos,  por salir a caminar o realizar alguna de las actividades que antes disfrutaba y por las noches, fingía una sonrisa para que YunHo creyera que todo estaba bien y no poner más carga sobre sus hombros. Suficiente tenía con ser el sostén de su hogar porque él se sentía incapaz de volver a ser médico. 

“Extraño a mi esposo aunque lo veo todos los días”

Tal vez sus esfuerzos no eran suficientes al final. 

Escuchó a YunHo entrar de nuevo y se enjuagó la cara, respiró profundo y se miró al espejo para asegurarse de que se veía normal. 

-¿Jae Joongie? – 

-Aquí estoy – salió del baño y lo encontró sentado en el sillón buscando algo para ver en la televisión. Fue hacia su esposo y se sentó en su regazo, quedando de frente a él y pasando sus brazos alrededor de su cuello. YunHo no tardó en tomarlo de la cintura y acercarse a besarlo. 

Las muestras físicas de cariño con YunHo nunca faltaban, pero en los últimos meses estas habían sido más abrazos y besos suaves en sus labios o cualquier parte de su rostro, solo como muestras del amor que tenía y del apoyo que le daba. No recordaba exactamente la úlitma vez que había tenido sexo con su esposo, lo cual pensaba Jae Joong era algo deprimente considerando que antes eran una pareja muy activa sexualmente. Y no era que YunHo no lo hubiera buscado en todos estos meses, él había notado sus intentos para iniciar el sexo, para que sus besos fueran algo más, pero los ajustes a sus antidepresivos habían hecho un desastre con su líbido que apenas estaba empezando a regularizar. YunHo lo entendía, pero Jae Joong no podía evitar sentirse culpable al respecto, a pesar de que no era enteramente su culpa.

-Mhm, ¿Quieres…? – 

-Si, si quiero – dijo Jae Joong entre besos. 

Tanto tiempo había pasado que ni siquiera se molestaron en ir al cuarto, se desvistieron en el sillón y YunHo le hizo el amor lento y profundo, sin dejar nunca de besarlo. Cuando ambos terminaron se quedaron acostados en el sillón, esta vez Jae Joong recostado sobre el pecho de YunHo mientras él le acariciaba el cabello cada vez más lento hasta que se quedó dormido. Se quedó unos minutos disfrutando de aquel momento, solo escuchando la respiración tranquila de YunHo y nuevamente los pensamientos negativos comenzaron lentamente a llenar su cabeza.

“Extraño a mi esposo aunque lo veo todos los días”

Se levantó con cuidado de no despertar a YunHo, se vistió y fue hasta su cuarto, la voz triste de YunHo repitiendo lo mismo una y otra vez 

“Extraño a mi esposo aunque lo veo todos los días”

-Basta – 

Fue hasta el baño y buscó entre su botiquín.

Tomaba una tableta cuando se encontraba muy ansioso, por lo general le ayudaba a conciliar el sueño. Observó la única tableta en su mano. 

YunHo lo extrañaba y por más terapia y medicamentos que tomara, por más tiempo que pasara y por más esfuerzo que Jae Joong hiciera, nunca volvería a ser el mismo, nunca podría darle a YunHo la relación que tenían, nunca podría devolverle al Jae Joong del que se enamoró porque una parte de su corazón se fue con Seung Jae el día que falleció. 

Tal vez YunHo estaría mejor sin él. 

Vació unas cuantas pastillas más en su mano y se quedó observándolas. 

Tal vez YunHo podría encontrar a alguien que lo quiera con la misma intensidad y pasión que él necesita, tal vez podría encontrar a alguien con las mismas ganas de vivir que él. 

Vació unas cuantas más. 

Tal vez su corazón dejaría de doler tanto, tal vez se encontraría con Seung Jae. 

Vació el bote completo y pasó todas las pastillas con agua. Dejó caer el bote vacío y se sentó en el piso del baño llorando, esperando terminar pronto con su sufrimiento. 

Tal vez YunHo lo entendería y lo perdonaría por dejarlo, tal vez se enojaría, no tenía idea, pero ya nada importaba. 

No sabía cuanto tiempo había pasado, pero empezaba a sentir mucho sueño. Se acostó en el frío suelo y sintió sus ojos cerrarse lentamente.

Tal vez YunHo lo seguiría. 

Y eso lo hizo abrir los ojos y arrepentirse. ¿Qué estaba haciendo?. Se movió lentamente, no tenía fuerzas suficientes para levantarse, intentar suicidarse fue una mala idea. Se arrastró hacia el inodoro e intentó varias veces levantarse en vano, su cuerpo no daba para más, el medicamento estaba haciendo efecto y la cantidad que tomó probablemente sería letal. 

-¿Jae Joongie? – escuchó la voz de YunHo a lo lejos. 

Se quedó acostado mirando al techo. 

-Lo siento YunHo – susurró

-¿Jae Joongie dónde estás? – se escuchaba más cerca. Todo se empezaba a ver borroso – Jae… ¡Oh Dios Jae Joong! – unos brazos lo levantaron, hizo el esfuerzo por enfocar a su esposo, si esta era la forma en la que moriría, al menos deseaba ver a YunHo por última vez. -¿Qué hiciste Jae? – YunHo tomó su rostro y lo obligó a voltear hacia el piso y con su mano libre metió dos dedos en la boca de Jae Joong para provocarle arcadas, Jae Joong empezó a vomitar. -No me hagas esto Jae, no puedo perderte a ti también, por favor – decía desesperado YunHo mientras trataba de hacer que vomitara todo – Por favor – 

Lo último que escuchó fue a YunHo hablando por teléfono y todo se oscureció.


Tenía frío, sed y le dolía la garganta. Intentó abrir sus ojos pero la luz era muy intensa. 

-¿Qué…? – escuchó su voz ronca al hablar

-¿Jae Joong? – era YunHo, intentó abrir sus ojos de nuevo cuando YunHo tapó la luz al quedar frente a él y por fin lo vio, preocupado y cansado. Tenía el reloj marcado en la cara y unas ojeras que no veía en él desde que estaba formándose como neurocirujano. Acarició su rostro con delicadeza y los ojos de ambos se llenaron de lágrimas. 

-Yun – 

-¿Cómo te sientes? – 

-Lo siento – fue lo único que pudo decir, aún con su voz ronca y su garganta adolorida – Lo siento Yun – 

-Shh está bien Jae, ya estás bien – 

-No, no, lo siento Yunhie, perdóname – comenzó a llorar y YunHo lo abrazó fuerte. Con las pocas fuerzas que tenía logró sentarse en la cama junto con YunHo y lo abrazó también, agarrándose de su playera y escondiendo su rostro en el pecho de su esposo, quien ahora lloraba también. 

-Te perdono bebé, no me dejes de nuevo por favor – le suplicó YunHo entre lágrimas.

Él  solo seguía repitiendo sus disculpas, sabiendo que nunca serían suficientes veces. 

Después de un tiempo ambos comenzaron a calmarse, sin dejar de abrazarse en ningún momento. YunHo lo tomó de la cara y besó sus labios con fuerza y Jae Joong correspondió de la misma manera, notaba la desesperación en el beso de YunHo pero no podía culparlo, le dio uno de los mayores sustos de toda su vida. 

-Tu familia está afuera – dijo YunHo cuando terminó el beso, se separó un poco de él para limpiar sus lágrimas y acomodarle el cabello -¿Quieres que pasen?, querían entrar desde que te pasaron al cuarto pero no los dejé – 

-No quiero hablar con ellos de esto – dijo avergonzado. 

-Puedo decirles eso, pero ¿quieres verlos o les digo que vengan mañana? – 

-Si quiero verlos – YunHo besó su frente y sus labios una vez más antes de levantarse y ayudarlo a acomodarse de nuevo, lo arropó bien con otra cobija cuando lo vio temblando y le ayudó a arreglar su cabello un poco. Seguramente se veía horrible de todos modos.

Sus padres y Soo Young entraron a la habitación minutos después, ninguno de ellos mencionó el incidente, tan solo lo abrazaron y lo acompañaron. YunHo se quedó sentado a su lado todo el tiempo y cuando su familia se retiró, fue a acostarse con él. Normalmente no permitían que las visitas compartieran la cama con los pacientes pero estaba seguro que por su esposo podrían hacer una excepción. 

-En verdad lo siento Yun – dijo después de haber estado abrazándolo en silencio varios minutos. Sintió a YunHo respirar profundo y esperó por su reclamo, pero solo le dio un beso en la frente. 

-Lo sé Jae, lo sé – lo apretó más como si pudiera acercarlo más a su cuerpo – Ya pasó –


-¿Jae Joong-san? – la voz del doctor Ishikawa lo sacó de sus pensamientos y observó la caja de pañuelos que sostenía frente a él. 

Estaba llorando.

Tomó algunos pañuelos y se disculpó en voz baja. 

-¿Qué te detiene de hablar con YunHo-san? – volvió a preguntar. 

-No quiero volver a lastimar a YunHo – habló por fin Jae Joong. Y por primera vez en años habló sobre aquella vez que tocó fondo y pensó que dejar este mundo sería la mejor opción. 

Jae Joong se quiso convencer durante todos esos años que su principal razón para no estar con YunHo era evitar recordar la muerte de Seung Jae, porque cada vez que veía a YunHo su corazón dolía al pensar en el peor año de su vida. 

Pero muy en el fondo de su corazón se encontraba esa otra razón: no volver a lastimar a YunHo. 

Admitir aquello era muy difícil y doloroso. Sabía que YunHo lo había perdonado todas aquellas veces que le hizo daño, al menos todas aquellas antes de divorciarse, pero él no podía perdonarse a sí mismo aún. 

Todos los días que no pudo levantarse de la cama y YunHo lo cuidó. Cuando aguantó su propio dolor para atender a sus seres queridos el día del funeral de Seung Jae y evitar que Jae Joong tuviera que dar la cara. Cuando dejó su trabajo y YunHo los mantuvo sin quejarse. Y cuando se intoxicó con sedantes en el baño. 

Todas esas veces Jae Joong había lastimado a YunHo con sus conductas autodestructivas y por eso no podía volver con él. Porque aún en el fondo de su corazón había una parte que le aseguraba que YunHo estaba mejor sin él. 



Después de aquella hora que pareció eterna Jae Joong se dirigió hacia los elevadores. A pesar de que él había solicitado tener una sesión más, siempre terminaba más cansado de lo normal después de llevar su turno regular en urgencias y cerrar con su hora hablando con el doctor Ishikawa. Caminó hacia la sala de descanso para recoger sus cosas pero se detuvo afuera de la puerta de la sala de descanso de internos al escuchar la voz de Changmin entre las risas de sus compañeros. 

-¿Qué tienes con el doctor Jung?, te hemos visto muchas veces hablando con él – preguntó uno de los jóvenes. 

-Nada, solo me ha interesado la neurocirugía últimamente – respondió Changmin, su tono no se escuchaba tan serio. 

-Si claro, más bien interesado en un neurocirujano – contraatacó una de sus compañeras. Todos rieron ante el comentario. 

Jae Joong estaba cansándose de escuchar conversaciones ajenas detrás de la puerta pero no podía mover sus pies, quería escuchar lo que sea que Changmin tuviera que decir de YunHo. Estaba casi seguro que les contaría del beso, si no es que ya lo había hecho hace un par de días. 

-No te juzgaría Changmin-san, el doctor Jung es muy sexy – 

Nuevamente todos rieron y Jae Joong apretó el puño. No podía enojarse con ellos por hacer observaciones tan obvias de su ex esposo, incluso en Seúl había muchas personas que intentaban siempre llamar la atención de YunHo, pero esta era la primera vez que los sentía como una amenaza latente, sobre todo a Changmin. 

Quería saber que tipo de relación tenían, si habían hablado antes, si sucedió algo más después de que él salió corriendo al verlos besándose en las escaleras, si YunHo correspondió o lo alejó. Así que se tragó su enojo y se concentró para escuchar la plática. 

-Dinos la verdad Changmin, ¿Ha sucedido algo entre el doctor Jung y tú? – insistió el interno que había escuchado hablar al inicio. 

-¿Cómo va a pasar algo entre ellos Takeshi?, escuché a una enfermera de quirófano decir que es ex esposo del doctor Kim – dijo una mujer, a quien reconoció como Sarada, ella ya había tenido su rotación por urgencias. 

-¿Kim Jae Joong el adscrito de urgencias? – preguntó sorprendido Takeshi – Bueno pero no están casados, entonces no veo el problema de que Changmin tenga algo con él – 

Escuchó un golpe y a Takeshi quejarse, probablemente Sarada fue quien lo golpeó. 

-De hecho… - comenzó a hablar Changmin 

-¿Si ha pasado algo? – preguntó Sarada alzando la voz y sus compañeros la regañaron. 

-Nos besamos hace unos días – confesó Changmin. Se escuchó el movimiento de algunas sillas, algunas expresiones de sorpresa y un “lo sabía” entre todas las voces. 

-¿Y qué tal?, ¿Cómo fue?, ¿Quién tomó la iniciativa? – 

-El doctor Jung obviamente, se ve que es alguien que le gusta tener el control – dijo Sarada. 

-De hecho fui yo quien lo besó – dijo Changmin riendo.

Jae Joong se preguntó en que tantos problemas se metería si golpeaba a Changmin. Tal vez si lo hacía fuera del hospital serían menos. 

-… Tal vez pueda convencerlo de que vaya a nuestra fiesta de medio curso, ahí podría suceder algo más - 

Jae Joong no pudo evitar patear la puerta y corrió rápido hacia su casillero por sus cosas. Esperó unos minutos para evitar toparse con algún interno y salió de nuevo, caminando de inmediato hacia la salida del hospital. 

Tenía demasiadas cosas en las que pensar además de la plática que acababa de espiar, como lo que habló con su psiquiatra, pero en ese momento lo primero que necesitaba hacer era tranquilizarse o terminaría diciendo cosas que no quería, de nuevo. 

En cuanto estuvo en la calle se puso sus audífonos y caminó hacia el supermercado más cercano, comprar algunas cosas para su despensa y hacer de cenar lo ayudaría a despejar su mente. Cuando regresó a su departamento se fue a cambiar a algo más cómodo y cuando estaba por empezar a cocinar su timbre sonó. 

-¿YunHo? – el hombre detrás de su puerta se veía un poco nervioso. 

-¿Podemos hablar? – preguntó aún sin poder mirarlo a los ojos. Jae Joong asintió y lo dejó pasar a su departamento. 

YunHo dio algunas vueltas por su sala, haciendo una pausa para ver sus fotos tal como hizo la primera vez que estuvo ahí. Jae Joong solo lo observó en silencio. 

-No quiero pelear contigo Jae – habló de nuevo YunHo, esta vez sosteniéndole la mirada. -No estoy jugando contigo, nunca lo he hecho – 

-¿Entonces no correspondiste ese beso? – preguntó Jae Joong. 

-¿Cómo viste eso? – 

-Si o no YunHo – insistió 

YunHo titubeó por unos segundos y antes de que pudiera decir algo Jae Joong volvió a hablar. 

-Vete de mi casa – 

-Jae – 

-Vete por favor – caminó de nuevo a la entrada pero YunHo lo detuvo sosteniendo su muñeca antes de que pudiera abrir la puerta. 

-Dije que quiero hablar contigo – 

-Yo no quiero – 

-Me dejaste pasar – dijo YunHo. 

-Cambié de opinión – 

-¿Este va a ser tu juego siempre Jae Joong?, ¿Me alejarás de tu vida cada vez que te canses de mi?, Porque me estoy fastidiando – 

Jae Joong bajó la mirada al suelo al escuchar el dolor en la voz de YunHo. 

-Nunca me he cansado de ti – dijo en voz baja. 

-¿Entonces cual es tu problema? – YunHo lo jaló del brazo

-Mi problema es que te beses con un interno – lo volteó a ver furioso.

-Te divorciaste de mi mandándome los papeles por correo y ¿ahora te molesta verme con alguien mas? – YunHo resopló, su rostro reflejaba incredulidad y traición. 

-¿Entonces si estás con él? – Volvió al tema de Changmin. 

-No lo estoy – YunHo se acercó más y aflojó el agarre en su muñeca, tomó su mano entre las suyas y la acercó a su pecho. – No lo estoy – repitió. Jae Joong lo miró a los ojos buscando en ellos algún rastro de mentira. 

YunHo tenía razón, él había sido tan cobarde hace cinco años cuando lo abandonó una noche y ni siquiera pudo dar la cara para divorciarse formalmente, tan solo le pagó a su abogado para que entregara los papeles con su firma. Entendería que quisiera estar con alguien más, que se cansara de seguirlo cada vez que huyera, quizás alguien como Changmin no se iría de su lado, al contrario, lo seguiría a donde fuera. Además era joven y apuesto. 

Se sentía frustrado e impotente de solo pensar en ello. 

-¿Qué es lo que quieres Jae Joong? – le preguntó sin soltar su mano. 

“A ti” pensó. 

Pero su boca no podía decir aquellas palabras. No estaba listo. No cuando aún sentía que no traería nada a la vida de YunHo. Solo traería dolor y sufrimiento.

Jae Joong negó con la cabeza. 

-¿Qué es lo que quieres? – volvió a preguntar. 

-No lo sé – respondió Jae Joong. 

-¿Qué quieres Jae Joong? – 

-¡No sé YunHo! – alzó la voz. 

-Si sabes – 

-Claro que no – 

-Mentiroso – YunHo soltó su mano al decir aquello y caminó de nuevo hacia la sala. – Si sabes que quieres, por eso estás tan molesto – 

-¿Ahora puedes leer mi mente? – dijo Jae Joong con sarcasmo. 

-Me encantaría hacerlo, así no estaría batallando con lo orgulloso que eres – 

-Tú estás siendo un terco como siempre – contraatacó Jae Joong, siendo ahora él quien se acercaba a su ex esposo, acababan de darle la vuelta a la sala y estaban de nuevo cerca de la entrada del departamento. 

-Dime que quieres y dejaré de ser tan terco – Se detuvo y dio la media vuelta, quedando muy cerca de Jae Joong. Este intentó dar un paso hacia atrás para mantener su distancia pero YunHo lo volvió a tomar de las muñecas. 

-Suéltame – forcejeó Jae Joong

-No, quiero que me digas lo que está en tu mente – se iba acercando cada vez más a su rostro. – Quiero que me digas por qué estás tan molesto conmigo, dime que quieres – 

Jae Joong intentó soltarse una vez más sin éxito y decidió entonces empujar a YunHo. El mayor abrió sorprendido los ojos pero no lo soltó, aún cuando su espalda golpeó contra la pared. Las palmas de Jae Joong estaban sobre su pecho y sus muñecas comenzaban a doler por la fuerza con la que las apretaba YunHo pero este nunca lo soltó.

-Tú me dejaste Jae Joong – presionó de nuevo YunHo - ¿Por qué te molesta tanto que alguien más quiera entrar a mi vida? – 

Sabía lo que estaba haciendo el neurocirujano, no por nada había sido su pareja tanto tiempo. Aún a pesar de haber pasado tanto tiempo separados parecía que YunHo sabía exactamente que botones presionar para hacerlo enojar, pero no quería admitir frente a él que estaba celoso, era muy orgulloso para aceptar aquello.

Apretó la camisa de YunHo con sus puños, negándose con todas sus fuerzas a responder algo, negándose a ceder ante las provocaciones del mayor. Pero su cuerpo parecía también estar en su contra, su corazón parecía ser el órgano que controlaba sus movimientos en vez de su cerebro, y un instante después de que se aferrara a su pecho sus labios se unieron con los de YunHo. 

Pronto aquella discusión se convirtió en una batalla con sus labios. YunHo soltó sus brazos y lo tomó de la cintura, buscaba profundizar el beso cuando Jae Joong se separó. 

-¿Vas a huir de nuevo? – lo retó YunHo. 

De nuevo presionaba justo en el lugar correcto y Jae Joong volvió a empujarlo contra la pared y cerró la distancia entre sus bocas. Si no podía expresarlo con palabras, le demostraría con sus acciones que no podía pertenecerle a nadie más que a él. YunHo siempre correspondía sus besos apasionadamente, pero sin tomar el control por completo, parecía estar a su disposición, dejándolo hacer lo que le plazca con él. 

YunHo lo fue empujando hacia la sala y cuando Jae Joong sintió sus piernas chocar con el sillón les dio la vuelta, quedando ahora YunHo junto al mueble y empujándolo un instante después. Lo observó unos segundos bajo él y se acercó a besarlo de nuevo. 

Cada beso hacía más difícil no decirle lo mucho que deseaba estar con él, lo mucho que lo amaba a pesar de todos esos años, pero su fuerza de voluntad seguía siendo mayor, no quería que la primera vez que le dijera a YunHo que lo amaba fuera de esa manera, enojado y celoso. 

YunHo tomó su rostro para que no se alejara de nuevo y movía sus caderas en un intento de tener más contacto con el cuerpo de Jae Joong. Este llevó sus manos hacia el pantalón del mayor y rápidamente abrió los botones. El teléfono de YunHo cayó al suelo en cuanto Jae Joong le bajó el pantalón y la pantalla se iluminó, mostrando los mensajes que acababan de llegar. Jae Joong tomó el teléfono antes que YunHo y leyó los mensajes.

Eran de Changmin.

“Ve conmigo a la fiesta de medio curso” 

“No te preocupes por mis compañeros, saben guardar secretos;)” 

Jae Joong tira el celular furioso sobre el pecho de YunHo. 

-Dices que no tienes nada que ver con ese niño pero ahí está mandándote mensajes- 

-No hay nada entre nosotros – se defendió YunHo. Dejó nuevamente el teléfono en el piso e intentó volver a acercar a Jae Joong a su cuerpo pero este lo detuvo con su mano firme sobre su pecho, manteniéndolo en su lugar. 

-¿Entonces cómo es que tiene tu número? – 

-Tuvo rotación en mi servicio – 

-¿Los demás internos tienen tu número? – insistió Jae Joong mientras se ponía de pie. Ese impulso de someter a YunHo para demostrarle que solo le pertenece a él comenzaba a desvanecerse. Ahora se sentía como un tonto pensando que realmente solo estaban jugando con él. 

¿Entonces de que quería hablar YunHo con él si no era para aclarar lo que vio hace unos días en las escaleras?, si realmente le había dado entrada a Changmin, ¿Por qué querría hablar con él?

-Esto fue un error YunHo – 

-Jae Joong por favor, déjame explicarte – 

-No quiero – se incorporó por completo y caminó hacia la puerta sin esperar a que YunHo reaccionara y la abrió. El neurocirujano se acomodó la ropa y se acercó a él, intentando acariciar su rostro, pero el menor solo se alejó. 

-No estoy jugando contigo Jae, no te estoy engañando – 

-No me interesa, vete por favor – 

-Jae Joongie… - suplicó YunHo. 

-Por favor, quiero estar solo – 

Jae Joong podía ver el dolor en los ojos de YunHo al escuchar sus palabras pero no dijo nada. Tan solo suspiró y se puso sus zapatos. 

-Bien – 

Y salió de su departamento. 

Tal vez las cosas serían más fáciles entre ellos si alguien no estuviera interponiéndose en su relación ¿cierto?

Jae Joong quería convencerse de ello. 

-¿Qué me pasa? – se sentó en el suelo de su cuarto y abrazó sus rodillas – Solo estoy arruinándolo todo – 

“O tal vez ya no tenía remedio” le dijo una voz en su cabeza.

Avanzó de rodillas hasta el closet y sacó una caja que tenía guardada hasta el fondo, en una esquina, tenía algunas maletas y cobijas encima cubriéndola y parecía que no había sido movida de ese lugar desde que la guardó. 

Se sentó afuera de su closet y abrió la caja. En ella se encontraba una foto similar a la que YunHo tenía en su departamento, de la sesión que les tomaron durante su boda. Recordaba sentirse apenado de demostrar afecto frente al fotógrafo y YunHo improvisó un poco, tomándolo de la cintura para acercar sus cuerpos y le robó un beso. Y justo eso fue lo que captó la cámara, el momento perfecto en el que Jae Joong y YunHo cerraban sus ojos y este se dejaba robar un beso por el amor de su vida. Una lágrima cayó sobre el cuadro y lo puso a su lado en el suelo para seguir explorando el contenido de la caja. 

Hace cinco años Jae Joong había guardado toda su relación en una caja y la escondió en el fondo del armario, esperando no tener que abrirla de nuevo porque extrañara a YunHo, sino porque por fin podría deshacerse de aquellos recuerdos sin remordimiento. Pero eso nunca iba a suceder, así que solo se quedó ahí, acumulando polvo sobre su tapa. 

Se levantó y se preparó para dormir, ya ni siquiera tenía hambre. Esa sería una noche en la que definitivamente tendría que usar la sudadera de la universidad que le robó a YunHo hace muchos años para poder dormir. 

Acababa de acomodarse en su cama cuando escuchó el timbre sonar, supuso que sería YunHo pero no quería hablar con él esa noche y solo se quedó sin moverse unos segundos, esperando que se fuera. Pero para su suerte, comenzó a sonar de nuevo, varias veces, de una forma muy insistente. 

Se levantó molesto y caminó rápido hacia la puerta listo para gritar que lo dejaran dormir. 

-¡YunHo-ah, quiero dormir maldita sea! – dijo en cuanto abrió la puerta. 

-¿Qué te hizo el pobre de YunHo? – 

El hombre frente a él reía y Jae Joong lo miró sorprendido.

-¿Yoochun-ah? – se lanzó a abrazarlo – Creí que estabas en Estados Unidos – 

Su amigo correspondió el abrazo con fuerza y pronto sintió otro par de brazos rodeándolo y escuchó la risa de otro hombre. 

-Te dije que Soo Young-noona no le avisó – 

-Junsu-ah – lloró Jae Joong y se giró solo lo suficiente para abrazar a sus dos amigos. -¿Qué hacen aquí? – 

-¿Qué crees?, Vinimos a hacerte entrar en razón Kim Jae Joong, tienes que recuperar a tu hombre – respondió Yoochun guiñándole el ojo. 


Notas finales:

Este es uno de mis capítulos favoritos, también muy emocional y lleno de drama. Espero lo hayan disfrutado. 

Feliz navidad y casi aniversario 21 Cassioamistades <3 

Me pone muy sentimental pensar que TVXQ está por cumplir 21 años de carrera y como hemos ido creciendo junto con ellos. Personalmente este sería mi 13vo año en este fandom y no me arrepiento en absoluto. Gracias a TVXQ por seguir dándonos tanto, sobre todo este año, que parece que incluso el fandom revivió. Me la he pasado de lo mejor y he vuelto a disfrutar como no tienen una idea de escribir fanfiction y compartir con ustedes mi hobby que es ser escritora y fangirl. 

Espero pasen felices fiestas a lado de sus seres queridos. 

Nos vemos la siguiente semana

Always Keep The Faith <3 

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martes, 17 de diciembre de 2024

Broken: Capítulo 11

 


-Una botella más por favor – dijo Jae Joong al hombre detrás de la barra. Se encontraba solo en un bar en Shinjuku sentado, llevaba dos botellas de sake y no parecía tener ganas de parar. 

No era una persona que acostumbrara tomar alcohol regularmente, de hecho sus años con mayor consumo de alcohol fueron mientras estudió medicina, después de graduarse, casarse y volverse padre de familia lo dejó casi por completo, tan solo tomando en algunas ocasiones con YunHo o con amigos. 

Ese era su penúltimo día de vacaciones y decidió salir a pasear, quería aprovechar el día y salir de su rutina, el problema era que no tenía muchos amigos en Tokio. No se llevaba mal con los demás doctores del hospital, pero la mayoría tenía familia o al menos pareja y pasaban su tiempo libre con ellos. Además, fuera del ambiente hospitalario, no se había dedicado mucho a socializar porque no quería revelar mucho sobre su vida personal. Era difícil omitir el hecho de que estuvo casado por varios años. 

Y quedarse en su departamento no era una opción cuando la única persona en la que podía pensar era en YunHo y su falta de comunicación. 

Habían pasado cuatro días desde que regresaron a Tokio y tuvieron sexo en el departamento del neurocirujano. Después de amanecer solo con una nota avisándole que tuvo que ir al hospital, Jae Joong no había vuelto a saber de su ex esposo. No lo había visto por el edificio de departamentos, ni había recibido ninguna llamada o mensaje de él. 

Y siento honesto consigo mismo aquello lo irritaba mucho, pero no se sentía con el derecho de reclamar algo porque no eran pareja. 

Abrió la nueva botella de sake en cuanto se la entregaron y vació un poco en su vaso. Podría tomar directamente de la botella pero aún quería aparentar que no estaba tan borracho. 

-¿Qué le pasa? – dijo en voz baja mientras navegaba en su teléfono. Fue hacia sus contactos y se detuvo en el número de YunHo, preguntándose si era buena idea marcarle. 

Un trago más de sake bastó para que presionara el botón de llamada. 

“¿Jae Joongie?” escuchó con dificultad al otro lado de la línea. Tal vez no había sido tan buena idea marcarle después de todo, el ruido del bar no lo dejaba escuchar bien. 

-YunHo-ah hasta que dignas a dejarme escuchar tu voz – habló un muy borracho Jae Joong.

“¿Estás tomando?” preguntó YunHo. 

-Sigo de vacaciones – respondió Jae Joong mientras se servía otro trago. 

“¿Dónde estás?” 

-Ahora te importa – Jae Joong rio al decir aquello – Estoy en Shinjuku – 

“Voy para allá” 

Jae Joong le envió la ubicación exacta por mensaje y tomó un poco más. Una parte de él esperaba que no llegara, llevaba casi tres botellas de sake y estaba mareado, no le preocupaba que YunHo lo viera ebrio, no sería la primera vez, más bien le preocupaba lo que pudiera decirle al tenerlo enfrente porque cuando tomaba no tenía filtros. 

-¿Jae Joongie? – una mano en su hombro lo sacó de sus pensamientos. Se giró en su asiento y vio al hombre que había ocupado su mente por completo durante los últimos días. 

Otra parte de él quería golpearlo por no hablarle. 

-Jung YunHo – 

-¿Por qué me llamas por mi nombre completo? No somos extraños – se sentó a un lado de él. 

-A veces parece que si – dijo en voz baja. 

-¿De qué hablas Jae? – 

Jae Joong inhaló profundo y tomó otro shot de sake, concentrándose en el calor en su garganta antes de hablar. 

-Me dejaste solo en tu departamento y no has dado señales de vida en varios días – 

YunHo abrió los ojos lo más que pudo y su rostro demostró una mezcla de sorpresa y miedo al caer en cuenta de que Jae Joong tenía razón. 

-Oh- 

-¿Eso es todo? ¿Oh? – Jae Joong estaba por servirse otro vaso pero YunHo lo detuvo, acercando la botella hacia él. 

-Lo siento – dijo YunHo – No es excusa, lo sé, pero he tenido mucho trabajo – 

Jae Joong rodó los ojos 

-Siempre tienes mucho trabajo – dijo con un tinte de resentimiento. 

A Jae Joong no le molestaba el hecho de que YunHo tuviera mucho trabajo, eso se veía venir desde que le dijo que quería ser neurocirujano. Lo que le molestaba era que YunHo siempre terminara poniendo de excusa el trabajo para fallar con cualquier otra cosa que tuviera que hacer, y le molestaba sobre todo cuando se concentraba tanto en el trabajo que se olvidaba incluso de su existencia. 

-Jae Joongie… - 

-Nada de Jae Joongie – lo interrumpió el urgenciólogo.

-Déjame explicarte, por favor – suplicó. 

Jae Joong lo volteó a ver sin decir nada y después de unos segundos asintió. 

-Había solicitado más días de vacaciones, pero me pidieron regresar antes porque uno de los doctores se enfermó y el otro recién iniciaba sus vacaciones también y salió del país, así que yo era el único que estaba disponible – explicó YunHo – No quise dejarte solo en mi departamento pero la cirugía ese día se alargó y tuve que cubrir el trabajo de tres personas yo solo – 

Jae Joong continuó sin decir una palabra ante la explicación de YunHo y le quitó la botella de sake de sus manos para servirse un vaso más. Esta vez el neurocirujano no lo detuvo, solo lo miró expectante. 

-Supongo que debió ser cansado – fue todo lo que dijo al respecto y después de pedir la cuenta se puso de pie. 

-¿A dónde vas? – preguntó YunHo tomándolo de la muñeca. 

-A casa, estoy cansado y sigo molesto – 

“Y no puedo reclamarte más porque no somos nada” pensó. 

-Déjame llevarte a casa – le ofreció YunHo. 

-No gracias, pediré un taxi – 

-No seas orgulloso Jae Joong, te llevaré, no he tomado nada y vine en mi auto, vamos – se puso de pie y sin soltar su muñeca comenzó a caminar hacia la salida. Jae Joong pudo haberse soltado, el otro hombre ni siquiera lo estaba sujetando con fuerza, pero estaba lo suficientemente ebrio para dejarse llevar por su ex esposo a donde él quisiera. 

El camino transcurrió sin palabras, lo único que se escuchaba de fondo era la música en el radio. Jae Joong observó la ciudad pasando frente a sus ojos mientras YunHo manejaba y bajó un poco el vidrio para sentir el aire en su rostro

-¿Mareado? – preguntó YunHo mirándolo de reojo por un segundo. 

-Solo un poco – respondió sin voltear a verlo. Las luces de Tokio de repente parecían muy interesantes. YunHo puso su mano sobre el muslo de Jae Joong y este se estremeció casi al instante, ocasionando que el mayor retirara su mano. 

-Lo siento, la costumbre – dijo al regresar ambas manos al volante. Jae Joong sintió su corazón latir con fuerza y su cuerpo encendiéndose. Siempre que manejaban, YunHo dejaba descansar su mano sobre la pierna de Jae Joong, en otras ocasiones simplemente dejaba extendida su mano sobre la palanca para que él la tomara y entrelazaran sus dedos. 

Era doloroso pensar que YunHo seguía siendo la misma persona y al mismo tiempo era alguien completamente diferente. Después de cinco años separados muchas cosas habían cambiado no solo entre ellos como pareja, también habían cambiado individualmente. Pero la esencia era la misma. En el fondo aquel hombre junto a él en el auto era el mismo de quien se enamoró profundamente hace casi dos décadas. 

Él no se sentía igual que cuando dejó Corea. 

Subieron el elevador juntos hasta el piso donde vivían en silencio. Jae Joong podía sentir la mirada de YunHo sobre él todo el tiempo, esperaba que no dijera nada más hasta que salieran del elevador y pudiera correr a su departamento, pero el mayor se movió unos pasos para quedar frente a él.

-¿Seguirás ignorándome? Ya te expliqué que pasó – 

-Te escuché, eso no hace que deje de estar enojado contigo – 

Las puertas del elevador se abrieron y Jae Joong salió rápidamente.

-¿Qué puedo hacer para que dejes de estar enojado? – preguntó YunHo mientras lo seguía.

-Nada – 

-Siempre puedo hacer algo – insistió YunHo.

-Esta vez no – 

-Jae Joongie… - 

El mencionado se detuvo en seco y dio la media vuelta, quedando frente a YunHo, quien terminó chocando con él. 

-¿Qué te pasa? – preguntó YunHo pasando rápidamente una mano por detrás de la cintura de Jae Joong para sostenerlo – Casi te tumbo – 

Jae Joong puso sus manos sobre el pecho de YunHo y lo miró aún sin decir nada. Estaba algo mareado por todo el alcohol que había tomado y la luz del pasillo hacía que el hombre que lo sostenía se viera muy bien. Se repetía todo el tiempo que debía ser fuerte pero estando tan cerca uno del otro aquella tarea se tornaba casi imposible. Sin pensarlo se acercó a él y le robó un beso rápido. 

Como siempre, YunHo correspondió de inmediato. Pronto el agarre en su cintura fue más fuerte, manteniéndolo pegado a su cuerpo y Jae Joong pasó sus brazos alrededor de su cuello. Fueron caminando a tientas hasta llegar a la puerta del departamento de Jae Joong y cuando estaba buscando sus llaves el teléfono del neurocirujano timbró. YunHo contestó la llamada sin soltarlo. 

-Habla Jung YunHo… si… entiendo… okay prepárenlo para cirugía – miró a Jae Joong con culpa – Llego en media hora – colgó. 

-¿Trabajo? – preguntó Jae Joong soltándose de su agarre y abriendo la puerta de su departamento. 

-Si… - suspiró YunHo – Tengo que ir, aún soy el único neurocirujano disponible – 

-Claro – 

-Jae – 

-Buenas noches YunHo – Dijo y entró a su departamento, cerrando la puerta antes de que YunHo tuviera oportunidad de decir algo más. 


Volver al hospital dos días después le hizo darse cuenta de cuanto extrañaba ese lugar y sobre todo de cuanto necesitaba estar ahí para poder mantenerse cuerdo. En parte entendía ahora al YunHo de hace seis años que se enfrascó en el trabajo para evadir su dolor, aunque Jae Joong no pensaba que lo estaba evadiendo, de hecho, gracias a todo el tiempo que estuvo en terapia en Corea había logrado por fin hacer las paces con el dolor y aceptar que era parte de la vida, y gracias a ello el trabajo por fin se había convertido nuevamente en algo que disfrutaba. 

Lo único que lo tenía un poco ansioso ese día era pensar en ver a YunHo. 

Su mañana transcurría relativamente tranquila, la sala de urgencias tenía un flujo de pacientes suficiente para mantener ocupados a todos los internos y residentes bajo su cargo ese día. Pero lo más raro era que no había tenido que llamar a interconsulta con neurocirugía en toda la mañana.

Justo cuando quería ver al doctor Jung las excusas no aparecían.

Alrededor de medio día, cuando las aguas parecían calmarse, las puertas de la sala se abrieron y los paramédicos entraron con un paciente. Jae Joong fue de inmediato con uno de sus residentes para abordarlo y después de una rápida valoración en triage pidieron consulta con neurocirugía. 

El urgenciólogo trabajó en el resto del manejo mientras esperaban al interconsultante y aproximadamente diez minutos después apareció Shim Changmin en la sala de trauma. 

-¿Dónde está mi interconsulta de neuro? – preguntó Jae Joong sin dejar de trabajar en la sonda que estaba colocando. 

-Me mandaron a valorar – dijo Changmin. 

-¿Dónde está YunHo? – preguntó ignorando lo que dijo el interno.

-Está en cirugía, estoy rotando en su servicio y me pidió venir a valorar la situación – respondió Changmin mientras se acercaba a valorar al paciente. Jae Joong intentó ocultar su disgusto al escucharlo decir aquello y al terminar su procedimiento se quitó los guantes y salió del cuarto, dejando a su residente a cargo del resto del manejo. 

Changmin salió varios minutos después hablando por teléfono y al colgar fue de nuevo con Jae Joong. 

-Doctor Kim, acabo de comentar el caso con el doctor Jung, puedo empezar a prepararlo para cirugía – 

Jae Joong no pudo evitar alzar una ceja ¿Desde cuando Changmin tenía el número de YunHo?, en todo el tiempo que el neurocirujano tenía trabajando en ese hospital jamás había visto que algún interno rotando en su servicio le marcara directamente a su teléfono para informarle sobre el estado de algún paciente. Jae Joong conocía a todos los internos del hospital porque tenían una rotación en su servicio también, pero antes de que pudiera interrogar a Changmin, el joven ya se había ido para hacer todo lo que le encargó YunHo antes de la cirugía. 

Suspiró cansado y se levantó a atender a un paciente más y sin darse cuenta así pasó el resto de su tarde también, entre tanto trabajo tan solo tuvo tiempo de ir por una taza de café que terminó sirviendo en su termo para tomárselo durante lo que restaba de su turno. 

Cuando dio por fin su hora de salida fue por algo de comer y vio a YunHo cerca de otra salida de la cafetería recogiendo su basura, no parecía haberse dado cuenta de que Jae Joong había entrado al lugar porque de inmediato se dirigió hacia la puerta. El urgenciólogo pagó rápidamente dos onigiris y cuando se dio media vuelta vio a Changmin saliendo por la misma puerta que YunHo. 

Caminó hacia esa salida y vio como Changmin alcanzaba a YunHo y este le daba una palmada en el hombro y cruzaron otra puerta que daba hacia unas escaleras. Los siguió hasta la puerta pero decidió quedarse detrás de ella unos segundos debatiéndose si era buena idea entrar o no, estaba a punto de empujar la puerta cuando escuchó la voz de Changmin. 

-Me gustan venir aquí cuando quiero algo de silencio, descubrí hace tiempo que estas escaleras son las menos transitadas del hospital – 

-Siempre hay un lugar así, en Corea tenía también mi lugar secreto – dijo YunHo. 

Se quedaron en silencio por un momento y Jae Joong se preguntaba si se habían ido, se acercó un poco más en un intento de escuchar mejor y observó un pequeño espacio entre la puerta y la pared por el cual podía ver hacia el otro lado. Era una visión muy limitada pero podía ver la espalda de Changmin y solo una pequeña parte del rostro de YunHo, quien estaba recargado contra la pared.

-Gracias por dejarme asistir en la cirugía – habló de nuevo Changmin. 

-Estás rotando en mi servicio, no tienes que agradecerme - 

-Lo sé… - se acercó un poco más a YunHo – Pero también sé que no dejas a cualquiera ser tu primer ayudante – 

-Eres buen alumno, te lo ganaste – respondió YunHo con naturalidad. Changmin se acercó un poco más y Jae Joong estaba pensando seriamente en entrar de golpe e interrumpirlos. No entendía porque Changmin se acercaba cada vez más si YunHo no podía moverse más atrás.

-Es porque eres buen maestro – 

YunHo se rio un poco y asintió. 

-¿Puedo preguntarte algo? – dijo Changmin

-Si – 

-¿Qué relación tienes con el doctor Kim? – 

-¿Jae Joong? Es mi ex esposo – 

-Ya sé, pero viniste por él ¿no es así?, no los veo juntos aún – 

Jae Joong quiso reír al escuchar al interno decir aquello, ¿Quién se creía para hablarle a YunHo sin honoríficos y preguntarle sobre su vida amorosa?

-Es complicado – 

-¿No has considerado conocer al alguien más? – 

Jae Joong estaba conteniendo la respiración. No sabía porque seguía parado ahí detrás de la puerta espiando aquella conversación cuando podría simplemente interrumpirlos. Tal vez era miedo de que YunHo viera a través de él y descubriera sus celos.

-Changmin-ah yo… - 

El mencionado lo interrumpió con un beso antes de que tuviera oportunidad de responder. 

Jae Joong salió corriendo.


Llegó lo más rápido posible a los vestidores para quitarse su uniforme y poder ir a casa. No podía procesar aún lo que acababa de ver. 

Changmin estaba besando a YunHo y él no hizo nada para detenerlo. Sin poder evitarlo comenzó a imaginar todos los escenarios posibles y cada pensamiento era peor que el anterior. Se preguntaba si el interno conoció a YunHo durante la rotación en su servicio o si habían empezado a hablar desde mucho antes y él nunca se dio cuenta por estar tan enfocado en ignorar a su ex esposo. Se preguntó también si esa era la razón por la que YunHo había estado distante en los últimos días. Se preguntaba si YunHo realmente había empezado a considerar la opción de conocer a alguien más. 

Tal vez se estaba cansando de él. 

“¿Y quién no? No he sido precisamente bueno con él los últimos meses” pensó Jae Joong mientras se cambiaba. 

Necesitaba urgentemente hablar con Soo Young porque estaba seguro que sus pensamientos catastróficos no lo dejarían dormir. 

Intentó tranquilizarse un poco mientras caminaba a casa. Hasta que salió del hospital se dio cuenta que su respiración sonaba agitada y su corazón latía muy rápido. Pasó a una tienda de conveniencia a comprar una caja de cigarros y se fue pensando el resto del camino si debería encender uno. Tenía años de no fumar, desde que estudiaba medicina, pero se sentía demasiado estresado en ese momento que la idea de darle al menos una calada al cigarro sonaba muy tentadora. 

Llegó a los departamentos y cuando la puerta del elevador estaba por cerrarse una mano se puso entre las puertas para abrirlas de nuevo y Jae Joong supo de inmediato que esa noche fumaría por primera vez en quince años. Un agitado Jung YunHo entró al elevador y presionó el botón para su piso. 

-Hola – dijo el neurocirujano cuando recuperó el aliento. 

-Hola – Jae Joong intentó sonar lo más neutral posible. 

-¿Cómo te fue hoy?, yo tuve un día pesado, tuve 3 cirugías, no he parado desde las cinco de la mañana – 

Jae Joong alzó una ceja y quiso reír pero se contuvo.

-Bien – respondió sin voltear a verlo. 

-¿Solo bien? – 

-Si, solo bien – 

-Okay… - YunHo parecía entender que no tenía muchas ganas de hablar. Las puertas del elevador se abrieron y su ex esposo lo dejó pasar primero, pero antes de que pudiera caminar hacia la puerta de su departamento lo escuchó hablar de nuevo. 

-Oh Jae Joongie por cierto – revolvió un poco en su mochila y sacó un estetoscopio – Toma, lo encontré tirado en un pasillo del hospital, supongo que no te diste cuenta que se te cayó – 

Jae Joong asintió y tomó el estetoscopio. Su intención era hacerlo de forma suave pero cada segundo que pasaba en ese pasillo hablando con YunHo sentía su sangre calentarse más y solo quería reclamarle por lo que había sucedido con Changmin. Si encontró su estetoscopio en un pasillo seguramente fue cerca de las escaleras donde se besaron. Así que terminó prácticamente arrebatándoselo de las manos. 

-¿Sigues molesto conmigo? – 

-Si – dio la media vuelta para ir a su departamento pero YunHo lo tomó de la muñeca

-Vamos Jae, ya te expliqué – 

-No te creo nada – 

-Jae Joong-ah – 

El mencionado forcejeó para intentar soltarse pero YunHo solo apretó más su agarre, haciéndolo voltear furioso.

-¿Acaso soy solo un chiste o un juego para ti YunHo? Me besaste en Seúl y te aprovechaste de que estaba enfermo y vulnerable para que me acostara contigo, te desapareces por días y luego te encuentro besándote con un interno – Sentía sus ojos comenzar a llenarse de lágrimas en cuanto dijo eso pero se contuvo, no quería llorar frente a YunHo. 

La expresión en el rostro el neurocirujano cambió de inmediato, reflejaba culpa y sorpresa. Jae Joong aprovechó ese momento para soltarse de su agarre e irse a su casa. YunHo lo siguió y se plantó frente a su puerta para impedirle pasar. 

-¿Cuándo te he tratado como una broma? Lo único que he intentado decir todo este tiempo es que sigo enamorado de ti – intentó tomar su cintura pero Jae Joong alejó sus manos. 

-Pues no parece – una lágrima bajó por su rostro – Solo vienes a desestabilizar mi vida, estaba en paz, tranquilo y vienes a disparar mi ansiedad y recordarme cosas que quería olvidar – Jae Joong no quería ser tan cruel, no quería decir cosas de las que se fuera a arrepentir, todo lo contrario, quería decirle que lo amaba, pero esas palabras solo se quedaban atoradas en su garganta. 

-Bien – dijo YunHo alejándose de su puerta – Si quieres me alejaré de ti, te dejaré en paz si tanto te afecta verme, solo te recuerdo que tú fuiste quien me besó primero la noche que estuvimos en mi departamento – 

Jae Joong se quedó callado, su mente y su corazón eran un desastre en ese momento y solo pudo ver como YunHo se alejaba de él. 

-Te dejaré en paz un rato si tanto te molesta mi presencia, ya veo que tú nunca tuviste intenciones de regresar conmigo – YunHo cerró la puerta de su departamento después de decir aquello, dejando a Jae Joong llorando en el pasillo. 

-Si regresé pero tú ya no estabas – 

4.5 años antes

No había pasado un solo día en los últimos seis meses en el que Jae Joong no llorara. Dejar a YunHo, el amor de su vida, claramente había sido un error. 

Seguía molesto y dolido con él por no escucharlo a pesar de todas las veces que le dijo que se sentía solo, que quería que pasara más tiempo fuera del trabajo para estar juntos. Y se sentía culpable por las veces en las que YunHo le dijo llorando que no trabajar significaba que su mente tuviera tiempo de divagar y pensar en las últimas semanas que tuvieron a Seung Jae con vida. 

Sabía que no se estaban ayudando el uno al otro por mas que lo intentaran. Sus discusiones eran más frecuentes y su tiempo fuera de casa también, las últimas semanas antes de que Jae Joong tomara la decisión definitiva de renunciar a su trabajo y dejar a YunHo, el neurocirujano solo llegaba a dormir. Jae Joong siempre lo escuchaba llegar, pero siempre se escuchaba tan cansado que prefería fingir que estaba durmiendo para no ser una razón más agregada a su estrés. 

Sabía que su matrimonio se estaba acabando, que probablemente lo había hecho desde varios meses atrás, y una parte de él le decía que había tomado la mejor decisión para ambos al pedir el divorcio, pero no pensó que alejarse de YunHo fuera a ser tan doloroso. 

Sobre todo cuando YunHo dejó de insistir después de un mes de haberse ido de la casa y tan solo le enviara los papeles firmados, haciendo oficial su separación. 

-No puedo más – dijo Jae Joong cuando intentó por décima vez marcar el número de YunHo para solo terminar borrándolo. Se levantó de la cama, tomó las llaves de su auto y salió del pequeño departamento que rentaba y manejó hasta su casa, dispuesto a hablar con YunHo y pedirle una oportunidad. Si era necesario se arrodillaría frente a él y le pediría perdón por todo el daño que le causó. 

Un poco de esperanza se alojó en su pecho al ver las luces de la casa encendidas y el auto de YunHo en la cochera. 

Se estacionó y caminó hasta la puerta con sus llaves en la mano pero no se atrevió a abrir la puerta. Toda la seguridad que lo llevó hasta su casa se esfumó en cuanto estuvo parado frente a la puerta. 

-¿Debería tocar el timbre? – pensó en voz alta. Era su casa también, no creía que YunHo hubiera cambiado la cerradura, decidieron dejar las escrituras a nombre de ambos cuando se divorciaron, ninguno de los dos quiso pelear la casa, tenían todos los recuerdos de Seung Jae ahí.  Pero tampoco le parecía una gran idea solo entrar como si nada, como si no se hubiera ido hace seis meses. 

Al final tocó el timbre y esperó ansioso. Quería ver a YunHo después de tanto tiempo y decirle que lo amaba. 

Pensaba repetirle que lo amaba hasta que le creyera y lo dejara volver a su vida. 

Sin embargo al abrirse la puerta no fue recibido por YunHo, si no por su ex suegra. 

-¿Jae Joong-ah? – dijo sorprendida la mujer. Jae Joong tragó saliva nervioso. 

-Quiero hablar con YunHo – 

-No está – dijo a secas. Se veía molesta y no la culpaba, si las cosas hubieran sido al revés sus padres también estarían molestos con YunHo. 

-¿Puedo saber cuando vuelve? – 

-No lo sé Jae Joong – suspiró con fastidio – Mi hijo se fue hace cuatro meses a Estados Unidos a hacer una alta especialidad y parece que no tiene intenciones de volver, dice que este lugar solo le recuerda a ti – 

-Oh – 

¿YunHo no quería volver a saber nada de él?

-Voy a pedirte solo una cosa Jae Joong – habló de nuevo la madre de YunHo – No quiero que vuelvas a intentar buscar a mi hijo, no solo lo has lastimado a él al dejarlo de forma tan abrupta, sino que también nos lastimaste a nosotros, al hacer que nuestro hijo se fuera de nuestro lado, tal vez para siempre – Y dicho esto cerró le cerró la puerta. 

Jae Joong regresó a su auto y se quedó adentro de él llorando por mucho tiempo. No sabía que hacer ahora que caía en cuenta de que YunHo no quería volver a saber de él. 

Manejó como pudo hasta su departamento y cuando abrió la puerta vio varias cartas en el recibidor. Se sentó en el escalón sin quitarse los zapatos y abrió el primer sobre. 

Escuela de medicina de Busan

Departamento de estudios de posgrado

Dr. Kim Jae Joong, nos complace informar que ha sido aceptado para cursar la especialidad de Urgencias Médico Quirúrgicas. 


Jae Joong apretó contra su pecho aquella carta y volvió a llorar. 

Si YunHo decidió rehacer su vida, entonces él también seguiría adelante con la suya.


Notas finales:

Amigayyyys, a partir de ahora serán puros capítulos de la actualidad y SE VIENE el drama alvvvvv 

PD. Felicítenme, mañana cumplo 28 años <3