miércoles, 30 de abril de 2025

Crazy Love: Capítulo 12

 


Toda la confianza en sí mismo que Jae Joong pudo haber tenido se fue desvaneciendo conforme se acercaba a la casa de YunHo. Todos los recuerdos de ese lluvioso día en el que el padre de su novio lo había corrido de la casa regresaron a él y lo hicieron temer por lo que pudiera esperarle detrás de esa puerta, frente a la cual ya estaba parado con su mochila al hombro y una de sus manos lista para tocar el timbre.

El pelinegro confirmó que tenía mala suerte cuando se trataba de ir a casa de YunHo cuando el mismo abogado Jung le abrió la puerta para dejarlo entrar.

-Pasa Jae Joong-sshi – le dijo el señor Jung.

El chico pálido no lo pensó dos veces y le hizo caso, entrando lentamente a la residencia y quitándose y acomodando cuidadosamente sus zapatos en la entrada.

-YunHo acompañó a su madre a comprar algunas cosas, me dijo que esperaras en su cuarto – 

-Está bien – no sabía que más responder porque aún le tenía demasiado miedo a ese hombre, además de que el ambiente entre ellos dos era sumamente incómodo, porque la forma indiferente de hablar del señor Jung no ayudaba en mucho. Jae Joong tan solo subió a la habitación de YunHo y se sentó en la cama a ver televisión.

Estaba cambiando los canales constantemente, sin detenerse en alguno que le llamara la atención, cuando la puerta de la habitación fue abierta, haciéndolo voltear inmediatamente para recibir a su novio.

-¡Yunhie-ah! – pero grande fue su sorpresa al darse cuenta de que no era YunHo quien había entrado, sino la chica que había conocido hace unos días mientras caminaba por la calle.

-¿Jae Joong-sshi? – dijo ella con un deje de sorpresa. Nuevamente se comenzaba a formar una tensión e incomodidad en el ambiente que Jae Joong odiaba. Afortunadamente esta vez si llegó YunHo para romper aquel ambiente y el pelinegro solo pudo soltar un suspiro y pedirle ayuda con la mirada.

-¿JiHye?, ¿Qué haces aquí? – preguntó YunHo.

-¿Oppa… él es…? – Se quedó sin palabras.

-¿Son hermanos? – fue lo único que se le ocurrió decir a Jae Joong.

La chica volteó a ver a Jae Joong y después a YunHo y no dijo nada más, tan solo salió de la habitación dando un fuerte portazo.

-¿Se conocen? – preguntó YunHo a Jae Joong cuando avanzó hacia él y lo acorraló contra la pared.

-Nos conocimos en la calle, choqué con ella – y entonces el moreno entendió a la perfección la razón del enojo de JiHye ¡Su hermana estaba enamorada de su propio cuñado!. Sintió lástima por ella porque obviamente aquello sería un amor no correspondido, pero a la vez le dio risa por todo el enredo de la situación. Besó a Jae Joong con pasión, presionando sus cuerpos para estar más cerca, si es que era físicamente posible.

Como si sus ropas ardieran se fueron despojando de sus camisetas, dejándolas tiradas por la habitación mientras avanzaban hacia la cama del moreno, aquella en la que Jae Joong había estado tantas veces, pero que solo una vez había tenido la oportunidad de compartir de una manera tan íntima con ese hombre que lo volvía completamente loco.

-¿Estás bien?, estás más rojo de lo normal – dijo YunHo a Jae Joong que se encontraba con la cara enrojecida.

-Si… es solo que… tengo pena – 

-No es la primera vez que lo hacemos ¡Por Dios Jae! – se comenzó a reír el moreno.

-¡Lo sé!, pero recordé cuando le pedí permiso a mi padre para venir y… ¡Dios!, ¡Fue tan vergonzoso! – 

FLASH BACK

Jae Joong y Hyuk Su se encontraban sentados en la sala viendo la televisión, el pelinegro no estaba realmente poniendo atención, sino que estaba pensando en pedirle permiso a su padre para ir a quedarse a dormir a casa de su novio. Notando lo sobreprotector que ahora era su padre, dudaba que le diera permiso, prefería pedirle ese tipo de cosas a su madre, pero ella no se encontraba por el momento en casa.

-Appa – por fin se decidió a hablar, después de asegurarse que no hubiera comerciales.

-¿Si? –

-¿Puedo ir a casa de YunHo? – 

-Si – le respondió y se dispuso a ver la televisión de nuevo, pero el pelinegro habló de nuevo – 

-Y… pasar la noche ahí… ¿también puedo? – 

El señor Kim puso toda su atención en su hijo y le preguntó a la vez que sacaba su cartera.

-¿Necesitas condones? – 

-¿Eh? – su rostro de puso rojo.

-Jae yo sé que si te “quedas a dormir” – hizo énfasis en esa frase e hizo comillas con sus dedos – en casa de tu novio, lo menos que harán será dormir – y Jae Joong se quedó sin palabras y completamente sonrojado por la vergüenza.

-Si puedes ir, solo cuídate – se levantó del sillón, dejando a un Jae Joong sin saber que decir, sacó un paquete cuadrado y pequeño de su cartera y lo puso sobre la mano de su hijo y se fue a su habitación a dormir.


YunHo escuchó toda la historia que le contó Jae Joong y al terminar el moreno se dejó caer sobre el pelinegro, abrazándolo y girando sus cuerpos para no aplastar a su novio y comenzó a reír intensamente.

-¡Yah!, ¡No te rías! – le gritó Jae Joong golpeando su hombro.

-¡Oh!, Admítelo, es muy gracioso – y se siguió riendo.

-Para mí fue vergonzoso que mi padre estuviera al tanto de mi vida sexual – 

-Si te sirve de consuelo, mi familia también lo sabe – se dejó de reír y aún con Jae Joong encima de él, comenzó a besarlo nuevamente, apretando sus costados y pegándolo más a su cuerpo.

Jae Joong comenzó a besar el cuello de YunHo, sin preocuparse en lo más mínimo porque alguien pudiera ver en un futuro las marcas que le estaba dejando al moreno. Siguió bajando por el torso del moreno, dejando húmedos besos por su pecho y abdomen. Se entretuvo más tiempo en su ombligo, haciendo a YunHo desesperar.

-No seas así amor, ve más abajo – suplicó YunHo entre gemidos y el pelinegro levantó la cabeza para mirar a su amante, sonriendo por su petición. Pero aun así no se hizo del rogar y bajó hasta la entrepierna del moreno, comenzando a desabrochar el pantalón, rozando más de lo necesario con sus manos aquella parte sensible de la anatomía del moreno.

Sin siquiera pensarlo, cuando YunHo ya estuvo completamente desnudo, tomó Jae Joong el miembro de su novio y lo introdujo en su boca, haciendo al menor perder la cabeza por el placer recibido. Pero no lo dejó que hiciera esa acción por mucho tiempo, por lo que YunHo jaló suavemente los cabellos de Jae Joong para llamarlo a que fuera hacia él y besarlo como si no hubiera un mañana.

El pelinegro se terminó de desvestir también y aún sobre YunHo, dejó que este introdujera sus dedos dentro de su cuerpo para prepararlo.

Jae Joong gimió al sentir los dedos de YunHo, pero estaba tan ansioso por sentirlo de verdad que retiró la mano de su novio y comenzó a sentarse lentamente sobre el miembro erguido del moreno.

Nunca nada se le había hecho tan sensual a YunHo hasta ese momento en el que veía el rostro de su novio reflejando dolor y placer al mismo tiempo mientras se autopenetraba. Aquel bello rostro con los ojos cerrados y mordiéndose ligeramente los labios lo podía hacer llegar al deseado orgasmo en ese mismo instante, pero se contuvo, porque en realidad apenas comenzaba lo interesante.

YunHo se sentó al borde de la cama, con Jae Joong todo el tiempo sobre él, apoyando sus pies en el piso mientras el pelinegro se quedaba sentado a horcajadas con las piernas apoyadas en el colchón.

Había pasado tanto tiempo desde la primera vez que hicieron el amor, que YunHo lo único que deseaba era comenzar a moverse en ese estrecho cuerpo, pero por esa misma razón, entendía que Jae Joong podría estar sintiendo algo de dolor y eso lo hacía contenerse.

Y en poco tiempo aquel dolor se hizo soportable y un placer indescriptible apareció, haciendo que los dos amantes se perdieran en las sensaciones anheladas y en el amor que sentían.


YunHo y Jae Joong pasaban sus días de vacaciones antes de entrar a la universidad en la casa de su pareja. Un día era en casa de YunHo y otro en casa de Jae Joong.

Este día, el pelinegro estaba acostado en su cama viendo televisión mientras esperaba que llegara su novio. Cambiaba los canales constantemente porque no encontraba nada de su agrado cuando escuchó el timbre de su casa sonar. Inmediatamente se levantó al pensar que era YunHo y fue corriendo hacia la puerta.

-¡Yunhie-ah! – dijo con una sonrisa al abrir pero que al instante desapareció al ver quién había tocado realmente.

-Jae Joong… - habló Seok Jin, la madre biológica del pelinegro.

-¿Qué hacen aquí? – preguntó fríamente el chico.

-Queremos hablar contigo y… - 

-¡No quiero!, ¡Yo soy un Kim y no tengo nada que hablar con ustedes! – y después de gritar aquello azotó la puerta frente a ellos y se quedó recargado de espaldas contra ella, deslizándose lentamente hasta quedar en el suelo mientras sentía como las lágrimas se juntaban y se preparaban para salir de sus ojos.

Con solo ver los rostros de esas dos personas su estado de ánimo decayó hasta lo más profundo, no podía evitar sentir como se le cerraba la garganta por el llanto y se sintió solo de nuevo. Abrazó su cuerpo y escondió su rostro en sus rodillas mientras lloraba, como si de esta manera pudiera protegerse del mundo exterior.

El sonido de las llaves abriendo la casa llegó casi como un eco a sus oídos, por lo que ni siquiera se movió hasta que se sintió empujado por la puerta.

Cuando la señora Kim entró y vio a Jae Joong inmediatamente se agachó para quedar a su altura y ver que le pasaba.

-Jae ¿Qué tienes? – 

-Ellos… vinieron por mi… yo no quiero irme con ellos – dijo entre sollozos el pelinegro aferrándose fuertemente al cuerpo de su madre.

-¿De quién hablas? – 

-Mis padres biológicos… ellos estaban aquí  hace unos minutos – 

-No irás con ellos Joongie, te lo prometo – lo consoló Jae Rin y se levantó junto con él para ir a sentarse al sillón y hacer que Jae Joong se calmara.

-Voy a mi cuarto – dijo Jae Joong después de haberse tranquilizado un poco.


Jung YunHo llegó a casa de Jae Joong poco después de las 4:00 pm. Presionó el timbre y esperó feliz a que le abrieran.

El señor Kim fue quien le abrió la puerta y lo dejó pasar, indicándole que Jae Joong estaba en su habitación.

Cuando entró al cuarto de su novio lo encontró acostado boca abajo en su cama, por lo que fue a su lado y se sentó sobre el colchón. Iba a tocar su cabeza cuando lo vio temblar un poco y entonces se dio cuenta de que no estaba dormido, sino llorando.

-¿Qué pasa Boo?, ¿Por qué lloras? – preguntó preocupado el moreno.

Jae Joong se dio la vuelta y observó con sus ojos rojos a YunHo por unos segundos antes de hablar.

-Soy adoptado – 

Y con aquella respuesta el joven Jung no supo que responder y lo único que hizo fue abrazar a su novio, dejándolo llorar en su hombro y acariciándole la espalda suavemente al mismo tiempo que susurraba palabras de aliento en el oído del pelinegro.

Cuando por fin se calmó le contó todo lo que sucedió antes de intentar suicidarse y después ambos muchachos se quedaron callados.

-Yo creo que deberías hablar con ellos – dijo YunHo después de varios minutos de silencio.

-Pero Yun… - protestó Jae Joong, pero fue interrumpido.

-Tal vez ellos tuvieron muchas dificultades cuando eras muy pequeño o… no lo sé, pero ¿no crees que tuvieron una razón para darte en adopción? – 

-Bueno… yo… - 

-No te digo que dejes de ser un Kim, solo escúchalos, yo estaré contigo si quieres – le sonrió para animarlo y Jae Joong también lo hizo.

Porque Jung YunHo tenía ese efecto en Kim Jae Joong, en el que si él sonreía contagiaba a Jae Joong de esa felicidad y lo hacía sonreír también, y era por esto que el pelinegro haría caso de sus palabras, porque le tenía esa confianza y sabía que solo buscaba lo mejor para él.


Cuando YunHo le había dicho que en la primera oportunidad que tuviera de hablar con la familia Han lo hiciera, Jae Joong no había pensado que ese momento llegaría tan pronto. No había pasado ni una semana cuando nuevamente los padres biológicos de Jae Joong acudieron a la residencia Kim.

Jae Joong respiró hondo antes de abrir la puerta de su habitación y bajar las escaleras con YunHo detrás de él. Cuando vio a los Han sentados en uno de los sillones de la sala pensó en salir corriendo de nuevo, pero la mano de YunHo tomó la suya y lo hizo quedarse y seguir avanzando. 

Se inclinó un poco en modo de saludo y después se sentó junto a su novio enfrente de la pareja.

-Jae Joong… nosotros… mm… no te queremos hacer daño, no es nuestra intención, solo queremos la oportunidad de hablar contigo porque te extrañamos mucho – habló la señora Kim.

-¿Entonces por qué me dieron en adopción? – pregunta Jae Joong.

-Cuando tú naciste, yo me acababa de quedar sin empleo y estaba teniendo muchas dificultades para encontrar un trabajo estable. Hice de todo para conseguir dinero y mantenerlos a ti y a tu madre, pero simplemente no era suficiente. Hubo un día en que yo me lastimé gravemente la espalda al cargar unas cajas en el trabajo que tenía y en el hospital se fueron todos los pocos ahorros que teníamos y no podía trabajar por mi lesión y tu madre tampoco porque debía cuidarte – hizo una pausa en la que volteó a ver el rostro inexpresivo de Jae Joong y siguió hablando.

>> Fue en ese momento en el que pensamos que estarías mejor con otra familia, una que si te pudiera cuidar como se debe y aunque nos dolió mucho dejarte, lo hicimos pensando solamente en tu bienestar – 

-¿Y por qué vienen a buscarme ahora? – 

-Tiempo después tu padre obtuvo por fin un empleo estable y de buena paga, pero tú ya tenías 7 años y pensamos que sería injusto separarte de quienes tú siempre consideraste tu familia – dijo su madre.

-Hasta ahora hemos tenido el valor de hablar contigo – dijo su padre Jae Won.

-Lo único que queremos es que nos perdones – terminó de hablar el señor Han y todos se quedaron en silencio, sin saber cuáles serían las palabras apropiadas para decir ahora.

-Yo… creo que está bien… después de todo no me dejaron porque no me querían o cosas así – habló Jae Joong después de unos minutos, esbozando una ligera sonrisa y con los ojos un poco rojos por retener las lágrimas.

-Jae Joong – habló Seok Jin.

-¿Si? – 

-¿Quién es él? – apunta con su mano a YunHo, quien en toda la plática se había mantenido callado, solamente sosteniendo la mano de Jae Joong y trazando figuras abstractas sobre la palma con su pulgar.

-Ah… mm… él es – comenzó a decir nerviosamente el pelinegro.

-Soy Jung YunHo, novio de Jae Joong – respondió YunHo levantándose del sillón y haciendo una ligera reverencia.

-Ya veo – dijo ella, un poco sorprendida, pero tomándolo con la mayor calma posible, ya que después de todo no eran quienes para juzgarlo.

Por varias horas siguieron hablando, para conocerse aunque fuera un poco, creando un poco de confianza. Han Jae Won y Oh Seok Jin aprendieron los gustos de su hijo y sobre la familia a la que pertenecía, mientras que Jae Joong fue sorprendido al saber que tenía dos hermanos biológicos menores.

Cuando oscureció, la pareja se despidió de su hijo y se retiró de la casa de los Kim, dejando a Jae Joong con una sensación de ligereza en su pecho.

-Necesito tomar algo de aire fresco – le dijo Jae Joong a YunHo y ambos salieron de la casa, dirigiéndose en silencio hacia el parque cercano al que el pelinegro había acudido por última vez cuando estaba deprimido.

Estuvieron en silencio todo el camino y mientras daban vueltas al parque, tomados de la mano sin importarles quien los llegara a ver.

-Gracias Yunhie – dijo de repente Jae Joong, deteniéndose para mirar a YunHo.

-¿Por qué? – 

-Por todo… solo, por todo – 

YunHo observó a su novio unos segundos, los cuales parecieron una eternidad, y pasó su mano por el rostro de Jae Joong y se acercó, besándolo lentamente, como si tuvieran todo el tiempo del mundo, sintiendo exactamente lo mismo que la primera vez.

Se besaron en medio de la noche, siendo iluminados solo por el farol que estaba cerca de ellos. Jae Joong se aferró a esa fuerte espalda y dejó reposar su cabeza sobre el pecho de YunHo, justo donde se encontraba su corazón, escuchando sus latidos.

En ese momento Kim Jae Joong se sintió en completa paz.

Aún estaba lejos de comprender las cosas que pasaban en la vida y las razones por las que sucedían. Estaba seguro de que habría más momentos en los que lloraría, pero también muchos otros en los que se sentiría sumamente feliz, pero mientras estuviera con YunHo a su lado, sabía que todo estaría bien.

Porque sin duda la entrada de Jung YunHo a su corazón había sido lo mejor que le había sucedido y no se arrepentía para nada de estar locamente enamorado de él.


FIN.

01/Diciembre/2012 – 16/Noviembre/2013 💖

Recuerdo con claridad y nostalgia cuando era estudiante de preparatoria, en una ciudad fronteriza pequeña, cuando el kpop no era tan popular y entre los que lo escuchaban, era la única Cassiopeia. 

Recuerdo también que llevaba siempre conmigo un cuaderno en donde podía escribir mis ideas de fanfics, o en el caso de Crazy Love, la historia completa. En mis tiempos libres entre clases, en mi cuarto por las noches, incluso en las mismas clases cuando me aburría, estos Jaejoong y Yunho chiquitos estuvieron acompañándome en mi mente hasta que por fin pude terminar su historia. 

Como dije cuando volví con el capítulo 8, no recuerdo porque dejé de actualizar este fanfic, después de todo ya lo tenía digitalizado, solo puedo pensar que fue por las mismas ocupaciones con la carrera que se volvieron cada vez más demandantes conforme avanzaba los semestres. 

Y cuando volví a leer el fanfic, pensé en reesribirlo, pensé que podía hacerlo mejor, sin embargo, al final decidí dejarlo así tal cual lo escribí a los 16 años porque precisamente esta historia refleja los problemas de unos adolescentes de preparatoria. 

Si llegaron hasta aquí, gracias por leer y espero que hayan disfrutado de la historia. 

YunHo y Jae Joong y TVXQ en general son mi felicidad entera y estoy muy feliz de haber vuelto al fandom. 

Hasta luego :) 

~Always Keep The Faith~


miércoles, 23 de abril de 2025

Crazy Love: Capítulo 11

 


YunHo despertó cuando escuchó su celular sonar en su pantalón y rápidamente lo sacó y colocó en su oreja para evitar despertar a Jae Joong.

-Yeoboseyo-

Mientras YunHo hablaba por teléfono, el pelinegro abrió sus ojos, pero aun así se quedó quieto, escuchando a su novio hablar.

-Vayan sin mí, estoy con Jae en su casa y además estoy peleado con JiHye – y así un enojado YunHo finalizo la llamada.

-¿Pasa algo? – preguntó Jae Joong.

-Mi padre quiere que vaya a casa porque hoy llega mi hermana, pero no iré porque estoy aquí contigo – terminando de decir aquello le dio un beso en los labios.

-Ahora que lo recuerdo, no he puesto a cargar mi celular – el pelinegro se levantó de la cama y fue por el objeto mencionado conectándolo cerca de la cama para tenerlo a la mano.

-¿No quieres seguir durmiendo? – 

-Ya no tengo sueño – respondió Jae Joong acercándose a YunHo y sentándose a horcajadas de él.

YunHo por costumbre colocó sus manos sobre la cintura del chico mientras que Jae Joong pasaba sus brazos por el cuello del moreno, acercando sus rostros para besarse.

Apenas sus bocas hicieron contacto fue como si hubieran pasado una corriente eléctrica por todo su cuerpo y la sed que tenían por los labios del otro se intensificó enormemente.

Mordieron y succionaron los labios de su pareja hasta dejarlos rojos e hinchados, y no siendo suficiente, sus lenguas también se encontraron, comenzando una batalla en la que ninguno ganaba más que el oxígeno, que siempre terminaba interrumpiéndolos para que respiraran.

YunHo giró sus cuerpos para quedar de esta manera sobre Jae Joong y seguir besándolo, sintiendo como los brazos del pelinegro pasan de su cuello a su espalda, acariciándola.

Aquellas tibias manos se dirigieron al borde del pantalón del moreno, sobre el cual estaba la camiseta, y como antes hacía YunHo, las manos de Jae Joong se colaron dentro de ella, comenzando a subirla mientras sentía cada parte de ese cuerpo que tanto había añorado.

YunHo quería realmente seguir pero sabía que Jae Joong debía descansar, por lo que sin muchas ganas, tomó esas manos y las sacó de su ropa. 

Jae Joong observó con algo de sorpresa a YunHo por su acción y fue entonces cuando recordó LA foto.

-Hoy no Jae – dijo el moreno dispuesto a seguir besándolo, pero el pelinegro volteó su rostro antes de que llegaran a sus labios.

-¿Por qué no lo quieres hacer conmigo? – 

-Joongie… - 

-¿Es por “esa” verdad?... Yo sabía que no debería hacer esto contigo – comenzó a decir el mayor a la vez que empujaba con todas las fuerzas que tenía en ese momento a YunHo.

-¿De qué hablas? – 

-Debería haber muerto y ya – dijo en un susurro para sí mismo mientras se acomodaba en su cama, abrazando su almohada. YunHo solamente escuchó esa frase y todo dentro de él comenzó a hervir de la ira.

-¡No vuelvas a decir eso nunca! – le gritó enojado – No debes morir y yo no tengo a nadie más… No sé de donde sacaste esa idea – 

-¡No me quieras hacer tonto Jung YunHo! Me mandaron una foto tuya besándote con alguien más – respondió con el mismo tono de voz, al borde del llanto.

-¡¿Cuál foto?!, ¡¿De qué rayos hablas?! – 

-¡De esta puta foto! – gritó Jae Joong, tomando su celular y encendiéndolo. No esperó ni a que tomara señal nuevamente y se dirigió a la bandeja de entrada, pasando su dedo por el último mensaje que le había sido enviado, abriendo el archivo multimedia y mostrándole la foto a YunHo.

Los ojos marrones del chico se enfocaron en la imagen y la reconoció al instante.

-Jae… ¿Quieres que te cuente la historia de esa foto? – 

-No quiero escuchar tus excusas – 

-Bien… comenzaré entonces porque no son excusas – pensó por un momento como empezar y siguió hablando – Ella es Im Yoono, fue mi novia durante la secundaria. Todos mis amigos tenían novia y yo era el único soltero, por lo que me dijeron que le pidiera salir, después de todo yo le gustaba – hizo una pequeña pausa, observando como Jae Joong lo miraba atento – salimos durante un mes y después terminé con ella. Esa foto es del único beso que nos dimos y la tomó mi hermana… Yo no supe por qué en ese momento, pero no sentí nada con ese beso. Cuando me enamoré de ti, obviamente supe la verdadera razón – 

-¿Cómo sé que eso es verdad? – 

Y YunHo tal vez en otra situación hubiera perdido la paciencia, pero ya había soportado muchas cosas para estar con aquel chico al que pertenecía su amor, por lo que no se rendiría ahora.

-Porque esa foto tiene fecha – dijo y extendió su mano para que Jae Joong le diera el teléfono. El pelinegro lo obedeció sin pensarlo y el moreno hizo un acercamiento en la imagen, enfocando la fecha que mencionaba YunHo, la cual estaba en la esquina inferior izquierda.

Jae Joong bajó la mirada después de haber comprobado que YunHo decía la verdad y mordió su labio inferior, sintiendo que quería llorar.

El moreno levantó el mentón del pelinegro y le preguntó.

-¿Qué pasa?, ¿Sigues enojado conmigo? – 

-No… - 

-¿Entonces? – 

-Es conmigo – 

-¿Por qué? – 

-Por ser tan tonto… No sé cómo me dejé llevar por esa foto y yo… solo elegí la salida más fácil y traté de suicidarme –

YunHo no dijo más, pues ya estaban aclaradas las cosas y no quería hablar más del tema, solamente abrazó a Jae Joong de nuevo, porque quería reponer todo el tiempo perdido, y así se quedaron por un tiempo.

-¿Entonces por qué no quieres hacerme el amor? Tanto que me estuviste rogando hasta que cedí y ahora que yo tomo la iniciativa tú me detienes – hizo un ligero puchero.

-Porque tu doctor dijo que debías descansar – le dio un beso en esos labios fruncidos – Créeme que cuando estés completamente bien lo vamos a hacer tantas veces que ni siquiera te podrás levantar de la cama – le dijo con un tono lleno de deseo y lujuria que Jae Joong nunca antes había escuchado y eso hizo que las mejillas pálidas del mayor se encendieran fuertemente.


Así que Jae Joong-sshi por fin despertó – dijo el abogado Jung después de haber estado regañando a YunHo por no haber ido con toda la familia a recibir a su hermana al aeropuerto.

-Si – respondió el moreno con una sonrisa en su rostro, recordando nuevamente que su novio ahora se encontraba bien.

A duras penas se había despedido del pelinegro cuando tuvo que regresar a casa, después de que su padre lo llamara por décima vez en treinta minutos y haberlo amenazado con castigarlo sin ver a Jae Joong si no hacía caso.

-Pero esa no es una razón lo suficientemente válida para que no vengas a verme – reclamó JiHye -¿Cómo es que siquiera lo dejas ser gay appa? – se dirigió esta vez a su padre.

-Porque es mi vida – respondió YunHo.

-Me das asco – dijo la chica enojada. No podía aceptar que YunHo había preferido estar con su noviecito que con ella, se consideraba más importante que ese muchacho y por lo tanto no lo aceptaba.

-Tu no opines ¿quieres?, no tienes ningún derecho sobre mi vida – respondió enojado el moreno.

-YunHo no le hables así a tu hermana – lo regañó su padre.

-¡Aish! – el mencionado abandonó la mesa lleno de ira y se encerró fuertemente en su cuarto.


Tan solo tenía un día de haber vuelto a casa pero Jae Joong sentía la necesidad de salir. YunHo ya se había ido a su casa después de haber pasado todo el día a su lado, aunque la mayor parte del tiempo estuvieron durmiendo o solamente acostados dándose besos y mimos.

Iba algo absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de que estaba por chocar con una chica hasta que sintió el impacto.

-Lo siento… no te vi ¿estás bien? – preguntó Jae Joong preocupado ayudando a la chica a levantarse.

Ella estaba a punto de reclamarle al muchacho pero se quedó prácticamente maravillada al ver al joven. Para ella era la persona más perfecta que había visto.

Acababa de llegar a Corea para disfrutar sus vacaciones de verano y pensó que tenía muy buena suerte al encontrarse con semejante belleza.

-Estoy bien – respondió cuando pudo salir de sus fantasías.

-¿Me acompañas a comer algún postre a aquella cafetería? – preguntó el pelinegro señalando con su mano el establecimiento – Iba para allá, sería mi manera de disculparme – le sonrió.

-Claro – respondió ella.

Cuando estuvieron sentados en una de las mesas del lugar comiendo lo que habían pedido ella habló.

-Kim Jae Joong – la simple mención de ese nombre le hizo recordar a una persona que le disgustaba totalmente, pero igual y podía ser solo una coincidencia que se llamara igual que aquel chico que odiaba, así que no pensó más en ello.

-Yo soy Jung JiHye -

Jae Joong recordó haber escuchado a YunHo mencionar ese nombre alguna vez, pero no estaba seguro de que hubiera escuchado bien por lo que solo le sonrió a la chica frente a él y pensó que tener una nueva amiga no le caería mal.

No hablaron mucho de todos modos porque Jae Joong seguía siendo algo tímido, así que solo terminaron su postre y se despidieron, tomando direcciones opuestas.


-Oppa – habló cariñosamente JiHye apoyando sus manos de manera suave sobre los hombros de YunHo.

-¿Qué quieres? – dijo cortante el moreno sin despegar la vista de su computadora portátil.

-Llevémonos bien ¿si?, ya no te molestaré por ser gay… Es solo que me sorprendí mucho ya que tú nunca diste señales de eso, ¡Incluso fuiste novio de Yoona-unnie! – 

-Yo nunca sentí para por Yoona, además yo tampoco pensé ser así… Hasta que conocí a Jae… ¿Prometes ya no molestarme más con eso? – la miró.

-Lo prometo YunYun-oppa – y así aquellos hermanos se reconciliaron por el momento.

-Oppa… - habló nuevamente JiHye

-¿Si? – 

-Conocí a alguien – 

-¿De aquí de Seúl? – 

-¡Si! – responde emocionada – Iba caminando y choqué con él… bueno, más bien él chocó conmigo y … - y así comenzó a relatarle todo lo sucedido por la tarde a su hermano quien la escuchaba con una sonrisa por ver a su hermana medio enamorada, pues pensaba que así al menos lo comprendería un poco más.

-¿Y le preguntaste su nombre? – le preguntó el moreno, recordando lo despistada que podía llegar a ser JiHye.

-Si… se llama Kim… - pero fue interrumpida por el celular de YunHo.

-Oh, espera – dijo el moreno respondiendo la llamada – Boo ¿te dejaron venir?... genial… puedes traer una película si quieres… te veo en un rato… te amo… adiós – finalizó la llamada con una sonrisa y un ligero sonrojo porque su hermana los escuchó hablar.

-¿Va a venir tu novio? – el tono de su voz fue diferente, mostrando aún algo de molestia y YunHo lo sabía, pero le daría su tiempo pues una persona no puede cambiar de un día para otro.

-Si – 

-Ya veo – 

-JiHye… - 

-Trataré de llevarme bien con él… si es tan importante para ti – 

Y fue entonces cuando YunHo pensó que las cosas realmente comenzaban a mejorar.


Notas finales:

Hola de nuevo :D Ya casi nos acercamos al final de esta pequeña historia que quiero tanto jaja
En verdad espero la estén disfrutando, gracias por el amor que le han dado hasta ahora <3 
Una disculpita por siempre publicar casi a media noche, estudiar para la especialidad y prepararme para el SMTOWN me trae vuelta loca jaja. Si alguna de las personas que me lee irá al concierto, espero podamos conocernos :D 


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jueves, 17 de abril de 2025

Crazy Love: Capítulo 10

 


“Era uno de esos días en los que tocaba educación física en la preparatoria de Seúl, Jae Joong realmente odiaba esa clase, aunque le gustaba mantenerse en forma, detestaba la clase de deportes, aún más en verano porque odiaba sudar.

Sin muchas ganas se cambió el uniforme y salió con YunHo al patio.

-Las mujeres vayan a la cancha uno y formen equipos para que jueguen soccer, los hombres estarán en la cancha dos – 

Así se dividió el grupo y se hicieron los equipos, YunHo y Jae Joong habían quedado en el equipo de Junsu, por lo que el pelinegro se sintió un poco mejor ya que el chico de trasero de pato sería quien traería el balón casi todo el tiempo. 

Empezaron a jugar y Jae Joong trataba de quedarse alejado del juego, pero pretendiendo que hacía algo para que el profesor no lo regañara.

Se encontraba realmente distraído, observando a su novio jugar cuando Junsu le pasaba la pelota y viendo como celebraban juntos cuando anotaban un gol.

-Jae-hyung ¡Cuidado! – gritó Junsu demasiado tarde cuando el balón que pateó se desvió en dirección al pelinegro, y esta vez, sin nadie que lo interceptara, golpeó el rostro del chico haciéndolo caer al suelo.

-¡Jae! – fue YunHo corriendo para levantarlo cuando vio que se había desmayado y que sangra de la nariz.

-¡Jung!, lleva a Kim a la enfermería – ordenó el profesor y después hizo que todos los demás alumnos siguieran con la clase.

YunHo entró a la enfermería con Jae Joong en brazos y lo acostó en la camilla.

-¡OMO!, ¿Qué pasó? – dijo la enfermera.

-El balón lo golpeó en la cara – respondió YunHo haciéndose a un lado para dejar a la chica revisar a su novio.

La mujer limpió con delicadeza la nariz del joven, asegurándose de que ya no hubiera más sangrado y después dijo.

-Hay que esperar a que despierte, le haré un justificante para sus siguientes clases – 

-Bien – dijo el moreno tomando una silla y acercándola a la camilla donde reposaba el pelinegro.

-YunHo-sshi solo puedo hacer un justificante, usted debe ir a clase – 

-Está bien, yo me quedaré con él, no importa si me ponen falta – le sonrió de manera despreocupada.

-Bueno… cuídalo por este momento, en seguida vuelvo – y así salió de la habitación dejándolos solos. 

Pasaron solo unos minutos en los que YunHo simplemente acariciaba el cabello de Jae Joong cuando el chico comenzó a despertar.

-Hey, ¿Cómo te sientes? – 

-Algo mareado – respondió poniendo una mano sobre su cabeza.

-Jae ¿Cómo dejaste que te golpeara el balón?, ¿No estabas poniendo atención? – comenzó a regañarlo.

-¡Yah!, Me duele la cabeza, me arde la nariz, estoy todo sudado y manchado de sangre ¡¿Y tú solo me regañas?! – se empezó a quejar el pelinegro haciendo un puchero con sus labios.

-Te ves realmente lindo cuando haces eso – le dijo con ternura YunHo, ayudándolo a sentarse.

-¿eh?, ¿Cuando hago qué? – pregunta aún algo enojado.

-Cuando te enojas y haces pucheros – y Jae Joong inconscientemente lo hizo de nuevo.

-Tú solo me estabas regañando y ni siquiera me consuelas porque me lastimaron – dijo bajando la mirada a sus piernas, sobre las cuales estaban sus manos entrelazadas, siendo de repente muy interesante jugar con sus dedos.

YunHo se sentó a su lado y pasó un brazo por encima de sus hombros.

-Lo siento… ¿Pero qué estabas viendo que no viste el balón? – 

El mayor se sonrojó porque la respuesta a esa pregunta la sabía perfectamente, él había estado viendo todo el tiempo a YunHo que por eso no había visto la pelota pateada por Junsu que venía en su dirección.

-Te… estaba viendo a ti – respondió en un susurro lo suficientemente audible para que el moreno escuchara y sonriera.

-¡Aigoo!, eres tan lindo – dijo en tono meloso mientras recostaba a Jae Joong en la camilla.

-Yun… - No terminó de decir su nombre porque el mencionado atrapó sus labios. Se besaron apasionadamente por un momento hasta que Jae Joong separó a YunHo.

-Nos puede ver alguien… como cuando Sang Hye entró a la biblioteca – 

-Oh vamos Jae… no creo que la enfermera esté enamorada de ti – 

-Pero podría meternos en problemas – 

-Está bien – fue convencido pero aun así le robó un beso más a su pequeño novio –Saltémonos las clases que quedan hoy… tú tienes justificante de todos modos – Y después de pensarlo un poco, el pelinegro aceptó y así, tomados de las manos, salieron hacia los vestidores cambiándose a su uniforme y tomando sus cosas”


Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Jae Joong con ese feliz recuerdo que tenía de él y su YunHo.

Jung YunHo estaba sentado en una silla al lado de la cama del pelinegro, recostado sobre las piernas del chico, durmiendo, cuando sintió como uno de los dedos de la mano de su novio se movía.

Levantó la cabeza y abrió los ojos, encontrándose con los de Jae Joong que apenas comenzaban a abrirse y no supo que hacer más que apretar aquella mano con fuerza y sonreír, sintiendo como comenzaban a juntarse las lágrimas en sus ojos marrones.

-Boo… - dijo en un susurro a la vez que dirigía su mano hacia la mejilla del pelinegro – Mi BooJae – ahora al borde de las lágrimas.

Jae Joong levantó solo un poco su mano, sintiéndola más pesada que otras veces y suavemente limpió las lágrimas del moreno.

-Yun… - dijo con voz débil. Sonrió un poco pero aún tocándolo, no sabía si era real o un sueño más.

Kim Jae Rin entró a la habitación en ese momento, encontrando a su hijo con los ojos abiertos y a paso rápido fue hacia él para abrazarlo.

-¡Oh mi Joongie!, ¡Por fin despiertas! – dijo llorando de felicidad.

YunHo se quedó observando aquella escena en la que Jae Joong subía lentamente sus brazos para abrazar a su madre y decía entre lágrimas.

-Umma… lo siento… - 

-Todo está bien cariño, todo está bien – le respondió la mujer separándose de él y le dio un beso en la frente – Iré a llamarle al doctor para decirle que has despertado – Y así salió del cuarto.

YunHo se acercó de nuevo a Jae Joong y se quedó completamente quieto cuando el pelinegro llevó sus manos hacia su rostro, acariciándolo.

-¿Realmente eres tú? – YunHo tomó aquellas manos y respondió.

-Si Joongie… soy yo – se acercó para darle un beso, pero antes de que pudiera cerrar por completo aquella distancia, la puerta se abrió y el médico a cargo de Jae Joong entró.

-No quiero interrumpir pero necesito revisar al joven Kim – dijo con una sonrisa al ver el sonrojo que se forma en el rostro de YunHo y pasaba a checar a Jae Joong.

Mientras sucedía esto, la señora Kim y YunHo salieron del cuarto.

-¿Cómo fue? – pregunta Jae Rin.

-Estaba dormido cuando lo sentí mover la mano, volteé a ver y abrió los ojos – 

-Fue exactamente un mes… Ya lo necesitábamos de vuelta – 

Mientras tanto con Jae Joong.

-Todo parece estar bien así que hoy mismo te puedes ir – dijo el doctor desconectando los cables que se encontraban en el cuerpo de Jae Joong.

-Quiero que descanses todo el día de hoy y comas mucho para que recuperes tu energía… Oh y tu ropa está en aquel armario – terminó apuntando a una puerta negra al lado derecho de la cama. El pelinegro asintió y se levantó para ir a cambiarse. El médico, viendo que ya había hecho su trabajo, salió del cuarto.

Cuando Jae Joong terminó de ponerse el pantalón, Jae Rin entró, yendo inmediatamente a abrazar a su hijo, sintiendo como si la vida volviera nuevamente a su cuerpo, llevando el vacío que sentía. Ambos se fueron a sentar en la cama y ella dijo.

-Jae este mes fue el peor de toda mi vida, no vuelvas a hacer nada como eso nunca más por favor – 

-Lo siento Umma… Y lo prometo – dijo arrepentido.

-Ahora debo llamar a tu padre, termina de alistarte – le dio un beso en la mejilla y salió. Iba a ir por su camiseta cuando YunHo fue quien entró.

-Hola – dijo el moreno.

-Hola – respondió en voz baja el pelinegro. 

Se estaba creando un silencio algo incómodo entre los dos por no saber que decir y Jae Joong prefirió continuar vistiéndose. 

Jae Joong se puso su camiseta y YunHo se acercó a él. Estiró sus brazos y atrajo al mayor en un fuerte abrazo, que fue rápidamente correspondido.

Por primera vez en meses sintió que todo su esfuerzo y espera valió la pena y sintió su cuerpo más ligero y tranquilo.

Escuchó un sollozo y se separó un poco de Jae Joong, solo lo suficiente para poder ver como de aquellos ojos negros brotaban lágrimas.

Las limpió con su pulgar de manera delicada y le dijo.

-No llores Boo, te ves feo así – 

El pelinegro hizo un puchero con sus labios y YunHo los besó.

-¡Yah!, no soy feo – 

-Lo sé, solo te lo decía para que dejaras de llorar – le dio otro beso, algo más profundo.

Unos golpes en la puerta fueron los que hicieron que se separaran y salieran del cuarto del hospital cuando escucharon la voz del padre de Jae Joong.

La familia Kim se dirigió feliz hacia la entrada del centro médico, pero antes de salir Hyuk Su volteó hacia donde YunHo y le dijo:

-Ven con nosotros a casa YunHo-sshi – Jae Joong y YunHo subieron en los asientos traseros del auto y el camino se mantuvo en silencio, solo había miradas que transmitían amor, sonrisas y pequeños sonrojos.

El moreno alcanzó la mano del pelinegro y entrelazó sus dedos. Una calidez muy bien conocida y añorada se instaló en el mayor, quien de inmediato apretó fuertemente aquella mano que era algo más grande que la suya.

Jae Joong sintió el cansancio llegar a su cuerpo y recostó su cabeza en el regazo de YunHo, quedándose dormido.

Cuando llegaron a la residencia Kim, YunHo tomó en brazos a Jae Joong y lo llevó hasta su habitación, en donde suavemente lo colocó sobre el colchón. Estaba por irse pero una mano jalándole la ropa lo hizo detenerse y voltear, viendo al pelinegro despierto.

-¿A dónde vas? – 

-A casa, te iba a dejar descansar – 

-No… no te vayas Yun – 

-Jae es solo un día – dijo el moreno haciéndolo sonar fácil, pero para él también era horrible estar separado tan siquiera un día de su Boo.

-Por favor… duerme aquí conmigo – 

Y el menor siempre había tenido aquella debilidad de no poder decir que no a cualquier súplica del pelinegro, por lo que se acostó en la cama, envolviendo a Jae Joong en sus brazos y cerrando sus ojos. El pelinegro sonrió por primera vez en meses y recostó su cabeza sobre el pecho de YunHo, arrullándose con los látidos de su amado.


Notas finales:

Hola hola!! Tarde pero seguro, he andado vuelta loca con los freebies para el SMTOWN, pero hasta ahora todo parece indicar que si se harán los que tengo planeados. 

Las cosas parecen comenzar a mejorar para nuestros queridos protagonistas... ¿o no? :P 

Gracias por leer :) Nos vemos el siguiente miércoles, ya casi llegamos al final de la historia ^-^


miércoles, 9 de abril de 2025

Crazy Love: Capítulo 9

 


Cuando por fin tuvo el dinero, después de una semana la cual se le hizo eterna, inmediatamente fue a comprar su boleto de avión. YunHo no se quería arriesgar a tener que usar ese dinero en algo más.

Llegó con una sonrisa al departamento, pero esta desapareció cuando vio que JiHye lo estaba esperando en la entrada.

-¿Por qué sonríes?, ¿Paso algo bueno? – 

-Me voy de aquí JiHye, nos vemos cuando vayas a Corea en vacaciones – le respondió con una sonrisa de satisfacción.

-¿Todo esto lo haces por ese? – 

-No lo llames así. Tiene nombre y es Jae Joong – 

-Como sea, tú no estarás junto a él – 

-No sé cuando te convertiste en esta despreciable persona, pero ya no te considero mi hermana – el moreno terminó de decir aquello y se fue a su habitación a guardar sus cosas en sus maletas. Se lanzó a la cama dejando que todo su cuerpo se relajara  y eliminara el cansancio, porque cuando llegara con su Boo, tendría que lucir saludable y guapo para él. Su vuelo saldría por la mañana, así que tendría que dormir lo más que pudiera. Configuró la alarma de su celular para despertar temprano y cerró sus ojos, yendo directo al mundo de los sueños, mundo en el cual siempre veía a Jae Joong, y que era lo único que lo mantuvo vivo durante todo ese tiempo alejado de él.


Por la mañana YunHo se levantó incluso minutos antes de que su teléfono sonara, con una sonrisa tomó una ducha, se vistió y salió de su cuarto con sus maletas. 

Mientras desayunaba, tuvo de nuevo esa sensación en su pecho que le indicaba que algo no andaba bien, sin poder ignorarla más tiempo, fue a tomar el teléfono del departamento e importándole poco la diferencia de horarios, marcó el número del celular de Jae Joong, el cual se sabía de memoria. 

Esperó escuchar su angelical voz, pero simplemente fue mandado al buzón.

“Tal vez aún está dormido” y con ese pensamiento salió de aquel lugar.


Las horas del viaje pasaron rápido para YunHo porque se quedó dormido casi todo el camino, despertó cuando la voz del piloto anunció que estaban por aterrizar en territorio surcoreano y eso lo hizo desesperarse aún más, debido a lo ansioso que estaba por ver a Jae Joong.

Cuando por fin bajó del avión, tomó rápidamente sus cosas y salió del aeropuerto en busca de un taxi para ir a casa. 

Pagó el monto debido una vez el chofer le indicó que ya habían llegado y se dirigió a la residencia Jung esperando que no hubiera nadie, o que por lo menos solo estuviera su madre. 

Suspiró aliviado al ver que la única mujer en la que confiaba fue quien le abrió la puerta y no tardó ni un segundo en lanzarse a abrazarla.

-YunHo ¿Pero cómo? – 

-Te respondo todo lo que quieras luego, necesito ver a Jae Joong – subió corriendo a su cuarto para dejar sus maletas y salió de su casa. 

La señora Jung sonrió porque sabía que su hijo buscaría su felicidad no importa que y volvió a lo que estaba haciendo antes de tan inesperada llegada.


Kim Soo Young abrió la puerta con cansancio, tenía solo una hora de haber llegado del hospital después de quedarse toda la noche con su hermano y justo cuando estaba por acostarse en su cama a dormir como se debía, el timbre de la casa sonó, haciendo que se levantara algo molesta. Pero todo ese enojo desapareció cuando al abrir la puerta se encontró a un radiante moreno frente a ella.

-YunHo-ah… ¿Qué rayos? – preguntó más para sí misma que para el chico.

-Noona, ¿Está Jae Joong? – pregunta con una sonrisa y la simple mención de aquel nombre hace que la mirada de la pelinegra se torne triste y vacía.

-¿Estás bien noona?, te ves mal – dijo preocupado YunHo. Soo Young movió la cabeza en respuesta negativa a su pregunta.

-¿Qué pasa?, ¿Por qué estás así? – la preocupación y desesperación que lo invadían se intensificó, haciendo que aquella sensación en su pecho aumentara, haciéndolo temer, aunque no supiera a que debía tenerle miedo.

-Jae Joongie… - 

-¿Le pasa algo?, ¿En dónde está? – 

-Él está en el hospital… te cuento todo en el camino – y ambos chicos salieron de la residencia Kim para ir a ver a Jae Joong, para que YunHo se reuniera con la persona por la cual se estuvo literalmente matando para volver lo más rápido posible, aunque su encuentro no sería el que YunHo esperaba, ni el que quería tener.


Soo Young y YunHo entraron juntos al hospital. Aún después de escuchar el resumen de todo lo que pasó con Jae Joong después de ser separados, el moreno se negaba a creerlo. Porque él se esforzó demasiado para llegar a verlo, para poder descansar en sus brazos, apoyando su cabeza en su hombro mientras el pelinegro le acariciaba el cabello, y comerse su rostro a besos. Su Jae Joong no podía estar en coma, él sabía que era el chico más fuerte que conocía, por lo tanto no podía creer que haya intentado quitarse la vida.

“Debo ser fuerte” pensó YunHo cuando estuvo frente a la puerta de la habitación de Jae Joong. 

Entró lenta y silenciosamente, con el miedo consumiéndolo, manteniendo en su mente aquel pensamiento, pero al ver al amor de su vida sobre aquella cama, con los ojos cerrados y con cables en su cuerpo monitoreando todo, toda aquella fuerza se desvaneció. Con pasos pequeños e inseguros avanzó hasta estar a su lado, sintiendo como las lágrimas bajaban por su rostro sin su permiso y como sus piernas ya no podían sostener su cuerpo, haciéndolo caer de rodillas al suelo.

El dolor de aquella caída fue poco comparado con el que sintió en su corazón y un sollozo salió de su boca. 

Soo Young lo observó desde la puerta y se sintió realmente mal por él, porque sabía que también pudo haber pasado por muchas cosas antes de volver. 

Jae Rin entró a la habitación, había salido solo por diez minutos para comer algo en la cafetería, pero se quedó en la puerta del cuarto junto a Soo Young cuando vio a YunHo llorando desconsoladamente, sosteniendo la mano de Jae Joong.

-Es mejor dejarlos solos – susurró la señora Kim llamando la atención de la chica y así ambas salieron a tomar aire fresco.

Dentro de la habitación, YunHo ahora trataba de regular su respiración para poder calmarse, acercó una silla y se sentó al lado de Jae Joong, acariciando su rostro con delicadeza.

“Solo no te enojes con él” recordó aquellas palabras que le había dicho su cuñada antes de entrar al cuarto y después de unos segundos habló.

-Jae… mi amor, despierta, he vuelto por ti – mientras hablaba, sentía que con cada palabra que pronunciaba se le iba quebrando la voz – No sé que te haya sucedido para que decidieras hacer esto y no tengo derecho de regañarte, porque sé que formo parte de esas razones, por no protegerte de mi padre como se debía, pero ya estoy aquí y todo va a estar bien, así que ya te puedes sentir seguro y abrir tus ojos… Boo… Por favor, aunque sea para regañarme por saltarme comidas y horas de sueño mientras vivía en Estados Unidos, pero por favor, tienes que abrir tus hermosos ojos. Porque sin ti yo no sé qué hacer – 

Y como esperando que sucediera uno de esos milagros de telenovela, apretó de nuevo la mano de Jae Joong, esperando que él le devolviera el apretón. Pero nada de eso sucedió, solamente se escuchaban las respiraciones de ambos chicos y el monitor de los latidos del joven en coma.


Después de varias horas, YunHo salió de la habitación de Jae Joong con los ojos rojos por tanto haber llorado, se encontró sentada en la sala de espera a la madre de Jae Joong, quien al ver al chico salir lo llamó con las manos para que se acercara.

-YunHo-ah… explícame – dijo Jae Rin refiriéndose a como volvió y cuando lo había hecho.

-Llegué hoy, después de trabajar mucho – 

-Lamentablemente no llegaste a tiempo para evitar esto – 

-¿Me está culpando de esto? – 

-No… pero pienso que hubieras sido la única persona que lo hubiera podido evitar – 

-Llamé a Jae Joong antes de salir del departamento… pero no contestó, pensé que podría estar dormido – 

-¿Por qué esperaste hasta ahora para llamarlo? – Y es que sonaba estúpido decir que lo llamó después de tanto tiempo cuando pudo haberlo hecho desde el principio.

-Mi padre tenía siempre un registro de las llamadas, se daría cuenta de que seguía en contacto con Jae y no quería que le hiciera daño, pero como era el último día, por eso llamé – 

No quisieron seguir pensando en el hubiera, porque ya había sucedido todo y sabía que no podían cambiarlo, ahora lo único que debían hacer era esperar a que Jae Joong despertara y las cosas mejorara.


Por la noche de ese día YunHo llegó a su casa arrastrando los pies del cansancio.

Aunque no había hecho muchas cosas ese día más que estar sentado al lado de Jae Joong y ni siquiera había tenido que irse caminando del hospital porque había tomado un autobús, aun así se sentía cansado, solo quería llegar a su cama y dormir muchas horas, porque aunque se hiciera el fuerte, el cambio de horario de Estados Unidos a Corea del Sur le estaba afectando. 

Cuando cruzó la entrada de su casa, la persona que menos quería ver lo recibió.

-Jung YunHo… - 

-¡Cállate! – dijo con demasiado enojo en sus palabras.

-¿Qué es esa forma de hablarle a tu padre? – le contestó en el mismo tono.

-¡Tú no eres mi padre, tú estás muerto para mí así que déjame en paz! – e ignorando los gritos del abogado Jung, se fue a encerrar en su recámara.

En su cuarto, YunHo se dio una ducha y se puso ropa cómoda para andar en casa. Pensó en salir a la cocina por algo de comer cuando su estómago gruñó, pero entonces tendría que ver a su padre y prefirió acostarse en su cama.


La madre de YunHo, Jung Hee Bin, tocó la puerta de la habitación del moreno ligeramente y después entró. Encontró a su hijo acostado en su cama viendo televisión, cambiando el canal cada que veía un anuncio, como todo hombre hace.

-Te traje de cenar – dijo Hee Bin después de dejar la bandeja con comida sobre el escritorio deYunHo – 

-Gracias – respondió tranquilo, desviando su mirada hacia la comida.

-Cariño, no creo que debas ser así con tu padre, aunque no lo demuestre yo sé que le dolieron tus palabras – 

-¿Qué más le podría haber dicho?... Nada de esto estaría pasando si no nos hubiera separado desde el principio – 

-¿Pero que no fuiste a ver a Jae Joong hace rato? – 

-Si… pero no era como esperaba – dijo tratando de seguir hablando correctamente, porque con cada palabra que iba pronuncia sentía que se le iba quebrando la voz.

-¿A qué te refieres? – pregunta confundida Hee Bin.

-Está en coma Umma… Mi Jae Joongie está en coma – dijo comenzando a llora nuevamente – Lleva dos semanas así – 

La señora Jung lo abrazó, entendiendo su dolor y YunHo se aferró a ella, porque era la única persona de su familia de la que tenía apoyo incondicional.

Observando desde la entrada se encontraba el abogado Jung Seung Jin, escuchando como su hijo lloraba desconsoladamente. Se sintió culpable, aunque él no había hecho nada en contra de Jae Joong después de echarlo de su casa, sabía que las palabras de YunHo tenían algo de verdad: si él no los hubiera separado, nada de eso estaría sucediendo.

-YunHo – se fue acercando su padre lentamente, esperando que el moreno no le gritara, pero aun así dispuesto a escuchar sus reclamos.

-Lo siento hijo – cuando estuvo sentada en la cama lo abrazó, pasando sus brazos también por el cuerpo de su esposa, quien en todo ese rato no había soltado al joven.


Los días siguientes pasaron lentamente en el hospital de Seúl, en donde YunHo pasaba la mayor parte del tiempo.

Los visitantes de Jae Joong siempre eran su madre o él, solo hubo una vez en la que encontró a Yoochun y Junsu en la habitación.

YunHo había decidido que lo mejor era no estar triste, así que en lugar de llorar siempre hablaba con Jae Joong, como si ambos estuvieran platicando, porque había leído por ahí que las personas en coma si te escuchaban, aunque claro, no estaba del todo seguro que eso fuera cierto. Pero aun así, Jung YunHo todos los días le platicaba lo que hacía o le contaba historias de cuando vivía en Busan y de lo desordenado que era en la escuela.

Normalmente en las noches era la señora Kim quien se quedaba con Jae Joong, pero en esta ocasión YunHo había insistido en quedarse, convenciéndola con el hecho de que debía descansar bien por lo menos una vez.

Jae Rin se retiró después de despedirse de su hijo y de su yerno.

-Hoy dormiré contigo Boo – dijo YunHo cariñosamente acariciando el cabello de Jae Joong.

-¡Aigoo!, a veces quisiera estar en tu lugar… al menos puedes dormir en una cómoda cama y no en esta silla – dijo después de sentarse junto al chico.

-Dulces sueños mi amor – le dio un beso en los labios, tomó su mano y sin soltarla se recargó sobre las piernas del pelinegro.

-Te extraño – y al decir esa última frase una fina y única lágrima rodó por una de sus mejillas, antes de quedarse completamente dormido.


Notas finales:

Fun fact: Cuando escribí este fic, justo fue aquí donde se me terminó el cuaderno JAJA y lo marqué como el final de la primera parte de la historia. La división por capítulos la hice cuando lo pasé a la computadora. 

Anyways, espero lo estén disfrutando. Nos vemos el siguiente miércoles :)

Los tqm


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miércoles, 2 de abril de 2025

Crazy Love: Capítulo 8

 


Nota inicial: Volvemos del hiatus ups

Pasaron tres semanas en las que Jae Joong no mostraba señas de ir saliendo de su depresión y su familia y amigos estaban aún más preocupados. Jae Joong se encontraba en su habitación acostado en su cama, con los audífonos puestos y los ojos cerrados.

Jae Rin entró silenciosamente al cuarto de su hijo y se sentó al borde de la cama. 

-Joongie – le llamó con cariño la mujer mientras con ambas manos retiraba los audífonos de sus orejas. Los ojos acuosos del pelinegro la miraron y ella habló.

-Jae creo que deberías olvidarlo – 

-Pero Umma… - 

-Sé que lo quieres mucho, pero mírate… estás muy mal – 

El chico no respondió nada, solo bajó la mirada y dejó que una fina lágrima rodara por su blanca mejilla.

-Jae – la señora Kim abrazó a su hijo y él lloró como casi todos los días lo hacía.

Soo Young entró a la habitación de su hermano en busca de su mamá, encontrándolos de esa manera.

-Umma te buscan en la entrada – dijo con una mirada seria por las personas que afuera se encontraban. Jae Rin se levantó y salió de la habitación junto con la chica que se encontraba parada junto al marco de la puerta.

Afuera del cuarto, sentados en uno de los sillones de la sala, se encontraba la pareja Han. La mujer soltó un suspiro porque no quería hablar sobre ese tema ese día, pero aun así se dirigió hacia ellos.

Hablaron de lo mismo de la última vez, pero en medio de su conversación no se habían dado cuenta de que cierto joven pelinegro los había estado observando y escuchado todo el tiempo. 

Jae Joong habló por primera vez en aquella discusión, llamando la atención de todos los presentes.

-¿Soy adoptado? – preguntó con cierta sorpresa en su voz.

En ese momento que su mente era una mezcla de emociones, no supo que otra cosa hacer más que salir de su casa.


Corrió durante un tiempo por las calles de Seúl hasta llegar al parque al que solía ir con sus hermanas cuando era pequeño, el cual se encontraba a cuatro cuadras de su casa y que también era el lugar al que iba la mayor parte del tiempo cuando quería estar realmente solo. Se sentó en una de las bancas en las que daba la sobra de un árbol, apoyando los codos en sus rodillas y la cabeza en sus manos, tratando de calmarse.

Ya no sabía ni que pensar, él solo quería dejar de sufrir, tener una vida normal como era antes de conocer a YunHo, o al menos tratarlo, y ahora le salían con eso de que ni siquiera las personas con las que había convivido desde que tiene memoria eran de su misma sangre.

Y fue en ese momento en el que Kim Jae Joong decidió rendirse, porque pensaba que la vida ya le había jugado muy malas y pesadas bromas y ya estaba cansado de ello, ya lo único que quería era dejar de sufrir.

Mientras seguía sentado pensando en que hacer para acabar con su dolor, un mensaje le llegó a su celular.

El pelinegro miró la pantalla extrañado porque el mensaje provenía de un número desconocido y ni siquiera era de Corea. Algo dudoso decidió abrirlo y lo que vio en su teléfono fue el detonante para que el chico de piel nívea tomara la decisión de dejar este mundo.

Las lágrimas brotaron nuevamente de sus ojos, cuando él pensaba que ya no podía llorar más, mientras veía la foto enviada. En ella se encontraba YunHo con una chica besándose.


La preocupación invadía a la familia Kim al no tener noticias de Jae Joong desde hacía dos horas. Soo Young incluso había salido a buscarlo por el vecindario y los alrededores.

Por enésima vez, la señora Kim marcó al celular de su hijo, desesperada porque le contestaran, pero no tuvo que esperar mucho cuando la puerta de la casa se abrió dejando entrar a Jae Joong que tenía los ojos rojos y la mirada vacía. Si no lo conociera bien se podría decir que luce como antes, pero siendo Jae Rin la madre de Jae Joong desde que él tenía solo dos años  siendo también una persona de confianza para el pelinegro supo que algo andaba mal, aún más de lo que ya estaba.

-Umma… lo olvidaré… como me pediste – dijo con voz apagada el chico y antes de que pudieran decirle algo sus padres o los Han, que no se habían querido mover de ahí hasta saber que su hijo estaba bien, Jae Joong subió a su habitación.


Jae Joong entró a su cuarto dejando la puerta entreabierta, la verdad no le importaba en ese momento.

Sacó del cajón superior de su mesita de noche un frasco de pastillas para dormir que había comprado desde hacía un mes porque le habían sido recetadas por un médico. No pensó en quienes llorarían su muerte, o cuánto podrían sufrir las personas que lo quieren, él solamente abrió el frasco y lo vació en su mano, con algo de agua tragó todas las pastillas y se acostó boca abajo en su cama, cerrando los ojos, esperando el momento en que su corazón dejara de latir. Lo único que ocupaba su mente en ese momento era YunHo, aun después de ver esa foto, nunca lo dejaría de amar. “Espero seas feliz” pensó.

Y entonces todo se volvió negro.


Después de recibir una llamada a su celular para avisarle que ya regresara a casa, Soo Young apenas entró se dirigió al cuarto de su hermano. Sabía cuan triste e incluso enojado podría estar y querría apoyo. Tocó la puerta solo una vez y esta se abrió por el pequeño empujón. Silenciosamente la chica entró encontrando a su hermano durmiendo.

-Jae-ah – dijo suavemente tocando su hombro, moviéndolo para que despertara, pero no hubo respuesta.

-Jae Joong – lo movió algo más fuerte esta vez y el pelinegro seguía sin responder.

-¡Yah Kim Jae Joong! – alzó la voz y lo empujó de nuevo.

Entonces sus ojos divisaron el frasco de somníferos vacío y desesperadamente volteó al chico para que quedara boca arriba, tocando su cuello en busca de pulso.

El miedo no desapareció ni un poco al confirmar que seguía vivo su hermano pues tenía el pulso débil.

-¡UMMA!, ¡APPA! – gritó la pelinegra y los mencionados acudieron corriendo al escuchar el grito de su hija.

-¡Tenemos que llevar a Jae rápido al hospital! – y Hyuk Su tomó al joven en sus brazos y corrieron todos hacia el auto.


Rápidamente llegaron al centro médico y entraron en la sala de urgencias. Un doctor y dos enfermeras fueron inmediatamente a atender al joven en brazos de su padre. Lo colocaron en una camilla y comenzaron a revisarlo.

La familia Kim fue dirigida a la sala de espera en lo que tenían noticias de Jae Joong.

Fue media hora de angustia para Park Jae Rin, Kim Hyuk Su y Kim Soo Young, hasta que vieron como el médico que atendió a Jae Joong entró a la sala.

-¿Cómo está mi hijo? – preguntó Hyuk Su preocupado acercándose con el resto de su familia al hombre.

-Hicimos un lavado de estómago para sacar las pastillas – un suspiro salió de todos los presentes y el doctor continuó hablando – Desafortunadamente algunas de las píldoras ya habían hecho efecto y el joven Jae Joong ha entrado en un estado de coma indefinido – 

Y aquello fue como pasarle una espada por el pecho a aquella familia.

Jae Rin sintió como si sus piernas no pudieran sostener su propio peso y se apoyó en el hombro de su esposo, quien la abrazó fuertemente con un brazo mientras que con el otro abrazaba a su hija.


YunHo llegó al departamento que comparte con su hermana a las 3:00 am, acababa de terminar su turno en aquel bar en el que había conseguido trabajo. El horario era pesado, sumándole también que tenía que ir a la escuela y sacar buenas calificaciones, para cuando se las mandaran a su padre este estuviera satisfecho y no se enterara de su plan de volver a Seúl. Pero a pesar de que casi no dormía, no se podía quejar porque la paga era muy buena, tanto que ya tenía un 90% del boleto de avión. Solo una semana más de trabajo y podría irse de ahí.

Incluso podía sentir los brazos de Jae Joong en su cuello mientras él lo tomaba de la cintura y puede imaginar también la enorme sonrisa que tendrá en su rostro cuando por fin puedan reunirse.

Estaba dispuesto a enfrentar a su padre, hacerle entender que debía aceptarlo fuera como fuera. Porque no iba a dejar que lo separaran del amor de su vida nuevamente.

Tomó una ducha rápida y se acostó a dormir, por lo menos tres horas para poder ir a la escuela, pero no pudo conciliar el sueño por más cansado que estuviera su cuerpo. Tenía una extraña sensación en el pecho, algo dentro de él le decía que estaba pasando algo malo, no sabía que era, solo lo sentía.


La familia Kim se reunió ese día para informar a las otras siete hermanas de Jae Joong lo sucedido con él. Para todos, incluyendo sus familias, fue un golpe duro, que solamente juntos podrían sobrellevar.

La señora Kim como todos los días llegó al hospital para estar con Jae Joong. El chico llevaba una semana en coma y no daba señales de despertar.

-¿Tan siquiera estás soñando algo bueno?, debe serlo para que no quieras abrir tus ojos – dijo con una sonrisa triste mientras acariciaba el suave cabello negro del joven. Por fin, después de lo sucedido con YunHo, el rostro de Jae Joong se veía tranquilo y descansado.

Jae Rin no se culpaba a ella o a Jae Joong, ni siquiera a YunHo por lo sucedido. Las únicas personas que venían a su mente eran los Han, a quienes ni siquiera les habían comentado aún sobre eso.

Alejó cualquier pensamiento doloroso de su mente, o al menos eso trató de hacer, y se quedó observando a su pequeño dormir, como su pecho subía y bajaba tranquilamente cada vez que respiraba.

Notas finales:

Hola de nuevo, me alegra saludarles de nuevo en esta historia. 

La verdad no tengo una razón por la cual dejé de publicar, como dije al inicio del fanfic, ya estaba completo tanto en mi cuaderno como en mi computadora. Creo que solo puedo decir que fueron años complicados desde que comencé la segunda mitad de mi carrera, me gradué e hice mi servicio social. 

Me alegra haber vuelto al fanfiction con Broken, y como dije en esa historia, siempre me prometí a mi misma que nunca dejaría un proyecto inconcluso. 

Mi primera intención fue archivar esta página, reescribir el fanfic y subirlo de nuevo, pero después de hablarlo con mi cassiobestie Ari, decidí que lo mejor sería serle fiel a mi yo de 16 años que escribió este fic con todo su amor, y terminar de publicarlo así como está. 

Estaré actualizando cada miércoles. 

Gracias a quienes siguieron esperando este fic, y una disculpa por tardar tanto tiempo. 



domingo, 2 de marzo de 2025

Broken: Capítulo especial

 


Resumen: Los papeles se invierten por primera vez en la pareja de recién casados

Nota: Puede leerse como un oneshot, pero si ya leíste Broken, esta escena se sitúa unos 7 meses antes de que adoptaran a Seung Jae.



YunHo sonrió cuando abrió su cerveza y se sentó frente a la televisión. Ese día había terminado sus cirugías temprano y estaba deseoso de poder relajarse en casa con su esposo. 

Su esposo.

Tenían tres meses de casados y aún saboreaba cada letra al pronunciar la palabra “esposo”.

Pero Jae Joong aún no estaba en casa cuando él llegó. 

“Ya casi salgo del hospital, ¿podemos pedir algo de cenar?, estoy muy cansado para cocinar”  Recibió un mensaje de Jae Joong y respondió de inmediato. Su esposo estaba en el primer año de su especialidad y sus turnos eran muy pesados, lo menos que podía hacer era apoyarlo para que no se preocupara por nada más que sobrevivir la residencia y aprender todo lo que pudiera. 

“Si amor yo me encargo, te veo pronto:*” 

Dejó su cerveza sobre la mesa frente al sillón y llamó a uno de sus restaurantes favoritos. 

Se dispuso a ver una película mientras llegaba la comida, la cual no tardó más de media hora, y aunque YunHo sabía que ese “ya casi salgo” de Jae Joong podía significar que ya tenía puesto un pie fuera del hospital o que aún tenía cosas que hacer, que tardara más de media hora se le comenzaba a hacer algo raro. Dejó la comida sin abrir sobre la mesa para que conservara el calor y regresó por su teléfono a la sala. Estaba por enviar otro mensaje a Jae Joong, simplemente para asegurarse de que todo estaba en orden, cuando la puerta de su casa se abrió. 

Jae Joong dejó caer su mochila, aventó los zapatos en el recibidor y entró descalzo a la casa, se deshizo de su chaqueta y la lanzó al sillón. Su rostro se veía tenso y tenía los ojos rojos, no parecía haber llorado, pero si se veía furioso. 

-¿Mal día? – preguntó YunHo desde la cocina, su tono de voz era suave, intentando calmar un poco al molesto Jae Joong. 

-Pésimo – respondió, sus manos intentaban deshacer el nudo de su corbata sin mucho éxito y se veía que estaba comenzando a desesperarse aún más de lo que ya estaba. 

YunHo pensó en acercarse a ayudar, pero se quedó a un metro de él, observándolo con una mirada divertida. Pocas veces veía a Jae Joong enojado y por más aterrador que pudiera verse, a él siempre le parecía adorable. 

-¿De qué te ríes? – preguntó Jae Joong, claramente más enojado y sin poder deshacer el nudo de su corbata aún. 

-Nada, nada – levantó ambas manos defendiéndose y se acercó a él – déjame ayudarte – 

-No necesito ayuda – dio un manotazo para alejarlo y siguió lidiando con su problema. 

-Anda déjame ayudarte y cenemos – insistió y acercó de nuevo sus manos a Jae Joong, esta vez tomándolo de la corbata. 

-YunHo no… - lo intentó alejar de nuevo, pero YunHo no soltó la prenda y justo cuando deshizo el nudo sintió como Jae Joong puso las manos sobre sus hombros y lo empujó hacia el sillón. 

Por unos segundos se quedaron en silencio, YunHo se quedó sentado en el sillón viendo hacia Jae Joong, todo el enojo en su esposo parecía haberse disipado y su rostro estaba por expresar culpa, pero él no se sintió ofendido por el empujón. 

Se sintió excitado. 

-Yo… perdona… - empezó a decir Jae Joong inclinándose de inmediato hacia él para disculparse pero YunHo lo tomó de la camisa y lo atrajo hacia su cuerpo, cerrando la distancia con sus labios. Sintió sus dientes chocar al inicio y pronto como Jae Joong le empezó a seguir el paso, besándolo con desesperación. 

YunHo recargó su espalda por completo en el respaldo del sillón y sintió a Jae Joong acercarse más a él sin romper el beso, agarrándolo de la nuca y estirando su cabello, arracándole un gemido. 

-Jae… - murmuró contra sus labios, apretando el agarre en la camisa de su esposo para acercarlo más.

-Lo siento – dijo Jae Joong en un susurro – No debí empujarte.

El mayor no respondió, tan solo negó con la cabeza para darle a entender que no le molestó, Jae Joong volvió a besarlo y conforme incrementaba la intensidad del beso, también sentía como aumentaban sus ganas de sentir a su esposo por todo su cuerpo. 

Jae Joong apoyó una de sus piernas en el sillón y cuando estaba por subirse por completo al mueble, YunHo abrió sus piernas y lo tomó de la cintura, dándole a entender que ahí era donde quería tenerlo. 

El sexo siempre era su forma favorita de liberar la tensión después de un día pesado en el trabajo y YunHo quería hacer sentir bien a su esposo, sin embargo, la forma en la que Jae Joong lo estaba besando ese día y la forma en la que lo empujó minutos atrás, despertaron un deseo casi incontrolable en su cuerpo de experimentar hasta donde podía llegar ese lado dominante y algo brusco de su esposo. 

-Desahógate – le dijo en un instante que se separaron para tomar aire. Jae Joong se lamió los labios de una forma tan erótica que hizo a YunHo sentir una corriente eléctrica recorrerle todo el cuerpo y con una de sus manos lo tomó de la nuca, besándolo de una forma más brusca esta vez. Su otra mano se dedicó a vagar por el torso de YunHo y bajar por su abdomen, tan solo para subir su playera y por fin tocar la piel debajo de ella. YunHo gimió en el beso, sus manos tampoco se quedaban atrás, cada tanto dando un apretón al trasero de Jae Joong. 

Con dificultad fue deshaciendo cada botón de la camisa de Jae Joong y cuando tuvo su torso completamente descubierto, el menor se separó de él y terminó de deshacerse de las camisas de ambos. 

-Desvístete – dijo Jae Joong con voz grave, sin quitar su mirada de sus labios. Deshaciendo el botón de su pantalón con una mano.

YunHo obedeció de inmediato, el peso de la mirada de su esposo haciéndolo sonrojarse en el proceso. Jae Joong estuvo a punto de ponerse de rodillas cuando lo vio completamente desnudo, pero YunHo lo detuvo, sosteniéndolo del borde de su pantalón para acercarlo una vez más al sillón y bajar poco a poco su cremallera, acariciando lentamente su creciente miembro. Jae Joong exhaló lentamente y movió sus caderas hacia adelante, deseoso de aumentar el contacto y YunHo no lo quiso hacer esperar más, bajó su pantalón junto con su ropa interior y se acercó a besar su cuerpo. 

Pasó su lengua por el ombligo de Jae Joong y fue bajando lentamente, escuchándolo gemir. Sentía chocar contra su cuello la erección de su esposo, pero decidió no tocarlo aún. Jae Joong lo tomó del cabello, dirigiéndolo justo ahí. YunHo abrió por costumbre su boca. 

-Tómalo todo – gimió Jae Joong sin aflojar el agarre en su cabello, pero dejándolo a él tomar el ritmo. 

YunHo envolvió con sus labios solo la punta, saboreando el líquido que comenzaba a salir. Le encantaba saber que era él quien provocaba que su pareja estuviera así de mojado y excitado. Con una de sus manos lo tomó de la base y esta vez introdujo todo lo que pudo en su boca, comenzando a subir y bajar, succionando y chupando con cada movimiento, guiándose solo por los sonidos que hacía Jae Joong con cada movimiento, por como apretaba más su cabello y como movía sus caderas hacia adelante. Con su otra mano apretaba su cadera, enterrando las uñas cuando sentía a Jae Joong empujar muy profundo en su garganta. 

Jae Joong jaló su cabello una vez más, esta vez alejándolo.

-No quiero terminar aún – dijo con una ligera sonrisa. Soltó el cabello de YunHo y este volteó hacia arriba, cruzando miradas, y Jae Joong paseó el pulgar por sus labios, limpiando restos de saliva que habían escurrido por su boca. El mayor aprovechó para lamer su pulgar y después meterlo en su boca, observando como Jae Joong abría su boca y gemía. Él solo podía imaginar que la imagen que daba en ese momento debía ser lo suficientemente buena para tener a su pareja gimiendo sin ser tocado en ningún otro lugar de su cuerpo.

-Eres tan sexy – susurró YunHo, soltando su pulgar. 

-Tú también, me fascinas – respondió Jae Joong, empujándolo de nuevo para que su espalda estuviera pegada al respaldo y rápidamente se sentó a horcajadas sobre su regazo. – Saca el lubricante – dijo al tiempo que movía sus caderas, sus erecciones rozándose y arrancándoles gemidos. Mientras YunHo estiraba su brazo para alcanzar el cajón cerca del sillón, Jae Joong aprovechó para atacar su cuello con besos y pequeñas mordidas que estaba seguro dejarían una marca, pero ya se encargaría de maquillarlas al día siguiente antes de trabajar. 

Una vez tuvo la pequeña botella en su poder, YunHo la puso en la mano de Jae Joong.

-Toma.

-¿Quieres que yo me prepare?

YunHo inhaló profundo y apretó el agarre en las caderas de Jae Joong. Sabía lo que quería, pero por alguna razón las palabras estaban atoradas en su garganta. No era la primera vez que la curiosidad por cambiar su dinámica usual cruzaba su mente, siempre veía a Jae Joong disfrutar mucho el tenerlo dentro de su cuerpo que quería experimentar aquello él también. Quizás eran nervios por ser algo nuevo, después de todo, era el único lugar donde YunHo seguía siendo virgen. 

-No… - comenzó a decir al tiempo que apretaba sus muslos, buscando que la pasión del momento no se apagara – Quiero que tú me prepares – 

-YunHo… - la sorpresa en su voz era evidente, pero en su mirada no había ningún rastro de duda, solo deseo y fascinación. 

-Quiero sentirte.

La sonrisa de Jae Joong se amplió al escuchar aquello y YunHo sintió como una carga, que no había sido consciente de que lo aquejaba, se liberaba de sus hombros. 

Jae Joong volvió a acercarse a su cuello y pasó su lengua por toda su extensión, llegando hasta el lóbulo de su oreja, mordiéndolo suavemente, y sin separarse mucho susurró:

-Me encargaré de que lo sientas todo.

Pareciera que las palabras recorrieron toda su espalda porque se estremeció debajo de Jae Joong al escucharlo y sentir su aliento chocar contra su húmeda piel. 

-Acuéstate – le dijo Jae Joong, quitándose de sus piernas para que pudieran moverse. YunHo se recostó por completo en el sillón y separó sus piernas, dejando a su esposo acomodarse entre ellas. 

Sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando Jae Joong comenzó dejar besos y mordidas por su pecho, y gimió más fuerte cuando rozó uno de sus pezones con los dientes, para luego succionarlo. 

-Me vas a dejar lleno de marcas – dijo YunHo, sabiendo que aquello nunca había sido una queja entre ellos, a él también le encantaba dejar chupetones por todo el cuerpo de Jae Joong. 

-Así todo el mundo sabrá que eres mío – respondió con una sonrisa y bajó más por su cuerpo, llegando a su erección y tomándolo con una mano de la base, recorriendo su longitud lentamente, haciéndolo desesperarse y mover sus caderas hacia arriba. Jae Joong con su mano libre presionó su cadera con fuerza para evitar que se moviera. 

-Vamos a mi paso – dijo Jae Joong con seriedad y YunHo sintió que perdió el aliento. 

Amaba todas las facetas de Jae Joong, absolutamente todas, pero el lado dominante de su esposo tenía un lugar especial en su mente. 

Lo soltó por un segundo y YunHo estuvo a punto de quejarse hasta que vio a Jae Joong escupir en su mano y volver a envolverlo, moviéndose un poco más rápido. 

Mientras lo masturbaba, se dedicó a repartir besos y mordidas en el interior de sus muslos, haciéndolo arquear la espalda del placer. 

-Oh Jae… - jadeó 

-Estás muy sensible hoy – murmuró Jae Joong y succionó de nuevo la piel de sus muslos, sonriendo travieso cuando dejó otra marca. – Me encanta.

Por fin llevó su boca a donde había estado esperando todo ese tiempo y YunHo cerró sus ojos, disfrutando el calor de la boca de su esposo envolverlo. Jae Joong chupaba y succionaba al tiempo que movía su mano, resbalando cada vez más fácil con su saliva. Su lengua hizo un movimiento que siempre lo volvía loco y movió sus caderas de nuevo, aprovechando que ya no lo estaban deteniendo, y embistió contra la garganta del menor. Jae Joong gimió sin sacar su pene de su boca y sintió la vibración de su voz recorrerle hasta los pies. 

-¿Estás listo? – preguntó Jae Joong al soltarlo y se incorporó por un momento para buscar la botella de lubricante. La encontró pronto en el suelo y se agachó por ella. 

YunHo lo observó abrirla y vaciar un poco del líquido en sus dedos, asegurándose de cubrirlos bien y los acercó a su entrada, la consistencia del lubricante tocando su piel y haciéndolo estremecer. Jae Joong lo miró a los ojos, esperando una respuesta. El mayor solo pudo asentir. Más seguro que nunca por sentir a Jae Joong dentro de él. 

Por entregarse completamente a Jae Joong. 

Jae Joong deslizó uno de sus dedos, trazando círculos en su piel e introdujo solo la punta de su índice, dejándolo acostumbrarse a la nueva sensación. YunHo exhaló entrecortado, sus piernas temblando ligeramente. Con su mano libre, Jae Joong acomodó una de las piernas de YunHo sobre su hombro y le dio un beso en la rodilla. 

-Relájate – susurró sin dejar de hacer movimientos circulares con la punta del dedo. 

Lentamente sintió como Jae Joong introducía por completo su dedo y lo movía dentro de él. Su respiración se volvía más agitada con cada vez que sacaba y volvía a introducir su dedo, y pronto la necesidad de tener más se encendió en él. 

-Más… - jadeó YunHo. 

El menor sonrió y no tardó en añadir un segundo dedo. YunHo arqueó su espalda por la repentina intromisión, esta vez no lo hizo lento como con el primer dedo. El rostro de Jae Joong reflejaba pura lujuria al ver como sus dedos se hundían en él y sentía que se derretiría por completo en algún momento. No esperó a que lo pidiera de nuevo e insertó un tercer dedo poco después, sintiendo como estiraba aún más sus músculos. Echó su cabeza hacia atrás y cerró los ojos, sin poder parar sus gemidos. 

-Abre los ojos – la mano libre de Jae Joong en su rostro lo hizo abrir los ojos de nuevo y asintió. Lentamente sintió como retiró los dedos de su interior y tomó más lubricante, asegurándose de cubrir su pene por completo y se acomodó entre sus muslos, acercando la punta a su entrada, sin presionar. – Quiero que me veas cuando entre en ti.

YunHo lo tomó del cuello y lo jaló hacia él para besarlo. Sus labios estarían hinchados y rojos al día siguiente por la fuerza y el hambre con la que se estaban besando ese día. Jae Joong empujó su cadera ligeramente hacia adelante, presionando contra su entrada. Rompió el beso entre ellos y observó a YunHo una vez más, asegurándose de que aún quería continuar. 

-Hazlo ya, quiero sentirte – suplicó, enredándolo con sus piernas, acercándolo más y sintiendo por fin la presión inicial y dolor que la acompañaba. Aún con la preparación previa era doloroso, pero la anticipación por el placer que le seguía lo motivó a soportarlo. Jae Joong se apoyó en sus caderas, deslizándose lentamente, sentía las manos de su esposo temblar sobre su cuerpo, podía notar como hacía un esfuerzo enorme por contenerse y hacerlo lento al principio, él conocía a la perfección esa desesperación, esas ganas de hundirse en su cuerpo de una sola vez. 

-Dime si quieres que me detenga – susurró Jae Joong con voz temblorosa. Hasta ese momento, no había sido consciente de que estaba aguantando la respiración y sus piernas temblaban alrededor de su cintura. Jae Joong paseó las manos por su abdomen y su pecho, jugando con sus pezones y enterrando las uñas en su pecho. 

-No pares – respondió, llevando sus manos a la espalda baja de Jae Joong, empujando con sus dedos, atrayéndolo más a él – Quiero sentirte por completo.

Jae Joong se acercó de nuevo a besarlo, paseando su lengua por sus labios, su mandíbula y su cuello, y comenzó a moverse con cuidado, arrancando gemidos de su boca con cada embestida. YunHo solo había podido imaginar, pero nada se comparaba a la sensación real de tener a Jae Joong dentro de él, llenándolo por completo. El ardor comenzaba a transformarse rápidamente en placer y se aferró a los hombros de Jae Joong, disfrutando como empujaba cada vez más fuerte y rápido. 

-Oh… Jae… - gimió su nombre varias veces y echó de nuevo su cabeza hacia atrás. Jae Joong fue a besar su cuello, el sonido de su voz tan cerca de su oído encendiéndolo aún más. Deslizó sus manos por el cuerpo de YunHo y nuevamente lo sujetó de las caderas, enterrándose con más fuerza en él, tomando más de él con cada segundo que pasaba. 

-Ah YunHo… estás tan apretado – jadeó sin bajar el ritmo.

Justo cuando pensó que no podía sentir más placer, Jae Joong movió sus caderas de una forma que lo hizo ver las estrellas. 

-Asi… - murmuró entre jadeos, enterrando las uñas en la piel de sus hombros.

-¿Es ahí? – repitió el movimiento anterior y sonrió con satisfacción al escucharlo gemir de nuevo. Jae Joong se encargó de embestirlo con más fuerza, asegurándose de golpear el mismo punto.

-Si… ahí – respondió con dificultad – Más rápido.

Jae Joong obedeció sin dudarlo, su respiración chocando con la piel caliente de YunHo. 

-Jae Joong-ah… - llevó su mano a su miembro – Jae… estoy cerca.

El menor reemplazó su mano y comenzó a moverla al ritmo de sus embestidas. YunHo tembló bajo su cuerpo, sintiendo su orgasmo cerca. Su interior se contrajo con fuerza alrededor de Jae Joong y terminó en su mano, salpicando su torso. Jae Joong se detuvo por un momento, apreciando el desastre que era YunHo. Le pareció una imagen sumamente caliente ver a su esposo encima de él, sonrojado y sin aliento, aún penetrándolo, admirándolo después de provocarle uno de los mejores orgasmos de toda su vida. 

Con un movimiento firme, salió de su cuerpo, haciéndolo jadear por la repentina ausencia. YunHo no tuvo tiempo de siquiera reclamar porque Jae Joong lo tomó de la muñeca, obligándolo a moverse. 

-Voltéate – ordenó, su voz un tono más grave que hace unos minutos. 

YunHo lo obedeció con sus piernas aún temblorosas por la intensidad de su orgasmo. Se giró con torpeza, sintiendo las manos de Jae Joong guiarlo sobre el sofá, posicionando sus rodillas sobre los cojines y apoyando sus manos en el respaldo. 

Su piel aún estaba caliente, su respiración entrecortada y su cuerpo hipersensible, pero jadeó al sentir a Jae Joong alinearse contra él de nuevo. 

-Aún no termino contigo – susurró Jae Joong en su nuca, mordiendo la piel de sus hombros suavemente antes de hundirse en su interior de un solo golpe. 

YunHo ahogó un grito, su espalda arqueándose. Su mente se nubló ante aquella nueva oleada de placer. Esta vez no esperó a que se acostumbrara, Jae Joong lo tomó con más fuerza que antes, manteniendo el fuerte agarre en su cintura y marcando un ritmo más frenético, sintiendo como con cada vez empujaba más profundo.

De repente, sintió los dedos de Jae Joong enredándose en su cabello, jalándolo con firmeza, obligándolo a alzar su rostro. Desde su nueva posición pudo ver de reojo como su amante perdía el control por completo.

-Eres tan hermoso así – susurró Jae Joong antes de inclinarse, atrapando el lóbulo de su oreja entre sus dientes, sin realmente ejercer presión, solo dejándolo sentir su respiración errática contra la sensible piel de su cuello, tomándolo con más intensidad, más brutalidad. 

Y entonces lo sintió, como Jae Joong terminaba dentro de él, sintiendo un calor que no podía explicar, pues nada que hubiera sentido antes en su vida se podía comparar con aquella sensación. El agarre en su cabello se aflojó lentamente y Jae Joong se desplomó sobre su espalda, respirando agitadamente contra su nuca, recuperando poco a poco su ritmo normal.

-¿Cómo estás? – susurró Jae Joong sin moverse. 

YunHo sonrió exhausto pero satisfecho. Giró su cabeza con lentitud, dejando un pequeño beso en la punta de la nariz de Jae Joong. 

-Nunca me había sentido mejor – confesó con una ligera sonrisa. 

Esta vez Jae Joong salió con cuidado de su cuerpo y se desplomó sobre el sillón. YunHo lo siguió y se acomodaron para poder compartir un abrazo. El mayor sonrió cuando su esposo se acomodó sobre su pecho, quedando envuelto en sus brazos. Acarició su espalda suavemente y lo escuchó suspirar. 

¿Cómo era posible que el hombre en sus brazos le causara tanta ternura y ganas de protegerlo de todo mal, fuera la misma persona que lo mantuvo completamente sometido bajo su cuerpo hace unos minutos? 

Besó su cabeza y se quedó oliendo su cabello un momento, disfrutando de la paz y tranquilidad después del sexo. 

-¿Ya estás listo para decirme por qué llegaste tan enojado del hospital? 

Jae Joong suspiró y lo volteó a ver. Pudo ver como sus ojos se humedecían y casi se arrepiente de haber preguntado, lo menos que quería era hacerlo llorar. 

-Solo… fue un día de mierda – respondió, cerrando sus ojos. YunHo pudo ver como luchaba por contener su frustración y le acarició la mejilla con cuidado sin presionar. 

-Okay.

-Tenemos un caso complicado y requiere cirugía, pero el cirujano a cargo no estaba de acuerdo con el manejo que sugerí y solo me gritó y dijo que no sabía nada porque apenas era residente de primer año…

YunHo lo escuchó con atención y no dijo nada cuando dejó escapar un par de lágrimas, tan solo las limpió con su pulgar y se dedicó a consolarlo. Sabía que eso era lo que Jae Joong necesitaba en ese momento sin que se lo pidiera. 

-Al final del día pensé que al menos saldría temprano para poder cenar contigo, pero volvieron a regañarme al final y tuve que quedarme un rato más resolviendo cosas que ni siquiera fueron mi culpa, pero no me quedó de otra porque soy el de menor jerarquía ahí – 

-Oh pobre Jae Joongie – dijo YunHo, sacándole una sonrisa a Jae Joong, quien solo asintió, haciendo un pequeño puchero. Aquello hizo que le dieran unas inmensas ganas de besarlo, y lo hizo. Jae Joong se giró aún envuelto en sus brazos solo quedando frente a él para poder continuar con el beso. 

Se besaron por varios minutos, esta vez de una forma más suave, tomándose su tiempo para saborear y disfrutar el sabor de sus bocas. 

-Vamos a bañarnos, compré de cenar de tu lugar favorito – le dijo YunHo cuando se separaron y sonrió a ver cómo le brillaron los ojos a su esposo. 

Jae Joong se puso de pie rápidamente y YunHo sintió como sus piernas temblaron cuando se levantó. 

-¿Siempre se siente así cuando tenemos sexo? – preguntó YunHo y Jae Joong no pudo evitar reír al verlo caminar lento hacia la habitación. 

-Si, mañana tal vez te duela un poco… 

Sus músculos se relajaron casi al instante en que el agua caliente tocó su cuerpo. YunHo tomó el jabón y recorrió con delicadeza el cuerpo de Jae Joong, masajeando sus hombros y su espalda, liberando los restos de tensión que pudieran quedar en su cuerpo. 

Jae Joong cerró los ojos y apoyó su frente en el hombro de su esposo, dejándose hacer, disfrutando las atenciones de YunHo. 

-Me gusta cuando me cuidas así – murmuró sin separarse. 

YunHo sonrió contra su cabello, abrazándolo bajo el agua caliente. 

Sus manos descendieron lentamente por su cuerpo, acariciando su cintura, su espalda, tomándose su tiempo deshaciendo cada nudo de tensión en sus músculos, hasta que Jae Joong soltó un suspiro tembloroso. 

-Siempre me haces sentir tan bien - Alzó la mirada, buscando su boca, y esta vez fue YunHo quien lo besó con necesidad. 

-Déjamelo a mi esta vez – susurró contra sus labios. Su pene semi erecto rozaba contra el de Jae Joong, quien deslizaba sus manos por su pecho lentamente, pidiéndole sin palabras que le diera lo mismo que él le dio hace poco en su sala. 

Al romper el beso Jae Joong lo observó por un segundo y se giró con lentitud, apoyando sus manos sobre el húmedo azulejo de la pared. 

YunHo lo tomó de la cintura y masajeó su espalda baja, sintiendo como poco a poco su erección crecía y el calor en su cuerpo aumentaba de nuevo. Recorrió la espalda de Jae Joong con besos y rozó su entrada con un dedo, sintiendo al menor temblar. Apretó el agarre en su cintura y lo atrajo hacia su cuerpo, aprovechando que Jae Joong inclinó su cabeza hacia un lado para besar su cuello. 

Sin soltar su cintura, paseó su otra mano por el torso de Jae Joong, pellizcando sus sensibles pezones, trazando círculos en su abdomen y acariciándolo entre las piernas, haciéndolo temblar bajo su tacto. 

-YunHo… - jadeó, su voz cargada de deseo. YunHo empujó su cadera hacia adelante, su miembro deslizándose entre los glúteos de su pareja, y Jae Joong empujó sus caderas hacia atrás, buscando más. 

Sonrió contra su piel, disfrutando la forma en que Jae Joong respondía a cada toque, tomándose su tiempo para acariciar sus muslos, los jadeos de Jae Joong siendo música para sus oídos. 

-Dime que quieres – susurró contra su oído. 

-Es mi turno de sentirte – respondió con una sonrisa traviesa. YunHo sonrió también y no tardó en darle lo que quería. 

A diferencia de él, Jae Joong no necesitó mucha preparación, habían tenido sexo la noche anterior y con dos dedos en su interior ya tenía a su esposo suplicando por él. 

YunHo lo tomó con un movimiento seguro, hundiéndose en su interior con una embestida firme y profunda. Jae Joong dejó escapar un jadeo entrecortado y empujó contra su cuerpo, buscando que YunHo se enterrara aún más en él. Comenzó con movimientos lentos y profundos, asegurándose de que sintiera cada centímetro de su cuerpo contra el suyo, haciendo gemir a su esposo cada vez que golpeaba su próstata. 

Después de tantos años como pareja, YunHo sabía perfectamente como hacer sentir bien a Jae Joong, sabía que le gustaba ser penetrado con fuerza, pero que acariciara su piel con delicadeza, y dejara sus manos marcadas en su cadera por la fuerza de su agarre, y eso fue justo lo que le dio. 

-Se siente tan bien… - dijo a su oído, moviéndose un poco más rápido – Siempre me tomas tan bien Jae Joong-ah.

Jae Joong respondió sus movimientos, incitándolo a moverse más rápido. El choque de sus cuerpos y el volumen de sus gemidos siendo camuflado por el sonido del agua golpeando contra el suelo. YunHo sabía que no durarían mucho esta vez, pero se aseguró de que Jae Joong terminara primero, tan solo para seguirlo unas cuantas embestidas después. 

Se quedaron sin moverse durante un breve momento, ambos con la frente apoyada en la pared, esperando que el ritmo de sus respiraciones se regularizara. YunHo se separó de Jae Joong y lo giró lentamente, tenía sus ojos cerrados pero su rostro reflejaba pura satisfacción y sonrió, feliz por ser el responsable. Jae Joong abrazó su cintura y se pegó a su cuerpo, disfrutando de la ducha caliente. 

-Tengo hambre – dijo después de unos minutos de silencio. 

-Yo también, vamos a cenar.

Terminaron de lavarse y salieron del baño, se pusieron ropa cómoda y fueron a calentar la cena. 

Mientras veía a su esposo hacer un pequeño baile disfrutando su comida, YunHo sonrió con ternura y pensó “ojalá hagan enojar a mi esposo más seguido”. 

Notas:

Helloooooooo 
La verdad es que no pensaba escribir más de Broken, ya todo el ciclo de esa historia quedó completo, pero mi cassiobestie (y beta) me metió la idea en la cabeza de como fue que Jae y Yun cambiaron de rol por primera vez y bueno... solo puedo decir que a YunHo le gusta que lo dominen 😗

Espero lo hayan disfrutado, nos vemos en futuros fics <3