Apenas cerró la puerta tras de si Jae Joong soltó todo lo que estuvo intentando contener mientras discutía con YunHo.
La primera persona en la que pensó para hablar sobre todo el caos de sentimientos que lo estaban atormentando era Soo Young. Jae Joong sabía que si alguien era capaz de aterrizarlo a la realidad y decirle lo que necesitaba escuchar era su hermana, así que de inmediato le marcó por videollamada..
-¿Hola? – contestó con su voz alegre la mujer
-Noona… – comenzó a hablar con la voz entrecortada, ni siquiera se había preocupado por limpiarse la cara o intentar tranquilizarse un poco para poder hablar con claridad. Soo Young cambió de inmediato su semblante en cuanto lo escuchó hablar.
-¿Qué pasó Jae Joongie?, ¿Sucedió algo con YunHo? – preguntó Soo Young preocupada. En cualquier otra ocasión hubiera buscado contradecirla por asumir que YunHo era parte de sus problemas pero esta vez no tenía armas con las cuales defenderse, tan solo cerró los ojos y asintió.
-Si – dijo después de varios segundos.
Se quedaron en silencio un momento y Jae Joong volvió a hablar
-Creo que YunHo está saliendo con alguien más –
-Oh Jae… pero, ¿estás seguro?, ¿Cómo lo sabes? –
-¡No lo estoy! – respondió desesperado – No sé si están saliendo o si solo es una aventura, pero lo vi besándose con alguien más –
-No puede ser – dijo Soo Young completamente sorprendida - ¿No se supone que fue a Japón para recuperarte?, ¿Cómo es que se besó con alguien más? -
-No lo sé noona, no sé que hacer – Estaba sentado en el suelo con su espalda recargada en el sillón de su sala, tenía las rodillas dobladas contra su pecho y sostenía su teléfono con una mano. Con su mano libre se limpió las lágrimas y apoyó su cabeza en sus rodillas. Podía ver en el pequeño recuadro donde aparecía su cámara que estaba hecho un desastre – He estado yendo a terapia desde que regresé a Tokio, quiero hacer las cosas bien por él, por nosotros, pero… estoy pensando que tal vez llegué muy tarde – Jae Joong sintió como se le empezaba a cortar la voz al decir esas últimas preguntas, estaba comenzando a sentirse ansioso y frustrado por la situación.
Todos esos años había mantenido su promesa de alejarse de YunHo, no quería causarle más problemas y sufrimiento aunque la idea de que él siguiente con su vida y lo olvidara era muy dolorosa para él. Pero una cosa era solo pensar en ello y otra cosa muy diferente era presenciar con sus propios ojos como YunHo se alejaba de él.
-Bueno no hay muchas opciones – comenzó a hablar Soo Young y Jae Joong la miró preocupado.
-¿A qué te refieres con que no hay muchas opciones? ¿Debería darme por vencido entonces? – dijo empezando a alterarse de nuevo.
-No tarado, al contrario. Si lo que quieres es recuperar a YunHo, tienes que decirle todo lo que sientes, tienes que hablar con él y confrontarlo –
-No puedo hacer eso –
-¿Por qué no? –
-Acabamos de discutir… justo antes de que entrara a mi departamento, le reclamé por el beso con Changmin y… - suspiró, se sentía avergonzado pero tenía que ser completamente sincero con su hermana si quería que ella le ayudara a solucionar las cosas, o al menos a solucionar el desastre en su mente – dije cosas muy hirientes, no quise decirlas pero estaba molesto y me dijo que se alejaría de mi –
Soo Young lo escuchó con atención y a pesar de que no dijo como tal que fue lo que discutió con YunHo, estaba seguro que podía darse una idea.
-Discúlpate y dile que quieres hablar con él –
-¿Disculparme?, ¡Él es quien se besó con otro! – dijo ofendido Jae Joong.
-¿Y qué tiene?, no te debe nada ¿o si?, ¿tienes algún tipo de relación con él? –
Jae Joong se sonrojó y se quedó callado, al parecer su relación con YunHo era meramente física, si es que haber tenido sexo unos días antes y después no hablar podía contar como relación, pero no quería confesarle eso a su hermana, ya se sentía lo suficientemente avergonzado por reclamarle a YunHo por un beso cuando él fue quien le pidió el divorcio y lo ha estado rechazando los últimos meses.
-Entonces haz lo que te digo, ¿Qué puedes perder? – preguntó Soo Young – Ya se divorciaron, ya cambiaste de trabajo, de país incluso, estás solo y acabas de admitir que aún lo amas –
-Suena muy triste cuando lo dices así – dijo en voz baja.
-¿Pero estoy equivocada? –
-No… no lo estás – respondió Jae Joong derrotado. Su hermana tenía razón, como siempre. Era hora de tragarse su orgullo y recuperar al hombre que amaba.
-Habla con él Joongie – le dijo con cariño su hermana – YunHo te ama, estoy segura, no creo que haya ido hasta Japón para terminar rindiéndose –
-Supongo – dijo sin sentirse aún muy convencido.
-Todo saldrá bien JaeJoongie, sólo sé sincero con YunHo – Dicho esto colgó, dejando a Jae Joong mirando la pantalla vacía de su teléfono por unos segundos sin moverse de su lugar. Vivir en Japón tenía la ventaja de pasar ratos muy silenciosos en su departamento porque sus vecinos eran muy cuidadosos con el ruido que hacían para no molestar a los demás, pero de pronto esto lo abrumó un poco, necesitaba tomar aire fresco para poder pensar bien como hablar con YunHo.
Tomó su abrigo, sus llaves, cartera y teléfono y salió de su hogar para ir a caminar. Había un parque a dos cuadras del complejo de departamentos donde rentaba y a veces le gustaba ir a caminar ahí. Por lo general había muchos niños ahí, pero como ya era algo tarde, estaba seguro que podría encontrar esa paz que necesitaba.
Jae Joong caminó aproximadamente cinco minutos hasta llegar al parque. Como esperaba, para ser pasadas las 9:00 pm, estaba casi vacío. La mayoría de las personas ahí presentes hacían ejercicio o simplemente caminaban, suponía Jae Joong que de regreso a sus casas después de una larga jornada laboral.
Se sentó en una de las bancas y sacó la cajetilla de cigarros de su pantalón, se quedó observándola por un momento y al final sacó un cigarro y lo encendió. El humo calentó su garganta y tosió un poco al principio, tenía muchos años sin fumar, desde que empezó a ser novio de YunHo para ser precisos. Exhaló el humo y volteó al cielo, intentando ver alguna estrella a pesar de la iluminación de Tokio.
Amar a YunHo no era difícil, eso lo supo desde el momento en que se enamoró de él. Sin embargo, el amor es algo tan complejo que no podía describir en una sola palabra todo lo que implicaba, de haber sido tan sencillo Jae Joong estaba seguro que quizás su relación con YunHo ni siquiera hubiera terminado.
Ambos sufrieron la muerte de su hijo y ambos se hicieron daño después. Jae Joong pensó que hasta ese momento, era la primera vez en mucho tiempo que consideraba ofrecerle una disculpa a YunHo. Por todas las veces que no estuvo para él, porque él también vivió con dolor y se concentró tanto en su propio duelo que no pudo darse cuenta de que YunHo de alguna u otra manera siempre puso su propio dolor de lado para poder sostenerlo a él.
Sintió el frío viento golpear con más fuerza su rostro y se dio cuenta que estaba llorando y se permitió hacerlo, se permitió sentirlo. Lloraba por Seung Jae, lloraba por su matrimonio y lloraba por YunHo, sobre todo por él.
No estaba seguro de la hora cuando por fin regresó, solo sabía que era tarde, pero la luz por debajo de la puerta del departamento de YunHo seguía encendida. Se detuvo frente a su puerta por un momento, debatiéndose si tocar o no, pero no estaba listo para hablar con él aún. Estar solo en el parque le ayudó a poner un poco de orden en sus pensamientos pero aún había algunas cosas que necesitaba abordar en terapia antes de poder hablar con YunHo así que continuó caminando hacia su departamento.
“Me gustaría adelantar mi cita si es posible, o agendar una sesión extra”
Jae Joong envió el mensaje a su psiquiatra apenas entró a su casa.
Para su suerte, solo tuvo que esperar dos días para volver a ver al doctor Ishikawa. Sentía que estaba teniendo un buen progreso, algo lento, pero bueno a final de cuentas, y agradecía que el doctor le pudiera agendar una sesión complementaria para ese mes. Habló sobre todo lo que sucedió en los últimos días con YunHo, su beso con Changmin, sus celos y la impotencia que sintió al sentirse sin derecho para reclamarle a YunHo.
También habló sobre su deseo de hablar con su ex esposo y exponer su corazón después de tanto tiempo.
-Suenas muy decidido Jae Joong-san – observó Ishikawa – YunHo-san es tu vecino, incluso si no lo vieras en el hospital, podrías tocar su puerta, o incluso llamarlo por teléfono, ¿Qué te detiene? –
Jae Joong sabía que vendría esa pregunta, incluso Soo Young se lo había preguntado cuando estuvo de visita en Seúl.
-Hay un tema que nunca volví a tocar con YunHo, bueno muchos en realidad, pero este en específico es un tema muy delicado – Jae Joong dio un sorbo a su taza de café, su terapeuta lo observó en silencio, esperando pacientemente para que encontrara las palabras.
5.5 años antes SENSITIVE TOPIC (Si se quieren lastimar más escuchar con “kiss shita mama sayonara” de fondo)
Ese día Jae Joong tenía un poco más de energía que las últimas semanas, pensó que tal vez su nueva dosis de antidepresivos estaba empezando a funcionar. Salió a tomar un café y leer un poco en su cafetería favorita. A veces extrañaba trabajar, recordaba disfrutar su trabajo antes y deseaba volver a sentir esa motivación y pasión que siempre lo impulsaron a llegar tan lejos como soñara en su carrera, pero cada vez que pensaba en entrar al hospital sentía que no podía respirar, sobre todo al pensar en los diagnósticos tan trágicos que llegaba a ver en Oncología.
Así que estos días solo se dedicaba a mantener su hogar limpio y ordenado, alimentar a YunHo y salir a realizar los pendientes necesarios antes de volver a su casa para hacer la cena.
Estaba por terminar su taza de café cuando su teléfono vibró en su bolsillo.
-¿Hola? –
“Hola amor, salgo en una hora del hospital, ¿En dónde estás?” YunHo habló del otro lado de la línea.
-Estoy en la cafetería de siempre –
“¿Quieres que llegué ahí contigo o te veo en casa?”
-Te veo en casa Yun, ya voy a salir para allá –
Colgó y guardó su teléfono y se retiró del lugar. Aún había luz afuera cuando salió y comenzó a caminar a su casa. Estaba pensando en cocinar el platillo favorito de YunHo para la cena, tal vez incluso darle un masaje o simplemente ayudarlo a relajarse. Esos últimos meses habían sido complicados para ambos y quería compensar de alguna manera a su esposo.
Jae Joong se dedicó a preparar la cena en cuanto llegó a su casa y justo cuando terminó, entró YunHo.
-Huele delicioso – dijo apenas se quitó los zapatos en la entrada. Jae Joong fue a recibirlo y se quedaron abrazados unos minutos en el recibidor. – Te extrañé Jae Joongie – dijo con la cara escondida en el cuello de Jae Joong, respirando su aroma. Jae Joong sintió escalofríos recorrerle la espalda y apretó más el abrazo.
-¿Cómo te fue hoy? –
-Bien, hoy estuvo tranquilo, solo tuve dos cirugías, por suerte no muy largas, por eso salí temprano – le dio un beso en la mejilla y caminó hacia la cocina con Jae Joong siguiéndolo.
Se sentaron a cenar y hablaron de su día. YunHo tenía tantas cosas que contarle siempre que regresaba del hospital, sus casos siempre eran interesantes y le alegraba saber que ayudaba a muchas personas y salvaba muchas vidas. A veces extrañaba esa vida.
También sabía que YunHo trataba de evitar los casos tristes y sobre todo los que tenían que ver con cáncer. Nunca le pidió hacerlo, pero eran temas delicados para ambos y sabía que YunHo solo quería evitar que sufriera más.
YunHo recibió una llamada cuando terminaron de cenar y salió al jardín trasero a hablar por teléfono mientras Jae Joong limpiaba un poco. Pensó en dejar los trastes para más tarde y fue a buscar a YunHo, tal vez podrían sentarse a ver una película juntos antes de dormir.
-Estamos bien… Si, ha estado mejor estos días – escuchó hablar a YunHo afuera. Se encontraba de pie a unos pasos de la puerta y mirando hacia el jardín, no parecía haberse dado cuenta de que Jae Joong estaba ahí. – Es difícil para ambos, extraño muchísimo a Seung Jae, todos los días, pero no sé que hacer – suspiró – a veces me guardo todo lo que siento porque quiero apoyar a Jae Joong, estos meses han sido muy difíciles para él –
No sabía con quien estaba hablando, pero tenía que ser alguno de sus amigos, o quizás su familia. Retrocedió unos pasos para quedar detrás de la pared y seguir escuchando, no le gustaba espiar conversaciones pero estaban hablando de él y YunHo se escuchaba muy triste.
Y eso lo hacía sentirse triste también, porque sabía que le estaba haciendo daño a YunHo. A la persona que prometió nunca hacerle daño.
-… ¿Es irónico no? Decir que extraño a mi esposo aunque lo veo todos los días –
Jae Joong no pudo escuchar más porque se sentía al borde del llanto y corrió a encerrarse al baño para poder llorar sin ser escuchado.
Él también extrañaba su relación, extrañaba la vida que tenían, y trataba con todas sus fuerzas levantarse por las mañanas y tratar de ser una buena pareja, todos los días se esforzaba un poco más por ayudar a YunHo y por no soltar su mano. Hacía un esfuerzo enorme por ir a terapia y tomar sus medicamentos, por salir a caminar o realizar alguna de las actividades que antes disfrutaba y por las noches, fingía una sonrisa para que YunHo creyera que todo estaba bien y no poner más carga sobre sus hombros. Suficiente tenía con ser el sostén de su hogar porque él se sentía incapaz de volver a ser médico.
“Extraño a mi esposo aunque lo veo todos los días”
Tal vez sus esfuerzos no eran suficientes al final.
Escuchó a YunHo entrar de nuevo y se enjuagó la cara, respiró profundo y se miró al espejo para asegurarse de que se veía normal.
-¿Jae Joongie? –
-Aquí estoy – salió del baño y lo encontró sentado en el sillón buscando algo para ver en la televisión. Fue hacia su esposo y se sentó en su regazo, quedando de frente a él y pasando sus brazos alrededor de su cuello. YunHo no tardó en tomarlo de la cintura y acercarse a besarlo.
Las muestras físicas de cariño con YunHo nunca faltaban, pero en los últimos meses estas habían sido más abrazos y besos suaves en sus labios o cualquier parte de su rostro, solo como muestras del amor que tenía y del apoyo que le daba. No recordaba exactamente la úlitma vez que había tenido sexo con su esposo, lo cual pensaba Jae Joong era algo deprimente considerando que antes eran una pareja muy activa sexualmente. Y no era que YunHo no lo hubiera buscado en todos estos meses, él había notado sus intentos para iniciar el sexo, para que sus besos fueran algo más, pero los ajustes a sus antidepresivos habían hecho un desastre con su líbido que apenas estaba empezando a regularizar. YunHo lo entendía, pero Jae Joong no podía evitar sentirse culpable al respecto, a pesar de que no era enteramente su culpa.
-Mhm, ¿Quieres…? –
-Si, si quiero – dijo Jae Joong entre besos.
Tanto tiempo había pasado que ni siquiera se molestaron en ir al cuarto, se desvistieron en el sillón y YunHo le hizo el amor lento y profundo, sin dejar nunca de besarlo. Cuando ambos terminaron se quedaron acostados en el sillón, esta vez Jae Joong recostado sobre el pecho de YunHo mientras él le acariciaba el cabello cada vez más lento hasta que se quedó dormido. Se quedó unos minutos disfrutando de aquel momento, solo escuchando la respiración tranquila de YunHo y nuevamente los pensamientos negativos comenzaron lentamente a llenar su cabeza.
“Extraño a mi esposo aunque lo veo todos los días”
Se levantó con cuidado de no despertar a YunHo, se vistió y fue hasta su cuarto, la voz triste de YunHo repitiendo lo mismo una y otra vez
“Extraño a mi esposo aunque lo veo todos los días”
-Basta –
Fue hasta el baño y buscó entre su botiquín.
Tomaba una tableta cuando se encontraba muy ansioso, por lo general le ayudaba a conciliar el sueño. Observó la única tableta en su mano.
YunHo lo extrañaba y por más terapia y medicamentos que tomara, por más tiempo que pasara y por más esfuerzo que Jae Joong hiciera, nunca volvería a ser el mismo, nunca podría darle a YunHo la relación que tenían, nunca podría devolverle al Jae Joong del que se enamoró porque una parte de su corazón se fue con Seung Jae el día que falleció.
Tal vez YunHo estaría mejor sin él.
Vació unas cuantas pastillas más en su mano y se quedó observándolas.
Tal vez YunHo podría encontrar a alguien que lo quiera con la misma intensidad y pasión que él necesita, tal vez podría encontrar a alguien con las mismas ganas de vivir que él.
Vació unas cuantas más.
Tal vez su corazón dejaría de doler tanto, tal vez se encontraría con Seung Jae.
Vació el bote completo y pasó todas las pastillas con agua. Dejó caer el bote vacío y se sentó en el piso del baño llorando, esperando terminar pronto con su sufrimiento.
Tal vez YunHo lo entendería y lo perdonaría por dejarlo, tal vez se enojaría, no tenía idea, pero ya nada importaba.
No sabía cuanto tiempo había pasado, pero empezaba a sentir mucho sueño. Se acostó en el frío suelo y sintió sus ojos cerrarse lentamente.
Tal vez YunHo lo seguiría.
Y eso lo hizo abrir los ojos y arrepentirse. ¿Qué estaba haciendo?. Se movió lentamente, no tenía fuerzas suficientes para levantarse, intentar suicidarse fue una mala idea. Se arrastró hacia el inodoro e intentó varias veces levantarse en vano, su cuerpo no daba para más, el medicamento estaba haciendo efecto y la cantidad que tomó probablemente sería letal.
-¿Jae Joongie? – escuchó la voz de YunHo a lo lejos.
Se quedó acostado mirando al techo.
-Lo siento YunHo – susurró
-¿Jae Joongie dónde estás? – se escuchaba más cerca. Todo se empezaba a ver borroso – Jae… ¡Oh Dios Jae Joong! – unos brazos lo levantaron, hizo el esfuerzo por enfocar a su esposo, si esta era la forma en la que moriría, al menos deseaba ver a YunHo por última vez. -¿Qué hiciste Jae? – YunHo tomó su rostro y lo obligó a voltear hacia el piso y con su mano libre metió dos dedos en la boca de Jae Joong para provocarle arcadas, Jae Joong empezó a vomitar. -No me hagas esto Jae, no puedo perderte a ti también, por favor – decía desesperado YunHo mientras trataba de hacer que vomitara todo – Por favor –
Lo último que escuchó fue a YunHo hablando por teléfono y todo se oscureció.
Tenía frío, sed y le dolía la garganta. Intentó abrir sus ojos pero la luz era muy intensa.
-¿Qué…? – escuchó su voz ronca al hablar
-¿Jae Joong? – era YunHo, intentó abrir sus ojos de nuevo cuando YunHo tapó la luz al quedar frente a él y por fin lo vio, preocupado y cansado. Tenía el reloj marcado en la cara y unas ojeras que no veía en él desde que estaba formándose como neurocirujano. Acarició su rostro con delicadeza y los ojos de ambos se llenaron de lágrimas.
-Yun –
-¿Cómo te sientes? –
-Lo siento – fue lo único que pudo decir, aún con su voz ronca y su garganta adolorida – Lo siento Yun –
-Shh está bien Jae, ya estás bien –
-No, no, lo siento Yunhie, perdóname – comenzó a llorar y YunHo lo abrazó fuerte. Con las pocas fuerzas que tenía logró sentarse en la cama junto con YunHo y lo abrazó también, agarrándose de su playera y escondiendo su rostro en el pecho de su esposo, quien ahora lloraba también.
-Te perdono bebé, no me dejes de nuevo por favor – le suplicó YunHo entre lágrimas.
Él solo seguía repitiendo sus disculpas, sabiendo que nunca serían suficientes veces.
Después de un tiempo ambos comenzaron a calmarse, sin dejar de abrazarse en ningún momento. YunHo lo tomó de la cara y besó sus labios con fuerza y Jae Joong correspondió de la misma manera, notaba la desesperación en el beso de YunHo pero no podía culparlo, le dio uno de los mayores sustos de toda su vida.
-Tu familia está afuera – dijo YunHo cuando terminó el beso, se separó un poco de él para limpiar sus lágrimas y acomodarle el cabello -¿Quieres que pasen?, querían entrar desde que te pasaron al cuarto pero no los dejé –
-No quiero hablar con ellos de esto – dijo avergonzado.
-Puedo decirles eso, pero ¿quieres verlos o les digo que vengan mañana? –
-Si quiero verlos – YunHo besó su frente y sus labios una vez más antes de levantarse y ayudarlo a acomodarse de nuevo, lo arropó bien con otra cobija cuando lo vio temblando y le ayudó a arreglar su cabello un poco. Seguramente se veía horrible de todos modos.
Sus padres y Soo Young entraron a la habitación minutos después, ninguno de ellos mencionó el incidente, tan solo lo abrazaron y lo acompañaron. YunHo se quedó sentado a su lado todo el tiempo y cuando su familia se retiró, fue a acostarse con él. Normalmente no permitían que las visitas compartieran la cama con los pacientes pero estaba seguro que por su esposo podrían hacer una excepción.
-En verdad lo siento Yun – dijo después de haber estado abrazándolo en silencio varios minutos. Sintió a YunHo respirar profundo y esperó por su reclamo, pero solo le dio un beso en la frente.
-Lo sé Jae, lo sé – lo apretó más como si pudiera acercarlo más a su cuerpo – Ya pasó –
-¿Jae Joong-san? – la voz del doctor Ishikawa lo sacó de sus pensamientos y observó la caja de pañuelos que sostenía frente a él.
Estaba llorando.
Tomó algunos pañuelos y se disculpó en voz baja.
-¿Qué te detiene de hablar con YunHo-san? – volvió a preguntar.
-No quiero volver a lastimar a YunHo – habló por fin Jae Joong. Y por primera vez en años habló sobre aquella vez que tocó fondo y pensó que dejar este mundo sería la mejor opción.
Jae Joong se quiso convencer durante todos esos años que su principal razón para no estar con YunHo era evitar recordar la muerte de Seung Jae, porque cada vez que veía a YunHo su corazón dolía al pensar en el peor año de su vida.
Pero muy en el fondo de su corazón se encontraba esa otra razón: no volver a lastimar a YunHo.
Admitir aquello era muy difícil y doloroso. Sabía que YunHo lo había perdonado todas aquellas veces que le hizo daño, al menos todas aquellas antes de divorciarse, pero él no podía perdonarse a sí mismo aún.
Todos los días que no pudo levantarse de la cama y YunHo lo cuidó. Cuando aguantó su propio dolor para atender a sus seres queridos el día del funeral de Seung Jae y evitar que Jae Joong tuviera que dar la cara. Cuando dejó su trabajo y YunHo los mantuvo sin quejarse. Y cuando se intoxicó con sedantes en el baño.
Todas esas veces Jae Joong había lastimado a YunHo con sus conductas autodestructivas y por eso no podía volver con él. Porque aún en el fondo de su corazón había una parte que le aseguraba que YunHo estaba mejor sin él.
Después de aquella hora que pareció eterna Jae Joong se dirigió hacia los elevadores. A pesar de que él había solicitado tener una sesión más, siempre terminaba más cansado de lo normal después de llevar su turno regular en urgencias y cerrar con su hora hablando con el doctor Ishikawa. Caminó hacia la sala de descanso para recoger sus cosas pero se detuvo afuera de la puerta de la sala de descanso de internos al escuchar la voz de Changmin entre las risas de sus compañeros.
-¿Qué tienes con el doctor Jung?, te hemos visto muchas veces hablando con él – preguntó uno de los jóvenes.
-Nada, solo me ha interesado la neurocirugía últimamente – respondió Changmin, su tono no se escuchaba tan serio.
-Si claro, más bien interesado en un neurocirujano – contraatacó una de sus compañeras. Todos rieron ante el comentario.
Jae Joong estaba cansándose de escuchar conversaciones ajenas detrás de la puerta pero no podía mover sus pies, quería escuchar lo que sea que Changmin tuviera que decir de YunHo. Estaba casi seguro que les contaría del beso, si no es que ya lo había hecho hace un par de días.
-No te juzgaría Changmin-san, el doctor Jung es muy sexy –
Nuevamente todos rieron y Jae Joong apretó el puño. No podía enojarse con ellos por hacer observaciones tan obvias de su ex esposo, incluso en Seúl había muchas personas que intentaban siempre llamar la atención de YunHo, pero esta era la primera vez que los sentía como una amenaza latente, sobre todo a Changmin.
Quería saber que tipo de relación tenían, si habían hablado antes, si sucedió algo más después de que él salió corriendo al verlos besándose en las escaleras, si YunHo correspondió o lo alejó. Así que se tragó su enojo y se concentró para escuchar la plática.
-Dinos la verdad Changmin, ¿Ha sucedido algo entre el doctor Jung y tú? – insistió el interno que había escuchado hablar al inicio.
-¿Cómo va a pasar algo entre ellos Takeshi?, escuché a una enfermera de quirófano decir que es ex esposo del doctor Kim – dijo una mujer, a quien reconoció como Sarada, ella ya había tenido su rotación por urgencias.
-¿Kim Jae Joong el adscrito de urgencias? – preguntó sorprendido Takeshi – Bueno pero no están casados, entonces no veo el problema de que Changmin tenga algo con él –
Escuchó un golpe y a Takeshi quejarse, probablemente Sarada fue quien lo golpeó.
-De hecho… - comenzó a hablar Changmin
-¿Si ha pasado algo? – preguntó Sarada alzando la voz y sus compañeros la regañaron.
-Nos besamos hace unos días – confesó Changmin. Se escuchó el movimiento de algunas sillas, algunas expresiones de sorpresa y un “lo sabía” entre todas las voces.
-¿Y qué tal?, ¿Cómo fue?, ¿Quién tomó la iniciativa? –
-El doctor Jung obviamente, se ve que es alguien que le gusta tener el control – dijo Sarada.
-De hecho fui yo quien lo besó – dijo Changmin riendo.
Jae Joong se preguntó en que tantos problemas se metería si golpeaba a Changmin. Tal vez si lo hacía fuera del hospital serían menos.
-… Tal vez pueda convencerlo de que vaya a nuestra fiesta de medio curso, ahí podría suceder algo más -
Jae Joong no pudo evitar patear la puerta y corrió rápido hacia su casillero por sus cosas. Esperó unos minutos para evitar toparse con algún interno y salió de nuevo, caminando de inmediato hacia la salida del hospital.
Tenía demasiadas cosas en las que pensar además de la plática que acababa de espiar, como lo que habló con su psiquiatra, pero en ese momento lo primero que necesitaba hacer era tranquilizarse o terminaría diciendo cosas que no quería, de nuevo.
En cuanto estuvo en la calle se puso sus audífonos y caminó hacia el supermercado más cercano, comprar algunas cosas para su despensa y hacer de cenar lo ayudaría a despejar su mente. Cuando regresó a su departamento se fue a cambiar a algo más cómodo y cuando estaba por empezar a cocinar su timbre sonó.
-¿YunHo? – el hombre detrás de su puerta se veía un poco nervioso.
-¿Podemos hablar? – preguntó aún sin poder mirarlo a los ojos. Jae Joong asintió y lo dejó pasar a su departamento.
YunHo dio algunas vueltas por su sala, haciendo una pausa para ver sus fotos tal como hizo la primera vez que estuvo ahí. Jae Joong solo lo observó en silencio.
-No quiero pelear contigo Jae – habló de nuevo YunHo, esta vez sosteniéndole la mirada. -No estoy jugando contigo, nunca lo he hecho –
-¿Entonces no correspondiste ese beso? – preguntó Jae Joong.
-¿Cómo viste eso? –
-Si o no YunHo – insistió
YunHo titubeó por unos segundos y antes de que pudiera decir algo Jae Joong volvió a hablar.
-Vete de mi casa –
-Jae –
-Vete por favor – caminó de nuevo a la entrada pero YunHo lo detuvo sosteniendo su muñeca antes de que pudiera abrir la puerta.
-Dije que quiero hablar contigo –
-Yo no quiero –
-Me dejaste pasar – dijo YunHo.
-Cambié de opinión –
-¿Este va a ser tu juego siempre Jae Joong?, ¿Me alejarás de tu vida cada vez que te canses de mi?, Porque me estoy fastidiando –
Jae Joong bajó la mirada al suelo al escuchar el dolor en la voz de YunHo.
-Nunca me he cansado de ti – dijo en voz baja.
-¿Entonces cual es tu problema? – YunHo lo jaló del brazo
-Mi problema es que te beses con un interno – lo volteó a ver furioso.
-Te divorciaste de mi mandándome los papeles por correo y ¿ahora te molesta verme con alguien mas? – YunHo resopló, su rostro reflejaba incredulidad y traición.
-¿Entonces si estás con él? – Volvió al tema de Changmin.
-No lo estoy – YunHo se acercó más y aflojó el agarre en su muñeca, tomó su mano entre las suyas y la acercó a su pecho. – No lo estoy – repitió. Jae Joong lo miró a los ojos buscando en ellos algún rastro de mentira.
YunHo tenía razón, él había sido tan cobarde hace cinco años cuando lo abandonó una noche y ni siquiera pudo dar la cara para divorciarse formalmente, tan solo le pagó a su abogado para que entregara los papeles con su firma. Entendería que quisiera estar con alguien más, que se cansara de seguirlo cada vez que huyera, quizás alguien como Changmin no se iría de su lado, al contrario, lo seguiría a donde fuera. Además era joven y apuesto.
Se sentía frustrado e impotente de solo pensar en ello.
-¿Qué es lo que quieres Jae Joong? – le preguntó sin soltar su mano.
“A ti” pensó.
Pero su boca no podía decir aquellas palabras. No estaba listo. No cuando aún sentía que no traería nada a la vida de YunHo. Solo traería dolor y sufrimiento.
Jae Joong negó con la cabeza.
-¿Qué es lo que quieres? – volvió a preguntar.
-No lo sé – respondió Jae Joong.
-¿Qué quieres Jae Joong? –
-¡No sé YunHo! – alzó la voz.
-Si sabes –
-Claro que no –
-Mentiroso – YunHo soltó su mano al decir aquello y caminó de nuevo hacia la sala. – Si sabes que quieres, por eso estás tan molesto –
-¿Ahora puedes leer mi mente? – dijo Jae Joong con sarcasmo.
-Me encantaría hacerlo, así no estaría batallando con lo orgulloso que eres –
-Tú estás siendo un terco como siempre – contraatacó Jae Joong, siendo ahora él quien se acercaba a su ex esposo, acababan de darle la vuelta a la sala y estaban de nuevo cerca de la entrada del departamento.
-Dime que quieres y dejaré de ser tan terco – Se detuvo y dio la media vuelta, quedando muy cerca de Jae Joong. Este intentó dar un paso hacia atrás para mantener su distancia pero YunHo lo volvió a tomar de las muñecas.
-Suéltame – forcejeó Jae Joong
-No, quiero que me digas lo que está en tu mente – se iba acercando cada vez más a su rostro. – Quiero que me digas por qué estás tan molesto conmigo, dime que quieres –
Jae Joong intentó soltarse una vez más sin éxito y decidió entonces empujar a YunHo. El mayor abrió sorprendido los ojos pero no lo soltó, aún cuando su espalda golpeó contra la pared. Las palmas de Jae Joong estaban sobre su pecho y sus muñecas comenzaban a doler por la fuerza con la que las apretaba YunHo pero este nunca lo soltó.
-Tú me dejaste Jae Joong – presionó de nuevo YunHo - ¿Por qué te molesta tanto que alguien más quiera entrar a mi vida? –
Sabía lo que estaba haciendo el neurocirujano, no por nada había sido su pareja tanto tiempo. Aún a pesar de haber pasado tanto tiempo separados parecía que YunHo sabía exactamente que botones presionar para hacerlo enojar, pero no quería admitir frente a él que estaba celoso, era muy orgulloso para aceptar aquello.
Apretó la camisa de YunHo con sus puños, negándose con todas sus fuerzas a responder algo, negándose a ceder ante las provocaciones del mayor. Pero su cuerpo parecía también estar en su contra, su corazón parecía ser el órgano que controlaba sus movimientos en vez de su cerebro, y un instante después de que se aferrara a su pecho sus labios se unieron con los de YunHo.
Pronto aquella discusión se convirtió en una batalla con sus labios. YunHo soltó sus brazos y lo tomó de la cintura, buscaba profundizar el beso cuando Jae Joong se separó.
-¿Vas a huir de nuevo? – lo retó YunHo.
De nuevo presionaba justo en el lugar correcto y Jae Joong volvió a empujarlo contra la pared y cerró la distancia entre sus bocas. Si no podía expresarlo con palabras, le demostraría con sus acciones que no podía pertenecerle a nadie más que a él. YunHo siempre correspondía sus besos apasionadamente, pero sin tomar el control por completo, parecía estar a su disposición, dejándolo hacer lo que le plazca con él.
YunHo lo fue empujando hacia la sala y cuando Jae Joong sintió sus piernas chocar con el sillón les dio la vuelta, quedando ahora YunHo junto al mueble y empujándolo un instante después. Lo observó unos segundos bajo él y se acercó a besarlo de nuevo.
Cada beso hacía más difícil no decirle lo mucho que deseaba estar con él, lo mucho que lo amaba a pesar de todos esos años, pero su fuerza de voluntad seguía siendo mayor, no quería que la primera vez que le dijera a YunHo que lo amaba fuera de esa manera, enojado y celoso.
YunHo tomó su rostro para que no se alejara de nuevo y movía sus caderas en un intento de tener más contacto con el cuerpo de Jae Joong. Este llevó sus manos hacia el pantalón del mayor y rápidamente abrió los botones. El teléfono de YunHo cayó al suelo en cuanto Jae Joong le bajó el pantalón y la pantalla se iluminó, mostrando los mensajes que acababan de llegar. Jae Joong tomó el teléfono antes que YunHo y leyó los mensajes.
Eran de Changmin.
“Ve conmigo a la fiesta de medio curso”
“No te preocupes por mis compañeros, saben guardar secretos;)”
Jae Joong tira el celular furioso sobre el pecho de YunHo.
-Dices que no tienes nada que ver con ese niño pero ahí está mandándote mensajes-
-No hay nada entre nosotros – se defendió YunHo. Dejó nuevamente el teléfono en el piso e intentó volver a acercar a Jae Joong a su cuerpo pero este lo detuvo con su mano firme sobre su pecho, manteniéndolo en su lugar.
-¿Entonces cómo es que tiene tu número? –
-Tuvo rotación en mi servicio –
-¿Los demás internos tienen tu número? – insistió Jae Joong mientras se ponía de pie. Ese impulso de someter a YunHo para demostrarle que solo le pertenece a él comenzaba a desvanecerse. Ahora se sentía como un tonto pensando que realmente solo estaban jugando con él.
¿Entonces de que quería hablar YunHo con él si no era para aclarar lo que vio hace unos días en las escaleras?, si realmente le había dado entrada a Changmin, ¿Por qué querría hablar con él?
-Esto fue un error YunHo –
-Jae Joong por favor, déjame explicarte –
-No quiero – se incorporó por completo y caminó hacia la puerta sin esperar a que YunHo reaccionara y la abrió. El neurocirujano se acomodó la ropa y se acercó a él, intentando acariciar su rostro, pero el menor solo se alejó.
-No estoy jugando contigo Jae, no te estoy engañando –
-No me interesa, vete por favor –
-Jae Joongie… - suplicó YunHo.
-Por favor, quiero estar solo –
Jae Joong podía ver el dolor en los ojos de YunHo al escuchar sus palabras pero no dijo nada. Tan solo suspiró y se puso sus zapatos.
-Bien –
Y salió de su departamento.
Tal vez las cosas serían más fáciles entre ellos si alguien no estuviera interponiéndose en su relación ¿cierto?
Jae Joong quería convencerse de ello.
-¿Qué me pasa? – se sentó en el suelo de su cuarto y abrazó sus rodillas – Solo estoy arruinándolo todo –
“O tal vez ya no tenía remedio” le dijo una voz en su cabeza.
Avanzó de rodillas hasta el closet y sacó una caja que tenía guardada hasta el fondo, en una esquina, tenía algunas maletas y cobijas encima cubriéndola y parecía que no había sido movida de ese lugar desde que la guardó.
Se sentó afuera de su closet y abrió la caja. En ella se encontraba una foto similar a la que YunHo tenía en su departamento, de la sesión que les tomaron durante su boda. Recordaba sentirse apenado de demostrar afecto frente al fotógrafo y YunHo improvisó un poco, tomándolo de la cintura para acercar sus cuerpos y le robó un beso. Y justo eso fue lo que captó la cámara, el momento perfecto en el que Jae Joong y YunHo cerraban sus ojos y este se dejaba robar un beso por el amor de su vida. Una lágrima cayó sobre el cuadro y lo puso a su lado en el suelo para seguir explorando el contenido de la caja.
Hace cinco años Jae Joong había guardado toda su relación en una caja y la escondió en el fondo del armario, esperando no tener que abrirla de nuevo porque extrañara a YunHo, sino porque por fin podría deshacerse de aquellos recuerdos sin remordimiento. Pero eso nunca iba a suceder, así que solo se quedó ahí, acumulando polvo sobre su tapa.
Se levantó y se preparó para dormir, ya ni siquiera tenía hambre. Esa sería una noche en la que definitivamente tendría que usar la sudadera de la universidad que le robó a YunHo hace muchos años para poder dormir.
Acababa de acomodarse en su cama cuando escuchó el timbre sonar, supuso que sería YunHo pero no quería hablar con él esa noche y solo se quedó sin moverse unos segundos, esperando que se fuera. Pero para su suerte, comenzó a sonar de nuevo, varias veces, de una forma muy insistente.
Se levantó molesto y caminó rápido hacia la puerta listo para gritar que lo dejaran dormir.
-¡YunHo-ah, quiero dormir maldita sea! – dijo en cuanto abrió la puerta.
-¿Qué te hizo el pobre de YunHo? –
El hombre frente a él reía y Jae Joong lo miró sorprendido.
-¿Yoochun-ah? – se lanzó a abrazarlo – Creí que estabas en Estados Unidos –
Su amigo correspondió el abrazo con fuerza y pronto sintió otro par de brazos rodeándolo y escuchó la risa de otro hombre.
-Te dije que Soo Young-noona no le avisó –
-Junsu-ah – lloró Jae Joong y se giró solo lo suficiente para abrazar a sus dos amigos. -¿Qué hacen aquí? –
-¿Qué crees?, Vinimos a hacerte entrar en razón Kim Jae Joong, tienes que recuperar a tu hombre – respondió Yoochun guiñándole el ojo.
Notas finales:
Este es uno de mis capítulos favoritos, también muy emocional y lleno de drama. Espero lo hayan disfrutado.
Feliz navidad y casi aniversario 21 Cassioamistades <3
Me pone muy sentimental pensar que TVXQ está por cumplir 21 años de carrera y como hemos ido creciendo junto con ellos. Personalmente este sería mi 13vo año en este fandom y no me arrepiento en absoluto. Gracias a TVXQ por seguir dándonos tanto, sobre todo este año, que parece que incluso el fandom revivió. Me la he pasado de lo mejor y he vuelto a disfrutar como no tienen una idea de escribir fanfiction y compartir con ustedes mi hobby que es ser escritora y fangirl.
Espero pasen felices fiestas a lado de sus seres queridos.
Nos vemos la siguiente semana
Always Keep The Faith <3
AY COMO EMPIEZO? 🥺
ResponderEliminarBueno antes que nada, este también será mi 13avo año con ellos 🥺 la vdd es que tampoco me arrepiento aunque a veces el camino parece difícil, he crecido con ellos y lo agradezco inmensamente.
Ahora el capítulo (╯ರ ~ ರ)╯︵ ┻━┻ Shim ChangMin donde te atrape, aunque realmente no es su culpa, son las inseguridades de JJ que hacen que todo se complique más, pero ahora que llega YooChun siento que todo se va alinear porque aja, solo su soulmate le puede hacer entender :'v
Mil gracias por la actualización y muy feliz navidad ❤️ gracias por este fanfic, tu realmente no sabes lo que me he divertido leyendo las actus semana con semana 🥰