martes, 30 de diciembre de 2025

A glimpse of us: YunJae

 


6: YunJae

El día de la boda de YunHo y Jae Joong

Peinó su cabello y ajustó su corbata frente al espejo. Era la quinta vez en los últimos treinta minutos. 

—Te ves perfecto —dijo Jihye detrás de él. Puso ambas manos en sus hombros y lo obligó a girarse y quedar de frente a ella. YunHo volteó al espejo una vez más y suspiró nervioso. 

—¿En serio?

—Jae Joong se desmayará al verte. 

YunHo rió ante el comentario.

—Tal vez sea yo quien se desmaye al verlo.

La sonrisa en sus labios no desaparecía de tan solo recordar a Jae Joong con su traje en la sesión de fotos que tuvieron unas semanas antes de su boda. Jae Joong dijo que había escogido otro traje para el gran día y no lo dejaría ver hasta que iniciara la ceremonia, pero YunHo no necesitaba verlo para saber que, sin importar qué usara, se vería hermoso. 

—¿Estás feliz? —La pregunta de su hermana lo sacó de sus pensamientos. 

—Mucho, aún no puedo creer que vaya a casarme con el amor de mi vida.


A diferencia de la habitación de YunHo, donde solo se encontraban él y su hermana, la de Jae Joong era un caos total. 

Sus padres y tres de sus hermanas mayores se encontraban ahí —las otras cinco se encargaron de cuidar a todos los sobrinos —. Soo Young arreglaba el cabello de Jae Joong, mientras que Bora ajustaba su corbata y Miyeon tomaba fotografías y videos de todo. 

“Siempre quieres recordar el caos previo a la ceremonia”, le dijo esa mañana en cuanto desempacó su cámara. 

Jae Joong sonrió y decidió relajarse, ese día sería perfecto porque terminaría casándose con el amor de su vida. 

Dos golpes en la puerta hicieron que todos se callaran. Miyeon se dirigió a la entrada. 

—YunHo-ah, no puedes ver a Jaejoongie aún —le regañó, su cámara encendida en su mano. 

—Oh vamos, noona. Solo un minuto —escuchó suplicar a Yunho desde la puerta. Jae Joong volteó hacia la entrada y vio como Miyeon bloqueaba la visión de su prometido. 

—Noona, déjalo pasar —dijo Jae Joong con una sonrisa. 

—¡No!, es de mala suerte que los novios se vean antes de la boda —dijo Miyeon. 

—¿Aunque sea algo importante lo que tengo que decirle a Jaejoongie? —suplicó YunHo.

Miyeon suspiró y se hizo a un lado. 

—Con una condición, cierren los ojos. 

YunHo levantó sus manos en señal de rendición y cerró los ojos. Miyeon tomó su mano y lo guió hasta donde se encontraba Jae Joong, una vez que se aseguró de que su hermano también había cerrado sus ojos. 

Ambos sonrieron cuando sus manos se encontraron. Jae Joong recorrió los brazos de YunHo con sus manos y dio suaves palmadas sobre sus hombros.

—¿Todo bien? —le preguntó Jae Joong, sintiendo la tensión en el cuerpo de su prometido. El mayor suspiró y se acercó más a él, pegando sus frentes y respirando su perfume, tomando las fuerzas para expresar aquello que lo aquejaba desde que despertó ese día. 

—Mis padres no han llegado —respondió en voz baja, como si aquello pudiera evitar que su voz se quebrara. 

Cuando planearon su boda, se decidieron por un evento pequeño e íntimo, acompañados solo por sus familiares y amigos más cercanos. Los padres de ambos fueron los primeros en recibir la invitación, sin embargo, las únicas personas faltantes de confirmar su asistencia eran los padres de YunHo. 

Hasta cierto punto YunHo los entendía. Aceptar su orientación sexual no fue fácil para su familia, en especial para su madre. Sin embargo, esperaba que al menos pudiera hacer una excepción el día de su boda, el día que se supone sería el más feliz de su vida. 

Jae Joong respiró hondo y rodeó la cintura de YunHo con sus brazos. El más alto correspondió el abrazo sin decir una palabra. 

—Van a venir —le aseguró Jae Joong. 

—¿Cómo sabes? —preguntó YunHo. 

—Sólo lo sé —respondió. 

Ninguno estaba seguro, pero de alguna forma el simple hecho de escuchar las palabras de aliento de parte de su prometido logró calmar un poco su corazón. 

—Te veo en unos minutos, te amo Jae —besó su frente y rompió el abrazo con suavidad. 

—Te amo Yun —


Jae Joong y YunHo acordaron caminar juntos hacia el escenario. 

Cuando se vieron por primera vez, Jae Joong sintió unas inmensas ganas de llorar y YunHo apretó ambas manos contra su pecho, fingiendo desmayarse. Aquella acción le sacó una sonrisa al menor. 

—¡Wow!, ¿En verdad voy a casarme contigo? —preguntó YunHo, mirando a Jae Joong de pies a cabeza y haciéndolo sonrojar. 

Jae Rin llegó con ellos en ese momento y tomó a su hijo del brazo, lista para caminar con él hacia el frente del salón. 

YunHo se asomó por donde entró la madre de Jae Joong y vio a Jihye, su hermana menor, caminando hacia él con una sonrisa, lista para acompañarlo. 

Ambas mujeres se saludaron y los cuatro se acomodaron frente a las puertas del salón, listos para pasar en cuanto el maestro de ceremonias anunciara su entrada. 

—Disculpa cariño —la voz de una mujer hizo que los novios voltearan de nuevo hacia atrás y junto a Jihye, tomando su mano e intercambiando lugares, se encontraban Sang Hye, la madre de YunHo, tomando su lugar a un lado de su hijo, lista para acompañarlo. 

—Umma… —YunHo estaba sin palabras, su cerebro aún no podía registrar lo que sus ojos veían. 

—No podía perderme la boda de mi hijo —dijo Sang Hye con una sonrisa genuina y sus ojos llenos de lágrimas. La mujer cruzó miradas por un instante con Jae Joong y asintió con suavidad. 

Jae Joong tomó la mano de YunHo, entrelazando sus dedos, y después de respirar profundo dijo:

—¿Estás listo? 

—Siempre lo estuve.


Actualidad

Jae Joong sonrió al ver a YunHo salir del sanitario, acomodando su corbata y alisando su saco. Llevaba en su mano una ligera carpeta con sus documentos y en el bolsillo de su pantalón un nuevo par de anillos. 

Extendió su mano hacia su prometido, sin poder evitar derramar un par de lágrimas al recordar todo lo que sintió el día de su boda tantos años atrás. Ahora, frente a él se encontraba una versión mucho más madura de quien fue su familia y con quien estaba listo para reafirmar aquella promesa que le hizo de rodillas en Yokohama. 

—¿Estás listo? —preguntó Jae Joong con una sonrisa. YunHo entrelazó sus dedos y le dedicó una mirada llena de esperanza. 

De esperanza por un nuevo comienzo juntos.

—Siempre lo estuve. 

5. Seung Jae


Creí que ya había terminado con Broken, pero sus personajes seguían invadiendo mi mente y no tuve de otra que escribir un pequeño POV de cada uno de ellos. 

Gracias por darle amor a mi pequeña familia rota. 

Me pidieron mucho terapia por Broken que aquí está, recién horneadita para ustedes. 

Aprovecho este espacio para desearles que hayan tenido una feliz navidad y que tengan un feliz año nuevo. Que este 2026 sea un año de provecho y mucha felicidad para ustedes. 

Nos seguiremos viendo en mis siguientes fanfics <3 

Hasta pronto :)

A glimpse of us: Seung Jae

 


5: Seung Jae

El amor a través de los ojos de Seung Jae

Sábado

“Querido diario:

Hoy fui con Jaejoong-appa a comprar una libreta porque me encargaron de tarea escribir un diario. No sé qué debo escribir, pero Jaejoong-appa me dijo que podía escribir lo que yo quisiera, como lo que juego con mis amigos en la escuela, lo que me mandó de almuerzo o lo que vi en la tele.

Me prestó sus plumas de colores, tiene muchas y me gustan mucho. 

Dijo que también puedo hacer dibujos en mi diario.”


Domingo

“Querido diario:

Mi papá YunHo llegó del hospital en la mañana cuando Jaejoong-appa estaba preparando el desayuno. Me saludó con un beso y despeinó mi cabello como siempre, y saludó a Jaejoong-appa con un beso en los labios. 

Siempre que Yunho-appa le da un beso a Jaejoong-appa, se pone rojo y se ríe. A mí también me hacen muy feliz los besos de mis papás.

En la tarde fuimos a jugar al parque y Yunho-appa jugó a la pelota conmigo. Jae-appa tomó muchas fotos y Yun-appa me cargó y corrió por el parque cuando le gané. 

Luego fuimos por un helado. Yun-appa dice que su sabor favorito es de fresa pero siempre se come el de Jae-appa. Mi favorito es el de chocolate.”


Lunes

“Querido diario:

Hoy papá Yun preparó el desayuno y me puso mi uniforme para ir a la escuela. 

Dijo que papá Jae no se siente bien hoy

Fui a llevarle un té calientito y le di un beso en el cachete antes de ir a la escuela. Jae-appa dijo que eso lo hizo sentir mejor. 

Yun-appa le dio un beso en los labios y le acarició el cabello para curarlo, como siempre me curan a mí.


Martes

“Querido diario:

Hoy me dijeron en la escuela que mañana tenemos que llevar algo preparado en casa, yo dije que llevaría brownies porque son mi postre favorito.

Jae-appa me recogió de la escuela y fuimos a comprar los ingredientes para los brownies. 
Yun-appa dijo que quería ayudar y Jae-appa le leyó la receta. 

Yo ayudé a echar el chocolate y la harina y se tiró un poco en la mesa. Yun-appa rió y dijo que no pasaba nada, luego revolvió todo rápido y se manchó la camisa. 

Jae-appa me ayudó a meter los brownies en el horno y mientras estaban listos Yun-appa me ayudó con mi tarea. 

No puedo esperar para probar los brownies mañana.”


Miércoles

“Querido diario:

Hoy acompañé a Jae-appa a recoger a Yun-appa al hospital. Dijo que estaba muy cansado pero como quiera jugó conmigo después de comer. 

Mis papás son los mejores doctores del mundo. Yun-appa dice que cura a las personas cuando se lastiman la cabeza y Jae-appa cura el cáncer. 

De grande yo también quiero ser doctor. 

Después de comer dormí una siesta con mis papás. 

Me gusta mucho mucho cuando me abrazan los dos.”


Jueves

“Querido diario:

Hoy mi maestra leyó mi diario y me puso una estrella en la frente, dijo que le gustó mucho mi tarea. 

Uno de mis amigos dijo que no le gustó escribir. 

Yo quiero seguir usando mi diario. Es muy divertido usar las plumas de colores de Jae-appa y hacer dibujos.

Hoy me recogieron mis papás de la escuela y les enseñé mi estrella. Me dieron un beso y me hicieron cosquillas hasta que me dolió la panza. 

Jae-appa cargó mi mochila y Yun-appa me llevó en sus hombros. Me gusta cuando me recogen los dos y caminamos juntos a casa. 

Mis papás siempre caminan tomados de la mano y sonríen cuando se voltean a ver. A veces creo que se contaron un chiste porque siempre están felices."


Viernes

“Querido diario:

Hoy tuve un torneo de taekwondo en la escuela. Jae-appa me ayudó a acomodar mi uniforme y practicó conmigo antes de pelear. 

Yun-appa tomó muchas fotos y gritó mi nombre cuando gané una medalla. Dice que si me esfuerzo mucho puedo ir a las olimpiadas. 

Jae-appa tiene muchas medallas en casa de los abuelos. Yo quiero ganar muchas medallas y ser muy fuerte como él.”


Sábado

“Querido diario:

Hoy llegamos a casa de mis abuelos en Gong-ju. Es el cumpleaños de la abuela. 

Vinieron todos mis tíos y jugué mucho con mis primos. Me gusta mucho mucho venir a Gong-ju. 

Jae-appa y mi abuela Jae Rin siempre hacen comida deliciosa. 

Yun-appa siempre juega conmigo y mis primos y me deja dormir sobre sus piernas cuando me canso. 

Mi familia es muy grande y a veces no me acuerdo de todos los nombres, pero todos me quieren. 

Y yo también los quiero mucho. 

Estoy feliz de que Jae-appa y Yun-appa me hayan llevado a casa con ellos. Creo que tuve mucha suerte."


4. Jae Joong                6. YunJae

A glimpse of us: Jae Joong

 


4: Jae Joong

La llegada de Seung Jae a la vida de la familia Jung.

Jae Joong sabía que los procesos de adopción eran largos y complicados, y que lo sería aún más al ser una pareja del mismo sexo quienes lo solicitaban, sin embargo, nunca imaginó lo difícil y agotador que sería. 

Eran tantos los requisitos y cada vez que parecían estar a punto de cumplirlos, surgían más. Siempre parecía que estaban un paso más cerca de poder ser oficialmente papás, pero nunca sabían con exactitud en qué parte del camino se encontraban. Y aquello, para Jae Joong y YunHo, era un poco desalentador. Todos los días tenían una cita con un profesional diferente. Primero, reuniones con sus abogados, después con trabajo social y con psicólogos. Tenían citas en pareja y otras individuales. 

Incluso algunas de las citas eran con Seung Jae, para evaluar la relación que tenía con ambos, tanto en pareja como separados. 

Jae Joong no quería perder la esperanza, pero en días como aquel, en el que regresaba a casa después de una evaluación más con su esposo, no podía evitar preguntarse si realmente su solicitud sería aprobada o si todo ese trabajo sería en vano. Esperaba que fuera la primera opción, su corazón le dijo que Seung Jae era su hijo desde el momento en que lo vio en el orfanato. 

—¿Qué piensas? —preguntó YunHo, descansando una mano en el muslo del menor, su otra mano en el volante mientras manejaba a su hogar. 

—¿Crees que nos hablen algún día? —soltó aquello que llevaba aquejándolo desde que despertó ese día. 

YunHo respiró profundo antes de responder, escogiendo sus palabras con cuidado. Jae Joong sabía que su esposo tenía las mismas dudas que él y que había días en los que era más difícil mantener la esperanza. Después de todo, ya llevaban cinco meses esperando una buena noticia. 

—Eso espero.

—¿Crees que seremos buenos padres? —preguntó de nuevo Jae Joong, mirando la ciudad pasar a través de la ventana. 

—Por supuesto, tú mejor que yo al menos —respondió con seguridad YunHo, sacándole una sonrisa. Jae Joong tomó la mano de su esposo y entrelazó sus dedos, manteniendo una leve sonrisa el resto del camino. 


Jae Joong terminó de recoger la cocina esa noche junto con YunHo y decidió tomar un baño mientras su esposo revisaba algunos trabajos de sus residentes. Concentrarse en su trabajo los ayudaba a ambos a sobrellevar la incertidumbre. 

Entró a la sala envuelto solamente en su bata de baño, su piel fresca y suave después de su rutina nocturna, y se acercó a su esposo, quien se encontraba sentado en el sillón, con su computadora sobre las piernas y su teléfono en una mano. Parecía observar su celular con atención y Jae Joong aprovechó la distracción para tomar la computadora, colocarla a un lado y sentarse sobre las piernas de su esposo. 

Normalmente, esa simple acción lograba que YunHo pusiera toda su atención en él y lo tocara casi de inmediato, pero no esta vez. YunHo seguía viendo su teléfono sin parpadear. 

—Yun —lo llamó

—YunHo —repitió y esta vez volteó a verlo, su rostro reflejaba sorpresa y su mano sostenía con fuerza su teléfono. 

—¿Pasa algo? —preguntó Jae Joong preocupado. 

—No… —respondió. Llevó una de sus manos a la cintura de Jae Joong —Bueno… sí.

—¿Qué pasa? —La preocupación en su voz incrementó.

YunHo volvió a ver la pantalla, corroborando que lo que acababa de recibir era verdad, apretó el agarre en su esposo y dijo:

—Vamos a ser papás.

Jae Joong lo miró en silencio, intentando procesar lo acababa de escuchar. 

—¿Qué dijiste?

—Vamos a ser papás, Jae — repitió YunHo, mostrándole la pantalla del teléfono. Jae Joong lo tomó con manos temblorosas y contempló el correo frente a él. 


Estimados Jung YunHo y Kim Jae Joong:

Por medio del presente correo, nos complace informarles que, tras la revisión de sus respectivos expedientes, su solicitud para la adopción del menor Seung Jae, de 3 años, ha sido oficialmente aprobada. 

Los esperamos el día de mañana a primera hora para proceder con la firma de los documentos correspondientes e iniciar con los trámites necesarios que les permitirán llevar a Seung Jae a su nuevo hogar. 


Jae Joong terminó de leer y se abalanzó sobre YunHo, rodeándole el cuello con ambos brazos y llorando en su hombro. El mayor correspondió el abrazo con la misma intensidad y acarició la espalda de su esposo con ternura.

—Oh, YunHo… —se separó apenas para mirarlo y se encontró con sus ojos llenos de lágrimas también, ambos con una sonrisa enorme adornándoles el rostro. —Seung Jae vendrá a casa. 

—Nuestro bebé vendrá a casa —dijo YunHo. Tomó el rostro de Jae Joong con ambas manos y lo besó emocionado. 

 Jae Joong atesoraba en su corazón pocos momentos en los que se había sentido tan feliz que su pecho parecía a punto de explotar: el día que compartió su primer beso con YunHo, el de su boda… y ahora agregaría justo ese instante. 

El día en que su familia comenzó a ser de tres.

3. Kim Soo Young                5. Seung Jae

A glimpse of us: Kim Soo Young

 


3: Kim Soo Young

Cuando Jae Joong fue llevado al quirófano, Soo Young se sentó junto a sus padres en la sala de espera. Su reloj estaba próximo a marcar apenas las 6:00 am y el cansancio por no haber dormido en toda la noche estaba comenzando a cobrar factura. Fue entonces que recordó la petición de su hermano y se levantó para ir a un lugar donde pudiera hablar sin molestar a nadie. 

Salió del hospital y respiró el aire fresco de la mañana, recorriendo el jardín frente a la entrada principal. Se sentó en una banca debajo de un árbol de cerezos y sacó el celular de Jae Joong de su bolsa. 

—YunHo… — repitió el nombre en voz baja mientras deslizaba su dedo por los contactos. No tardó mucho en encontrarlo, supuso que sería el único contacto con un corazón a un lado de su nombre y no pudo evitar sonreír. Moría de ganas de conocer al nuevo novio de su pequeño hermano, de hecho, todas sus hermanas sentían mucha curiosidad. 

Soo Young no podía evitar sentirse intrigada. Había visto a Jae Joong pasar por una relación que solo lo lastimaba. Recordar cómo el brillo en sus ojos se había apagado, cómo sus sonrisas se habían vuelto cada vez más escasas y sus silencios cada vez más prolongados lastimaban su corazón. 

Sin embargo, la situación parecía ser completamente diferente ahora: llevaban apenas dos meses de novios y podía ver cómo su hermano parecía haber vuelto a la vida. Desde que empezó a recibir llamadas con más frecuencia de su parte mientras estudiaba en Seúl, hasta verlo bailar mientras cocinaba en casa de sus papás o escucharlo reír al mirar su teléfono. No conocía a YunHo aún, pero desde ese momento le agradecía en silencio por el amor que le daba a su hermanito.


No había visto muchas fotos de YunHo, pero lo reconoció de inmediato cuando lo vio en la central de autobuses: alto, cuerpo atlético, cabello castaño oscuro, cara pequeña y apuesta adornada con lentes de montura cuadrada. Alzó la mano cuando estuvo más cerca para que pudiera verla y cuando la reconoció, una sonrisa nerviosa se dibujó en su rostro. 

—Mucho gusto, noona, soy YunHo — se presentó, inclinándose casi noventa grados. A Soo Young le pareció muy divertido el nerviosismo de YunHo, pero contuvo su risa. 

—El gusto es mío, YunHo-ah, Joongie ha hablado mucho de ti — correspondió el saludo con una sonrisa y comenzaron a caminar juntos hacia el auto. YunHo dejó su pequeña maleta dentro de la cajuela y subió al asiento del copiloto, jugando con sus manos y mirando su teléfono de vez en cuando. 

El trayecto de regreso al hospital fue rápido, la mayor parte estuvieron en silencio, salvo por aquellos momentos en los que YunHo le preguntaba sobre el estado de Jae Joong y que lugar ocupaba ella entre todas las hermanas. 


—Vamos por algo de comer — dijo Jae Rin, dando suaves palmadas en el brazo de Soo Young para que los siguiera hacia la cafetería. YunHo recién se había presentado con sus padres y lo dejaron solo con Jae Joong en su habitación. 

Apenas habían avanzado unos cuantos metros cuando Soo Young se detuvo y dio la media vuelta, dirigiéndose de regreso con Jae Joong. 

—Voy a regresarle su teléfono a Jae Joongie, en un momento los alcanzo.

Jae Rin la miró un poco incrédula, pero no preguntó nada, tan solo asintió y siguió andando con su esposo. 

Soo Young caminó lento hacia el cuarto y se mantuvo en silencio cuando estuvo frente a la puerta. En un inicio su intención era realmente entregarle su celular a Jae Joong, pero ahora, a punto de girar el picaporte, su mano se negaba a responder el comando. La curiosidad por ver la interacción entre YunHo y Jae Joong era mucha, pero sabía que en el momento en que entrara, cualquier conversación o acción sería interrumpida. 

Echó un vistazo hacia el pasillo por donde sus padres se habían ido apenas hacía unos minutos y pensó en regresar con ellos. Ya tendría otra oportunidad para asegurarse de que YunHo era un buen novio para su hermanito. Entonces, como si hubiera recibido una señal, volteó hacia la ventana de la habitación, donde había una pequeña apertura en las cortinas y, si se acomodaba bien, tenía una vista perfecta hacia la cama. 

Se acercó lentamente, esperando no ser descubierta, y una sonrisa se dibujó en su rostro sin poder evitarlo. 

YunHo estaba acostado junto a Jae Joong, quien dormía tranquilamente. Se encontraba casi en la orilla de la cama para dejarle todo el espacio al menor, abrazándolo con cuidado, repartiendo caricias en su cabello y ocasionalmente un beso en su rostro.

Un suave clic fue lo único que se escuchó antes de caminar hacia la cafetería.

Y una foto abrió la conversación de ese día en el chat de las hermanas Kim. 

“Jaejoongie tiene una visita”


El segundo día, mientras volvía con una botella de agua para YunHo, escuchó a Jae Joong quejarse con su novio y desde la entrada del cuarto vio cómo alejaba su mano y derramaba un par de lágrimas. 

Soo Young dio un paso dentro de la habitación lista para intervenir, pero se detuvo al presenciar aquella escena. 

Como YunHo ayudaba a Jae Joong a sentarse en su cama y acariciaba sus hombros con tranquilidad. Como lo miraba con cariño. 

No, no era solo cariño. 

Era amor. 

El amor parecía desbordarse por los ojos de YunHo. 

Y Soo Young sonrió; ninguno de los dos se había dado cuenta de su presencia. 

—¿En verdad te duele mucho o solo te sentiste presionado? —preguntó YunHo, aún acariciando sus brazos. — Porque si tienes mucho dolor, tendré que hablarle a tu doctor.

—Solo me sentí presionado… —respondió cabizbajo. YunHo se acercó más y lo envolvió en un abrazo, disculpándose en voz baja. 

Jae Joong tenía la indicación de su cirujano de comenzar a caminar ese día y YunHo solo estaba viendo por su rápida recuperación. 

“Creo que se van a casar” fue el mensaje que envió Soo Young. 

“Ay, por favor, apenas llevan dos meses siendo novios”, respondió Bora. 

“Hagan sus apuestas”, dijo Miyeon, abriendo una encuesta en el chat de las hermanas Kim titulado: “Jaejoongie se casa con el pueblerino de Gwang-ju?” 

2. YunHo                4. Jae Joong

A glimpse of us: YunHo

 


2: YunHo

Un pequeño vistazo a la vida de Jae Joong y YunHo como papás.

El sonido de la suave respiración de Seung Jae era lo único que se escuchaba en la sala. YunHo, aún algo débil y con el estómago revuelto, se acostó a lo largo del sillón con su hijo acurrucado contra su pecho. 

Todos en su casa se habían contagiado de un virus gastrointestinal: empezó con Jae Joong, quien ya se encontraba mucho mejor y tuvo que ir al hospital a trabajar, y le siguieron YunHo y Seung Jae. La fiebre había tenido inquieto al pequeño durante la mañana, pero ahora dormía plácidamente, con su manita aferrada a la camiseta de YunHo. 

Cada tanto el niño se removía en su sueño y YunHo casi por instinto llevaba su mano a su cabello, acariciándolo suavemente, notando cómo aquel gesto lograba calmarlo, justo como cuando Jae Joong le acariciaba el cabello a él cuando se sentía mal. Seung Jae se movió de nuevo, buscando que la mano de YunHo se moviera hacia su espalda, y justo eso hizo, dejando lentas caricias. YunHo sonrió débilmente y miró al pequeñito de apenas cuatro años con ternura, notando en aquel gesto algo que le pertenecía a Jae Joong. 

Pensar en cómo su hijo poco a poco había adoptado gestos que ellos ya hacían de forma inconsciente lo hizo sentir inmensamente feliz. Lo hacía ver como si realmente fuera de su sangre. 

—Te gusta que te consientan como a nosotros, ¿eh? — susurró sin dejar de arrullarlo, apoyando su mejilla en el cálido cabello de Seung Jae. 


El sonido de la puerta abriéndose lo despertó. Se aseguró de que Seung Jae siguiera envuelto en su abrazo y dirigió su mirada hacia la entrada, donde Jae Joong estaba dejando sus cosas y quitándose sus zapatos. Sonrió cuando cruzaron miradas y caminó tranquilamente hacia ellos. 

—¿Cómo estás? — preguntó Jae Joong en voz baja, acariciando con delicadeza la cabeza de Seung Jae. Se sentó en el suelo junto al sillón y YunHo estiró su brazo, masajeando lentamente uno de los hombros de su esposo. 

—Mejor… — respondió, sintiendo aún un poco de cansancio — Seung Jae también. Estuvo inquieto en la mañana, pero pudo dormir un rato. 

—Eso es bueno — sonrió aliviado y se levantó unos segundos después. — Voy a preparar algo que puedan comer.

YunHo se frotó la cara para deshacerse de los rastros de sueño y con cuidado se levantó también, acomodando a Seung Jae en el sillón para que siguiera durmiendo, y siguió a su esposo a la cocina. Jae Joong se encontraba sacando algunos ingredientes del refrigerador cuando se acercó a abrazarlo por la espalda, rodeando su cintura y dejando un beso en su cuello. 

—Te extrañé — dijo YunHo sin deshacer el abrazo. 

Jae Joong sonrió y se giró como pudo para verlo.

—Tú deberías estar descansando.

—No me voy a morir por esto — YunHo le dio un beso en la mejilla, luego otro en la comisura de sus labios y finalmente lo besó lentamente en los labios. 

Su esposo sonrió en el beso, llevando casi por instinto sus brazos alrededor del cuello de YunHo.

—No vas a convencerme de que haga otra cosa que no sea sopa — bromeó, dando una palmada suave en su hombro. 

—Mientras lo prepares tú… puedo comer sopa por el resto de mi vida — dijo YunHo antes de robarle otro beso.

El sonido de unos pequeños pasos interrumpió el momento y en la entrada de la cocina vieron a Seung Jae, con el cabello despeinado, frotándose los ojos y su manta aún sobre sus hombros. 

—Appa… — habló suavemente, dejando ver aún los rastros de sueño.

—Seung Jae-ah, ¿Qué haces despierto, corazón? — Jae Joong caminó hacia el pequeño y se agachó para recibirlo, alzándolo con facilidad. Los bracitos de Seung Jae se aferraron al cuello de su padre y este cubrió su rostro de pequeños besos, haciendo que el niño riera en sus brazos. 

YunHo no tardó en acercarse y abrazarlos a ambos. Cerró los ojos y respiró hondo, disfrutando el momento en familia. 

Cuando volvió a abrirlos, vio a Jae Joong con sus ojos brillosos y una sonrisa, apenas conteniendo las lágrimas. 

—Oye… 

—Estoy bien… —susurró, abrazando más fuerte a YunHo — Es solo que… los amo tanto. 

YunHo besó su frente y apretó nuevamente su abrazo, dándole a entender que él se sentía exactamente igual. 

Él también sentía su pecho a punto de explotar de felicidad con solo ver a su familia. 


1. Sang Hye                3. Kim Soo Young


A glimpse of us: Sang Hye

 


1: Sang Hye

Los pensamientos de Sang Hye cambian con respecto a la relación de YunHo y Jae Joong.

El día que YunHo le confesó a sus padres su orientación sexual, Sang Hye sintió que su mundo se vino abajo. 

Su esposo, Yang Hyun, había tomado las cosas con más calma que ella. Bastó con preguntarle esa noche, después de una silenciosa cena, “¿sigues siendo el hombre a quien eduqué?” para que el resto dejara de importar tanto. 

Mantuvo un poco de esperanza cuando YunHo le explicó que le gustaban tanto mujeres como hombres, pero esa esperanza fue desapareciendo poco a poco cuando les presentó a Jae Joong como su novio y, algunos años después, se comprometieron. 

Ahora, Sang Hye veía desde la ventana de su casa cómo un auto se estacionaba en la calle y de él bajaban YunHo y Jae Joong, en una de sus primeras visitas a Gwang-ju desde que regresaron de su luna de miel. 

Suspiró y puso su mejor sonrisa antes de abrir la puerta para recibir a su hijo. 


El sonido del cuchillo contra la tabla predominaba en la cocina. Jae Joong se había ofrecido a ayudar con la cena y no encontró una razón válida para rechazarlo, así que le dio algunas tareas para mantenerlo ocupado. No odiaba a Jae Joong, pero aún le resultaba difícil ver a su hijo con otro hombre, aun cuando YunHo se veía feliz. 

Sang Hye lo observó de reojo mientras cortaba los vegetales, notando cómo movía el cuchillo con la rapidez y precisión de alguien que lleva años cocinando, y no pudo evitar sorprenderse. 

—¿Está bien si agrego un poco más de ajo? — preguntó Jae Joong, acercándose a la estufa y probando la sopa con una cuchara. 

—¿Ajo? 

—Si… YunHo siempre menciona cómo le gustaba el sabor del ajo mezclándose con la sopa cuando la hacía para él cuando era pequeño — respondió con naturalidad al tiempo que revolvía la sopa. 

Parpadeó sorprendida. No recordaba haber mencionado ese detalle y YunHo tampoco lo hacía seguido, pero parecía que Jae Joong le ponía mucha atención a su hijo para recordar cosas tan específicas. 

Agregó sal y otros condimentos como si fuera experto, y como si fuera un acuerdo silencioso, lo dejó encargarse de más tareas en la cocina. 

Esa noche, YunHo se sirvió dos veces. 

—Ni siquiera yo logro que coma tanto cuando viene de visita — dijo para sí misma Sang Hye, sin ningún tono de molestia en su voz. Su esposo acarició su mano sutilmente, haciéndole saber que la había escuchado, y lo vio sonreír ligeramente. 


Por la mañana, Sang Hye encontró a Jae Joong limpiando la cocina y por primera vez se acercó con la intención de hablar con él. 

—Dices que a YunHo le gusta mucho este estofado… ¿Te ha mencionado otros platillos? — empezó a hablar mientras lo ayudaba a limpiar, como si llevaran tiempo conversando. 

Jae Joong se detuvo por un instante y lo vio sonreír, notando el brillo en sus ojos en vez de la usual cautela con la que se dirigía hacia ella. 

—Si… — dijo con entusiasmo — El pollo con miel y jengibre. Y esos fideos picantes que solía preparar en días lluviosos.

Sang Hye no pudo evitar sonreír también, recordando cuánto disfrutaba cocinar las comidas favoritas de su hijo. En poco tiempo la cocina quedó limpia y pronto estuvieron tomando una taza de té mientras intercambiaban recetas y consejos de cocina.

Sabía que Jae Joong era bueno cocinando, pero sintió una calidez instalarse en su pecho al compartir aquel momento con su yerno. El joven siempre había sido educado y amable, pero hasta la noche anterior, siempre había sentido una barrera invisible separándolos. Ahora podía entender por qué su hijo lo eligió como su compañero para toda la vida. 


Dos días después, cuando YunHo y Jae Joong se preparaban para regresar a Seúl, Sang Hye se acercó a su hijo. 

—Fue un buen fin de semana — dijo a su oído cuando le dio su abrazo de despedida —. Disfruté cocinar con Jae Joong. 

YunHo sonrió al escuchar aquello y apretó el abrazo, dándole un beso en la mejilla. 

Jae Joong, quien estaba de pie a un lado de YunHo sosteniendo su maleta con una mano y sonriendo ligeramente, se sorprendió cuando Sang Hye lo abrazó brevemente también y les deseó un buen viaje. Correspondió torpemente su abrazo y recibió una hoja de papel doblada en cuatro partes.

—Vengan más seguido — dijo Sang Hye. 

Se esperó a que arrancaran el auto para entrar a su casa y vio a Jae Joong abrir la hoja de papel que le entregó, donde había anotado algunos consejos de cocina para él. Su yerno volteó por unos segundos y movió sus labios diciendo “Gracias”. YunHo pasó un brazo por encima de sus hombros y lo besó en la mejilla y Sang Hye sonrió, pensando que quizás disfrutaría tener de visita a Jae Joong más seguido.