El día de la boda de YunHo y Jae Joong
Peinó su cabello y ajustó su corbata frente al espejo. Era la quinta vez en los últimos treinta minutos.
—Te ves perfecto —dijo Jihye detrás de él. Puso ambas manos en sus hombros y lo obligó a girarse y quedar de frente a ella. YunHo volteó al espejo una vez más y suspiró nervioso.
—¿En serio?
—Jae Joong se desmayará al verte.
YunHo rió ante el comentario.
—Tal vez sea yo quien se desmaye al verlo.
La sonrisa en sus labios no desaparecía de tan solo recordar a Jae Joong con su traje en la sesión de fotos que tuvieron unas semanas antes de su boda. Jae Joong dijo que había escogido otro traje para el gran día y no lo dejaría ver hasta que iniciara la ceremonia, pero YunHo no necesitaba verlo para saber que, sin importar qué usara, se vería hermoso.
—¿Estás feliz? —La pregunta de su hermana lo sacó de sus pensamientos.
—Mucho, aún no puedo creer que vaya a casarme con el amor de mi vida.
A diferencia de la habitación de YunHo, donde solo se encontraban él y su hermana, la de Jae Joong era un caos total.
Sus padres y tres de sus hermanas mayores se encontraban ahí —las otras cinco se encargaron de cuidar a todos los sobrinos —. Soo Young arreglaba el cabello de Jae Joong, mientras que Bora ajustaba su corbata y Miyeon tomaba fotografías y videos de todo.
“Siempre quieres recordar el caos previo a la ceremonia”, le dijo esa mañana en cuanto desempacó su cámara.
Jae Joong sonrió y decidió relajarse, ese día sería perfecto porque terminaría casándose con el amor de su vida.
Dos golpes en la puerta hicieron que todos se callaran. Miyeon se dirigió a la entrada.
—YunHo-ah, no puedes ver a Jaejoongie aún —le regañó, su cámara encendida en su mano.
—Oh vamos, noona. Solo un minuto —escuchó suplicar a Yunho desde la puerta. Jae Joong volteó hacia la entrada y vio como Miyeon bloqueaba la visión de su prometido.
—Noona, déjalo pasar —dijo Jae Joong con una sonrisa.
—¡No!, es de mala suerte que los novios se vean antes de la boda —dijo Miyeon.
—¿Aunque sea algo importante lo que tengo que decirle a Jaejoongie? —suplicó YunHo.
Miyeon suspiró y se hizo a un lado.
—Con una condición, cierren los ojos.
YunHo levantó sus manos en señal de rendición y cerró los ojos. Miyeon tomó su mano y lo guió hasta donde se encontraba Jae Joong, una vez que se aseguró de que su hermano también había cerrado sus ojos.
Ambos sonrieron cuando sus manos se encontraron. Jae Joong recorrió los brazos de YunHo con sus manos y dio suaves palmadas sobre sus hombros.
—¿Todo bien? —le preguntó Jae Joong, sintiendo la tensión en el cuerpo de su prometido. El mayor suspiró y se acercó más a él, pegando sus frentes y respirando su perfume, tomando las fuerzas para expresar aquello que lo aquejaba desde que despertó ese día.
—Mis padres no han llegado —respondió en voz baja, como si aquello pudiera evitar que su voz se quebrara.
Cuando planearon su boda, se decidieron por un evento pequeño e íntimo, acompañados solo por sus familiares y amigos más cercanos. Los padres de ambos fueron los primeros en recibir la invitación, sin embargo, las únicas personas faltantes de confirmar su asistencia eran los padres de YunHo.
Hasta cierto punto YunHo los entendía. Aceptar su orientación sexual no fue fácil para su familia, en especial para su madre. Sin embargo, esperaba que al menos pudiera hacer una excepción el día de su boda, el día que se supone sería el más feliz de su vida.
Jae Joong respiró hondo y rodeó la cintura de YunHo con sus brazos. El más alto correspondió el abrazo sin decir una palabra.
—Van a venir —le aseguró Jae Joong.
—¿Cómo sabes? —preguntó YunHo.
—Sólo lo sé —respondió.
Ninguno estaba seguro, pero de alguna forma el simple hecho de escuchar las palabras de aliento de parte de su prometido logró calmar un poco su corazón.
—Te veo en unos minutos, te amo Jae —besó su frente y rompió el abrazo con suavidad.
—Te amo Yun —
Jae Joong y YunHo acordaron caminar juntos hacia el escenario.
Cuando se vieron por primera vez, Jae Joong sintió unas inmensas ganas de llorar y YunHo apretó ambas manos contra su pecho, fingiendo desmayarse. Aquella acción le sacó una sonrisa al menor.
—¡Wow!, ¿En verdad voy a casarme contigo? —preguntó YunHo, mirando a Jae Joong de pies a cabeza y haciéndolo sonrojar.
Jae Rin llegó con ellos en ese momento y tomó a su hijo del brazo, lista para caminar con él hacia el frente del salón.
YunHo se asomó por donde entró la madre de Jae Joong y vio a Jihye, su hermana menor, caminando hacia él con una sonrisa, lista para acompañarlo.
Ambas mujeres se saludaron y los cuatro se acomodaron frente a las puertas del salón, listos para pasar en cuanto el maestro de ceremonias anunciara su entrada.
—Disculpa cariño —la voz de una mujer hizo que los novios voltearan de nuevo hacia atrás y junto a Jihye, tomando su mano e intercambiando lugares, se encontraban Sang Hye, la madre de YunHo, tomando su lugar a un lado de su hijo, lista para acompañarlo.
—Umma… —YunHo estaba sin palabras, su cerebro aún no podía registrar lo que sus ojos veían.
—No podía perderme la boda de mi hijo —dijo Sang Hye con una sonrisa genuina y sus ojos llenos de lágrimas. La mujer cruzó miradas por un instante con Jae Joong y asintió con suavidad.
Jae Joong tomó la mano de YunHo, entrelazando sus dedos, y después de respirar profundo dijo:
—¿Estás listo?
—Siempre lo estuve.
Actualidad
Jae Joong sonrió al ver a YunHo salir del sanitario, acomodando su corbata y alisando su saco. Llevaba en su mano una ligera carpeta con sus documentos y en el bolsillo de su pantalón un nuevo par de anillos.
Extendió su mano hacia su prometido, sin poder evitar derramar un par de lágrimas al recordar todo lo que sintió el día de su boda tantos años atrás. Ahora, frente a él se encontraba una versión mucho más madura de quien fue su familia y con quien estaba listo para reafirmar aquella promesa que le hizo de rodillas en Yokohama.
—¿Estás listo? —preguntó Jae Joong con una sonrisa. YunHo entrelazó sus dedos y le dedicó una mirada llena de esperanza.
De esperanza por un nuevo comienzo juntos.
—Siempre lo estuve.